El caso Grimau

J. Grimau

El ambiente se enrareció a medida que se acercaba el 18 de abril de 1963, fecha fijada para el juicio de Julián Grimau. Detenido en noviembre anterior, fue militante comunista durante la guerra civil, miembro de la Brigada de Investigación Criminal, en Barcelona, instalada en la plaza Berenguer el Grande, acusado por torturas y muertes en una checa. Los días 3/4 de marzo se produjeron una serie de acciones que respondían ‘a una campaña sistemática y bien sincronizada’ (ABC, 5.3): explosión de bombas en aviones de Iberia y en locales del CSIC en Roma, avisos de explosiones a aeropuertos europeos. Bien claro lo decía el cartel que dejaron los autores en las oficinas de Iberia en Estocolmo: “No al turismo en España”. Era una campaña contra la principal fuente de riqueza del país.

El proceso y sentencia contra Grimau produjo gran conmoción en la izquierda francesa en cuyos círculos era una personalidad conocida. La prensa europea pedía la amnistía. El embajador francés en Madrid visitó a Castiella con el fin de parar la ejecución. Hubo manifestaciones en toda Europa, mensajes intercediendo por él a cargo de Juan XXIII, N. Kruschev y la reina Isabel II[1]. El Papa había publicado el 11 de abril su encíclica Pacem in Terris, que orienta el pensamiento político en sentido democrático, exigiendo el respeto de los derechos humanos fundamentales y de las libertades públicas a través de su institucionalización en un auténtico Estado de Derecho. Poco se impresionaron las autoridades franquistas ante tan sacro documento y fusilaron a Grimau nueve días más tarde, el 20 de abril. Giscard amenazó con marcharse de inmediato de Madrid y solo a duras penas se consiguió mantener el plan previsto[2]. El hecho fue saludado por Le Monde (20.4) con un significativo “Morir en Madrid”, duros editoriales de Le Figaro y Daily Telegraph (22.4)[3], protestas ante nuestras embajadas (París, Roma, Ginebra). Las agencias de viajes de Copenhague que anunciaban viajes a España fueron objeto de destrozos. Uruguay declaró persona no grata a nuestro embajador (3.5). La película “Morir en Madrid” y las declaraciones de Ángela Grimau en la TV francesa reavivaron la protesta[4].

¿Hacía falta castigar con pena de muerte delitos cometidos 25 años antes durante la guerra? Al menos, desde el punto de vista de la oportunidad psicológica y política, rotundamente no. Los hechos que se le atribuían eran execrables pero no se entendía esta “muerte inútil” que tenía los visos de ajuste de cuentas. El fusilamiento en nada servía a los designios políticos del franquismo, ni siquiera como seria advertencia frente a la creciente actividad subversiva de la oposición. Era servir en bandeja un “mártir” a los comunistas, y echaba por los suelos esfuerzos de años por presentar una cara amable en el exterior[5]. La decisión de la pena se tomó por unanimidad en el Consejo de Ministros con el único voto en contra de Castiella, que defendió el indulto por razones de oportunidad: ‘una cosa es la justicia y otra la política’. Sólo Iturmendi le apoyó tímidamente. ‘El daño que esta medida nos ha hecho en Europa es incalculable (…) Sin lo de Munich, sin lo de ahora, y con la labor que estábamos realizando y de la que tú eras artífice tan magnífico, muchas metas, casi increíbles, estarían en estos momentos al alcance de la mano. Pero la política, como cosa de hombres, es dura y terrible (…) han vuelto a arruinar mis anteriores esfuerzos’. Franco no tuvo la menor duda y no es excusa que el telegrama de Kruschev era una injerencia en asuntos internos españoles. Los “muertos” seguían siendo el referente: no se podía traicionar a las familias que sufrieron la pérdida de seres queridos a manos de Grimau.

Garrigues pensaba también que se podía haber dado una solución mejor al caso porque ‘una vez más se confirma que no hay política interior y exterior (lo que se llama política interior no es más que una tarea administrativa), sino una sola política’[7]. De hecho, una gestión personal que tenía en marcha para conseguir la escala en España del Presidente Kennedy, se había malogrado. Garrigues atribuye la reacción tan atenuada en Estados Unidos ante la muerte de Grimau a consignas de arriba ‘ya que ala Administración no le interesa denigrar a un Gobierno con el que va a negociar un tratado de alianza’. La Casa Blanca había hecho llegar este mensaje: es incomprensible que un político tan cauto como Franco haya dejado escapar una ocasión como la que le brindaba el mensaje de Kruschev para establecer “cierta relación” con el mundo comunista, sin perjuicio ninguno de su radical posición anticomunista que no debía perder.

Sánchez Bella alude gráficamente a que ‘nos han metido “un gol como una casa” con el desdichado asunto de Grimau’, por mucho que se obrara dentro de la legalidad, ‘pero la política exige tener en cuenta el momento, la oportunidad, (…) En Italia, pura y simplemente, no se entiende, absolutamente por nadie: de arriba abajo, creo que desde Su Santidad en adelante’[8]. Con evidente daño al proceso de integración porque el ministro La Malfa había declarado en una reunión electoral: ‘No es con agitaciones y demostraciones callejeras con los que debe responderse al franquismo sino con el compromiso formal, que asumen los republicanos, de que el Gobierno de centro-izquierda no permitirá nunca, mientras exista, el ingreso de España en la Alianza Atlántica y en el Mercado Común’. El embajador echaba en falta una campaña haciendo saber a la opinión pública mundial la legitimidad de nuestra postura. Había que reaccionar con prontitud y pide ‘munición ideológica’ para llegar a la ‘comprobación fehaciente de que no ha sido fusilado por su ideología política comunista, cosa que no admite el mundo occidental sino por sus crímenes de lesa humanidad’. Por otra parte, ‘hay que movilizar la opinión de nuestros Teólogos y de nuestros Catedráticos de Derecho Penal exponiendo la teoría tradicional católica sobre estos hechos (…) para el ambiente vaticano lo juzgo esencial, (…) Ahora piensan que lo que España ha hecho ha sido como una bofetada al Pontífice, como una falta de respeto absoluto a las consignas emanadas de su última Encíclica’. Pedía paciencia y cautela: ganaremos la batalla exterior ‘si el frente interior aguanta, si en él no se producen fisuras, si no se publican manifiestos de solidaridad con el exterior’. Como réplica al manifiesto de los intelectuales sugiere ‘preparar una manifestación monstruo, simultánea en todas las ciudades, similar a la que en otro tiempo se hizo con ocasión de las sanciones dela ONU. Hace falta producir un impacto ante la opinión pública del interior y del exterior, demostrando que el Régimen cuenta con el respaldo de la opinión pública española’. Hay que exponer ‘los hechos que justifican el que apliquemos la ley de guerra a los que guerra nos hacen’. Termina reiterando ‘que la opinión nos es totalmente adversa, tanto en los que callan [los dirigentes democristianos] como en los que hablan’ [las autoridades vaticanas].

Curiosamente el clímax creado en los medios antifranquistas, con un llamamiento ‘a todas las fuerzas de la clase obrera’, en el que parecía vislumbrarse un espíritu unitario menos sectario que el que siempre había caracterizado al PCE, no tardaría en verse desmentido por los hechos. Una vez más la versión más fiable llegaba de París donde Areilza pinta un cuadro diferente: la opinión francesa no ha cambiado, en lo esencial, porque sus intereses económicos en España son importantes. ‘Hoy condecoro al Alcalde de París, que no quiso ni oír hablar de aplazar el acto o retrasarlo unos días, hasta que cediese la campaña. A Couve de Murville le doy una comida oficial el 14 de mayo’[9]. El punto débil era la prensa, que había sido muy crítica. Propone la elaboración de un “libro blanco” para la presentación de la auténtica imagen de un Grimau torturador y agente soviético. ‘Ni el anarquismo ni el trotskismo han tomado parte en la campaña pro-G. Prueba evidente de que lo consideraban como un simple agente soviético encargado de eliminar durante su mandato policíaco, todo elemento que no pertenecía a la línea ortodoxa de Stalin’. No es esa la versión que da un desinformado Preston (1994: 879) cuando presenta a Areilza suplicando el perdón de Grimau a Castiella (otra cosa es que por razones políticas no lo considerara importante: de hecho, la protesta popular en Francia frenó los planes del general De Gaulle para la entrada de España en la CEE).

El “desdichado incidente” oscureció algunas medidas de clemencia que, en las semanas anteriores, había adoptado el Régimen: levedad en las penas a los acusados del FLP; amnistía a finales de abril a doscientos presos políticos (Satrústegui y Miralles, entre otros, pudieron volver a Madrid); y la vuelta a casa de los mineros confinados; ‘todo esto estaba ya acordado antes de lo de Grimau’, apunta Castiella que una semana después del fusilamiento resumía la actitud de los principales países. Excepto Alemania y Suiza, la situación seguía tirante en Holanda, Italia y en la prensa francesa. ‘Estuvimos al borde de una catástrofe, pero, gracias a Dios, todo acabó saliendo relativamente bien’. Noticias negativas también del Reino Unido[10] y Bélgica. ‘Me irrita el contraste de nuestra torpeza y la habilidad diabólica del mundo comunista para mover a las gentes’[11]. López Bravo, en los peores días del caso Grimau, recibió seguridades de Erhard de apoyar la entrada de España[12].

Con el título “El Caudillo y los fantasmas”, The Economist (27.4) comentaba la actividad comunista en España en relación con Grimau. La celebración del 1º de mayo fue una protesta contra el gobierno español. Juventud Obrera, órgano de las JOC, publicó un manifiesto a los trabajadores españoles con motivo de la fiesta. Sánchez Bella explica la actitud de los católicos ante el caso Grimau. En concreto, el secretario del Ufficio Stampa del Concilio, monseñor Vaillant, un católico de izquierdas, distribuyó material contra el régimen español a 150 periódicos de carácter diocesano. Advierte de la nueva deriva política de Ruiz-Giménez que había estado en Roma: ‘a pesar de la honda crisis moral que está padeciendo y que me preocupa considerablemente, se ha mantenido en la línea debida, sin hacer el juego a nadie en ningún momento. Pero conviene cuidarlo porque el enemigo lo está trabajando’[13]. Apenas vuelto a Madrid, Ruiz-Giménez pronunció una conferencia en la que, a partir del contenido de la encíclica, pidió abiertamente la liberalización del régimen. Por gestión del embajador ante la Santa Sede, Radio Vaticano suspendió un coloquio sobre la pena de muerte por delitos políticos[14]. El embajador ante la Santa Sede hacía gestiones cerca de las Órdenes religiosas para que informasen a sus miembros sobre la verdad del caso Grimau[15]. Dell’Acqua confió a Doussinague que estaba de parte de Franco por haber salvado a España: con él se comete el mismo error que ‘en Italia con el MSI que ya no es fascista y que es una fuerza que se podría aprovechar, en vez de combatirla’.

Franco seguía rehén del pasado y creía que volver a un sistema liberal era ‘una traición a nuestros muertos que se sacrificaron por salvarla [a la Patria] del caos en que la dejó el liberalismo’. Confía en julio a Salgado-Araujo (1976: 389) su desconcierto porque ‘quieren pasar una esponja y como si aquí no hubiera pasado nada (…) Hablar hoy de elecciones generales y de voto inorgánico es preparar los ánimos de la juventud para echar por la borda todo lo que hemos conseguido a fuerza de sacrificios y con una rotunda victoria’. Como los regímenes comunistas, ‘el nuestro no puede cambiar el día en que yo me muera. Podrá haber modificaciones en lo accidental, pero en lo fundamental sería una enorme traición y el suicidio de la nación’. Ridruejo trataba de traducir ese lenguaje a los lectores de Le Monde: para la mentalidad franquista el incidente Grimau se trataba de un acto de guerra que se producía en un régimen que vivía en ‘estado de guerra continuado’, presentando a España como ariete contra el comunismo. La necesidad de cancelar el conflicto bélico y buscar la concordia se había impuesto en la conciencia de todas las fuerzas opuestas al franquismo. ‘Cada vez que las instancias a la pacificación se han hecho explícitas, el franquismo ha reaccionado con un mal humor evidente’, como se pudo ver tras Munich y ahora Grimau había muerto “representando” al enemigo de la guerra continuada, devolviendo toda su vivacidad a una guerra que la mayoría quería dejar atrás para siempre.


[1] Franco contestó a la reina: ‘Sin duda han sorprendido su buena fe, puesto que Grimau es autor de horrendos crímenes, y por lo tanto lamento no poder conceder el indulto’ (Salgado-Araujo, 1976: 379). Fraga (1980: 69) anota que fue uno de los debates más difíciles que recordaba, ‘los compañeros están preocupados por la tempestad exterior que el caso Grimau va a provocar’ (olvida consignar que votó a favor del ajusticiamiento)

[2] Chayla al MAE-F, 20 de abril de 1963. AMAE-F, Europe, vol. 351

[3] Die Welt (22.4): la tardía venganza desbarata los intentos españoles de aproximarse a la NATO y al Mercado Común. Le Figaro (22.4): la decisión del gobierno español ha decepcionado a todos los que observamos con satisfacción la evolución del régimen. Daily Mail (23.4): la España de Franco no es un buen lugar para pasar las vacaciones. Le Monde (25.4) proponía ‘romper con España’

[4] Castiella a Areilza, para que presentase una protesta formal ante el gobierno francés por la aparición de Ángela Grimau en TV, 6 de mayo de 1963

[5] Areilza refiere la conversación el día anterior con un poderoso ministro español del que no da su nombre, ‘que me abordó con impertinente petulancia: Sé que es usted enemigo de que se fusile a Grimau y me pregunto qué razones tiene usted para ello. A: Tengo muchas pero le daré una sola: es un acto que no sirve para nada dentro de España, y que creará un clima de graves consecuencias para la política exterior, especialmente en Europa. M: Nos tiene sin cuidado lo que opinen los europeos y en especial los franceses. A: Pues a mí, no. Me importa más que la opinión de usted. Ahí terminó el diálogo. Grimau fue pasado por las armas a las pocas horas. “Morirá inconfeso”, anunciaba, satisfecho, mi interlocutor, a los asistentes a la reunión’

[7] Garrigues a Castiella, 30 de abril de 1963

[8] Sánchez Bella a Castiella, 25 de abril de 1963. Sánchez Bella adjunta circular que ‘hemos enviado sobre el tema Grimau, valiéndonos de la sigla de la Agencia católica ASSI, a todos los sacerdotes, directores de semanarios, órdenes religiosas, periódicos católicos, etc. de toda Italia’. Tirada de 30.000 ejemplares

[9] Areilza a Castiella, 27 de abril de 1963

[10] Santa Cruz a Castiella, 23 de abril de 1963. Indignado por el tratamiento de los periódicos conservadores Sunday Times y Daily Telegraph, únicos que le habían dedicado editoriales

[11] Castiella a Garrigues, 29 de abril de 1963

[12] Bolarque a Castiella, 6 de mayo de 1963

[13] Sánchez Bella a Castiella, 1 de mayo de 1963

[14] Doussinague a Castiella, 8 de mayo de 1963

[15] Doussinague a Castiella, 14 de mayo de 1963

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96 pensamientos en “El caso Grimau

  1. Buena idea la de la entrada. Escribo desde Cuba donde tenemos una pequeña ciudad llamada Julián Grimau, imagino que en honor al protagonista de la historia. Hay fotos en Google

    • Dedicada a un asesino? Luego nos echamos las manos a la cabeza en España cuando los abertzales homenajean a los etarras muertos. Por un simple homenaje. Qué pasaría se pusiese el nombre Santipotros o Artapalo a una calle en cualquier parte del mundo?

  2. Recuerdo bien la campaña que se hizo en la prensa franquista para desacreditar completamente a Grimau. Nadie sabía quién era pero a partir de entonces se crearon varias asociaciones «Julián Grimau» para recordar a este represaliado, sometido a un simulacro de juicio

  3. Grimau no era ningún angelito, policía en la convulsa Barcelona de la guerra civil, se cometieron bajo su mando numerosos desmanes y muertes, si hemos de creer al segundo link que aportas, aunque la procedencia es de dudosa fiabilidad. Me parece que a veces se exagera la maldad del franquismo, sin tener en cuenta que casos como este son de libro

    • Estoy leyendo el último libro de Paul Preston, El holocausto español. Aunque su autor está ligeramente inclinado hacia la izquierda, los hechos que ahí describe, muy conocidos por otra parte, te ponen ls pelos como escarpias. Juzga tú mismo de la bondad o maldad de un régimencomo ese, donde la regla de oro fue el exterminio del otro

      • Con Preston hemos topado, amigo Sancho. La credibilidad de este autor está, para mí, por los suelos, sobre todo después del desdichado affaire los restos de los restos de Federico García Lorca. Mucho dinero gastado, a pesar de la reticencia de la familia, escasos resultados, y mucha gente cabreada de por medio

      • De Paul Preston se puede pensar lo que se quiera, pero no se puede negar la larga y brillante trayectoria como historiador del franquismo. Que el asunto de García Lorca se enredó y llegó a un punto de atasque, no quita para alabar su trabajo en pro de la memoria histórica

      • Me parece que tienes razón, se me fue el nombre. Estuve un tiempo en el Cañada Center de Londres y acabo escribiendo Preston donde debía ser Gibson

      • ¿Paul Preston un referente historiográfico? Un tipo que ha confesado que aborrece al personaje de Franco tiene la independencia intelectual de una almeja. Este es uno de los elementos que confunde historia con propaganda, según la vieja y asentada tradición de la izquierda.

    • El caso Grimau, antes de este excelente artículo, era para mí una de las mejores pruebas de que la Guerra Civil había sido, como dijo alguien, cosa de los malos contra los peores, o de los «Hunos contra los Otros», y que elija cada uno quién es quién. Grimau, en los relatos que dejaron las víctimas que dejó vivas -si no sirven las derechistas tómense los relatos de sus víctimas poumistas o anarquistas- fue un mal bicho.

      Atrapado en el momento hubiera merecido, conforme a cualquier código penal de la éopca, ser reo de pena de muerte. Pero la documentada crónica de Zaratiegui se situa en el 1963, veintiseis años después de los horrendos crímenes, con una España en crecimiento económico y con sólidos apoyos para su integración en el Mercado Común y en la OTAN.

      Estos últimos años he asistido un tanto sorprendido al intento de cambiar historia por «memoria», esa cosa subjetiva que nos ha permitido traer al debate actual odios pretéritos, no como objeto de análisis antropolóigico o histórico, sino como viva realidad y enseñanza para la chavalería, que te habla de la Guerra Civil o la posguerra como si la hubiera vivido.

      Esta insensatez reciente creo que tiene en el caso Grimau un trágico precedente. No porque Grimau fuera bueno, que no lo era, es porque casi tres décadas después el régimen exhibió su peor imagen y su peor realidad que era el anclaje en épocas mucho más oscuras que los sesenta. Reavivó, con efectos contraproducentes para él, odios entonces ya muy atenuados. Un error del régimen que, como narra Zaratiegui, supieron ver sus elementos más lúcidos, y más aperturistas.

      • Sí, fue el intento de contraponer las muertes, por ejemplo, de García Lorca y de Maeztu, uno de cada bando, como muestra de que la barbarie corría pareja. Siendo así, me parece un error equiparar dos violencias bien distintas: la militar y organizada de Franco, y la que fue resultado del caos político y la desaparición de toda estructura de gobierno, en la zona republicana

      • Hiedra, mal ejemplo el de Grimau para ilustrar violencias desorganizadas. Nada había más organizado y sistemático que la esforzada labor de retaguardia de Grimau y de los agentes de Stalin.

        Quizá le ayude a difuminar esas diferencias que cree que había una anécdota sobre la represión contra el POUM, tarea en la que destacó Grimau. Preguntado Negrín por Andreu Nin respondió que sus amigos de la Gestapo lo habían liberado de la cheka en la que estaba detenido. El jefe del gobierno añadió infamia a la tortura y el asesinato.

        ¿Violencia desordenada? Soy de la opinión de Castiella: perdieron la batalla de la propaganda, eso es todo.

      • A Hiedra y Rotador: Es sintomático que Grimau no aparezca en los papeles anejos a la Causa General, y que en 1963 no se consiguiera probar ni uno solo de los asesinatos que se le imputaban. Era un policía en tiempo de guerra, pero no era el asesino que nos quiso presentar el franquismo. De esos tenía muchos el bando vencedor: que se lo pregunten a los 13.000 asesinados de la provincia de Badajoz de donde procedo, entre ellos varios parientes que simplemente habían votado a partidos republicanos en 1936

      • Por lo que leí en su día, sinforoso, está claro que el juicio contra Grimau no fue modélico. Tal vez debería haberse librado de castigo; pero eso no hubiera acabado con los testimonios que me convencieron a mí y, según Semprún -la cita está en la wikipedia- también convencieron a Claudín, de que Grimau no había sido un personaje muy recomendable, y que sólo podía aspirar a la inocencia judicial por falta de pruebas, por prescripción, o porque, como aquel general decimonónico, careciera de enemigos, porque los hubiera matado a todos. Quizá exagero, pues Orwell escapó y nos dejó testimonio escrito de los métodos represivos de los comunistas de obediencia estalinista

        Como curiosidad, en aquella Cataluña donde actuó Grimau, Solé i Sabate y Villarroya estiman una represión «republicana» con más de 8.000 víctimas y una posterior represión franquista que causó unas 1.700. Para sólo disponer de dos años y para ser todo tan desorganizado como suele repetirse, no dirá usted que no se dieron maña. O quizá ofendemos a la memoria de la NKVD, cuando repetimos lo del desorden.

      • Me coge cansado las batallas de cifras, pero la represión franquista entre 1936 y 1939 (en la práctica, 1939) en Cataluña se cobró 3.688 muertos, según últimas investigaciones. Si se les suma los casi 1.500 entre 1939 y 1946 nos sale la bonita cifra de 5.000, y eso que muchos huyeron a Francia o a donde pudieron. Para haber estado toda la guerra en manos republicanas quien sí se dió prisa en matar fue Franco, nada más entrar en Cataluña. Otro dato: solo en Cataluña y Castilla la Nueva no mató tanto Franco como los republicanos. En el total, 53.000 represaliados por la república, frente a los 160.000 de Franco

      • Debe de tratarse del cansancio, sinforoso, yo también había confundido el dato de Barcelona con el de Cataluña.

        Según J. Mª Solé i Sabaté – J. Villarroya, recogido por F. Espinosa en el Informe sobre la represión franquista
        Estado de la cuestión
        (no excesivamente ecuánime pero, vaya, disponible en la red)

        Represión franquista (guerra y posguerra)

        BARCELONA 1.716
        GERONA 519
        TARRAGONA 703
        LÉRIDA 450 (+300*)
        ———————————–
        SUMA 3388 (+300*)

        Represión republicana

        CATALUÑA 8.352

        Si ahora divide el número de crímenes entre el número de años en que estos se perpetraron, tal vez deje de quitar mérito a la eficacia de la represión «republicana» en Cataluña. Dos añitos para 8.000 crímenes de retaguardia no está nada mal. A mí me parecería suficiente para no poner la mano en el fuego por el carácter beatífico de un destacado jefe de represores de retaguardia en Cataluña.

        En fin, por acabar con esto de la contabilidad macabra: además de Cataluña creo que se le ha pasado a usted, como lugar de destacada represión, Madrid, mi provincia de residencia. No es por hacer buenos a los represores franquistas, es por mostrar que sus enemigos no eran mejores.

      • Amigo rotador,sí por cerrar contabilidades, en Castilla la Nueva (que es como se llamaba entonces la región) incluyo todas las provincias, por supuesto Madrd, que es donde la represión fue más dura

      • No queria contestar pero me obliga. Primero justifica la pena de muerte, como algo natural en los años sesenta en cualquier régomen de nuestro entorno (¿donde? por favor) por lo demás la pena de muerte se aplica hoy en día en paises tan «democráticos» como Iran y Arabia Saudita, pero tambien en EEUU y Japón.
        Podria ser que Grimau participase en la represión nacida en la zona republicana tras el llamado «Alzamiento nacional». Efectivamente hubo las llamadas «checas» de tortura y asesinato sistemático. Más ello acontece DURANTE la guerra civil. Siendo tan sistematicas las actividades violentas y represivas en Barcelona por ejemplo, pero tambien el lugares como Galia, Navarra o Canarias donde no existió conflicto «militar».
        Por razones profesionales pude, en su momento, tener acceso profundo a todos los expedientes de represaliados TRAS el fin de la guerra civil (1 de abril de 1939) en las cárceles de la provincia de Alicante. No puede ud imaginar como en ciclostil (se cambiaba el nombre y filiación nada más) existen cientos de «sentencias» con pena de muerte en esta provincia. Le señalo que no son sentencias escritas individualmente con en que, en los hechos probados, se determine a cada sujeto los hechos concretos y especificos que hicieron que fueran sentenciados a muerte. NO. Las sentencias son redactadas TODAS de forma idéntica en sus términos y hasta en los llamados «hechos probados» siendo IGUALES ( no se cambiaban ni las comas) para todos/as los sentenciados: sobre esos papeles o documentos, que me niego a calificar de «sentencias» porque juridicamente eran aberraciones, se escribia el nombre que correspondia y asi sucesivamente. Por cientos. Le recuerdo que la guerra civil YA habia acabado. No habia «limpiezas» en dos zonas. Solo habia «una zona» y desde el 1-4-39 asi fué hasta el 20-11-1975 en todo el territorio nacional.
        Pero hay un documento que me resultó espeluznante y demuestra el carácter vindicativo y justiciero del régimen franquista y que, por razones obvias, no se dió en «el otro bando».
        Hablo de un Libro de sacas o «Salidas» que existe en los archivos de la actual prisión de Alicante Preventivos o Alicante I (hay dos centros o tres, si contamos el Pisquiátrico Penitenciario).
        Para situarnos y situarle recordaremos que la guerra civil acaba el 1 de abril de 1939, siendo, curiosamente Alicante el último «bastión» de los llamados republicanos.
        El libro de «Salidas» (sin retorno, evidentemente) al que hago referencia, no comienza a «funcionar» inmediatamente después de acabada la contienda militar. NO. El Libro de referencia es un pequeño cuaderno de pastas duras de cartón y llamado «·Libro de Salidas» en el cual, NOMINALMENTE y fechado (dia, mes y año) se indican las personas que son «sacadas» de la prisión, y que JAMÁS volverán, pues serán en ese día ejecutados/as.
        El Libro no comienza (las salidas) inmediatamente después de acabada la guerra. Esto es no empiezan las «salidas» `por ejemplo en junio. NO el «asunto» se hace más sistemático y más cruel. Las salidas comienzan en los primeros días de septiembre de 1939. Y lo espeluznante es que en cada día y desde el momento de la primera «salida» (siempre salen varias personas) y desde un día de septiembre de 1939, NO HAY NINGUN DIA EN QUE NO SALGA NADIE: HAY SALIDAS PARA FUSILAMIENTOS TODOS Y CADA UNO DE LOS DIAS, con más o menos personas, pero seguro y que recuerde, NUNCA menos de cinco/seis personas
        Lo «normal» son anotaciones en dias que el número ( insisto con nombre y apellidos) en que salen es una media de 7/8 personas al ¡DÍA!… pero hay momentos sobre todo hacia fines de (fijese en que años hablo) de 1940 y hasta mediados de 1941, en que el número de «salidas» llega con facilidad a más de ¡VEINTE PERSONAS DIARIAS!. Es un documento durísimo y estremecedor. El libro
        acaba , curiosamente, y ya digo, tras la salida diaria a exterminio de muchísmas personas, hacia mediados de 1943, y, ESTANDO APUNTADOS UN DIA LOS NOMBRE DE LAS PERSONAS QUE ESE DIA LES TOCABA SALIR (como siempre para NO volver) aparece una nota hecha por en funcionario encargado ese dia que anota en todos la siguiente leyenda «NO SALEN». Desde ese día que lo es sobre mayo de 1943, ya NO hay más «salidas» de ese tipo. Si uno tiene curiosidad y piensa el porqué esos presos y no los anteriores (o posteriores que hubiese habido) «no merecieron» el fusilamiento ( si lo anteriores a ese dia) y se fija en hechos que acontecen en el Mundo observará que meses antes se ha producido un tremendo hecho para las fuerzas nazis y del Eje en general: la derrota en Stalingrado de las mismas.
        Por lo demás señalar que contra toda garantía juridica Julian Grimau fué sentenciado a muerte POR TRIBUNAL MILITAR en jucio sumarisimo. Cosa que aqui ni se indica.

      • Si se trata de una duda, Gabriel, puede comprobar usted mismo que la pena de muerte estaba vigente en el año 1962 en casi todos los países de nuestro entorno europeo para caso de guerra; ya que recuerda usted el carácter militar del tribunal del caso Grimau. En tiempo de paz, el Reino Unido aplicó la pena de muerte por última vez en 1964 y Francia en 1977 y la abolieron, respectivamente, en 1965 y 1981.

        Por otra parte, si le parece que el caso Grimau se asemeja más a una ejecución extraducial que a un juicio con garantías, nada tengo que oponer a ese parecer.

        Pero en lo que no se puede estar de acuerdo con usted es que eso haga bueno a Grimau, o en que las ejecuciones extrajudiciales perpetradas por los héroes de retaguardia «republicanos» tengan alguna justificación. No sé si eran tan metódicos en las sacas de la Modelo de Madrid, como en las que usted narra de Alicante pero, por ejemplo en Barcelona, en las checas de las que debió de tener un buen conocimiento Grimau, se introdujeron novedosas y especialmente crueles técnicas de tortura, algunas de las cuales sirvieron de inspiración a Orwell. Además, con la nota añadida de que en bastantes ocasiones no podían buscar la excusa de contribuir al esfuerzo bélico, sino que se encaminaron a lograr la hegemonía comunista sobre otros grupos «republicanos».

        Alicante, tan alejada de la línea de frente durante tanto tiempo, en el asunto de la contabilidad macabra da unas cifras macabramente equilibradas. ¿Los ochocientos asesinatos «republicanos» son moralmente superiores a los novencientos franquistas, quiere usted decir? ¿Porque su investigación abarca los segundos y no los primeros? ¿Porque tiene más razones morales quien mata primero?

    • Aunque fueran ciertos los hechos imputados a Grimau… Se cometieron 25 años antes (¡casi prescritos!). ¿Y soluciona algo la pena de muerte?. Claro, si no partimos de ahí, ni países democráticos ni… Todos a Corea del Norte y a portarse bien por la cuenta que trae,,,

      • «Aunque fueran ciertos los hechos imputados a Grimau… Se cometieron 25 años antes »

        Pues ha perdido usted, Eldiluvi, la magnífica oportunidad de colgar su apreciación tras el comentario de treku del día 6 de enero, en el que éste se manifiesta favorable a juzgar a Fraga por supuestos delitos cometidos hace casi 50 años.

  4. Muchas gracias por el artículo. Tengo una cronología personal que me hacen agradecerlo especialmente:

    Primero fue la famosa canción de Violeta Parra:

    ¿Qué dirá el Santo Padre
    que vive en Roma,
    que le están degollando
    a su paloma

    El único, y suficiente, argumento a favor del reo y contra quienes lo ejectuaron.

    Después vino el conocimiento de la figura de Julián Grimau y de su heroica actuación de retaguardia, desde una versión trostkista, que era la única que recordaba, entonces, la represión contra el POUM y sus militantes en la Barcelona del 1937. Otra visión parcial, como la canción aunque, al menos, con unos pocos datos en los que fundarse.

    Tras eso, y sin nuevos datos, más allá de los que venían en los relatos de viejos trotskistas y anarquistas (algún comentario, también de Jorge Semprún), un montón de tiempo hasta este artículo, tan informativo sobre los aspectos políticos de la ejecución, sus enormes repercusiones internacionales y los enfrentamientos en el interior del Régimen, con motivo de su (in)oportunidad política.

    Magnífico el relato que trae el recuerdo de la famosa frase atribuida a Fouché, con motivo de otra famosa ejecución: «Ha sido peor que un crimen, ha sido un error».Por no extenderme mucho, sólo quiero comenar que me ha llamado especialmente la atención la lucidez de Castiella, especialmente la cita [11]. Ecos de aquella torpeza y aquella habilidad resuenan todavía en la bonita canción de Violeta Parra, cuyo falsa atribución de inocencia al ejecutado Grimau, es todo lo que necesitan los menos avisados sobre la historia de la Guerra Civil y la represión de retaguardia, durante y bastantes años depués. Como yo, hace años.

    • Gracias, rotador, por tus amables palabras sobre la entrada (también a aranero que escribe desde Cuba). Es un episodio que siempre me ha intrigado porque parece la creación de un mártir por el PCE. De hecho, Semprún sostiene que Carrillo y Pasionaria enviaron a Grimau a España con plena conciencia de que acabaría detenido, y así ganar un tanto en la batalla de propaganda que en esos años el PCE tenía perdida en España. En todo caso, las autoridades del régimen picaron como pardillos ante el cebo que les pusieron, y el jaleo en toda Europa fue monumental

      • Hola iosu, me llamó la atención, en tu artículo sobre la oposición europeísta al franquismo, algo que me ha vuelto a sorprender en esta entrada del blog: lo mucho que habían avanzado para ganarse el acceso a la CEE. Desconocía, totalmente, la posición de De Gaulle sobre el acceso de España a la CEE y, por tanto, el efecto político de la muerte de Grimau, más allá del jaleo del momento.

        Y, por cierto, esto resulta estimulante. He andado mirando, con ayuda de san google, referencias a las sospechas de Semprún sobre Carrillo y ha salido otro episodio sobre el que no hay sospecha, sino la certidumbre de la delación; el de Joan Comorera.

  5. Hola rotador, sobre la entrada de España no te engañes. Una cosa es la postura de un De Gaulle muy cercano a Franco por lazos militares y de carácter, y otra que estaba decidido en Bruselas que hasta la muerte de Franco no se haría nada, salvo tratados comerciales. Y de Comorera ya lo tenía registrado pero es todo muy confuso, las órdenes venían de Moscú y te puedes imaginar la trasparencia de la Rusia soviética de 1962

    • Leyendo cómo se organizó la muerte de Andreu Nin puede uno hacerse cargo del tipo de razonamientos que usaban los comunistas hasta bien entrados los 60: mentira, manipulación, falsedad, ciega obediencia a sus amos moscovitas. Que orquestaran toda la operación Grimau como medio de propaganda, me parece lo más coherente con la política que seguían en esos años. Vamos, la fabricación pura y dura de un mártir de la causa. Lo que no justifica la actitud del régimen franquista, por supuesto

  6. El PCE sabía de sobra los riesgos que corría haciendo entrar a Grimau en España, y esas entradas se habían prodigado en el año anterior a su detención. Un personaje tan notorio recibiría condena de muerte, se le indultara o no. Para mí, no ofrece la menor duda que todo fue un montaje para reanimar un decaido PCE

    • Grimau estaba quemado y aunque su apariencia gris le ayudaba, daba el cante con su conversación de intelectual en los medios obreros en lo que pretendía infiltrarse. Fue milagroso que aguantra tanto tiempo en tierras hispanas sin caer en ninguna de las periódicas redadas que la gloriosa DGS tenía a bien realizar

  7. A mí me llama la atención la paciencia y la constancia de Ángela, su mujer, en los meses de detención, y sobre too en los años posteriores, para llamar la atención del mundo sobre la falta de legalidad democrática de la farsa de juicio en que se vio envuelto su marido. Llegó a ir al Vaticano, a París, Londres, media Europa dando vueltas para reivindicar su figura. Su presencia en el estreno de «Morir en París» fue un auténtico golpe

  8. ETA llevaba 4 años de vida cuando Grimau fue ejecutado. Una banda (la franquista) que poco a poco iba dejando de matar; y otra (la etarra) que comenzaba su triste carrera. El anuncio de ayer cierra un ciclo donde los españoles parece que solo sabemos matarnos

    • Algo de eso tiene el gen hispánico, que muestra instintos homicidas en toda su historia. Espero que este sea cosa del pasado y aprendamos a convivir respetando las opiniones de los otros, sobre todo si no nos gustan

  9. La muerte de Grimau tuvo ese verano su continuación con el ajusticiamiento de dos anarquistas, coincidiendo con el estreno en la Mostra de Venecia de «El verdugo», una coproducción hispano-italiana dirigida por Berlanga, el de «Bienvenido Mr. Marshall». La película ganó un premio, las calles de Venecia se llenaron de carteles de Grimau y los dos ejecutados en agosto. Vamos, un caso Viridiana II para el maltrecho régimen español

    • Para impedir el éxito de la película, el embajador en Roma, Sánchez Bella, removió medio mundo para limitar el número de entradas que se vendían, llenar la sala de secretas y llamar a Berlanga a capítulo. Nada impidió el éxito de la película ni su exhibición posterior en toda Italia

      • Para el régimen franquista solo había directores de cine dóciles que dirigían películas sobre el glorioso asedio del alcázar de Toledo, o peligrosos comunistas que presentaban a España como un país de barbarie y crueldad. Para los ultras como Sánchez Bella todo era blanco o negro, no dominaba bien el mundo de los grises

      • Creo que también se solicitó la ayuda de los párrocos italiamos para repartir el domingo ese un panleto que había elaborado la embajada con todo tipo de aclaraciones de por qué se podía fusilar a una persona por delitos cometidos 25 años antes, si es que los cometió. Vamos, un gol como una casa

      • Me parece patético ese empeño por esconder una película que muestra bien a las claras la realidad de la vida española en 1963

  10. Reproduzco la nota que envía al blog S. Rojo director de Amnis:

    Quisiera señalarles la publicación en la revista Amnis de las actas del congreso sobre la memoria de la Guerra Civil, realizado en 2009 en París y titulado Memorias de la Guerra Civil española: transmisión, reapropiación y uso, Europa-América Latina (http://amnis.revues.org/). Le agradeceríamos mucho que transmitieran la información a través de su página web. ¡Muchas gracias! Atentamente,
    Severiano Rojo, Director de Amnis

  11. Hay un tema que me intriga. Si alguno tiene costumbre de entrar en los comentarios de noticias de algunos medios sabrá que suele juntarse gente muy variopinta. Últimamente sigo algunas noticias de El Mundo, un medio al que tenía como fiable. Pero en cuanto sale una noticia relacionada con terrorismo o el problema vasco, aparecen unos comentarios que me hacen entender lo que hizo la represión franquista durante y después de la guerra. Rezuman tal odio los comentarios que me hacen preguntarme: ¿no están ahí los mismos del tiro en la nuca de la guerra preparados para lo que pueda pasar? A veces pienso que sí, que tenemos a mucho cripto-falangista o requeté preparado. Tiemblo

    • Tonet, no sé si te refieres a los comentarios de ayer (2/XI) a la noticia del juicio contra los asesinos de Múgica. Si alguien quiere corroborar la impresión de Tonet, que los lea. ALUCINANTES: Peticiones de torturas, de tiros en la nuca, de sadismos de todo género. Los epítetos no tienen nada que envidiar al lenguaje más barriobajero. Y lo peor de todo es que si estos tipos (y tipas, que las había abundantes) tuvieran a mano un arma habría que quitarse de en medio porque están radicalizados hasta los tuétanos. Es un medio ese (El Mundo) que acoge a todo un sector de ultraderechistas que bajo la excusa del Estado de Derecho no respetan a nadie que no sea PATRIOTA como ellos. He dejado de leer ese periódico porque se parece cada vez más a ABC y la prensa fascista del país

    • Pues mire usted, el problema tan sólo radica en tener por medio fiable al que no lo es. Tan sencillo como eso. Cambie de medio, saldrá ganando.

  12. He dejado de leer ese periódico porque se parece cada vez más a ABC y la prensa fascista del país

    ¿Hay «prensa fascista» en España? No sabía. Nadie conozco que afirme editar «prensa fascista» ni ningún partido relevante que se reclame «fascista», o heredero de alguna herencia de tal naturaleza.

    Sé de la arraigada costumbre, entre algunos sectores sedicentemente izquierdistas, de tildar de fascista toda opinión no compartida. Es fea costumbre, insultante y que, al fin, sólo proporciona información sobre quien la practica: sobre sus limitados recursos y su estrecha y estereotipada visión del mundo y sus alrededores.

    • Fascista en el sentido de manipuladora, falseadora, tergiversadora, sí, por supuesto.
      El fascismo adopta muchos medios que quizá vd. desconoce. Suele ser prepotente y falaz. Con un poco de objetividad, se puede ir desenmascarando. Hágalo. Se lo recomiendo. Disfrutará cada vez más…

  13. Si hay prensa fascista o no, es debatible. Pero los que están opinando en esos foros sí que tienen una veta fascista que asusta. No sé si el anonimato les envalentona para decir lo que dicen pero no parece que hablen por hablar. A estos les das un líder carismático, armas, y nos arman una nueva guerra civil. Son tan peligrosos como lo neo-nazis que todo el mundo teme

  14. Si hay prensa fascista o no, es debatible

    No veo motivo de debate en el hecho de que haya gente que use «fascista» como insulto contra prensa cuya línea editorial es impecablemente democrática.

    Y eso de los «neo-nazis» (¿a cuáles te refieres, a los que ponen la patria por encima de todo, como en la estrofa de «Deutschland über alles», por encima incluso de los derechos individuales amparados por la legalidad vigente? ¿a los «neo-nazis» -nacionalistas que idolatran la nación y a ella todo someten- que agreden, en nombre de su nación, a políticos que no son de su agrado en Cataluña? ¿A los «neo-nazis» para los que la «construcción nacional» se puede edificar sobre cadáveres y extorsión mafiosa? Hay bastantes, menudean en esos nacionalismos periféricos emergentes, de raíces tan reaccionarias, tan clasistas.

    Y sí, son de temer, aunque sospecho que no te refieres a esos; que no estás hablando de quienes boicotean los actos de Rosa Díaz, por poner un ejemplo de impecable política democrática.

    Y es que tal vez el miedo vaya por barrios, pero lo que constatamos en los últimos treinta años de democracia es que el único «neo-nazismo», o adoración extrema de nación, que ha causado muertes, ha extorsionado, ha enviado al exiliio a miles… no ha sido el de falangistas con bigotillo y correajes.

    ——————————–

    Dejo pegado enlace, que tomé del blog Barcepundit, a un artículo de Antonio Puigverd en La Vanguardia. Es la mejor reflexión que he leído sobre el mecanismo del perdón… exigido a los otros. Sirve para entender las renacidas trincheras.

    http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20111024/54235384256/nunca-pediras-perdon.html

    • Gracias, rotador, por el link. Dice cosas interesantes pero también muchas medias verdades. Claro que no pidieron perdón los franquistas que mataron y torturaron, y se hicieron ricos; pero nunca pagaron por lo que hicieron, una especie de ley de olvido general, y cada uno a lo suyo. Lo que no tiene nada que ver con lo que ha sido ETA, todo lo sanguinaria que se quiera pero que ha pagado sus crímenes en las cárceles españolas con penas durísimas y con una interpretación abusiva de la ley (doctrina Parot). Estoy contigo en que no estaría mal una petición de perdón pero, dicen, ya la hemos hecho en Soto del Real o en Nanclares de la Oca

  15. Me alegraria enormemente ver a Fraga en el banquillo, solo para que la familia de Grimau y la de Ruano tengan un poco de paz. Fraga es el responsable directo del asesinato de Grimau. Lo descubrió un fiscal, Juan Jose Torres, cuando hacia su tesis doctoral sobre el Tribunal de Orden Público. Fraga retrasó personalmente la aprobación de la ley que lo fundaba para que a Grimau se le juzgara en un tribunal militar y asi garantizar su ejecución (en silla de ruedas por olas lesiones producidas en el interrogatorio), de otro modo solo hubiera sido condenado a la cárcel. Está en las actas del consejo de ministros. Tambien destaca por la infame campaña de difamación contra Enrique Ruano, asesinado por la policía política (le robaron sus cartas, pretendieron hacer creer que era un suicidio, todo con la colaboración entusiasta del ABC), por destruir la carrera de centenares de periodistas, y despues de la muerte de franco por organizar los asesinatos de Montejurra (hay testimonio de los autores), por los crímenes de Vitoria, Pamplona, etc.

  16. Ayer moría Manuel Fraga, fundador del PP y ministro de Franco durante dos legislaturas. En mayo de 2006 protagonizó un incidente con el senador de IU Eduardo Cuenca ha había registrado en el Senado una Moción, por la cual solicita que se inste al Gobierno a “proceder de manera inmediata a la rehabilitación ciudadana y democrática de la figura de Julián Grimau, incluyendo la indemnización que corresponda, como hombre que padeció la represión del régimen franquista por defender la libertad y por profesar convicciones democráticas”. Cuenca respondía así a las declaraciones del senador Mnuel Fraga, en una entrevista en las que tachaba al histórico dirigente comunista como “un sanguinario asesino” y justificaba su ejecución por parte del régimen franquista, del que Fraga era ministro.
    “Es inadmisible que pasados más de 25 años desde la restauración de la democracia en España el señor Fraga siga justificando crímenes como el de Grimau, que fue torturado y ejecutado por el régimen franquista. El PP tiene que expresar su rechazo a estas declaraciones de Fraga y la mejor forma de hacerlo es apoyar esta petición para que el Gobierno proceda a la rehabilitación ciudadana y democrática de Julián Grimau”, decía el senador de IU. Un año antes la Asamblea de Madrid aprobó por unanimidad una Proposición no de Ley para que el Gobierno de Esperanza Aguirre inste al de José Luis Rodríguez Zapatero a rehabilitar la figura de Julián Grimau.
    “Frente a los agravios de Manuel Fraga, que parece seguir anclado en su pertenencia al régimen franquista, pedimos que el PP recupere su sentido democrático y permita cicatrizar heridas y recuperar la memoria histórica. Si un Gobierno tan anticomunista como el de Esperanza Aguirre fue capaz de reconocer la forma criminal en que fue asesinado Grimau, es de suponer que el PP no tendrá problemas en reconocer lo mismo en el Senado de la Nación”, concluye Cuenca
    Un apunte para la historia de los ya difuntos Grimau y Fraga

    • Vicentll, en 2007 de nuevo se pudo comprobar que Fraga mantenía un recuerdo muy positivo de Franco. En El Faro de Vigo, Fraga comparaba al dictador español con Napoleón a la hora de defender que tiene que transcurrir al menos 50 años para valorar en su justa medida a cualquier personaje histórico. Según señala en la entrevista, al día siguiente de morir Napoleón «era un estropajo». Sin embargo, 50 años después lo trajeron a París, es su héroe nacional y preside el Panteón de Hombres Ilustres». «No digo que con Franco vaya a ocurrir lo mismo, sino que las figuras de ese calibre no se pueden juzgar hasta pasado un cierto tiempo», agrega.
      Fraga se niega en la conversación a prever cuál será el juicio de la sociedad española en 2025, cuando se cumplan 50 años de la muerte del dictador. Sin embargo, y «teniendo en cuenta lo que fue nuestro siglo XIX y las dos Repúblicas», el Franquismo para Fraga «ha sentado las bases para una España con más orden. De hecho, no hay más que comparar la España de hoy con la de los años 30».
      Fraga comparte «completamente» la frase de Jaime Mayor Oreja cuando se negó a condenar el franquismo porque «forma parte de la historia». «La Historia es la Historia y cada uno tiene que asumir la suya y procurar aprender de ella. Compare la etapa de Franco con los años 30. El diputado Calvo Sotelo, que haciendo uso de su libertad de palabra criticaba al Gobierno, fue asesinado en un coche de la policía por un capitán de la guardia civil de uniforme rodeado de guardias de asalto. Aquello no era vivir», subraya.
      Genio y figura hasta la sepultura

  17. Cuelgo dos videos sobre los sucesos de Vitoria en 1976, donde está la mano de Fraga como ministro de la Gobernación:

    En total, 5 muertos y 102 heridos de bala

    • Por contarlo todo, hay que decir que Fraga no estaba en España cuando se produjeron estos hechos. Se encontraba de viaje oficial en Londres

      • Fue un extraño viaje-huida viendo el lío que tenía en Vitoria y que podía estallar en sus manos en cualquier momento. Si tiene estatuas en algún lugar, desde luego no será en Vitoria

    • Emocionante documental en directo de la masacre y el entierro de sus muertos. El asunto fue escueta y cínicamente comentado por el propio responsable -Fraga-(ministro de gobernación) en un reportaje de TVC hace pocos años de la siguiente forma: «Había unos cuantos por ahí que incordiaban. Hubo que poner orden, se hizo rápido y se acabó el problema».

  18. Que sí hombre, que Fraga fue un tío muy simpático, como la dictadura que SIEMPRE apoyó. Es lo que tenemos en este país, que nos va la marcha y cachondeo. Eso los alemanes no lo entienden, que no fueron capaces de tratar con todos los honores a sus generales y ministros nazis. Pero aquí tenemos una cosa muy buena: el campechanismo. La simpatía que nos provoca y nos ilumina esa caterva de genocidas, asesinos de conciencia y acto como Franco, Fraga o Aznar

    • Es una vergüenza que en este país se siente en el banquillo a Sres como el juez Garzón, y que este » Gran democrata de toda la vida «, cuyo lema era » La calle es mía «, se haya ido de rositas como tantos otros,…… Empezando por su querido y añorado Franco ( no olvidemos que él siempre apoyo el golpe del ·6, y que su partido sigue sin condenarlo)

      • Leyendo los comentarios sobre Grimau me acordé de un programa de radio al que llamó Juan Carlos Monedero, con motivo de la muerte de Fraga. Es ilustrativo del personaje. Pego el enlace:

  19. Las cosas claras y el chocolate oscuro. Los actuales barandas del gobierno son herederos de este reconocido fascista, el finado, enemigo de los trabajadores y verdugo diligente. El neo fascismo imperante trata de normalizar, con guante de terciopelo y puño de hierro, las formas clásicas de explotación, manipulación y engaño a la masa, puerta abierta, por el «socialismo» de Pérez, lacayo de la burguesía y el capital. Solamente, una decidida y contundente respuesta del pueblo, (desobediencia civil y objeción fiscal) a las medidas opresoras e injustas de estos neo tiranos, al servicio de las altas finanzas y el imperio, podrá romper las cadenas

  20. Cinco millones de parados, España en franca recesión, la economía peor casi que en tiempos de la II República y a los padres de la patria no se les ocurre otra cosa que perder el tiempo con estas memeces. Sobra el Congreso y sobra el Senado. Utilicemos el mucho dinero que nos cuesta en cosas verdaderamente importantes

    • En un congreso de diputados con mayoría absoluta de los herederos del franquismo que no han condenado nunca el régimen fascista, este asunto se quedará de nuevo en agua de borrajas.
      Pero el debate puede trasladarse a otros foros de opinión y podemos convencer a muchos ciudadanos, presionar al PP y ejercer el derecho constitucional de la iniciativa popular.
      Si se juegan bien las cartas se investigarán los crímenes y genocidios del fascismo franquista.
      Y es vergonzoso que tengamos que dar tanta vueltas y rodeos para conseguir algo que ya tenía que haberse puesto en marcha hace decenios.
      Investigar los crímenes del franquismo es como investigar los del nazismo, quienes se oponen sabemos lo que son sin sombra de duda

  21. Carrillo lleva años negando su participación y responsabilidad en los asesinatos masivos de presos en Madrid con el apoyo de todo el poder mediático de la izquierda y hasta tuvo la impertinencia de prologar y apadrinar un libro titulado las fosas del franquismo cuando las mayores fosas de la historia reciente de España están vinculadas a su nombre. Sin embargo, para pesar de Carrillo, los documentos dejan claro por qué se le puede aplicar el calificativo de criminal de guerra

  22. La importancia de las narraciones que nos ofrecen testigos históricos es muy grande. Si bien estos testimonios son complicados de analizar, no dejan de tener mucho más valor didáctico que una estadística. Date un paseo por los centros de la memoria que hay por Europa. Encima, la generación que aún nos puede dar estos testimonios está desapareciendo. Pero, los más importante es el hecho de que estas personas puedan declarar sobre estos crímenes de manera oficial, ya representa un poquito de justicia para ellos

  23. Nos olvidamos de Arias Navarro. Se le llamó carnicerito de Malaga por las sentencias que apoyó como fiscal especial. Esa canalla, fueron juzgados y los hallados culpables, fusilados. Fueron muertos bien matados. Entre ellos, los asesinos del abuelo de mi mujer y el mio propio

    • ¿Dónde aparece ese dato? No lo encuentro. Desde luego su mujer no era de los Albiac conocidos, ¿coincidía el apellido?

    • Ángela Martínez Lanzaco no se casó con ningún Albiac. Era viuda cuando el 10 de mayo de 1989 presentó en el Ministerio de Justicia la solicitud de revisión de la sentencia de su marido. El Fiscal General era Javier Moscoso. Y el motivo de la solicitud era la alegación de un defecto gravísimo ya que el ponente del caso Grimau ni siquiera era licenciado en Derecho, y fue expulsado del Cuerpo años después por impostor. Más datos en ABC del 22/VI/89

  24. Nick91 si lees los comentarios anteriores verás que alguien que no recuerdo quien, dice que Gabriel Albiac está o estaba casado com la hija de Grimau. Quienes son los Albiac conocidos?

  25. El dato que a veces se olvida es que fue Carrero quien orquestró la muerte de Grimau. Porque el 5 de abril se creó el Tribunal de Orden Público, y por tanto la vista contra Grimau del 19 de ese mes no debió ser un consejo de guerra sino una vista civil. Carrero escribió que el TOP se había creado en mayo, cosa falsa, para encubrir el hecho de que fueran los militares, y no un tribunal normal, los que juzgaran a Grimau

    • No hay que ir muy lejos, el dato lo da Fraga en su Memoria breve. El 3 de abril cena con Audrey Hepburn, y «dos días después» se aprueba finalmente el TOP «que descargó de la mayoría de los asuntos a la jurisdicción militar». Incluso lo corrobora López Rodó

  26. Hay un hecho poco conocido en relación con este proceso. Año y medio después (26/XII/64) se asistió a un juicio curioso: un hombre juzgado dos veces, por distintos jueces, por un mismo delito por el cual ya había sido condenado. A raíz de la ejecución de Grimau, el poeta Carlos Álvarez Cruz escribió una carta abierta al crítico cinematográfico Fernández Cuenca (quien había establecido en un artículo un parangón entre Grimau y Eichman) en la que aquél calificó el proceso a Grimau de “farsa guiñolesca” por haber actuado como ponente un militar que carecía del título de abogado imprescindible para dicho cargo. Después de permanecer 15 meses en la cárcel, fue juzgado por el TOP y condenado a 3 años más. Como el poeta se ratificó en sus palabras, el tribunal le dobló la condena hasta 6 años

  27. Otra información útil. La Revista Mongolia del mes de mayo contiene en páginas 31-33 un reportaje con el título «GRIMAU CRIMEN DE ESTADO», en el que ha participado Juanjo del Águila con el artículo «UNA ASIGNATURA PENDIENTE DE LA DEMOCRACIA», del que le gustaría recoger opiniones y comentarios

  28. La prisión permanente revisable es una gran medida, ya era hora de que el PP hiciera las cosas por las que se le votó (aunque no volveré a votarles, eso está claro). Hay casos en los que la legislación actual se queda muy corta.

    • En las circunstancias actuales, el problema que subyace es que la arbitrariedad sobre esta decisión es tan alta que finalmente supondrá, a efectos reales, que la condena perpetua esté condicionada por la decisión subjetiva en el mejor de los casos, por intereses de Estado (económicos o políticos) en el peor. El hecho de que el Estado esté obligado a liberar a presos es una manera efectiva de evitar cometer un error de tipo B. Es decir, es mejor que alguien esté libre siendo culpable que alguien esté preso siendo inocente. Mientras no tengamos herramientas para determinar con fiabilidad la posibilidad de reincidencia, la voluntad debería ser la reinserción. De lo contrario estamos dejando la justicia sobre los hombres, como decía, a la arbitrariedad en el mejor de los casos y al interés del Estado en el peor.

      • Y cuando tengamos «herramientas para determinar con fiabilidad la posibilidad de reincidencia» que haremos? Le aplicaremos esa herramienta a los asesinos y si se detecta que no van a reincidir, se les dará unas palmaditas en la espalda y se les mandará a su casa diciéndoles «Ale, majo, que sabemos que eres un buen tío, y un pronto lo tiene cualquiera», no?

    • En tres años de legislatura, ¿cuántas cosas ha hecho el PP en solitario? Más claro, ¿cuántas ha hecho con la repulsa de toda la oposición? Con el PP, el único consenso posible es hacer siempre lo que ellos quieren.

  29. Derribada la estatua de Franco colocada en el Born de Barcelona. El Ayuntamiento de Barcelona ha retirado los trozos del monumento esta madrugada.

  30. Julián Grimau fue un político comunista español, nacido en Madrid en 1911 y fusilado en la misma ciudad en 1963. por la dictadura Franquista…..La prensa internacional volcó su atención sobre el caso Grimau y hubo manifestaciones multitudinarias en capitales europeas y latinoamericanas. Más de 800.000 telegramas llegaron a Madrid pidiendo la paralización de lo que consideraban un juicio farsa. Aún hoy, numerosas ciudades de todo el mundo honran al madrileño con calles y edificios oficiales que llevan su nombre…..http://www.youtube.com​/watch?v=blg-HT05B3s Grande Violeta Parra, grande! «Qué dirá el Santo Padre»: genial

  31. Piden la dimisión de la subdelegada del Gobierno en Jaén por achacar la violencia machista a las madres. Francisca Molina defendió que “a veces las madres somos las que comenzamos a transmitir” la violencia de género, y rectificó tras la cascada de críticas.
    Pero, ¿de dónde sacan estos peperos a sus delegados?, ¿de una casa de los horrores?

    • Lo mejor de todo es que es licenciada en Filosofía y Letras, doctora en Filología Inglesa y diplomada en Orientación Familiar, además de profesora titular de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de Jaén… No parece haberle servido de mucho.

    • En este país tenemos un problema gordo con la educación. Algunos (entre ellos una secta religiosa predominante) hacen todo lo que pueden para que los españoles pensemos y nos comportemos como en tiempos de las cruzadas.

    • “La violencia empieza en las casas y muchas veces somos las madres quienes comenzamos a transmitirla en detalles pequeños».
      No ha dicho nada malo. Las madres son las que se encargan de transmitir ese comportamiento machista con detalles que pueden parecer tonterías, como una especial protección en los hijos varones o tratarlos como si fueran tontos para acto seguido hacérselo todo.

      • La subdelegada tiene razón… las madres hispanas no sólo transmiten el machismo a sus hijas sino principalmente a sus hijos… les inculcan a las hembras la sumisión y resignación por medio del ejemplo mientras que a los varones les exigen dureza y «ser machos»… las madres se sienten muy decepcionadas con sus hijos varones que son dóciles o ecuánimes con sus esposas y los catalogan de «mangoneados» o peleles de sus parejas, se sienten orgullosas si sus hijos varones son exitosos entre las féminas y si esto implica infidelidad pues más orgullo aún muestran y suelen reventar de orgullo si el hijo «no deja pasar una» aunque esto incluya violencia… decir lo contrario es una hipocresía al igual que fue una hipocresía el uso de la coacción por lo «políticamente correcto» hecho por los psoitas en este caso… y fue una cobardía de la subdelegada pedir perdón por decir algo que es puramente verdad pues el machismo es un producto de la educación en el seno familiar y el entorno social.

  32. La judicatura pepera y falangista que te condena para proteger el torturador Melitón Manzanas, asesinado en 1968… mientras se bufa en la memoria de Enrique Ruano (1969), Julián Grimau (1963) y tantos, tantos otros.

  33. Vuestro principal capital político es Franco. Sin él no sois nada. Y con él lo han sido todo, los actuales dirigentes del PP… solo que en el franquismo se robaba y quedaban impunes. Hoy, tienen más dificultades en ese sentido, pero pronto habrá que hacer un plan de ampliación de cárceles para albergar a tanto mamón.

  34. La sentencia de la Sección Tercera del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que condena al Estado español por violación del artículo 3 de la Convención Europea de Derechos Humanos -“Prohibición de la tortura: nadie podrá ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes”- en la detención de los miembros de ETA Igor Portu y Martin Sarasola en enero de 2008 va más allá de reiterar las ocho sentencias condenatorias del TEDH anteriores por eludir su obligación democrática de investigar las denuncias de torturas o malos tratos. En esta ocasión y por primera vez, además, el tribunal presidido por la magistrada sueca Helena Jäderblom condena al Estado español por la violación del art. 3 en su aspecto “material”, es decir, en la comisión de tratos inhumanos o degradantes a los detenidos. Y lo hace en ambas vertientes del delito por unanimidad de los siete miembros del tribunal, con el añadido de que el voto particular de tres de ellos (Helen Keller, Pere Pastor y Georgios A. Serghides) afirma que la condena al Estado español debía haber considerado los hechos como torturas en lugar de como malos tratos. Pero más allá de esa distinción, que en todo caso se habría trasladado al montante de las indemnizaciones dictadas por el TEDH, la relevancia de este segundo aspecto, la condena por la “violación material” del artículo 3, es la constatación efectiva por la más alta instancia judicial europea de la realidad de la tortura por los cuerpos policiales del Estado español -que solo había sido admitida en 24 ocasiones por la justicia estatal entre 1979 y 2001 y sin apenas consecuencias- y la consiguiente necesidad de reconocer y enfrentar un problema que solo en la CAV y en el periodo 1960-2013 ha identificado a cuatro mil víctimas, según la investigación del Instituto de Criminología dirigido por el forense Francisco Etxebarria. Así, la primera forma de enfrentar esa realidad es la de considerar, en virtud del dictamen del Tribunal Constitucional en 1993, que la jurisprudencia del TEDH “resulta de aplicación inmediata en nuestro ordenamiento” y debe conllevar consecuencias para los autores y no, como ha sucedido hasta la fecha y con casos notorios, la ocultación del delito y/o el indulto. Un nuevo fallo de la justicia que supone también un nuevo varapalo que deja muy mal a la justicia española, en este caso al propio Tribunal Supremo que anuló la condena inicial a cuatro miembros de la Guardia Civil por estos mismos hechos dictada por la Audiencia de Gipuzkoa.

  35. Hoy hace 50 años, moría a manos de la Brigada Político Social, la policía política de la dictadura franquista, el estudiante y militante del FLP, Enrique Ruano Casanova. Un claro caso de tortura policial, de manipulación informativa y de impunidad judicial.

    • Lo arrojaron por una ventana, para luego decir que se había suicidado. El ABC, siguiendo las órdenes del ministro de información y turismo, Manuel Fraga, organizó una campaña de insidias contra Ruano, acusándole de homosexual y publicando unos fragmentos trucados de su diario personal. Se suicidó «por maricón», por odio a sí mismo, era el mensaje.

  36. Manuel Gutiérrez Aragón: «Fue brutal el contraste entre el inicio del turismo y el fusilamiento de Grimau como ejecutado de la Guerra Civil». El escritor y cineasta publica Rodaje, una novela que narra aquellas movilizaciones en 1963 contra la pena de muerte mientras Berlanga rodaba ‘El verdugo’
    https://www.eldiario.es/cultura/libros/manuel-gutierrez-aragon-brutal-contraste-inicio-turismo-fusilamiento-grimau-ejecutado-guerra-civil_1_7267447.html

  37. El 9 de noviembre de 1962, ABC informó de la detención a bordo de un autobús de la línea 18, Plaza de Roma-Cuatro Caminos, de un individuo portador de un DNI falso a nombre de Emilio Fernández Gil que resultó ser Julián Grimau García, miembro del Comité Central del PCE. Conducido a las dependencias de la DGS, «antes de ser interrogado, se arrojó por el balcón del despacho en que se hallaba y cayó al callejón de San Ricardo». Una comisión de tres médicos franceses intentó visitarlo, sin éxito. Sus conclusiones fueron tajantes: «Es totalmente inverosímil la tesis del suicidio. Todo hace pensar que los policías que torturaron al señor Grimau, creyéndole muerto, intentaron desembarazarse del cadáver, defenestrándolo». Se han cumplido 50 años.

    • A Grimau se le instruyó un expediente por parte de la jurisdicción militar en el que supuestos crímenes de guerra cometidos durante su labor como miembro de la policía republicana llevaban aparejada la petición fiscal de pena de muerte. Múltiples irregularidades tuvieron cabida en el procedimiento. No hubo personación de testigos ni se permitió a Grimau carearse con ellos. El Ministerio de Información y Turismo encabezado por Fraga Iribarne lanzó una campaña de propaganda en la que el futuro fundador de Alianza Popular hizo gala de su peculiar concepto de presunción de inocencia: «En unos días daremos un dossier espeluznante de crímenes y atrocidades cometidas personalmente por este caballerete». El ponente del consejo de guerra carecía de titulación y había falsificado su expediente académico. Carrero Blanco falseó el acta de la reunión del Consejo de ministros en que se aprobó la creación del Tribunal de Orden Público (TOP) para que Grimau fuese enjuiciado por un tribunal militar y no por uno civil, garantizándose la máxima pena.

    • ABC denunció «una campaña internacional antiespañola» y, para contrarrestarla, blandió un informe realizado por el servicio médico de Carabanchel: «Grimau realiza vida normal: come con apetito, se asea él personalmente y pasea cuando quiere. Únicamente presenta secuelas postraumáticas de las lesiones sufridas que no precisan ningún tratamiento especial […] Su pulso es de 70 por minuto. Temperatura: 36,8. Tensión arterial: máxima, 13,5, y mínima, 8,5». Este texto apareció en la página 52 de la edición del 20 de abril de 1963. Su titular rezaba: «Grimau, plenamente restablecido». Cuando el periódico llegó a los kioscos, Julián Grimau ya había sido fusilado a pesar de las súplicas de la comunidad internacional, desde Nikita Jrushchov al Papa Juan XXIII.

    • Faltaban poco más de once meses para que el régimen inaugurara la más eficaz de sus campañas de imagen, la de los «XXV Años de Paz», que estamparía en el imaginario colectivo un determinado canon interpretativo de nuestra historia reciente: la guerra civil había sido una necesidad dolorosa; sus resultados, lo mejor que le podía haber acontecido a España; el baño de sangre posterior, una purificación imprescindible; su legado, tan trascendente que, si fuese preciso, no habría duda alguna en repetirla. Con Grimau se buscó castigar con carácter ejemplarizante el mantenimiento de un activismo continuo en un contexto de reactivación de los movimientos de oposición obrera, estudiantil e intelectual.

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