Con el título “È peccato sostenere Franco”, Paolo Pombeni reseña en Il Sole 24 Ore el volumen: Luigi Sturzo e gli amici spagnoli. Carteggi (1924-1951), que publica la editorial Rubbettino.
En realidad, se trata de uno de los volúmenes de la Opera Omnia de esta figura italiana, realizado bajo los auspicios del Istituto Luigi Sturzo. Sturzo (1871-1959), sacerdote y líder político, fundador del Partito Popolare Italiano (1919), no es un desconocido en la historiografía española sobre la II República, pero sí lo es su correspondencia. Veamos, pues, la reseña de Pombeni que recoge Anaclet Pons:
La edición de la correspondencia que mantuvo Sturzo con algunos miembros del catolicismo político durante la turbulenta historia de la Segunda República española (pues de esto se trata, el resto son pequeños apéndices poco significativos) es una importante contribución al conocimiento de un pasaje crucial en historia intelectual del peso ejercido por la contienda española en el desarrollo de una cierta aproximación a la modernidad democrática.
El libro está espléndidamente editado por Alfonso Botti (con Gabriele Ranzato, el mejor de nuestros hispanistas), que ofrece un denso ensayo introductorio, que no sólo es fundamental para enmarcar la historia de Sturzo en la difícil situación de esos años, sino que emplea la literatura histórica más reciente y alude a los avances de los conocimientos que ha permitido el acceso a los archivos de este período, especialmente del Vaticano.
Era conocido que los acontecimientos en España, que culminaron en la dramática guerra civil, no solo habían sido un shock para todo el movimiento democrático europeo, sino que habían dividido al mundo católico. Sturzo, ya exiliado en Londres, es por tanto un testigo privilegiado de esta dramática división. Estas cartas son muy diferentes del sentimentalismo de Los grandes cementerios bajo la luna de Bernanos: un texto, dicho sea de paso, duramente rechazado por el Osservatore Romano, en un contexto curial que no tenía dificultad en asumir el bulo franquista de que el bombardeo de los nazis de Guernica fue obra de unos “rojos” en fuga. Sturzo también en este caso es, por así decirlo, totalmente político. Por un lado, se involucra en la refutación teológica de la teoría de que la declaración de los militares es una reacción de legítima defensa de los católicos contra el ateísmo y el anticlericalismo de los republicanos. En el lado opuesto, trabaja incansablemente para encontrar una solución negociada al conflicto, centrándose en un interés, que se revelará inexistente, por parte de las potencias democráticas para imponer un freno al apoyo del nazifascismo a los rebeldes de Franco.
El fundador del partido popular italiano está obviamente preocupado por la participación de la Iglesia, sea la de la cúpula vaticana o sea la española, en la “cruzada” de Franco. Ve lúcidamente la sucesión de odio y catástrofe que resultará de la elección del primado de España, el cardenal Gomá, al alinearse de hecho con Franco. Será una selección perdedora, porque el Generalísimo no se dejará condicionar en absoluto por el catolicismo nacional, sino que impondrá brutalmente sus razones, como hará sustancialmente con el Vaticano. Sturzo ve también los límites de pensamiento del republicanismo español, incapaz de contener los intentos destructivos anarquismo y la rebelión primitiva de amplias capas de la población. Es la violencia brutal contra el clero, con las monjas e incluso con los lugares de culto, lo que causa rechazo en el público católico europeo, impidiendo ver la brutalidad paralela de las fuerzas franquistas (que continúa denunciando Sturzo).
Aquí hay un giro de cierta relevancia, que va más allá del caso específico de Sturzo, pero que también es propia de este líder político. Es la conciencia de que la historia de la distancia de la religión, por no decir del odio madurado entre una gran parte de las clases populares contra ella, deriva, más que de una recepción de la crítica filosófica de Marx y Lenin, de la “traición” oficial de la Iglesia en su compromiso con la justicia social. Como es sabido, esta tesis se hará fuerte en la obra de Jacques Maritain (que también era uno de los personajes principales -con alguna cautela- en el apoyo de los católicos demócratas a la causa española), pero también está presente en toda la lectura que hace Sturzo de estos acontecimientos, con la particularidad de que, para él, el origen de todo es la falta de recepción (en España y no sólo) de la Rerum Novarum del Papa León XIII.
Siempre me han intrigado las conexiones italianas con la España de la II República, en las que Sturzo tiene un papel primordial. Me alegra que se haya publicado su obra completa, y esperemos verla pronto en castellano
¿A quién importa Franco ahora? Ahora los temas de preocupación son 1) el paro y la situación económica 2) la corrupción, que empezó con Flick y Time Export y ahora los ERE, Blesa, Pepe Blanco, Urdangarín, Bárcenas… Esto no va a cambiar 3) este inútil gobierno, porque en lugar de cerrar los agujeros que dejó el PSOE por donde se escapan cientos de millones de euros a diario, recorta a los trabajadores para mantener el lujo de los políticos
Aunque las aguas del río no sean las mismas, siguen las de ahora el mismo curso, invadiendo siempre para su expresión los terrenos mas bajos con el mismo ímpetu y la desconsideración propia de su naturaleza.
El agua busca su curso natural, por mucho que el hombre construya diques para llevarla por otro lugar. Corrupción llama a más corrupción. Si Camps, Pujol y tantos otros siguen en su casa, con la cuenta de Suiza bien engordada, ¿sorprende que tengan tantos imitadores?
Franco nos importa a muchos, por eso leemos blogs como este y comentamos lo que nos parece. ¿Crees, jjse, que no sufrimos el paro (yo lo estoy) y la crisis (mi familia la sufre), y que eres el único que puede hablar? Que las cosas están mal ya lo sé, pero si no te importa la historia del franquismo, ¿a qué diablos vienes a enredar a un foro sobre este tema? Por lo positivo, ¿por qué no aportas algo sobre la crisis y el inútil gobierno que mencionas?
Muy interesante el artículo. La postura de Sturzo recuerda la de algunos católicos españoles que supieron combinar el apoyo a la república legítima con su fe: Ossorio y Gallardo, Bergamín, Gallegos Rocafull, Alfredo Mendizábal o el asesinado por los rebeldes Carrasco i Formiguera. Esto en un momento de anticlericalismo desenfrenado en la zona republicana tiene aún más valor. Sturzo apoyaba una solución negociada del conflicto, mientras que el primado Gomá decía que no cabía otra pacificación que la de las armas. Dos católicos bien diferentes, uno mucho más cristiano que el otro. Seguramente en esta correspondencia aparecen opiniones de Sturzo sobre los católicos vascos. O la defensa de la tradición católica de lealtad a los poderes constituidos. Los fachas intentaban justificar el golpe y la guerra con la teoría escolástica de resistencia al soberano opresor. El derecho a la rebeldía. Nada menos. Una cosa que siempre me ha llamado la atención es como muchos católicos del momento podían sentir fascinación por la Alemania nazi. No entiendo, pese al miedo al comunismo y su antiliberalismo, como podían creer compatible la civilización cristiana con los gobernantes nazis neopaganos y racistas.
Sabino, para mi que la actitud complaciente con la Alemania nazi tiene que ver con la neura anti comunista que la propaganda franquista alimentaba en la población. Alemania se asociaba con orden, firmeza de valores, cruzada contra el comunismo (el mayor enemigo del franquismo, junto a liberalismo y masonería). Poco importaba que Hitler tuviera sojuzgada a la iglesia católica y persiguiera a sus dirigentes. Creo que sigue pasando hoy con muchos católicos españoles: prefieren una dictadura militar de derechas que un régimen liberal o socialista
Completamente de acuerdo contigo urbasos. Los enemigos de Hitler no dejaban de ser los mismos que los de la iglesia católica: judíos, masones, liberales y comunistas. El matiz estaba en el anticlericalismo paganizante de los nazis. Paradójicamente, si Hitler hubiera ganado la guerra poco lugar le reservaba en su utopía a las iglesias cristianas. Estaban llamadas a desaparecer progresivamente, viendo las declaraciones privadas de tantos líderes nazis- empezando por su jefe- y el aniquilamiento de los curas polacos. Hitler salvaría a la iglesia del comunismo, pero ¿quién salvaría a la iglesia de Hitler? He encontrado una referencia interesante sobre esa actitud contemporizadora de tantos católicos españoles hacia los nazis. Creo que merece la pena copiarla:
En septiembre de 1933, a su regreso de la Alemania nazi, Gil Robles, en un artículo de La Gaceta regional de Salamanca significativamente titulado Antidemocracia, aun distanciándose del fascismo por su excesivo estatismo y el uso sistemático de la violencia, escribía que en áquel hay mucho de aprovechable: su raíz y su actuación eminentemente populares; su exaltación de los valores patrios; su neta significación antimarxista; su enemiga de la democracia parlamentaria. El artículo fue reproducido en CEDA, órgano del partido, del 30 de septiembre de 1935…
Gabriele Ranzato: El eclipse de la democracia, 2006, pág 168 ( nota )
Este era el líder de la derecha accidentalista y parlamentaria católica durante la república. Un demócrata con todas las garantías.
Sabino, he podido leer el libro y encuentro párrafos que me dejan estupefacto por lo raros que son viniendo de un eclesiástico, y teniendo en cuenta el apoyo casi absoluto de la iglesia española al golpe. Escribe en febrero de 1937 a Ramón Sugranyes, que años después asiste al concilio Vaticano II, y le confía: “La Iglesia de España, que hubiera podido hacer una obra de paz, se ha decantado en su mayoría por una parte, casi declarando una cruzada o una guerra santa. De la misma parte están los latifundistas, industriales, la clase rica, que tienen la mayor responsabilidad en el abandono de la clase obrera a manos de los subversivos, por haberse opuesto a cualquier forma de reforma social que se hiciera en nombre del cristianismo, de las enseñanzas de León XIII y del movimiento de la democracia cristiana”. Alto y claro, y magnífico, desde mi punto de vista
Buena demostración de la diferencia de clima mental entre un Sturzo, Maritain o Bernanos- que venia de la maurrasiana Acción francesa- y nuestros singulares Pla i Deniel, Gomá o Eijo y Garay, por citar sólo hombres de iglesia. Estos tipos venían del medievo, como otro personaje de leyenda: el cardenal Pedro Segura, que sin embargo parece que no podía ver a Franco. Siempre se ha dicho que la carta colectiva del episcopado español a los obispos del mundo entero la redactó Gomá al dictado de Franco. Desde luego fue para los rebeldes un éxito propagandístico comparable a la liberación del alcázar de Toledo. La iglesia bendijo y legitimó como Cruzada la guerra civil de una manera sectaria y repugnante, aunque se debe tener en cuenta el martirio de miles de católicos en el otro bando. Creo que la conferencia episcopal, en 1971, presentó una especie de disculpa por su actuación durante la guerra civil. Dijeron algo así como que no supieron ser ministros de la reconciliación en una guerra entre hermanos. Una actitud muy evangélica. Pero en 1971 el presidente de la conferencia episcopal era el cardenal Tarancón, no Rouco Varela.
Sabino, me parece que pesaba más la ideología que la religión. Los falangistas tenían en la Alemania nazi un ejemplo de eliminación de socialistas y comunistas, algo que llenaba de gozo a los Girón, Fernández Cuesta y compañía. Lo religioso era más cultural y epidérmico y no tuvo, entiendo yo, tanta importancia, por mucho que un santurrón Franco entregase a la iglesia las llaves de la educación de los españoles
Pones el dedo en la llaga del debate vado. Dentro de la coalición franquista los falangistas serían los más «modernos» como fascistas. Fascistas de la línea italiana más que alemana. El resto de franquistas yo diría que eran básicamente tradicionalistas, reaccionarios, con una cierta cosmética fascista. A partir de 1942 los falangistas quedan anulados dentro de la dictadura. Lo que se impuso en España durante 40 años fue una » dictadura militar y eclesiástica de tipo español tradicional», como juzgaba Azaña en 1937. Muchos comentaristas de izquierda, como el profesor Vicente Navarro por ejemplo, tachan al franquismo de fascista como sinónimo de reaccionario, brutal, oscurantista etc. Para mí es un error. El fascista Mussolini mandó ejecutar a «sólo» 25 personas entre 1922 y 1943. El reaccionario Franco a decenas de miles después de 1939. ¿ Quién fue más inhumano y fascista ? El franquismo fue tremendamente represivo en sí mismo, al margen de etiquetas «fascistas» o no fascistas. Eso es lo que, a mi juicio, debería quedar claro.
Conozco la obra de Sturzo y lo que más me impresiona es que sabe calibrar las violencias y desmanes que se cometen contra el clero, pero también la brutal represión franquista. Esto en un sacerdote es bastante inusual en los años 40, cuando la opinión católica estaba bloqueada por el activismo de tantos eclesiásticos que, con la pluma o la prédica, defendieron que se diera muerte a casi 200.000 personas en este país, uno de los genocidios organizados mayores del siglo XX. Sturzo no se deja obnubilar por la propaganda franquista y escribe muy alto y claro sobre lo que se hace desde Madrid
Querido iosu, me dirigo a usted con respeto, y sin ánimo de molestar. Deseo felicitarle por la riqueza, y honestidad de información que caracteriza su bitácora, que leo desde hace poco tiempo con estima. Siempre he querido preguntarle una cosa: ¿No crees hay mas cosas importantes que analizar, un pasado que hicieron otros hace más de 80 años? La única enseñanza que debiéramos tener clara es que cuando una de las dos Españas quiera sojuzgar a la otra, ocurren atrocidades. ¿No crees que debiéramos de ahondar en el espíritu de la transición, y no caer en la confrontación como la que nos trajo, Zapatero? Saludos.
Estimado José Luis, nunca se ofende preguntando, y me alegra que los lectores de la bitácora deis vuestra reacción ante las cosas que escribo. ¿Hay cosas más importantes? No lo sé, a mis alumnos les explico las raíces de la crisis y el desastre que está provocando. Yo procuro escribir de lo que sé, y del franquismo me he ocupado desde hace años, por lo que es terreno en el que me muevo con comodidad y creo poder aportar algo. Pero, por encima de todo, la razón más importante es que conocer la historia ayuda a no repetirla, y el problema es que mucha gente piensa que conoce lo que es el franquismo «porque lo vivió», y eso es falso por completo. Lo que uno vive está teñido de mil circunstancias personales y ambientales que lo distorsionan. Para eso está el historiador. Se sorprendería usted de lo poco que se ha estudiado la etapa del segundo franquismo (donde yo centro mi investigación), lo poco que sabe la gente de la calle acerca de la II República, aparte de los cuatro tópicos al uso. Por supuesto que debe ahondarse en el espíritu de la Transición, pero de eso no sé (quizá mejor decir que sé poco). Lejos de mi estimular cualquier tipo de confrontación, pero sí quiero que los curiosos e interesados en el franquismo, lean, se formen opinión, se deshagan tópicos, se aplique la ley (por ejemplo la vigente LMH), y eso nos lleve a entendernos mejor. El error está en encasquillarse en lo de las dos Españas, hay 45 millones de Españas que deben dialogar y entenderse, pero sobre la base del conocimiento histórico verdadero y contrastado, no sobre visiones maniqueas de buenos y malos. Gracias por sus sugerencias
Si olvidarnos del periodo zapateril y estudiar mejor la Transición, fuera a resolver el problema de amnesia de este país, bienvenida sea su propuesta, José Luis. Pero después de ver la distorsión lamentable del Diccionario Histórico de la Academia de la Historia es para echarse a llorar. Unos «expertos» que no saben que Casares Quiroga no fue el último presidente de la República o que ignoran la famosa autobiografía del general Antonio Cordón, que llevan unas cuantas reediciones, cabe llamarlos de todo menos expertos. Todo lo que sea hacer luz y dar argumentos, bienvenido
La revista «Historia del presente». Número 21 (2013), acaba de sacar un número dedicado a «La República italiana y la dictadura franquista. Relaciones políticas y culturales», que puede interesar a los amigos de Sturzo. El desglose de artículos es el siguiente:
El tándem Sangróniz-Ponce de León: la acción cultural española en Italia durante el primer franquismo (1945-1952), Pablo del Hierro
El poder suave de las Artes: la Bienal de Venecia y la diplomacia cultural entre Italia y España (1948-1958), Giulia Quaggio
La acción cultural española en la encrucijada de la política italiana (1953-1957), Laura María Branciforte
La amistad fría: la política exterior española hacia Italia (1957-1975), Rosa Pardo
La política de la fuerza o la fuerza de la solidaridad: franquismo y antifranquismo en la Italia de los sesenta, Javier Muñoz Soro, Emanuele Treglia
Espero que os interese
Gracias mil por la información Anna. Las relaciones entre nacionalcatólicos de la España franquista y democristianos italianos en los cuarenta y cincuenta tienen que ser verdaderamente interesantes. Dos maneras contrapuestas de defender la identidad e intereses católicos en el marco de la modernidad.
En España se conoce poco el gran debate y la división que provocó en Italia la guerra civil española. El partido fascista, por supuesto, fue el gran animador del golpe de estado y del posterior suministro de armas y personal a los rebeldes. Pero también hubo repulsa por parte de sectores de la sociedad italiana, entre ellos el sacerdote Luigi Sturzo, que desde su exilio en París y Londres se manifestó contrario a la militarada. Mussolini nunca se lo perdonó
Luigi Sturzo se entendía muy bien con Ruíz-Giménez, por supuesto no en esos años de la guerra cuando Joaquín era un falangista pata negra, pero sí en los últimos años de su vida (murió en 1959). De ambos se podría decir que eran social cristianos y que sintonizaban con el aire del concilio, aunque Sturzo no llegara a vivirlo
Los fascistas llegaron al poder en Italia en 1922 con el apoyo de empresarios y terratenientes. El PPI, partido organizado por Sturzo, fue disuelto de inmediato. Este partido, aunque relativamente pequeño, contaba, y en una emergencia podría haber hecho de árbitro, porque fue la única organización católica en el mundo que se opuso al fascismo. El Partido Popular había salido de la cabeza de don Luigi Sturzo, prelado carismático que se había propuesto poner en práctica las exhortaciones del papa León XIII en su conocida encíclica Rerum novarum. Igualito que lo que pasó en España
Así es, y eso le acarreó el exilio. Don Luigi se exilió en Londres y más tarde en Estados Unidos, donde tomó parte activa en la propaganda antifascista. Mientras tanto, Pío XII apoyó a los gobiernos y movimientos fascistas porque no veía un peligro para la Iglesia, cosa que Sturzo advirtió desde el segundo 1 de la llegada de Mussolini al poder
A veces se olvida que Pío XII, a quien se atribuye su apoyo a los regímenes fascistas, fue Papa en 1939 y su mano se vió en la disolución (pactada con Hitler) del partido de Centro, que reunía a los católicos alemanes, no fue el único partido político que la Iglesia disolvió. Estos hechos siguen envueltos en la polémica historiográfica, porque no queda claro si lo que Pio XII buscó fue apaciguar a los nazis u obtener más ventajas para la Iglesia. Me molesta que se manipule la historia. Desde luego, Sturzo jamás dijo que Pío XII hubiera actuado contra el PPI ni contra su persona
Es cierto. Luigi Sturzo (1871-1959), «el socialista eclesiástico», es casi desconocido fuera de su patria. Sin embargo, tuvo importancia. Y, si le hubieran hecho caso, tal vez hubiera cambiado la historia contemporánea. Aunque el giro de Juan XXIII, el Papa bueno, fue notable, la Iglesia siguió anclada en una mentalidad pre-moderna
Quizá Luigi Sturzo sea más la excepción que la regla en la Europa de su tiempo. El catolicismo social y político se mostró en ocasiones bastante favorable a fórmulas abiertamente antiliberales. De hecho, el modelo era un régimen autoritario, confesional y corporativo que compartía muchos rasgos con el fascismo puro y duro. Von Papen, el hombre que abrió camino a Hitler y se convirtió en vicecanciller nazi, era del Zentrum católico alemán. Fue el firmante con Eugenio Pacelli del concordato Alemania nazi- Vaticano. Luego el centro católico lemán se autodisolvió. Un fiel esbirro de Hitler hasta el final. El estado vaticano es resultado de los pactos de Letrán con Mussolini. El canciller austríaco Dollfuss cae asesinado por los nazis, pero un año antes había aplastado a los socialistas vieneses a cañonazos e implantado un régimen dictatorial. Salazar otro tal que baila. Y monseñor Tiso cabecilla de la Eslovaquia nazi. Los genocidas Ustachi croatas eran católicos a machamartillo. Por aquí la CEDA de Gil Robles, autoritaria y antiliberal, por muy moderada y legalista que dijera ser. Muchos contactos y mucha colaboración entre sotanas y fascistas.
Sabino, cómo se echan en falta entonces (1936) y ahora, mentes equilibradas que sepan distanciarse de los grandes conflictos de la existencia humana para emitir juicios o adelantar reflexiones que vayan más allá del atávico impulso carpetovetónico al duelo de garrotes, que tan magistralmente plasmó Goya en sus grabados. Y sigo echando en falta esa misma apertura de mente para no solventar a base de gritos y descalificaciones los problemas que tiene hoy planteada la sociedad española: el pos terrorismo, el Estado de las autonomías, el nacionalismo, el papel del Estado, la corrupción, etc. Estoy seguro que Sturzo aportaría soluciones e ideas enriquecedoras que llevasen a lo que tanto tememos los hispanos: el diálogo
Saludos Beeble. Lo más fascinante de Sturzo es que en plena vorágine totalitaria nunca perdió el sentido común y la capacidad de razonar con precisión y mesura. Estaba a la altura de las circunstancias, como el gran Antonio Machado. ¡Qué lecciones daba Sturzo! Sencillas pero evidentes, mas no en su época: En la vida política democrática no hay enemigos existenciales que destruir sino adversarios con los que convivir; la religión debe estar separada de la política; unas elecciones no son más que algo obligado y hasta vulgar en una democracia, no una prueba a vida o muerte; los fascistas, con todos sus oropeles de defensores de Occidente, no son otra cosa que un retorno al paganismo y la barbarie. La militarización africana pagano- imperialista de que hablara Unamuno refiriéndose a los africanistas. Estas cosas que hoy se ven tan claras en su momento eran desechadas por muchos- y muy capaces- como ideas pasadas de moda del nefasto siglo XIX. Salvo por personas verdaderamente inteligentes como Sturzo. Por España en nuestros días algunos dementes parecen apostar por el duelo a garrotazos goyesco que muy bien recuerdas. Esperemos que no prevalezcan, porque el panorama de este país antes llamado España se presenta peliagudo: crisis económica y social, crisis institucional, corrupción que afecta a la mismísima casa real, declive imparable de los dos partidos que han vertebrado nuestra democracia en los últimos 30 años, y, para remate, una crisis territorial que puede acabar centrifugando al estado. Un panorama delicioso.
Sabino, siempre me ha preguntado por las razones de fondo de que lo católico fuera objetivo de la rabia desatada de las masas, una vez que se abrió la puerta con la llegada de la República y, ya definitivamente, con el comienzo de la guerra. Me gustaría saber tu opinión sobre una hipótesis que siempre he manejado: la Iglesia española y los católicos en general tomaron partido, ya antes de 1931, por una opción política y social de derechas, cercana a los ricos y a los poderosos. La gente percibía esa sintonía en los pequeños pueblos, donde el cura era amigo de los terratenientes y predicaba desde el púlpito la sumisión del pobre. Lo digo después de haber hablado con un grupo no pequeño de personas, poco sospechosas la mayoría de izquierdismo, a las que este mensaje disgustaba, por injusto y poco cristiano ¿Te parece que ésta es una raíz mucho más poderosa que la de orden político a secas?
Creo Gabrielon que la hipótesis que manejas es más que verosímil. La identificación Iglesia, y catolicismo en general, con las opciones políticas y sociales más conservadoras es un rasgo indiscutible de la España contemporánea. La derecha y la extrema derecha en este país eran católicas a machamartillo, desde su génesis, a finales del siglo XVIII, con los enemigos de la débil, bien moderada y católica ilustración española. Esos reaccionarios son por lo general clérigos de mentalidad inquisitorial y ultramontana: el filósofo rancio, Diego de Cádiz, Hervás y Panduro. A partir de ahí se van ramificando realistas, carlistas, neocatólicos, moderados, conservadores, integristas y fascistas. Y la santa madre iglesia con ellos de la mano. No a todo. A cualquier cambio social, económico o político por razonable que fuera. Lógicamente la izquierda española en cada coyuntura histórica tenía que ser por fuerza anticlerical. Desde los liberales decimonónicos a los anarcosindicalistas del veinte. Al paradigma teológico político se responde con un anticlericalismo crecientemente desenfrenado desde principios del XIX. Hasta la explosión final en 1936. Y a nivel de barrio y aldea el cura, por lo general, se ponía de parte del poderoso. Resultado: los curas eran objeto de aversión popular, antes de cualquier racionalización ideológica. Esto lo reconocía hasta el conservador Madariaga. No eran ateos, eran anticlericales viscerales por instinto. En otros países donde la secularización no fue tan conflictiva no había iglesias quemadas, ni curas asesinados etc. Pasaban de los curas, no los odiaban.
Comparto tu admiración por Sturzo cuya obra, por cierto, conocí muy recientemente. Pero sigo pensando que las condiciones políticas y sociales no son hoy muy distintas de las que tocó vivir a don Luigi. Desde luego, hoy nadie debe exiliarse en España por sus ideas, pero ¿no son dictaduras encubiertas las de las mayorías absolutas, las de algunos reinos de taifas de las autonomías, no sigue la iglesia uncida al carro de la reacción, no seguimos viendo cómo el «espíritu de cruzada» continúa con nuevas oleadas de beatificaciones? Y todo mientras la ley de memoria histórica ha pasado a ser eso, cosa del pasado, olvidada, ninguneada, objeto de escarnio o de sátira
Saludos cordiales beeble. Yo solamente conocía a Sturzo de oídas. Gracias a iosu me he puesto un poco las pilas con el personaje, del que lo desconocía casi todo, salvo el nombre y cuatro generalidades. Bueno, la sociedad española no me parece, a Dios gracias, la de los años 30. No hay un 40 por ciento de analfabetos, ni un ejército predispuesto a golpes de mano, ni violencia política digna de mención- salvo los impresentables de la txapela vencidos y casi desarmados-, ni dos millones de braceros en el sur muriéndose de cólera, ni la Iglesia, con sus actitudes reaccionarias, es la de los años 30. Sobre todo estimo que la gente, al estar poco politizada por lo general, no quiere partirse la cara con el vecino por diferencias sobre como gestionar el estado o algo parecido. Sí hay rasgos muy preocupantes. La actitud ahora mismo del nacionalismo catalán, por ejemplo, dando por roto el consenso constitucional de 1978 y apostando por una absurda secesión unilateral es para mí un factor de enorme tensión. Mira las declaraciones de algunos militares. En cambio el paro, la falta de expectativas laborales de los jóvenes y no tan jóvenes, es terrible a nivel de tragedias individuales, pero yo no veo ahí el germen de una revolución. La sociedad está demasiado atomizada, sin un fervor ideológico, desvertebrada. Triunfa el pasotismo y la salvación individual. Pero si se mezclan la quiebra de la unidad constitucional del estado, con la crisis del PP y del PSOE, y con un gobierno débil, sospechoso- por decirlo con gentileza- de corrupción e inoperante…entonces Houston tenemos un problema. Pero soy incapaz de ver el recambio y la salida de este nuevo desastre del 98.
Sabino, he leído recientemente algo sobre la monja benedictina Teresa Forcades que propugna una especie de cristiano progresista, y que ella misma se ha implicado en eventos de tono nacionalista catalán, con la aparente bendición de su comunidad (y de CIU, que frota las manos) ¿Puede pensarse en Sturzo haciendo algo así en estos tiempos?
A saber lo que pensaría Sturzo Daniel. Yo pienso que esta Teresa Forcades es una monja de cuidado, como Whoopi Goldberg en la peli. Forcades tiene una sólida formación teológica, además de ser médica, doctora en salud pública. Ideológicamente parece de izquierda radical antisistema, con grandes ataques a las farmaceúticas y grandes elogios al difunto Hugo Chávez. Este año montó con el economista Arcadi Oliveres una especie de plataforma popular para abrir un proceso constituyente en Cataluña, la nacionalidad atrozmente sojuzgada por los fascistas ibéricos. Teresa tiene fama de ser una excelente oradora, como Pasionaria; y también de ser algo mandona, como santa Teresa. Una benedictina trabucaire, en la mejor tradición ibérica. Poco rezar, mucho charlar y sobre todo muchas ganas de politiquear. En su derecho está, no faltaba más. Lo más asombroso es que Teresa, feminista, tiene contactos estrechos con las divinidades celestes, a juzgar por sus propias palabras: las relaciones entre hombres y mujeres queridas por Dios (sic ) son de igualdad y respeto recíproco. Me parece no obstante muy bien fomentar esta relación entre sexos, lo quiera Dios o no. A mí la opinión del sumo hacedor me trae sin cuidado. Desde luego, los políticos de la divinidad piensan por lo general otra cosa. Hurra por Teresa.
Gracias, Sabino, por la explicación. Siempre he pensado que el lugar de las monjas es su convento y que su ocupación debe ser rezar, que para eso se supone que se apartan del mundo. Por eso siempre me ha sorprendido la actividad pública (activismo, diría mejor) de esta catalana, tan del gusto de cierto nacionalismo. Ya veo que con Sturzo no haría buenas migas
Parece que sor Teresa está de tour por Cataluña. Ahí pongo el enlace:
http://elpais.com/elpais/2013/07/12/gente/1373643355_277165.html
Gracias por el enlace Daniel. Teresa no calla ni debajo del agua. Algunas perlas:
«No existe el derecho al aborto, pero sí se debe hablar de la despenalización como un mal menor». Si hay una ley que regula la interrupción voluntaria del embarazo desde 1985, digo yo que habrá derecho al aborto en varios supuestos. No sé a qué derecho se refiere Teresa, será al canónico…
«El discurso oficial de la iglesia..aceptan que ser homosexual es una realidad, pero no ejercer». Vamos, que los señores curas quieren gays no ejercientes, como los interinos. Durmientes. Me viene a la cabeza una grosería de Cela, pero no la pongo…
«Asumimos la soberanía de Cataluña,e iniciamos un proceso constituyente». Qué fácil es en determinados ámbitos decir tonterías sobre estos temas. Hala, venga un proceso constituyente y unas cañas.
En fin, ¿para qué seguir?
Creo que fuera de Italia las experiencias tipo DC fueron un fiasco en casi todas partes. El Vaticano manejó la opción DC para España y Benelli estuvo maquinando con grupos democristianos para levantar algo de ese estilo, pero como dice maliciosamente el dicho popular: hay tantos partidos DC como democristianos. Muchos o pocos, pero siempre divididos
¿Qué unía a Luigi Sturzo con el cardenal Herrera Oria, si es que les unía algo? A simple vista parecen dos demócrata cristianos, clérigos, preocupados por las cuestiones sociales. Pero fuera de alguna similitud circunstancial yo diría que son agua y aceite. Herrera no fue un Sturzo español, bebe en fuentes distintas de un Maritain o un Sturzo. El italiano sí que puede ser considerado co-fundador de la DC italiana. Distinguía entre poder y las leyes, se opuso con fuerza al fascismo de su país y, más tarde, a los excesos de derechas e izquierdas españolas en los años 30 y 40. Herrera no tuvo esa visión y se dejó imponer servilmente el birrete cardenalicio por Franco. Repito: agua y aceite
En relación con tu comentario, he buscado una referencia que hace P. C. González Cuevas a la gran diferencia entre los dos. Porque -dice- mientras el sacerdote italiano permanecía en el exilio, El Debate no dejaba de alabar a Mussolini, no al fascismo, como fautor de los Acuerdos de Letrán y defensor del orden frente a socialistas y comunistas. No deja de ser significativa la ausencia de relaciones entre Sturzo y Herrera. Como señala el hispanista Alfonso Botti, el sacerdote y político italiano se relacionó con Severino Aznar, Jaime Ruíz Manent, Angel Ossorio y Gallardo, Alfredo Mendizábal, etc; pero no con Herrera Oria. Sturzo colaboró en diarios españoles como El Matí y en revistas como Cruz y Raya; pero no en El Debate
Sturzo llevaba en el exilio desde 1924. Salió de Italia tras el asesinato del líder socialista Matteotti. Por lo visto amenazar en los términos más graves a Sturzo era de lo más habitual en la prensa fascista. Con el precedente de Matteotti, sólo quedaba echar a correr. Ya en el exilio, siempre se manifestó en contra de la nueva mística de los totalitarios y su panteísmo estatal. De las elecciones de febrero de 1936 en España llegó a decir que no se podían entender como una derrota de los católicos ni como una guerra civil en ciernes. Valoraba positivamente, y como algo natural, el pluralismo social y político. Javier Tusell y Genoveva García Queipo de Llano hacen un interesante resumen de la postura de Sturzo sobre la guerra civil española. Sin identificarse con los sublevados, dicen, a los que negaba legitimidad, tampoco se vinculaba con los republicanos, con la excepción de los católicos vascos. Su rechazo de la interpretación de la contienda como Cruzada era radical. En síntesis, que gracias en parte a vivir en el exilio fue el único católico italiano que esbozó una posición de independencia de la religión y de mediación en el conflicto. Una postura parecida a la de Maritain.
De acuerdo contigo, Loquillo, no veo muchos parecidos entre ambos. Pero sí encuentro algún rasgo similar con J. M. Gil-Robles. Por supuesto, el líder de la CEDA era cristiano, conservador y monárquico, no sí si por ese orden o por otro. Lo cual se puede decir también de Sturzo. Su crítica a la dictadura franquista también se aviene con la de Sturzo a Mussolini ¿Son simples rasgos externos o se les puede equiparar?
Un curioso reportaje sobre las relaciones entre fascismos y fútbol:
Ding dong, el deporte ha sido siempre una poderosa palanca que han utilizado las dictaduras de todo color para mostrar su poder y, de paso, justificar su puño de hierro. En España lo vivimos con el Real Madrid de fútbol y baloncesto, equipo que apoyó el franquismo para lucir la marca España por todo el mundo. Nada nuevo bajo el sol
Con motivo del 18 de julio salieron a preguntar en la calle a gente joven por la figura de Franco. Lo cierto es que es desalentador la poca historia de España que saben muchos.
http://www.vtelevision.es/informativosv/2013/07/18/0031_26_183205.htm
¿Es que ya nadie recuerda la primera de las cinco “instrucciones reservadas” que Mola, director de la rebelión militar, dictó el 25 de mayo de 1936 donde aparece la idea de que el golpe tendría que ir acompañado de una violenta represión. Dice así:
«Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades y sindicatos no afectos al Movimiento, aplicándose castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas»
Y se dijeron cosas todavía más fuertes Gloria. Al poco de comenzar la contienda, Gonzalo Queipo de Llano hacía las delicias de sus incondicionales con declaraciones como éstas:
«Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los rojos lo que es ser hombres. De paso, también a las mujeres de los rojos, que ahora por fin han conocido hombres de verdad y no castrados milicianos. Dar patadas y berrear no las salvará…»
» Ya conocerán mi sistema: por cada uno de orden que caiga, yo mataré a diez extremistas por lo menos, y a los dirigentes que huyan no crean que se librarán por ello; les sacaré de debajo de la tierra si hace falta, y si están muertos los volveré a matar»
Sin comentarios.
Curiosamente Mola tenía a veces destellos de una humanidad impropia de él. Durante su etapa como director general de seguridad (bajo Dámaso Berenguer) en plena locura por las conspiraciones militares republicanas, escribió en noviembre de 1930 al capitán Fermín Galán una sorprendente y afectuosa carta en la que le advertía que sabía que estaba preparando la sublevación en Jaca y le pedía que desistiera. Fracasó en su propósito y Galán, junto a García Hernández, fue fusilado
Hay un relato sobrecogedor de Manuel Chaves Nogales sobre las cacerías que hacían los amigos de Queipo, los señoritos cortijeros andaluces, en los meses iniciales de la guerra civil, cuando los moros de Franco subían hacia Badajoz. Refleja bien el odio y desprecio que sentían seres que se creían superiores en todos los sentidos a los campesinos a los que llevaban siglos explotando. Cuando alguien me pregunta por la persistencia del voto socialista y comunista en Andalucía, siempre le señalo hechos como estos, que han quedado grabados a fuego en la mente de los andaluces
Es muy interesante la lectura del largo artículo de Manuel Rico «El PP y la sombra del franquismo» porque muestra a la perfección las posibilidades de una versión demonológica, teológica, que no histórica o política, del PP como herederos del mal absoluto franquista. La derecha democrática española queda convertida en un residuo franquista sin sombra de bien alguno, una entidad casi sobrenatural dedicada a hacer el mal por doquier. Algunas frases antológicas de su autor: «ese caldo de cultivo explica la difícil homologación (real, profunda,no meramente jurídica) de ese partido con los partidos de la derecha democrática europea»; «el partido que hoy gobierna España al amparo de la Constitución de 1978 es el partido que no ha condenado la sublevación de 1936 contra la república», es el partido que liquida a Garzón, impide la aplicación de la Ley de memoria histórica, que elimina del callejero a Miguel Hernández, mantiene en el callejero a tétricos franquistas etc. «Tendríamos que pensar que estamos gobernados por una versión aggiornada de lo que fuera el movimiento nacional»; «un partido que no ha superado el sustrato ideológico-político del franquismo»; «retroceso para la mayoría a tiempos funestos»; «desprecio a la política»; «desdén hacia la cultura y sus representantes»; «es una derecha de la que ha desaparecido cualquier sombra de humanismo, de compasión y de solidaridad hacia los más humildes»; » sólo faltaba para completar el cuadro el inevitable Gibraltar español»; «no es por casualidad la inexistencia en nuestro país de una extrema derecha..el PP está impartiendo doctrina.» En algún momento Manuel Rico parece darse cuenta de que se está «pasando» y dice: «Sé que estas afirmaciones pueden ser duras. O una exageración. Pero, mal que nos pese, son el fiel reflejo de lo que ocurre hoy en España.» Una versión honesta y fiel, no hay duda. Da igual que un partido gane legalmente unas elecciones y se mantenga en el poder durante un tiempo limitado. Para los teólogos políticos que han definido para siempre el Bien y el Mal no es suficiente. La homologación democrática no ha de ser «legal» y de ejercicio, sino «real», «profunda», metafísica diríamos. Además, los que conceden salvoconductos de «democracia» son los Manuel Rico autodesignados como guardianes de la memoria del antifranquismo. Sacerdotes de un nuevo culto civil dogmático. Delirante esta actitud en cualquier país de nuestro entorno. Estas cosas pasan en España.
Por supuesto, Rico no objeta que pueda gobernar un partido que gana las elecciones, como debería ocurrir con Bildu, tan contestada por gobernar en Gipuzkoa. Pero lo que es indudable es el origen y las señas de identidad del actual PP, que no son otras que la continuidad de los elementos franquistas tras el 75. No hay más que ver cómo recurren a la mitología y simbología franquista cuando quieren reafirmar su condición de españoles (pperos). Cosa muy distinta es negar el pan y la sal a nadie, por muy heredero que sea de una dictadura
Que yo sepa Bildu es el partido más votado en Guipúzcoa y controla la Diputación Foral, la alcaldía de San Sebastián y la mayor parte de los municipios. Es lo que han decidido libremente elegir los guipuzcoanos y es lo que tienen. Buen provecho. «Pero lo que es indudable es el origen y las señas de identidad de la actual izquierda abertzale, que no son otras que la continuidad con la vieja batasuna, su mitología y simbología.» No podría ser de otra manera. Lo de la «creatio ex nihilo» sólo el Señor en en el Génesis. El actual coordinador de Bildu en Guipúzcoa es Joxean Agirre, ex terrorista de ETA que se pasó 18 años en la cárcel por participar en varios asesinatos en los 80. Su compañera en el comando «oker» era «La Tigresa», gran mujer, salmantina de origen pero vasca de adopción y de vocación. Pero han aceptado a regañadientes la legalidad, condenan «toda» la violencia y tienen la legitimidad que en un sistema democrático y competitivo dan los votos. Hasta ayer eran el frente político de una organización terrorista que los controlaba y dirigía, y ahora- ahora, no antes- comienzan la larga marcha hacia la plena homologación democrática. De manera un tanto exagerada consideran que su cambio inaugura «la paz y la democracia en Euskal Herria.» Bueno, debemos entenderlos, es la emoción de la primera vez. La primera vez que aceptan la democracia en más de treinta años. Pero, se preguntará alguno, ¿cómo ha sido posible tal transformación en tan poco tiempo? La respuesta nos la da el ex salesiano Tasio Erkicia ( «el más tonto del grupo» en opinión de Maite Pagazaurtundua): «hay más razones que nunca para la lucha armada, pero menos condiciones objetivas y subjetivas que nunca.» Ahí está el detalle como diría Cantinflas. Por la boca muere el pez. Gracias por la aclaración Tasio, pero es que hay algunos que aún no se han enterado. En cambio, la derecha democrática española ya pasó la prueba (muy sencilla: razones y votos en vez de insultos y fusiles) hace treinta y pico años. Esos treinta años que los abertzales utilizaron( malgastaron) para la «lucha armada» con todas sus «razones.» Llegan tarde a la democracia, pero llegan. Crucemos los dedos.
Curiosa la estafa montada por el sobrino del ex ministro franquista Martín-Artajo en Londres. A este hombre le ha fallado no tener el carnet del PP o el del PSOE. Debió de haberse hecho concejal del ayuntamiento de Madrid (aunque viviera en Londres), haber hecho unas donaciones a la caja B del partido y hoy tendría a todo el sistema judicial español más el pdte del gobierno y el rey defendiéndole. Que falta de visión ha tenido!!
Unos datos sobre Alberto Martín-Artajo. Durante la República fue estrecho colaborador de Ángel Herrera Oria, director del diario católico «El Debate», y miembro de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas. Al comenzar la guerra civil, se pasó al bando sublevado. Asesoró como jurista a la Junta Técnica y al ministerio de Trabajo nacionalista, y participó en la elaboración del Fuero de los Españoles. En 1940 fue nombrado por el general Franco presidente de Acción Católica. El abuelo: En julio de 1945, tras consultar con el primado, el cardenal Enrique Plá y Deniel, aceptó la cartera de Asuntos Exteriores y abandonó su cargo en Acción Católica. Sus gestiones diplomáticas lograron romper el aislamiento de la dictadura, con la firma del Concordato con la Santa Sede en agosto de 1953, los acuerdos hispano-norteamericanos de septiembre del mismo año y con el ingreso de España en la ONU en 1955
La verdad es que España es una cantera inagotable de delincuentes, tenemos tantos, que hay que exportarlos también, para mayor gloria de la Marca España. Es a esto a lo que le llaman «fuga de cerebros», ¿no? Lo malo para ellos es que en los EE.UU. es más difícil para ellos pastelear con la fiscalía para irse de rositas. Pobrecillo, se va a «hacer las Américas» sin darse cuenta que como en España no se roba en ningún sitio
Los camaradas de la Izquierda Plural pretenden convertir cada 18 de julio en el «día oficial contra el franquismo y de homenaje a sus víctimas.» En realidad, lo que quieren celebrar es el «día oficial contra el PP y de homenaje a sus adversarios políticos.» O sea, el más descarado autohomenaje con que se regalan Cayo Lara y José Luis centella. Es estupendo ser «antifranquista» cuando el tirano lleva echando ortigas cerca de 40 años y ya no muerde. Casi tan estupendo como ir a África en jet privado para fotografiarse con gente hambrienta y esquelética. Se queda bien sin esfuerzo. Se fortalece la más repulsiva buena conciencia. Además, siempre se saca algún beneficio. Yo soy el más «solidario» y tú el más «antifranquista.» Y de paso, si se puede salpicar al PP con el barro del «franquismo» mejor que mejor. Yo soy muy «bueno y demócrata» y el PP muy «malo y fascista.» Es muy lista nuestra progresía política y muy impresentable cuando se trata de analizar con rigor nuestro pasado histórico más traumático. ¿Cuándo dejarán de ser la Guerra Civil y el franquismo campo de batalla para dirimir los líos políticos del presente?
Sabino, no veo yo la cosa tan fuera de lugar. No sé si IU intenta hacer de ese día ocasión para dar estopa al PP pero no estaría de más que, el 18 de julio o el día que se dedica, se recordase a todos los que no tuvieron ni Causa General, ni inscripciones de su nombre en las paredes de las catedrales, ni panteones de honor en los cementerios. Hablo de los que aún siguen en las cunetas, de los que están arrejuntados en hueseras colectivas de tantos cementerios españoles, de gente enterrada de modo vergonzante por sus familias para no caer en desgracia durante los gloriosos años del Caudillo. Todos esos se merecen un día, un reconocimiento por parte de esta sociedad española que dice haber superado sus divisiones
Saludos x25. Difícilmente puede la sociedad española superar sus divisiones si determinadas formaciones políticas están constantemente utilizando de modo sectario y sesgado el pasado como arma política en el presente. No se puede traer a colación una y otra vez el «franquismo» con el único objetivo de atacar y deslegitimar al PP con la acusación de ser «neofranquista», esto es: no democrático, fascista, reaccionario, inquisitorial etc. Es una utilización desvergonzada del pasado que las propias víctimas del franquismo no se merecen. Porque en este pleito las víctimas del franquismo son como el convidado de piedra. Como están mudas, son utilizadas de modo espúreo para los intereses políticos de determinados sectores de la izquierda española. Estos sectores no quieren conocer, sino enredar y enlodar aún más la ya de por sí nauseabunda vida política de este país. Otra cosa sería una política de la memoria seria y omnicomprensiva, sin sectarismos ni exclusiones, y aceptando toda la historia, no únicamente aquella parte que ahora por conveniencia política interesa tergiversar. Todas las víctimas de la guerra, de todos los bandos, exigen memoria y homenaje. Por supuesto, las decenas de miles de masacrados en guerra y postguerra por los sublevados que la desencadenaron; pero también merecen recuerdo las miles que fueron asesinadas en la zona republicana por ser «burguesas», «derechistas», católicas etc. Decir que éstas no merecen recuerdo alguno en una democracia porque ya fueron recordadas y resarcidas por el franquismo es sencillamente ponerse a la altura de una dictadura sectaria, brutal y edificada sobre la venganza y la mentira. Precisamente porque Franco sólo recordaba a los de «él» la democracia tiene que recordarlos a todos. Es sencillamente odioso el sectarismo «neofranquista» de cierta izquierda paleta e ignorante. Y para mí, dudosamente democrática.
Del prólogo de Rafael Escudero Alday al libro de Francisco Espinosa «Callar al mensajero»:
«Memoria democrática: éste es el concepto que delimita la filosofía y contenido de la ley. La memoria que merece la reconstrucción en un régimen democrático como el actual es la de quienes sufrieron esta forma específica de violencia (se refiere a la franquista of course)…es decir, la memoria de la democracia, la libertad y el antifascismo. La ley rompe deliberada y conscientemente el principio de equidistancia entre dictadura y democracia, fascismo y antifascismo. Para un legislador democrático…la violencia que hay que condenar es la violencia de los que formaron parte del bando de la dictadura, por ser ellos quienes rompieron con el régimen democrático republicano y quienes caracterizaron su labor de gobierno por una continua violación de los más elementales derechos fundamentales…En este sentido, la memoria que hay que recordar es la de los que lucharon en el bando de la democracia, que era el de la legalidad republicana. Un régimen democrático no tiene la obligación de rehabilitar la memoria colectiva de las personas y grupos que lucharon contra ella. Solo cabe hacerlo en el caso de los que lucharon en el bando de la democracia y la libertad, que era el bando de la legalidad preestablecida…Esta es la memoria que encaja en el proceso de recuperación de la memoria histórica que se ha desarrollado en España. Y encaja porque su objetivo político es común: reivindicar la memoria democrática, la de la lucha por la democracia y la libertad.»
Fin de la cita. «Su objetivo político»…La verdad es que se agradece tanta claridad. Esto es lo que significa la recuperación de una, sólo una, de las múltiples memorias históricas de la Guerra Civil para determinada izquierda. Las otras memorias el legislador no tiene la «obligación» de recordarlas. Damnatio memoriae. Ahora otra cita, por fortuna mucho más breve, del filósofo norteamericano Richard Rorty:
«La lucha por el liderazgo político es, en realidad, una lucha por el relato del pasado.»
Me llamó la atención que en las canonizaciones de ayer en Tarragona, el cardenal Amato se refiriese a Luigi Sturzo que, en 1933, escribió un artículo en el diario ‘El Matí’ de Barcelona. En él, entre otras cosas, decía «que las modernas ideología son verdaderas religiones idolátricas, que exigen altares y víctimas, sobre todo víctimas, miles, e incluso millones». Eso sí, después de las denuncias, el purpurado italiano quiso dejar muy claro que, a pesar de ese plan de exterminio programado por la República contra la Iglesia católica, ésta no beatifica a estos mártires en busca de revancha alguna. Porque «la Iglesia, casa del perdón, no busca culpables», concluyó el cardenal Amato, en una homilía que dará mucho que hablar
El problema de fondo es la idiosincrasia irresponsable del español porque yo creo que es algo relacionado con la colectividad nacional. El español, al contrario que el anglosajón, quizás por temas religiosos, no tiene sentido de culpa o rápidamente intenta huir de la conciencia moral y descargar las culpas en el exterior; y pasa en todos los órdenes de la vida, en la relación persona, en la profesión, en lo económico. De hecho a nadie le importa un bledo la moral y la ética, que es lo más importante de la vida. A la gente no le importa ser buena persona, sólo hay que ver sus objetivos declarados en las chorradas encuestas sobre felicidad: «salud, dinero, amor…», las chorradas que los medios nos meten en el cerebelo desde pequeñitos. Si las personas nos preocupáramos de amar y ser buenas personas en vez de la obsesión por «mi salud, mi dinero, mi felicidad, mi amor, mi esto, mi otro, yo, mi, me, conmigo…» ¿cuántos problemas se terminarían de cuajo?
Perdón por la avalancha. Otra novedad editorial de Feliciano Montero, siempre sugerente. Se trata de CATOLICOS Y PATRIOTAS. Iglesia y nación en la Europa de entreguerras, publicado por la editorial Silex, coordinado por Alfonso Botti, Feliciano Montero y Alejandro Quiroga, fruto de un seminario celebrado en la Universidad de Alcala en octubre del 2011.
Las principales aportaciones y novedades del libro son dos:
En primer lugar, sitúa el estudio del nacionalismo católico español en el contexto de la doctrina y orientaciones vaticanas (D. Menozzi) y de otros casos europeos, italiano, portugués y polaco. Y en segundo lugar, en el ámbito español, analiza otros tres nacionalismos católicos emergentes, el catalán, el vasco y el gallego
En algún comentario veo que se establece una relación entre Sturzo y Herrera Oria, con la que estoy en absoluto desacuerdo. Jamás Herrera fue el Luigi Sturzo español. Porque mientras el sacerdote italiano permanecía en el exilio, El Debate no dejaba de alabar a Mussolini, no al fascismo, como fautor de los Acuerdos de Letrán y defensor del orden frente a socialistas y comunistas. No deja de ser significativa la ausencia de relaciones entre Sturzo y Herrera. Como ha señalado el hispanista Alfonso Botti, el sacerdote y político italiano se relacionó con Severino Aznar, Jaime Ruíz Manent, Angel Ossorio y Gallardo, Alfredo Mendizábal, etc; pero no con Herrera Oria. Sturzo colaboró, además, en diarios españoles como El Matí y en revistas como Cruz y Raya; pero no en El Debate.
El martes 16 de septiembre, a las 19:00h, en el espacio UNE de la Librería Científica del CSIC. Madrid, presentación del libro «Entre cirios y garrotes. Política y religión en la España contemporánea, 1808-1936», de Manuel Suárez Cortina.
«Entre cirios y garrotes» no tiene la pretensión de ser una historia de la religiosidad católica o de la Iglesia española. Es un acercamiento a un conjunto de ámbitos temáticos –identidad nacional, catolicismo, laicismos republicanos, heterodoxias y religiosidades alternativas – a través de los cuales se puede conocer el papel de la religión en la vida política española y los distintos y antagónicos modos de concebir esa relación desde la guerra de la independencia hasta la guerra civil de 1936. La época contemporánea conoció un fuerte enfrentamiento entre laicistas y confesionales que expresaba el protagonismo de la Iglesia para caracterizar España como nación y las modalidades de su relación con la sociedad y el Estado. El libro muestra la dificultad de lograr en España la libertad religiosa y los conflictos permanentes en torno al lugar que corresponde a la religión y la Iglesia en la sociedad, cultura y política nacional.
Os queremos informar de la celebración del curso «Los católicos, el franquismo y la oposición (1951-1956)», organizado por el equipo I+D «La Restauración social católica en el primer franquismo», que tendrá lugar en octubre de 2014 en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá de Henares. La historiografía sobre el franquismo definió hace tiempo la divisoria entre el primer y el segundo franquismo en torno a la mitad de los años 1950, relacionándola con la crisis universitaria y política de 1956 y con el fin de la política económica autárquica. También en el caso de la relación de la Iglesia y del catolicismo con el Régimen, en esa misma coyuntura de mediados de los cincuenta, aparecen algunos cambios significativos. Hubo autocríticas pastorales y sociales, en medio del predominio de la mentalidad y del estatus nacional-católico y “colaboracionista” que marcaba el Concordato de 1953.
Pregunta: ¿Hay mas dictadura que la actual mayoría del PP.? ¿Porque hablan de dictadura los herederos del Nacional Catolicismo?. Haría bien el PSOE en luchar por el bien ciudadano en vez de luchar por colocarse personalmente. Solo buscan el beneficio de PSOE, S.A. y de sus directivos.
Además de pecado e inmoral, votar al PP es de una irresponsabilidad de kamikaze. De enfermo con síndrome de Estocolmo, o decididamente de estúpido sin más paliativos.
Esta escombrera en la que han convertido el país, hay que limpiarla, ventilarla y darle una buena mano de pintura de la decencia y «anormalidad». Lo que son capaces de hacer los «seres humanos normales» ya lo conocemos. Votemos por los anormales, seguro que más que éstos no nos podrán defraudar, por más empeño que le pusiesen.
¿Vergonzoso, lo que algunos voten?. Muchos se lo callarían. Bastará con que cada uno quisiera ser responsable de su voto, responsable en su conciencia tal vez sea mucho, cada uno acomoda su conciencia a sus conveniencias, y tampoco hay forma de medir cuánto de moral es cada uno. De todos modos se vota más por sentimientos y prejuicios que en base al razonamiento, y además casi todos. Disculpamos a los nuestros, como excusaríamos siempre a un hijo o un hermano. La acertada línea de la moral es muy difícil.
Hago una llamada a la iglesia para que considere pecado votar a un partido tan corrupto como el PP. La iglesia, como la derecha, son por naturaleza sordas. Habrá excepciones, pero sólo sirven para confirmar la regla. No se le pueden pedir peras al olmo. La ideología política puede ser tan fanática como la fe religiosa. Todo se disculpa si ganan los nuestros. Esto es especialmente cierto cuando se aplica a la derecha hispana, que no reacciona nunca con el cerebro, sino con las vísceras. Por eso es imposible razonar con ellos. No merece la pena ni intentarlo. Es perder el tiempo.
Es inmoral, desde luego. No se trata de la corrupción, ni del control de los medios de comunicación, ni de la manipulación de la justicia. Se trata de que cada voto al neoliberalismo está legitimando la explotación del tercer mundo por parte del primero, y la condena a la pobreza para millones de seres humanos en todos los países. Y son votos emitidos por personas que pueden ser muy éticas en su vida personal, y que incluso muestran un alto grado de compasión hacia los débiles, hasta que llega el momento de analizar las causas de la pobreza y de correr el riesgo de perder su alto nivel de vida. En ese momento miran hacia otro lado para votar según sus propios intereses. ¿Acaso un voto por el interés propio en lugar de por el de la sociedad no es corrupción, y por tanto profundamente inmoral?
Ahora que se sabe a ciencia cierta qué es el PP y las prácticas que ha llevado a cabo durante estos años, votarles resulta inmoral, salvo que dimitiera toda la ejecutiva y se refundara el partido. El voto lo efectuamos personas adultas y con plena consciencia, luego quien decida seguir apoyando esas prácticas es cómplice de las mismas. Normal que en las encuestas oculten su voto. Les da vergüenza admitirlo y prefieren «pecar» en privado.
Iglesia y Estado en la Italia fascista:
http://www.nuevatribuna.es/articulo/cultura—ocio/iglesia-y-estado-italia-fascista/20150825122301119412.html
El fascismo italiano nació revolucionario y anticlerical, pero pronto entró en el redil conservador y se convirtió en el garrote de las viejas élites para liquidar el parlamentarismo liberal y el movimiento obrero. La iglesia católica, institución antiliberal por excelencia, aprovechó bien la coyuntura fascista y recuperó parte de la influencia que había perdido tras la unificación italiana y el fin del poder temporal del Papa. Alberto Moravia decía con gracia que los curas se dejaban crecer la camisa negra hasta los tobillos y la llamaban sotana; en cambio, los fascistas se recortaban la sotana a la altura de la cintura y ya tenían uniforme. Al final, Mussolini acabó colgado por los pies, los Saboya (dinastía liberal y anticlerical en sus orígenes) destronados y la santa mafia tan campante. Con todos los matices que se quieran, las iglesias cristianas apoyaron la aventura fascista, incluso en Alemania, donde eran perseguidas. El miedo al comunismo ateo, el odio al liberalismo democrático y el gusto por el autoritarismo conservador marcaron el camino a seguir por la grey cristiana. Hay ejemplos bochornosos de obispos alemanes apoyando al mesías providencial Adolf Hitler y echando las campanas al vuelo (literalmente) con motivo, por ejemplo, de la invasión nazi de la URSS, el gran enemigo. Por su parte, las iglesias evangélicas se nazificaron hasta tal extremo que los llamados «cristianos alemanes» exigían la supresión del Antiguo Testamento, la purga de cualquier elemento judío de los escritos y la liturgia cristiana, renegar de San Pablo, convertir a Cristo en un revolucionario con camisa parda y considerar al Führer como el enviado de Dios para salvar a la humanidad de las garras del «bolchevismo ateo.» Para esta gente, la nueva fe alemana era el cristianismo «ario» mezclado con el nacionalismo pagano de los nazis. Y en España ya sabemos lo que pasó: la vuelta al Estado-iglesia inquisitorial de los siglos XVI y XVII y el exterminio de cualquier disidencia «antiespañola», fuera política o religiosa. Tenía razón Moravia.
La existencia de Franco y su paso por la historia de la desgraciada y execrable España, no fue un chiste sino una realidad de plagada de crímenes. Claro que una sociedad como la española, aún hoy sin principios, sin ética y sin sentido de la justicia no distingue.
Se reabre la polémica por el homenaje a Mussolini con 20.000 abetos en el monte Giano. En 1939 se plantaron estos árboles formando la palabra «DUX», que se reconoció como patrimonio artístico y monumento natural. Una nevada ha acentuado su visibilidad. Algunos políticos italianos abogan por eliminar los símbolos de la propaganda fascista; otros apuestan por no borrar una parte trágica de la historia del país:
http://www.abc.es/cultura/abci-reabre-polemica-homenaje-mussolini-20000-abetos-monte-giano-201601191900_noticia.html
Puede que la anomalía española sólo sea la interminable y asfixiante influencia de la iglesia católica. Los principales países europeos hace siglos que se liberaron de su yugo mediante revoluciones o transformaciones hacia versiones del cristianismo más tolerantes. Italia también la sufre, incluso actualmente más que España, pero quizás la presencia del Vaticano la hace parecer inevitable a los ojos del mundo. Y España no puede ofrecer, a diferencia de Italia, un arte resplandeciente, pagano, que ha llenado el mundo desde hace siglos y que la propia iglesia allí ha consentido y fomentado. El nuestro casi siempre ha sido oscuro, opresivo, violento, torturado. Y nuestra vida política y social sigue viviendo bajo una evidente tutela moral del catolicismo que pocos se atreven a desafiar abiertamente porque responde a una creencia que se dice mayoritaria aunque no se practique.
¿Nuestros maravillosos monumentos no son un arte resplandeciente? ¿Has entrado alguna vez en esa joya multicolor y resplandeciente que es la catedral de León?
El programa ‘Salvados’ dirigido por Jordi Évole repasó en su edición de este domingo la situación de los ‘esclavos’ del franquismo, presos políticos que trabajaron forzados para el régimen tras la Guerra Civil. El espacio lideró su franja con una audiencia media del 14,3 % y 2.994.000 espectadores.
Me refiero al arte pagano que en España ha sido bárbaramente aniquilado. Cosa que no ocurre en otros países. Por supuesto que León es una joya, eso no cabe duda.
Los herederos del beneficio económico obtenido por aquellos esclavos, son los mismos que hoy te dicen que «hay que olvidar el pasado y no remover las cosas» y que ya está bien de… «dar la matraca con las historias del abuelo». También son los que disfrutan del patrimonio robado a esas familias esclavizadas y explotadas y toda la sociedad desde hace décadas. Lo increíble es que haya descendientes de estos esclavos que les voten, creyéndose el cuento de que no son lo mismo y que han cambiado «y ya tal».
Italia ajusta cuentas con el fascismo. El Gobierno da luz verde a un centro de estudios en el pueblo natal de Mussolini y el Parlamento desclasifica más de 13.000 documentos sobre las masacres de los años 40:
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/03/07/actualidad/1457372447_498385.html
Aceptan a Mussolini con naturalidad, sin la histeria que produce aquí Franco.
Esto ocurre, simplemente, porque Mussolini fue juzgado y fusilado y sus correligionarios pagaron por ello. Con Patxi ocurre todo lo contrario, nunca nadie ha sido ni siquiera acusado de los crímenes que el franquismo cometió. Es más, se inventaron la transición para poder llamarse demócratas de toda la vida y ministros franquistas formaron un partido que hoy en día gobierna en España. Si no lo ves es porque eres uno de esos neofranquista o porque estas ciego. Es indignación lo que produce y no histeria.
Camarada lenin, únicamente una puntualización a tu comentario: a Mussolini no lo juzgó nadie, ni siquiera un «tribunal del pueblo.» El Duce, su amante Claretta Petacci y unos cuantos jerarcas fascistas más fueron asesinados a sangre fría por partisanos comunistas. Luego, trasladaron sus despojos a la plaza Loreto de Milán, donde fueron salvajemente profanados por una turba sedienta de sangre y venganza. Este fue el final del fascismo.
La ultra derecha italiana se queja de la eliminación de símbolos franquistas:
https://aboutbasquecountry.eus/2016/09/18/la-ultraderecha-italiana-se-queja-de-que-los-vascos-eliminen-simbolos-franquistas-en-iruna/
Franco financió al neofascismo. Un libro revela cómo España ayudó al MSI y protegió luego a terroristas italianos
http://www.lavanguardia.com/internacional/20160922/41482952905/franco-financio-neofascismo.html?utm_campaign=botones_sociales&utm_source=twitter&utm_medium=social
HazteOir y un grupo numeroso de estudiantes con banderas LGTBI vivieron momentos de tensión en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid después que los ultracatólicos hayan llevado hasta allí su autobús para protestar por la cancelación de una mesa redonda que tenían previsto celebrar este viernes sobre «libertad de expresión».
¿Quién decía que en España no hay extrema derecha? Además, amparada por algunos gobiernos ppodridos. Como siempre. Qué poco evoluciona alguna gente de este triste país. Y ahora además contando con los votos de los trabajadores que votan al PSOE. De locos.
El suceso no ha llegado a mayores porque el Decano ha estado muy tranquilizador pero a él uno de los del autobús le a roto la camisa y ha intentado darle un cabezazo.
Al portavoz de Hazteoir le acompañaba el portavoz, en España, de la mafiosa y extremista sociedad «El Yunque».
Según el obispado de Madrid «Parece que HazteOir es una organización que está intentando hacerse ver para así poder sacar dinero». No les quieren ni ellos.
Ea, ya están los de «Hazmerreir» con sus chanchullos mediáticos propios del rancio de «La que se avecina». Que alguien le explique a estos trozos de tocino que usar el derecho a libertad de expresión para negar derechos a otros no es un derecho, es otra cosa con un nombre muy feo.
No hay pruebas de que Franco diera la orden de bombardear Guernica, aunque, obviamente, tampoco hay pruebas de lo contrario. Hay «sospechas» y los indicios son interpretables. Sería bueno disponer de algún medio documental o algún testimonio que probara la implicación del dictador en este suceso, pero sospecho que no aparecerán. Tampoco hay pruebas escritas de la influencia de Hitler en la conferencia de WannSee, aunque es obvio que era el impulsor por sus propias declaraciones (ante y post). Que esas faltas de pruebas no se conviertan en revisionismo falsificador de la historia es lo importante. El debate emocional debería estar muerta… hace ya casi 4 generaciones del asunto… Salvo que haya alguien interesado en usarlo política y socialmente, claro está.
Duele tanto la verdad histórica recordada como los intentos de tergiversación de la misma. Y en cuanto a la reconciliación, tiene que pasar por el reconocimiento de la verdad, porque sin el respeto a la verdad y la confesión de la misma, no es posible la reconciliación. Y la historia se les ha vuelto en contra también a los recalcitrantes nacionalistas vascos con el problema de ETA y sus horrores. Mientras no sean capaces de reconocer el horror producido por ellos y pedir perdón por las víctimas, no creo que sea posible una plena reconciliación. Para mí, en el caso de Guernika, puesto que se trata de fe histórica, le creo plenamente a Paul Preston. Franco sabía perfectamente lo que iba a hacer la Legión Cóndor y los mandos italianos y españoles de aviación. Un hecho de tanta importancia no pudo producirse sin la orden expresa del propio Franco. Lo cual le muestra en su verdadera dimensión: frío, malvado y déspota.
Me parece alucinante que una publicación oficial del ministerio de Defensa loara hace menos de diez años el bombardeo de Guernica. Cualquier aficionado a la historia (medianamente informado y con cierto bagaje) siente vergüenza ajena al leer ciertas publicaciones del Min. de Defensa. Si a esas faltas de rigor formal, le sumas el sesgo ideológico de una institución que no pasó por ningún filtro o depuración en la transición, pues… ya sabemos lo que hay.
Franco mintió durante la guerra y dictadura de la autoría pero creo que no lo ordenó. Más bien Hitler ensayó sus tácticas de guerra gratuitamente, lo mismo informando, pero sin pedir permiso más allá de un esto es lo que hay si quieres mi apoyo…Pero es mi impresión claro…Con eso no excuso a Franco… es que lo veo tan inepto. Un bombardeo así sobre Madrid si me lo creo de Franco… porque tácticamente le ayuda más y psicológicamente también.
Guernica fue algo menor en la guerra. Murieron unos pocos. Según los últimos datos no fueron tanto como la propaganda ha dicho. Donde realmente ocurrió una matanza directamente hecha por los fascista fue el ataque a cañonazos de la gente que huía de Málaga a Almería por la carretera costera . Murieron miles de niños, mujeres y ancianos o enfermos, porque los hombres sanos estaban defendiendo Málaga de los fachas. Guernica solo tuvo que un cuadro con su nombre simbolizó la crueldad de todas las guerras. En fin, un poco de Historia para no olvidar.
En el infierno de la carretera costera Málaga-Almería pudieron morir 3000 personas, diez veces más, como poco, de los que murieron en Gernika. Zugazagoitia bautizó esta atrocidad, una de los peores de la guerra, como «calvario de infinitas cruces.» Además, se debe saber que los primeros bombardeos aéreos masivos de la Guerra Civil fueron a partir del otoño de 1936 contra Madrid, coincidiendo con el fracasado intento franquista de tomar la capital. Perecieron al menos 2000 madrileños, sobre todo en el mes de noviembre. Otro dato: el bombardeo más devastador de la contienda lo sufrió Barcelona los días 16, 17 y 18 de marzo de 1938. En tres días la aviación italiana (no la nazi) arrasó el centro de la capital catalana y mató a mil personas o más. Curiosamente, la ciudad española proporcionalmente más destruida durante la contienda fue Oviedo, cercada y bombardeada por las tropas republicanas hasta 1937. Además, Oviedo ya había sufrido tremendas destrucciones en octubre de 1934. En fin, el tableteo obsesivo sobre Gernika se debe, a mi entender, a dos factores: primero, el mito del mural de Picasso, que universalizó el nombre de la villa vasca como símbolo de la brutalidad bélica del siglo XX; segundo, el sempiterno espíritu victimista de los nacionalistas vascos, dispuestos a presentarse siempre como «agredidos inocentes» con un eficiente agitrop. Los datos demuestran que en Euskadi las represiones revolucionaria y franquista fueron sensiblemente más moderadas que en el resto de España. Espinosa Maestre daba un dato que lo explica todo: únicamente en la ciudad de Sevilla murieron asesinadas muchas más personas por los rebeldes que en las tres provincias vascas juntas. Euskadi era una sociedad de derechas, católica a machamartillo, y mucho más desarrollada que el resto de España. En Euskadi los conflictos sociales nunca alcanzaron la virulencia de Extremadura, Andalucía, Cataluña o Asturias. Los nacionalistas vascos eran derechistas, gente de orden, y en general los franquistas les reservaban la cárcel hasta 1943 y no el pelotón de fusilamiento. Franco además necesitaba los cuadros técnicos para el funcionamiento de la industria vasca; no los iba a diezmar. A los jornaleros extremeños y andaluces o a los rojos asturianos sí los podía exterminar en masa; y así lo hizo. Pese a la leyenda abertzale de unos vascos indómitos contra el invasor, la verdad es que los vascos se adaptaron bien a un régimen que tuvo su embrión en la vasquísima Navarra y que encima estaba plagado de apellidos como Goicoechea, Sangróniz, Lizarza, Arrarás, Solchaga, Domínguez Arévalo, Careaga, Castiella, Arrese, Oriol, Valdés Larrañaga, Garicano Goñi, Bilbao, Iturmendi, Lequerica, Elola Olaso, Cotorruelo Sendagorta, Vizcarra Arana etc etc.
«Fuentes federativas aseguran que un tuit de Pablo Iglesias desencadenó el malestar del Ejecutivo».
Si es verdad que por un tuit suyo el Gobierno del PP va a obligar a la Federación a cambiar la camiseta de la selección de fútbol, se confirmaría que estamos gobernados por paranoicos y fanáticos. Ver para creer.
Delitos de odio: el elixir de la nueva Inquisición. Juristas denuncian una «interpretación» de los delitos de odio «absolutamente incompatible con la Constitución» que, además, está siendo utilizada para reprimir a rivales políticos.
Ese aliento desde el ejecutivo que retuerce las hojas del código penal convierte en polvo de estrellas la quintaesencia de la democracia.
Las leyes tal y como están escritas no quieren decir gran cosa, su aplicación depende de la interpretación que la autoridad competente haga de los textos, y esto da risa. Es así que «a-confesional» significa en España que el Estado y la Iglesia -o las sectas que la componen- están unidos, o de lo contrario no se explicaría el donativo de 361 millones de € del ex-presidente Aznar al Opus (algo perfectamente normal para la Justicia) durante su legislatura, del que no existe traza alguna en los medios ni en internet. Yo me enteré en su día de esto gracias a una emisora de radio del sur de Francia. Existen también otros ejemplos como el «despilfarro» de los independentistas catalanes en la campaña del 1-O y el otro despilfarro sobre el que la Justicia no se ha pronunciado, cometido por el ex-presidente Aznar con su lobbying en los EEUU, y que le costó al contribuyente español la suma de 2,3 millones de €. ¡¡Éramos ricos y no lo sabíamos!!
Esto del delito de odio… El Estado está invadiendo terrenos de la religión, como la Iglesia siempre ha querido controlar al Estado.
No se puede castigar el pensamiento, solo los hechos.
Los neonazis han aprovechado la celebración del Día de la República (hoy) para volver a atacar el cementerio republicano
http://www.larioja.com/la-rioja/barranca-vuelve-amanecer-20180414105842-nt.html
Rafa Nadal ha declarado que quiere elecciones. ¿Sabéis cuándo hace las declaraciones sobre la corrupción, el paro, las pensiones, la pérdida de derechos laborales, lo recortes en sanidad y educación, la desigualdad entre hombres y mujeres, y los encarcelados por cantar?
Se te ve el plumero, Rafa.
Matteo Salvini, ¿espantajo populista o déjà vu neofascista?
https://www.eldiario.es/tribunaabierta/Matteo-Salvini-espantajo-populista-neofascista_6_788181188.html
«Cinismo orgulloso». Palabras clave para definir la postura de Salvini ante un problema tan grave como el de los gitanos o el de los refugiados. La extrema derecha está tan envalentonada, que ni siquiera se molesta en hacer un discurso algo más sutil y menos agresivo para «defender sus fronteras», en palabras suyas. Ven que los que piensan como ellos van ganando posiciones en sus respectivos países, y eso les da oxígeno para seguir en su línea y para endurecerla, incluso. Pero lo más triste, y lo más sorprendente, es que se les consienta todo lo que dicen y hacen. ¿Se les tiene miedo? Lo que nos faltaba era que nos impusieran su «reinado del terror» y que la UE acabase sometida a su prepotencia. Si se quieren ir, ya están tardando. Yo no los voy a echar de menos.
«Santo y seña» de los nacionalismos, que confunden la pertenencia del ciudadano a un territorio, que deriva en derechos y deberes, con la apropiación del territorio en nombre de abstractos conceptos comunes a imponer, o a excluir al que no comulga con ellos.
Me sorprende esa incredulidad con la que asiste a la mutación del liberalismo en fascismo.¿Inesperada? Totalmente previsible, no desde el «big crunch» (cuyo detonante fue la bancarrota de Lehman Brothers, no Goldman Sachs, aunque previamente ya habían colapsado en USA los dos mayores gigantes inmobiliarios y la aseguradora AIG ) en el otoño del 2008, sino desde la desregulación de los mercados financieros que posibilitó la creación de una burbuja disparatada. Hablamos de la derogación a mediados de los ’90 por Clinton de la ley Glass-Steagall de 1933, que separaba los bancos comerciales de los bancos de «inversión» para proteger el ahorro privado de los vaivenes de la especulación, hablamos de la disparatada política monetaria seguida durante años y años por el gurú Alan Greenspan, etc. etc. En Europa, el descomunal superávit comercial alemán, acumulado en unos pocos años de UEM inflando burbujas en los países llamados PIGS. Toda esa historia ya se vivió en los años ’20 del S. XX, las burbujas y sus codicias, la explosión de la burbuja y el miedo, el fascismo y sus chivos expiatorios como explicación del colapso y como propuesta de solución.
¿El neofascismo italiano? Una burda mentira, como siempre es el fascismo. Van listos los italianos si creen que hacer censos de gitanos va a resolver la situación de Italia en la división global del trabajo. Se criminaliza a los inmigrantes, pero toda la economía del sur de Italia se basa en la explotación del inmigrante; hace poco eliminaron a un maliense que intentaba hacer labor sindical, con un fusil de mira telescópica, estilo El Chacal. ¿Que les van a expulsar? Sí, como van a expulsar a los inmigrantes del mar de plástico en Almería, que van a ir los españoles a trabajar allí en las condiciones que yo he presenciado y por sueldos de miseria.
Condenados por masones, homosexuales o activistas: el Gobierno aborda la ingente tarea de anular sentencias franquistas
https://www.eldiario.es/sociedad/Anulacion-sentencias-franquistas_0_792321365.html
No creo que sea tan complicado establecer la nulidad de los juicios de los tribunales franquistas, como no lo será enumerar los tribunales, civiles o militares, que actuaron en el periodo concreto y anular todas las condenas de esos tribunales que tuvieran que ver con la represión política, social o militar. No creo que sea necesario enumerarlas todas.
El filósofo francés Bernard-Henri Lévy protagoniza la obra ‘Looking for Europe’, en la que interpreta su propio papel: un intelectual consternado por la amenaza populista: “El fascismo está arraigado en cada uno de nosotros”
https://elpais.com/cultura/2019/01/29/actualidad/1548784156_786812.html?fbclid=IwAR37Itq1FAF5r9cF-FwqGqzBEWF9-BtASXgTIndsn0b9z11yoy38IwdjQjw
Hay quien ya está dando por perdido el globalismo del que se sentían tan seguros triunfadores y dan por bueno salvar in extremis el europeísmo. Es tan democrático defender el globalismo como la soberanía nacional cuando realmente son los ciudadanos los que determinan en libertad que esa debe ser la deriva porque así lo desean. Lo que nunca será democrático es que sean unas élites las que establezcan en sus reuniones «secretas» unas hojas de ruta por las cuales se le lavará el cerebro a la población (con zanahoria, con fustazo o con miedo) para inculcarles unas ideas u otras según la conveniencia de la élite en cuestión. Cuando se produce una guerra de élites se produce confusión y, a veces, guerra real. A unos les interesan unas tendencias y a otros les interesan otras. Pero eso es timocracia más que democracia. La democracia surge de la voluntad individual de cada ciudadano formando sus ideas en libertad. Y si de esa democracia surge el globalismo durante un tiempo, pues bienvenido sea. Y si surge el europeísmo, pues bienvenido sea. Pero si surge la soberanía nacional, bienvenida sea también.
El fascismo se apodera de los humanos porque hemos sido educados en la ley del más fuerte. En la escuela nos enseñaron a competir para ser los más y los mejores, en vez de hacernos comprender que la vida es efímera y misteriosa, siendo la prioridad el conseguir que todos los seres vivos sean felices y nuestra especie pueda disfrutar de un nivel económico aceptable, para después estimular el deseo de adquirir conocimiento en todos los campos «también en el transcendente». Pienso que la humanidad acabará dándose cuenta y olvidará los populismos obsoletos. Espero que la era cuántica muestre posibilidades insospechadas y nuestra conciencia pueda ampliarse y contemplar la existencia con un prisma diferente.
Esto de subirse al púlpito para decir necedades es muy de los intelectuales egocéntricos, todavía más si son franceses. Quieren hacer de sí mismos el centro de todas las miradas, como si fueran los ídolos de la tribu a los que hay que adorar. Pero ya el canciller Bacon nos ayudó a desconfiar de los ídolos de la tribu que encubren tergiversaciones o mentiras. El alarmismo para vender butacas de teatro no sirve de nada, excepto para el bolsillo del intelectual convertido en espectáculo de varietés, con o sin música. Venir a estas alturas con el No Pasarán para intentar vender un producto tan mezquino como Macron es de risa. Mezclar a los chinos con Vox para tocar a rebato sobre una tremebunda amenaza “fascista” que se cierne sobre la desventurada Europa es una payasada. Creer que el populismo es fascismo sin más o una horda desatada de energúmenos es puro conservadurismo elitista atemorizado por la movilización popular. En realidad, es el paternalismo de siempre: la gente es tonta y se deja engañar; ergo la gente no debería meterse en política, dejando los asuntos públicos en manos de los expertos, que según parece nunca se equivocan. Precisamente, los errores de quienes nunca se equivocan han abierto el camino a los demagogos que ahora tanto proliferan. Además, cada fenómeno obedece a causas distintas y específicas, y Erdogan es una cosa, Trump otra, Maduro otra y Abascal lo mismo. Ponerle a todo la misma etiqueta de amenaza “contra la libertad” es inútil. Quizá los que tanto se llenan la bocaza hablando de “libertad” no entienden que libertad no es más que una palabreja vacía para la gente que lo pasa mal o está comprensiblemente rabiada. Atiendan a las causas y dejen de lamentarse por las consecuencias.
Llaman fascismo a cualquier cosa por no reconocer que el marxismo luterano, esa ideología alemana cada vez más imperialista y nihilista desde Federico II, es una patología social que ha causado más de 100 millones de muertos en el Continente europeo en el siglo XX. No quieren reconocer que el antídoto natural contra el luteranismo nihilista es precisamente el catolicismo. Si el fascismo es cualquier cosa y está dentro de nosotros, no es nada (pecado original que nos lleva a mas puritanismo luterano), pero si es algo concreto, nuestra obligación es denunciarlo y reconocer que el paradigma católico es el mejor antídoto contra la herejía.
El fraude de Stanley G. Payne
https://badajozylaguerraincivil.blogspot.com/2018/01/el-fraude-de-stanley-g-payne.html?m=1&fbclid=IwAR2TYqbl-WKcpJQhqQB0VpZsfVoVoEB0bq8Jzx0dKZ_ma1P7KVE8C0f_syY
Una conspiración precoz en el 36 entre Mussolini y los monárquicos
El historiador Ángel Viñas desvela en su nuevo libro los planes violentos de los partidarios de la restauración monárquica contra la República
https://elpais.com/cultura/2019/04/08/actualidad/1554746996_991740.html?fbclid=IwAR0XfRlMdxkr4tqb1IkYl1ii_THldzqejjYzQN0S3Tkyrk6pxK3iNB-wq3w
La vocación por la política de la estirpe del dictador Mussolini no deja de ser llamativa. Rachele, hermana de Alessandra, fue elegida consejera en el Ayuntamiento de Roma en las listas del ultraderechista Hermanos de Italia (claro heredero del post-fascista Movimiento Social Italiano), la misma formación por la que se presenta a las elecciones europeas el bisnieto del Duce, que luce el rimbombante nombre de Caio Giulio Cesare Mussolini. Este oficial de la Marina insiste en que su tristemente célebre antepasado cometió errores, pero también hizo cosas buenas. Sus grandes líneas ideológicas se resumen en dos inmutables proclamas: no le gustan los inmigrantes y detesta los matrimonios del mismo sexo. De conseguir un escaño en el Parlamento Europeo no tardará en encontrar correligionarios: entre ellos, el español Jorge Buxadé, excandidato de Falange y ahora cabeza de lista de Vox.
Los Mussolini son una saga muy peculiar. Uno de los hijos del Duce, Romano Mussolini, fue un reconocido músico de jazz. Ya se sabe la opinión que Hitler y los nazis tenían del jazz: una conspiración negro-judía para destruir la «alta cultura» aria y la música tradicional con sus cacofonías «selváticas» del asfalto neoyorquino, la Babilonia corrupta. En términos intelectuales, el fascismo italiano fue muy superior al nazismo, y tenía además un entronque con la modernidad cultural frente a las posiciones absolutamente reaccionarias de los nazis en este campo.
Los católicos que se rebelaron contra Franco: ni la Guerra Civil fue una cruzada ni el golpe lícito
https://www.elespanol.com/cultura/historia/20200602/catolicos-rebelaron-franco-guerra-civil-cruzada-licito/494451561_0.html?fbclid=IwAR26ao05HaeZQLlD6lWQEeDvEBQtLL0TOx4jmZkFm5pzGJp0aYzds2sVSuk
Periodista, miliciana sin armas y propagandista: la voz inédita de Sofía Blasco, la ‘madrecita’ republicana
https://www.publico.es/culturas/periodista-miliciana-armas-propagandista-voz-inedita-sofia-blasco-madrecita-republicana.html
En una cultura aplastantemente católica como era la española de los años 30, hasta los republicanos convertían a sus heroínas en símbolos religiosos impregnados de espíritu cristiano: la madrecita, la pasionaria etc. Es muy interesante, porque demuestra que la religiosidad, aunque invertida, seguía presente en el campo de los anticlericales más implacables. El rechazo anticlerical estaba empapado de elementos soteriológicos y martiriales que venían directamente de la cultura católica, con su énfasis en la madre sufriente, la piedad, la dolorosa. En cuanto a los católicos republicanos, los hubo, y bastantes más de lo que se piensa. Hay que tener en cuenta que la inmensa mayoría de los republicanos estaban bautizados y en ese sentido eran tan católicos como los franquistas; cuestión distinta es que rechazaran, hasta llegar a la violencia más extrema en algunos casos, la influencia política y social de la institución eclesiástica, de la iglesia católica como organización temporal, de los curas como agentes políticos y no tanto como pastores religiosos. Pero, que se sepa, hasta Manuel Azaña estaba bautizado, se casó en 1930 por la iglesia y poco antes de morir en el exilio y acosado por los franquistas conversó con el obispo católico de Montauban.
Así es. Un comando franquista, a las órdenes de José Félix de Lequerica, embajador del dictador en Francia, y tristemente famoso por la persecución implacable a la que sometió a los exiliados de la guerra española (deportó a Max Aub a Argelia, encarceló a Federica Montseny en Dordoña y se ocupó de la detención de Lluís Companys y otros dirigentes republicanos, entregados a la dictadura franquista) tenía organizado su secuestro y traslado a España para el día 1 de noviembre.
Ese mismo día Azaña entró en coma y a las doce menos cuarto de la noche del 3 de noviembre de 1940 fallecía. El entierro tuvo lugar el día 5. Sus restos fueron depositados en el cementerio de Montauban. El general Pétain, colaborador nazi, prohibió el cortejo fúnebre, así como que se le enterrara con honores de Jefe de Estado y que la bandera republicana cubriera el féretro, instando a que le colocaran en su lugar la “rojigualda”.
Sí Peru. Gracias a los buenos oficios de México (y a la muerte) seguramente Azaña se libró de ser atrapado por los fascistas, extraditado a España y asesinado. A su cuñado, el director teatral Cipriano Rivas Cherif, los detuvieron los petainistas y lo facturaron para España; pasó unos años en la cárcel, pero salvó su vida y pudo exiliarse finalmente en México. Companys, Peiró o Zugazagoitia fueron ejecutados. Max Aub terminó en Djelfa, un infernal campo de trabajo en Argelia; logró llegar a México en 1942, tras mil aventuras. Los franquistas perseguían a sus adversarios por tierra, mar y aire. Ya lo había anunciado nada más empezar la guerra el psicópata general Queipo de Llano: no se crean los rojos que se librarán de nosotros; y si están muertos, los sacaremos de la tierra y los volveremos a matar. Toda una advertencia que se haría trágicamente real. En la persecución de los rojos exiliados en Francia se aplicó efectivamente el bilbaíno Lequerica, el «embajador de la Gestapo», como le llamaban, ya que gustaba de almorzar habitualmente con el jefe de la Gestapo en Francia. El policía franquista que dirigía los comandos franquistas en la Francia ocupada se apellidaba, muy convenientemente, Urraca. El señor Pedro Urraca Rendueles vino al mundo en Valladolid un feliz día de 1904 y no se murió hasta 1989 en Madrid. A este sujeto le condenaron a muerte en Francia por colaborador de la Gestapo, pero para después de 1945 la urraca había volado y estaba en España, en donde llegaría a ser comisario. Un gran español, sin duda, este Urraca, digno de figurar en el pabellón de los hombres ilustres patrios al lado de Queipo, Yagüe o el Sacamantecas. Con un cagadero adyacente para poder defecar encima de sus restos mortales.
Los católicos, apostólicos y romanos franquistas perseguían con saña neroniana a los derrotados rojos; si podían, los mandaban al patíbulo o a la cárcel. No se conformaban con su exilio; los querían preferentemente muertos y enterrados. Sin embargo, se preocupaban mucho de su destino de ultratumba. A los rojos se los fusilaba, pero era para que fueran al cielo por la vía rápida. De hecho, los píos franquistas se inventaban grotescas conversiones de última hora por parte de los liberales desmochados, que de esta forma abjuraban de sus «errores» y escarmentaban toda una vida alejados de la única fe verdadera, la de Franco. Con este fraude, se trataba de desautorizar toda una trayectoria intelectual, política o las dos cosas. Estas conversiones al límite de la muerte se inventaron con Azaña, Indalecio Prieto y Ortega, entre otros. Todo mentira. El anciano Pío Baroja les dio un corte de mangas y exigió ser enterrado en el cementerio civil de Madrid. En fin, todo repugnante.
Este trozo del calendario no es muy propicio para los Borbones. Si el abuelo de Juan Carlos encontró su desgracia en unas elecciones celebradas el 12 de abril de 1931, el campechano se dio de bruces con su funesto destino el 13 de abril de 2012. Y lo de darse de bruces fue casi literal. Fue esa la madrugada en la que se pegó un costalazo de aúpa cuando iba camino del baño desde el bungalow que ocupaba en el delta de Okavango (Botsuana), donde había ido a cazar un elefante en compañía de su amante de entonces, la en aquel momento desconocida y hoy archifamosa Corinna zu Sayn-Wittgenstein. La ya muy trajinada cadera del en esos días septuagenario -no era la primera vez que besaba el suelo- se hizo fosfatina. No quedaba más remedio que repatriarlo y llevarlo inmediatamente a un hospital. La faena para el protagonista de la caída es que prácticamente nadie, empezando por su esposa, la reina Sofía, sabía que el tipo estaba allí.
Otra cosa es que se sospechara sobre su desaparición, pues tres días antes, su nieto Froilán, otro que tal baila, se había pegado un tiro en el pie y él no había hecho acto de presencia en la clínica, lagarto, lagarto. Así que ahora se iba a descubrir todo el pastel, por más que los agentes Anacleto que lo acompañaban en su canita al aire intentaran disimular el marronazo embarcándolo en un jet mediano con el nombre de José García Gómez. Alguien se fue de la lengua y tardamos muy poco en saber que el titular de la corona se había hecho una avería en un viaje de extranjis. La puntilla fue la difusión de una fotografía del individuo ataviado de Coronel Tapioca junto a un chulazo rubio (el menda de la agencia de matarifes) posando delante del cadáver de un pobre paquidermo.
En el siguiente capítulo del psicodrama vimos al Borbón mayor arrastrándose con la ayuda de unas muletas y farfullando ante las cámaras unas palabras que han quedado para la historia y para infinidad de memes: «Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir». Lo cierto es que volvió a ocurrir. Quizá no de un modo tan escandaloso, pero sí lo suficiente como para que quedara claro que ese hombre, el supuesto mago de la sacrosanta transición española, se había convertido en un peligro para la pervivencia del régimen. Más, con todos los pufos económicos a punto de reventar. La solución fue obligarlo a abdicar. Y un rato después, despacharlo a Abu Dabi. Allí continúa y tiene toda la pinta de que allí exhalará su último suspiro.
Tampoco es para sorprenderse lo que ha ocurrido este domingo en Italia. La cabra ha vuelto a tirar al monte en una sociedad penetrada hasta la médula por unos medios de comunicación situados muy mayoritariamente a la derecha. No hace tantos años del último mandato de un ultra impresentable como Berlusconi y todavía menos de que el trumpista, xenófobo y euroescéptico Salvini ocupara la vicepresidencia del gobierno y su ministerio del Interior. Hace falta una buena lupa, casi un microscopio, para apreciar la distancia ideológica de esos dos sujetos con la postfascista Meloni por la que el electorado italiano acaba de apostar mayoritariamente en las elecciones de anteayer. De hecho, van a ser sus compañeros de cama en el próximo gobierno.
La política interna de ese país es lo suficientemente complicada como para intentar entender todos los factores que han hecho posible el triunfo de la líder de Hermanos de Italia y su lema “Dios, patria, familia”. ¿A nadie le recuerda nada? Para lo que nos puede interesar, parece que no es ajeno a este hecho el hartazgo de buena parte de la población con las eternas querellas entre los miembros de la clase política tradicional y su necesidad de buscar líderes nuevos con otros estilos y discursos diferentes a los viejos clichés y la palabrería plana mil veces gastada.
Paradójicamente, en esta ocasión, la novedad para muchos y muchas ha resultado ser el espectro millennial y travestido de Benito Mussolini. En todo caso, un nuevo revés europeo para una izquierda, desde la socialdemocracia al anticapitalismo, cada vez más perdida en su laberinto. Pero tranquilos, para estas horas algún listo en Roma habrá decretado ya la consabida alerta antifascista. La UE tiembla. Abascal y Putin, contentos. Pronto veremos si tenemos que poner nuestras barbas a remojar aquí también.
Tras estos resultados, el posfascismo de Meloni gobernará uno de los países fundadores de la UE, con la inestimable ayuda de las derechas en forma de blanqueamiento y que ahora, superadas por la opción más radical, quedan a merced de la agenda ultra en asuntos como inmigración, feminismo, derechos de las minorías, etc. La preocupación y la inquietud de Bruselas son obvias. La ultraderecha se está haciendo fuerte en todo el continente, amenazando el propio proyecto europeo desde sus cimientos. Los mensajes moderados, de tranquilidad, responsabilidad y estabilidad lanzados por Meloni no son creíbles. Frenar a la ultraderecha y el neofascismo con alternativas sólidas, reales, eficaces en lo social y lo económico y de progreso es ya la urgente obligación moral de los demócratas.
“Soy alcohólico, soy drogadicto, soy homosexual, soy un genio”, se bautizó Truman Capote. El lema heráldico traspasó fronteras y, sin embargo, al menos la mitad resultó ser mentira verdadera. Según confesó a Lawrence Grobel, aunque durante una época sucumbió al trago y las pastillas, “de ningún modo soy alcohólico ni drogadicto”. Así crecen los mitos. La triunfadora Meloni también anda por ahí aireando su ego, y para elevarse no ha necesitado trampear la biografía, esa vida suya tan extravagante: “¡Soy Giorgia, soy mujer, soy madre, soy italiana, soy cristiana!”. Enhorabuena.
Un día pedí un vino en Madrid y el camarero estudiaba filosofía: “¿El señor lo desea blanco, tinto o le es aleatorio?”. A Giorgia Meloni nada de sí misma le es aleatorio, fortuito, casual, y sin reparo podría ideologizar su pelo –¡soy rubia!– y su equipo –¡soy de la Roma!–. Ni siquiera ha desaprovechado la inaudita circunstancia de, siendo mujer y madre, italiana y cristiana, tener un par de pechos, sin duda fruto de una decisión divina tomada al conocer su apellido. Tras enseñar las tetas cubriéndolas con melones, capaz la veo de subrayar su blancura pintándose de negro.
Es el signo de los tiempos. Ya no importan el sudor marxista de lo que haces ni el valor burgués de lo que posees, sino aquello tan de abolengo, nobleza y alcurnia, de ser lo que eres y encima victimizarte. “¡Eso no me lo pueden quitar!”, ha concluido agónica y retadora aludiendo a su identidad. Como es sabido, en Italia se prohíbe ser Giorgia, mujer, madre, cristiana y hasta italiana. Y la pizza es ya manjar clandestino, entre Santo Grial y nécora furtiva.
La historia no se repite, pero a veces pareciera que se calca. Lo que ha ocurrido en Italia puede pasar en España de la mano de Vox, un partido al que el PP de Núñez Feijóo, que por cierto se ha puesto de perfil ante el resultado de Meloni, necesitará para gobernar.
Cuando un gobierno que se dice progresista hace políticas de derechas, provoca que el electorado de izquierda se abstenga. La abstención beneficia a la derecha. Si los medios no son capaces de llamar fascismo al fascismo, no sólo se banaliza sino que se blanquea. Cuando desde el entorno del PSOE se intenta minar a Podemos, los fascistas se frotan las manos. Y cuando se compara a Pablo Iglesias con la fascista Olona también se banaliza el fascismo.
Me preocupan especialmente 2 cosas con este nuevo gobierno en Italia, son una política extremadamente dura respecto a la inmigración y la dificultad que se va a tener para practicar una interrupción voluntaria de embarazo.
Después de haber visto el C dans l’air de ayer en el canal 5 francés, parece que lo más cercano a Meloni es el partido PiS (ley y justicia) polaco. La izquierda en Europa tenemos un problema muy serio pero no creo que repitiendo las palabras fascismo y ultraderecha vamos avanzar un centímetro, al contrario vamos a aburrir a las moscas.
En un pequeño reportaje del programa C dans l’air me impresionó 2 mujeres viejas y pobres que hace tiempo votaban comunista y ahora habían votado Meloni «porque es la única opción que nunca hemos probado y porque ha prometido subir nuestras pensiones de 300 euros hasta los mil euros mensuales» decían.