No sé cómo se enseñará a los actuales alumnos de Bachillerato la reciente historia de España. En mi época simplemente no se explicaba. Nunca se llegaba. Todo lo más llegábamos al siglo XIX en que se nos exponía linealmente todos los pronunciamientos y revoluciones, períodos conservadores, liberales, progresistas, constituciones, guerras carlistas, alternancias… Como mucho, la 1ª República. No era casual. Era como un intento de meternos en la cabeza que la Historia de nuestro país era muy complicada y liosa y no valía la pena seguir invirtiendo tiempo y paciencia en intentar comprenderla. De paso, se indultaba el nada glorioso siglo XX cuyo estudio serio y riguroso solo podría deprimirnos por las inmensas tragaderas demostradas por el heroico pueblo español para con unos poderes formales y fácticos que siguen presentes hoy. Casi mejor. No era exhibible.
Intuyo que el relato pedagógico será el mismo cuento que nos han contado tantas veces que ya es casi versión oficial: Franco, encarnación del Régimen nacido de la Guerra civil y que finalmente se tecnificó y dulcificó en su última etapa, se murió en Noviembre de 1975. Y ante ello un Rey, que no se sabe de dónde salió, nombró Presidente del Gobierno a Suárez, siempre bien tratado, para que dirigiera una operación de transición a la democracia. Que se inició con una votación de las Cortes franquistas y concluyó con la redacción de una Constitución que instauró una monarquía parlamentaria. Con ello se puso fin al franquismo, salvo en todo caso el oprobioso incidente del 28F, que fue un fracaso. Y colorín, colorado… España se integró en Europa y se constituyó en una democracia avanzada en la que finalmente PP y PSOE se alternaban en el Gobierno. ¡Somos un modelo universal y exportable de transición desde un régimen autoritario a un régimen democrático!
Demasiado simple ¿no? Es la teoría del azucarillo que se disolvió en el vaso de agua y que cuando se pone en cuestión se rebate con el argumento de que el paso del tiempo todo lo mata. Olvidando que la muerte sólo afecta a lo biológico pero no a los intereses, las ideas, las visiones cosmológicas que se transmiten a lo largo del tiempo más allá de los hombres e incluso las generaciones. Lo que los filósofos marxistas denominan la reproducción de las condiciones históricas.
Esa versión lineal, ahistórica y acrítica resulta de todo punto insostenible:
Y todo mentira. El franquismo nunca se dulcificó. Casi agónico el Dictador aún firmaba penas de muerte. Las cinco últimas a fines de Septiembre de 2015.
El supuesto principio del fin del franquismo ha de situarse en fecha anterior a la muerte del Dictador. Cuando Mr. Kissinger advirtió que el apoyo americano al Régimen era improrrogable y no se aventurarían con sucesores “mortis causa” como Carrero o cualquier otro. Que de algún modo la cosa había durado demasiado, incluso para ellos. El “hasta aquí hemos llegado” implicaba como contrapartida el compromiso de apoyo desde fuera y desde dentro a un cambio controlado, que no comprometiera sus intereses.
Tampoco el Rey Juan Carlos o Adolfo Suárez eran el fin del franquismo. Uno y otro estaban marcados por la Historia con el franquismo en virtud de haber juramentado ambos las Leyes Fundamentales del Glorioso Movimiento Nacional y la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado que consagraba, a expensas de Don Juan de Borbón, la reinstauración monárquica. Más el Rey como depositario de la legitimidad histórica derivada de la victoria en la guerra civil que le convertía en cabeza del aparato estatal franquista (Ejército, Partido único, Sindicatos únicos, Aparato judicial, Administraciones publicas…). Propiamente, ambos eran las secuelas.
El diseño de la operación era bastante elemental. Un partido rector, la UCD, auténtico puzzle de partidos de derecha reformista, centro derecha y centro izquierda, financiado entre otros por los saudíes merced a la intercesión del Rey. Un partido anclado en el franquismo, residual, la Alianza Popular de Fraga y sus siete magníficos, que votaría finalmente que no a la Constitución, financiado fundamentalmente por el gran capital nacional salvo la oligarquía financiera que financiaba a todos, pero no por igual. Y un partido legitimador, el PSOE que tras romper con el sector histórico y expulsar a los “militant”, era una tábula rasa, una estructura a rellenar a partir de la dirección de un joven Felipe González menos adherido a los principios, dispuesto a deshacerse de cualquiera de ellos, que a los finales. Y a aprender rápidamente lo que fuera menester. Con la impagable financiación de la Fundación Friedrich Ebert fundamentalmente aportada por dos ultraderechistas alemanes (Friedrich Karl Flick, hijo de un nazi criminal de guerra condenado en el Tribunal de Nüremberg, cuya fortuna provenía del espolio nazi, y Eberhard von Brauchistch,, hijo del general nazi que fue Jefe del Estado Mayor de Hitler).
El pacto en su diseño era un pacto radicalmente anticomunista en sus componentes internacionales y nacionales. Antidemocrático y excluyente de todas aquellas fuerzas políticas que el estatus quo consideraba inconvenientes.
Pero algo, determinante, no funcionó y hubo que cambiar el guión. El asesinato y la movilización para el entierro de los Abogados de Atocha (26 de Enero de 1977) y la legalización del Partido Comunista de España (9 de Abril de 1977), que Fraga Iribarne llega a calificar como Golpe de Estado, dan lugar a que se desencadenen las sinergias que desembocarán en el Golpe de Estado de 28 de Febrero de 1981. Se inicia la destrucción de la UCD, desde fuera y desde dentro, y la caza de Adolfo Suárez, quien a estas alturas se había creído el papel de redentor en un viaje ideológico hacia adelante, hacia el futuro. En este proceso se implican AP, el PSOE, la cúpula militar, el propio Rey y sectores de la UCD. En ese contexto golpista y de resistencia a la dimisión de Adolfo Suárez, el Golpe del 23F es el empujón final que le coloca en la puerta de salida. Tras él hay datos de que, al parecer, latía la idea no suficientemente madurada de un Gobierno de concentración con el General Armada en la Presidencia, Felipe González en la Vicepresidencia y Fraga Iribarne en el Ministerio del Interior. La solución final, el triunfo real del Golpe, es la dimisión del Gobierno y la convocatoria de elecciones que facilita el acceso electoral al Gobierno del PSOE por primera vez, en 1982. De este modo el Pacto inicial se deshace de Suárez y la UCD y postula una nueva alternancia en el Gobierno de PSOE y AP que, por razones de cosmética, cambia su nombre por el de PP.
A estas alturas el PSOE aún despertaba pocas sospechas y concitaba esperanzas. Felipe, en su recorrido hacia atrás, hacia el pasado al revés que Suárez, se había deshecho del marxismo, de la política de no entrada en la OTAN, había participado en los Pactos de La Moncloa de 1977, contribuido a la destrucción de la UCD y al derribo de Adolfo Suárez por todos los medios y haberse postulado para el referido Gobierno de concentración, etc. Ya sólo le quedaba por dar algunos, pocos, pasos para demostrar que se había convertido en el deseado “hombre de Estado” que podía gobernar el país: meter, no impedir o no enterarse de que su partido chapoteaba en la corrupción (en la que por otra parte estaba desde el inicio) y desarrollar, no impedir o no enterarse de la continuación de las políticas de “terrorismo de Estado”.
En todo este proceso hay efectivamente la proclamación de unos derechos y libertades fundamentales y el establecimiento de un marco constitucional que permiten hablar de un marco de democracia formal. Pero no es menos cierto que hay una conservación absoluta, inalterada de los poderes de hecho, de las ideas y los valores que soportaron el franquismo en un marco material al que el PSOE se había incorporado plenamente. Y del que sólo ha escapado real y efectivamente con Pedro Sánchez. Ese es el mérito de Pablo Iglesias y los suyos y la causa del odio sistémico que desde el sistema le profesan. Haber resituado al PSOE.
Hablar de nostalgia franquista es tanto como ignorar que el franquismo nunca se ha ido, que vive entre nosotros y que se encarna en millares de “franquitos” que unos golpean cacerolas y otros non, como los pimientos de Padrón.
Sí hay algo que últimamente me llama la atención y no quiero dejar de subrayar. La curiosa mistificación de las dos corrientes ideológicas más importantes del franquismo e históricamente antagónicas: la falangista, más laica-republicana-activista-violenta, y la tecnócrata más dada al estudio-meapilas-indiferente-sibilina. El híbrido falango-opusdeísta, al que responden personajes como Diego Pérez de los Cobos o el ex ministro Jorge Fernández Díaz. Nacionalcatolicismo para dar y tomar. Es de esperar que estas hibridaciones, como las mulas manchegas, resulten estériles [Antonio Seoane].
En estos días de distanciamiento social parecen solaparse la pandemia del covid 19, que está exigiendo el esfuerzo del Gobierno y de toda la sociedad para atajar un mal generalizado de origen sanitario y con consecuencias sociales y económicas nunca antes conocidas, con maniobras pregolpistas o preparatorias de un golpe de Estado. La oposición absoluta y radical de PP-VOX a colaborar en la resolución de tan graves problemas, incluida la adopción de las prórrogas del estado de alarma y de medidas de confinamiento y desescalada, y la asunción de una oposición de principio cuya única finalidad es el desgaste del Gobierno y la convocatoria de elecciones en el 2021, es algo que carece de parangón en nuestro contexto europeo. Olvídense de que convocatoria de elecciones y golpe de Estado sean conceptos antitéticos, para lo que bastaría recordar que el ascenso nazi se produjo en las elecciones de 1930 en que el NSPD consiguió alzarse con el segundo lugar con un 19% de los votos, tras el SPD. Merced a su entendimiento con los conservadores (que aquí parece garantizado no sólo porque comparten o se apoyan en Gobiernos territoriales y municipales, objetivos y usan el mismo lenguaje sino porque son hijos de la misma madre).
Cuando la oposición no se limita a políticas negativas de no colaboración que empujan al Gobierno a pactos que luego censuran como extravagantes, sino que está practicando políticas activas como la convocatoria o el apoyo a manifestaciones públicas en un momento que resulta difícil entender que sea el más apropiado, la crítica inoportuna en estos momentos o el llamado sabotaje judicial (inflar a querellas, ya son cuarenta y cinco, a quienes gestionan la crisis y carecen de tiempo hasta para defenderse, sembrando inquietud y hastío e intentando provocar el error a sabiendas que los errores en la lucha contra la pandemia no son cifras en un balance económico, que también, sino vidas).
PP y VOX están compitiendo en abordar las distintas áreas que han de integrar una estrategia golpista según los más elementales manuales de la técnica del golpe de Estado:
-La apropiación de los símbolos comunes
-La asunción de facto de una representación general que no les corresponde en proporción a sus resultados electorales
-La representación política en las instituciones elegibles para utilizarlas como altavoz,
-La apropiación o alineación de medios para la creación de opinión pública y fomentar el descrédito del gobierno (incluida granjas de bots y fakes en internet),
-La creación de un aparato de propaganda para difusión de sus consignas, confrontar y difamar a los demás agentes políticos,
-El establecimiento de lazos y conexiones fluidas y sólidas con el poder económico y la Iglesia,
-La infiltración y manipulación de los poderes e instituciones del Estado, y el Ejército, las Fuerzas de Seguridad del Estado y los servicios secretos,
-El establecimiento de redes de financiación y apoyo internacional,
-La toma de la calle,
-La creación de fuerzas de choque,
-El ejercicio de la violencia,
-Los actos de provocación incluso violenta para imputarlos a sus adversarios…
Calor + mascarilla = me quedo en casa y no hago gasto.
Solo ayer en EEUU murieron 1.400 personas por Covid-19, y estamos a finales de julio, no en febrero o marzo que es cuando la gripe tiene más afección. Si seguimos la tendencia, los números son devastadores, y eso que se toman medidas. Si en noviembre seguimos sin novedades respecto a una vacuna tendremos un invierno movido. La incredulidad ante la lógica de la evidencia empírica que muestran algunos es preocupante. ¿Cuántos tienen que morir para tomarse esto en serio?
La gran suerte de España en esta pandemia es que el rey visita las zonas afectadas para dejarlas exactamente igual de cómo estaban antes de su vista; de manera que nada aporta en ningún lugar. Un florero de vacaciones.
Hay que aprender a convivir con este virus.
Hay que tomar mesuras de protección, pero la gente tiene que ir a trabajar, comprar y gastar.
El trabajo que se esta destruyendo va a tardar años en recuperarse.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, que el año pasado confesó echar de menos los atascos nocturnos, ha soltado una nueva ocurrencia. Isabel Díaz Ayuso anunció este martes su intención de instaurar una cartilla covid-19 que identifique a los ciudadanos que hayan superado esta enfermedad para que puedan «seguir su vida normal». Un planteamiento que rechaza la comunidad científica por múltiples razones. En primer lugar, porque no está nada clara la inmunidad que genera el coronavirus, ni cuánto tiempo duran los anticuerpos, además de que no está descartado que quienes hayan sufrido este virus puedan reinfectarse. La ocurrencia de la dirigente del PP tampoco tiene en cuenta que las pruebas no son fiables al 100%, por lo que repartiría este pasaporte serológico a gente que podría ser contagiosa. Y, al margen de los problemas legales que esto conlleva, supondría un incentivo para que personas sanas buscaran intencionadamente la infección bajo el pretexto de que después serían libres para hacer lo que les dé la gana. Todo un despropósito made in Ayuso.
Díaz Ayuso: «No descarto que en el futuro saber tu inmunidad sea necesario para el empleo». La presidenta madrileña defendió su idea de la ‘cartilla Covid’ en una entrevista en la COPE. De momento es un proyecto piloto de la Consejería de Sanidad.
Isabelita, rica, para eso habrá que cambiar antes la Constitución, ¿no? Bien que os hartásteis de decir que no se podía discriminar a nadie por tener SIDA. Y ahora resulta que discriminar a los que tienen coronavirus es guay.
A mí me resulta simpática la postura infantil de tantos izquierdistas que se ponen furiosos cuando la gente sencillamente no les vota. A ellos, que tienen la superioridad moral por decreto divino. Pero no tienen votos. Hay una democracia, se presentan candidatos y partidos y los electores votan libremente, sin ninguna coacción y con todas las garantías legales. El escrutinio de los votos es irreprochable y jamás ha sido puesto en duda excepto en casos menores completamente normales en cualquier democracia. En este país desde 1977 han gobernado la nación, las autonomías o los ayuntamientos, o tenido diferentes parcelas de poder político a distintos niveles institucionales, partidos del signo ideológico más diverso: de derechas, de izquierdas, de centro, nacionalistas, regionalistas o separatistas. Incluso los partidos secesionistas que niegan la soberanía nacional española y por lo tanto la legitimidad de sus instituciones aceptan en cambio pragmáticamente participar en la vida política, sentarse en los sillones del odiado Estado “opresor” y ganar sus sueldecitos. Al final, los que más truenan contra la democracia “formal” son los que con más formalidad ocupan si pueden cargos de responsabilidad política. El caso de Podemos, que ha pasado olímpicamente de la revolución pendiente al sillón ministerial ejerciente, es paradigmático. Evidentemente, como la democracia formal es la verdadera democracia en cualquier país, nuestros izquierdistas más montaraces se inventan una pervivencia del franquismo entre los intersticios de la sociedad y las instituciones democráticas para justificar el hecho demostrado de que la gente pasa olímpicamente de ellos. El franquismo, en su interpretación, es una especie de enfermedad hereditaria, que se transmite de generación en generación, y que provoca la no existencia en España de una democracia “real”. Realmente, esto último significa que estos izquierdistas quisieran mandar más de lo que mandan. Pero deben fastidiarse, porque la gente, tan “franquista” ella, no les vota, o no lo suficiente. Es de risa. Cómo se quejan los pobres. Cuántas pretensiones tienen.
Se debería construir una biblioteca de documentos sonoros con las declaraciones más relevantes de los protagonistas de la «transición a la democracia» para unos, «maniobra de alejamiento de un gobierno de izquierdas que negaría democracia y derechos humanos» para otros. Por ejemplo, sería bueno que los jóvenes españoles oyeran de labios de Santiago Carrillo frases como ésta: «La legalización del PC no se habría logrado sin la insistencia de Felipe, que llegó a decirle al Rey que sin el PC no hay abanico democrático». Sin embargo, está claro que el PSOE nunca consideró al PC como una herramienta democrática ni garantista de los DD.HH. («un invento de la burguesía», decían entonces). Otro tema espinoso era la propuesta de juzgar los crímenes de la Guerra Civil. Carrillo dijo que «juzgar los crímenes del franquismo es obligatorio. Pero intentar juzgar los actos bélicos de miembros del PC nunca se conseguirá, porque eso sería poner a los militantes del PC en pie de guerra. No olvidemos que en la II República la pena de muerte era legal.»
Si se hubieran juzgado los crímenes de los activistas del PC objetivamente y con garantías (evidentemente, los consejos de guerra franquistas eran meros asesinatos legales de una dictadura), Carrillo se debería haber sentado ante los tribunales como uno de los principales responsables del asesinato de unas 2500 personas en Paracuellos durante el largo noviembre de 1936. A estos presos inermes ningún tribunal los juzgó y fueron despachados porque su liberación por los rebeldes se creía próxima. Esta liberación se entendía como un regalo inmerecido a Franco, que así obtendría cuadros para su incipiente administración. Conclusión: lo “mejor” era quitarlos de la circulación por las bravas fusilándolos en masa, siguiendo así las sabias medidas profilácticas del padrecito Stalin en la lejana, nevada y ensangrentada Rusia roja. En una guerra total el terror se justifica por sí mismo sin necesidad de darle muchas vueltas. Así pensaban muchos de uno y otro bando. La urgencia, el miedo y el deseo de revancha llevaba al crimen masivo en ambas retaguardias. Porque es claro que en una guerra civil sucia como fue la española todos cometieron crímenes, y los vencedores, ni te cuento. Creer hoy día que el mal absoluto estaba en un bando y el bien puro en el otro es aceptar como bueno el maniqueísmo de la época. Precisamente, el paso del tiempo, el enfriamiento de las pasiones y la perspectiva histórica permiten entender el pasado, por atroz que haya sido, sin necesidad de justificar retrospectivamente ninguna barbaridad. Pero hasta las peores atrocidades tienen sus causas que deben ser analizadas. Incluyendo, por supuesto, las razones y sinrazones de los criminales. Y también el horror insoportable de sus pobres víctimas. Todo ayuda a entender. El terror político no es cosa de locos sino de fanáticos. El problema de la risible MH es que convierte en contienda política del presente hechos del pasado incomprensibles fuera de su tiempo, ya muy lejano del nuestro, menos mal, con otros valores y creencias. Es utilizar anacrónicamente el pasado para el enredo político. Carrillo fue, como todos, un personaje prisionero dentro las circunstancias de su época, que en parte eligió y en parte se le impusieron, que vivió una guerra civil atroz, en donde muchos de sus camaradas fueron asesinados, que creía con unción religiosa en la fe que vino de Rusia, y que en un determinado momento extremo, cuando llovía muerte desde los cielos sobre los tejados de Madrid, decidió facilitar un exterminio político que él seguramente no decidió, aunque sí aceptó sin problemas. Este Carrillo de 21 años no era el político astuto y experimentado que facilitó mucho más tarde, ya curado de espantos, el establecimiento de la democracia en España, haciendo gala de un pragmatismo admirable. Carrillo merece calles, creo, pero tiene su historia negra, como tantos otros políticos de su época. Pero si se trata de “enjuiciar” el pasado, al banquillo metafórico deben subir responsables e irresponsables de todos los bandos. Algo que los chiquillos de la MH no entienden. Porque ellos leen la historia como un tebeo. Y encima son algo tontos.
Catalunya versus España, España versus Catalunya…. Estamos contemplando un Gobierno derruido y la colonia derrumbada. Ambos impotentes ante el mundo, y lo que es peor ninguno dando su brazo a torcer. Para más surrealismo se les suma la propia monarquía mareando la perdiz en una puñetera reunión que no le va ni le viene, cosas de asesores de imagen. Allí, haciendo el paripé, como aquel mal humorista, el de “Yo sigo….” participando con todos y dando consejos morales, con un bla, bla, bla de siempre sobre una unidad indivisible que nunca ha existido y que además ellos han expoliado como buenos borbones. Y todo ello para seguir aun agarrándose a la teta y demostrando entre todos que si hay una unidad, la de seguir cobrando cada mes, cosa que se está haciendo cada vez mas improbable a mucha ciudadanía. Un grupo de políticos nefastos, ineficaces en todos los sentidos montando una farsa que todo el mundo al final descubre y que te hace ver con claridad que con esa gente no hay futuro alguno, pues solo están luchando por el suyo, el de cada uno de ellos.
Pero señores, aún con eso hay fanatismo por ambas partes. Si, como con el fervor religioso, pues lo mismo. Y si. Es así, por mucho que ahora los vascos vayan de salvaguardas de la patria, lógicamente a tarifa mercado….. pero sin iva. El problema se hace más acuciante puesto que pronto estaremos a puertas de otoño y la cosa no pinta bien. Nada bien, ni política ni económicamente hablando. Sobre todo el gran problema surge ahora cuando esta teta está más seca que una pasa y no da para todos, por muchos fondos recibidos algunos de ellos con letra pequeña.
Además para otros….. el poder ver que actualmente su excursión a Itaca puede verse vetada no ha gustado. Han podido esta vez ver con más cautela (Sin expertos como Romeva) que a nivel internacional estos culebrones ya no molan, sino que dan mal ejemplo. Y de bien seguro no quieren –ya lo dijeron- que los miembros crezcan injustificadamente según ellos. Entonces? Caramba, cabe preguntarse qué pasará? Que vamos a hacer? Buena pregunta. Pues lo mas fácil, uníos de nuevo después de las elecciones, pelillos a la mar, a cobrar que son cuatro años y al poble que el donguin, perque lluitar per la Republica requereix molt esforç.
De unos y otros puedes esperar cualquier cosa, pero nada bueno para la población, pues somos meros ratones de laboratorio para sus experimentos. Al fin y al cabo aunque las ideologías sean dispares como el color de los ratones, de realidad solo hay una, ser los damnificados. Por tanto no hay colores solo hay y habrá víctimas.
El reparto territorial de los fondos será problemático y habrá cortocircuitos porque el reparto se rige por criterios políticos, no técnicos o estrictamente económicos, y porque ese marco propicio en el que se llevan a cabo todos los repartos de la España autonómica es una tómbola.
Le daré tres pistas. Una. La reforma del modelo de financiación se tenía que haber abordado, por ley, en 2014. Toma marco. Dos. La Comisión Bilateral Generalitat-Estado se debería celebrar “al menos dos veces al año y siempre que lo solicite una de las dos partes” (Estatut, Art. 183.4), y no de uvas (2011) a peras (2018). Pero ya se sabe que lo que diga el Estatut, una ley orgánica del Estado, y pongo al TC del PP como testigo, es perfectamente forropasable. Y tres. Ayer mismo. El día de la foto emilianense y la subsiguiente comilona. Después de pagarle 2.000 millones trinco-tranco a Urkullu, a quien siempre toca, si no un pito, una pelota, y de constatar con alborozo la ausencia de la cabeza de turco, incluso con mascarilla se le podían leer los labios a Sánchez: “la de millones que nos vamos a ahorrar”.
Otra cosa, hablando de la digitalización de la economía, la transición energética y otras prioridades para todos. Ni se les ocurra invertir en placas fotovoltaicas u otras energías renovables o se las tendrán que comer con patatas, como pasó en tiempos de Apoyaré Zapatero. Enagás se va a gastar un pastón para sentar en su Consejo de Administración a un significado socialista de chaquetas giratorias precisamente para protegerse de la transición tecnológica.
Una prioridad es terminar el corredor mediterráneo.
No se trata de un reparto territorial sino de necesidades esenciales por territorio.
Y sobre todo proyectos concretos para la modernización de la economía…
Si el modelo turístico fuera de calidad y sostenible, es decir que no fuera solo de fiesta como propone el payaso de Revilla y la derecha acomplejada que solo pretende servir, habría menos contagios como ocurre en Italia o Francia.
El turismo es oro y puede ser sostenible a la vez que rentable, y hay que promover el turismo interno de calidad, impulsar la automatización de los servicios para no tener tanta gente dependiendo del mismo sector. Automatizando también creas empleos, start ups etc… es decir, que l agente tenga oportunidad de crear y tener ideas, y no dependa tanto de la coyunturas o de lo que diga el telediario, ser independientes de verdad…uyy, que se me va la pinza, me había olvidado donde estamos!
Mira que somos tontos, no aprenderemos jamás… la segunda ola ya está aquí, y luego la tercera, la cuarta y cada día más agilipollaos. Todos al bar, como imbéciles, esa es nuestra cultura!
Cuando se adopta la medida de uso generalizado de la mascarilla en Catalunya aun no habían subido los contagios. El argumento esgrimido fue «que la gente se estaba relajando». Justo a los pocos días empiezan a dispararse los contagios..
¿No podría ser que fuese porque la mayoría de la gente usa mal la mascarilla (y eso aumenta el riesgo).? O podría ser que, al llevarla todo el día, a la ocasión que pueden se la quitan, a lo mejor justo cuando deberían llevarla.. pero entonces ya están hasta el coño..
Sigo pensando que el uso generalizado al aire libre es innecesario y contraproducente.
A mí me parece que en este país la gente vive demasiado en la calle. Además, es aficionada al mogollón y al toqueteo. Es como si los españoles no entendieran que solos también se pueden entretener. Se puede salir a caminar o a hacer deporte en solitario sin ningún riesgo. No es necesario ni siquiera llevar mascarilla. En cualquier andurrial tranquilo uno va a su aire, está muy cerca de su casa y no hay peligro a la vista. Un poco de distancia y soledad ahora viene bastante bien. Ahora, que si se sale en masa, pegados como con engrudo, sin mascarilla o con la mascarilla en las zarpas, hablando todos a la vez, escupiéndose felizmente unos a otros, y pasando de guardar las mínimas precauciones, luego pasa lo que pasa: algún contagiado, que luego contagia a otros en una cadena sin fin. Luego, el terror. Esta comedia negra interpretada por ciertos personajes la veo yo todos los días en mi pueblo. Hay personas que son así de simpáticas. Creen que viven solas en este mundo y a los demás, que para ellas no existen, que les den. A este comportamiento incívico e insolidario tan typical spanish algunos le llaman «individualismo»; en realidad, es simple estupidez, egoísmo y ausencia completa de espíritu colectivo. Falta educación y sobra demasiado analfabeto funcional que cree «que no molesta a nadie» y que «no le toquen los cojones.» Evidentemente, son personajes de esta calaña quienes tocan los cojones al resto. De hecho, no paran de perjudicarles. Y ahora más. Últimamente, la gente se contagia en bares, besuqueos familiares, botellones y fiestas masivas de noctámbulos. Cada vez son más jóvenes los contagiados que contagian. En España se han disparado los contagios veraniegos en relación a otros países europeos por el tipo de relaciones sociales que existen desde siempre: en masa, sin pensar en los otros y sin autocontrol. Ni en Italia existe el disparate de los botellones y demás cerdadas con miles y miles de borrachos vociferantes que se «divierten» de una manera tan repugnante y animal. Alguien dijo en cierta ocasión que «el botellón es cultura.» Si el hacinamiento de gorrinos es cultura, lo será. Pero cultura debe ser otra cosa, empezando por una cultura personal que implica raciocinio, autocontrol y decidir libremente, pero siempre teniendo en cuenta el interés general, sin chulear, abusar o vociferar. En Holanda, qué malos son los holandeses etc, lo decía muy bien un ministro: aquí el Estado sugiere y recomienda más que obliga, porque se entiende que el ciudadano tomará decisiones razonables para su seguridad y la de todos. Es lo que pasa en los países civilizados, cuyos habitantes tienen interiorizadas reglas colectivas de comportamiento cívico. Las autoridades no tienen necesidad de colocar a un policía detrás de cada individuo ni de poner un millón de multas porque los holandeses son generalmente ciudadanos y no payasos gregarios que quieren hacer lo que les dé la real gana pisoteando al vecino. Esta sociabilidad española es absurda. Es propia de personas antisociales que no piensan ni por un momento en los demás, en la sociedad. Las consecuencias de esta falta de espíritu colectivo en una pandemia a la vista están: España tiene proporcionalmente el récord europeo de muertos y contagiados. Calles llenas, bares llenos, críos jugando en la calle hasta las dos o las tres de la mañana mientras sus progenitores están en la terraza arreglando el mundo, restaurantes llenos, turismo de masas, botellones, fiestas caseras sin ningún control y discotecas y lugares de ocio nocturno a rebosar. Y como digas algo, los señores se enfadan. En algunos casos, ha habido disturbios serios cuando la policía trataba de disolver a la masa irracional potencialmente infecciosa. Esto no lo arregla ni ese comité gubernamental de expertos que empezaba por no existir. Gran país el nuestro.
Se repite la idea de que una tormenta perfecta descarga sobre el mundo. Los malos presagios se cumplen mientras que los buenos, así que asoman, quedan sepultados bajo el peso del parte diario de contagios. Cunde el pesimismo, esa propensión a ver el lado desfavorable de las cosas. Y otros dos conceptos asimilables: el nihilismo y el negacionismo. Este último, que en esencia describía –como el nadismo– toda negación de la realidad, ha asumido a lo largo del tiempo un significado más específico: la negación de una realidad incómoda de aceptar. Como por ejemplo, en nuestros días, la evidencia de que para combatir la pandemia con eficacia es inevitable ceder espacios de libertad que parecían irrenunciables.
El Gobierno crea una Secretaría de Estado para “reforzar” el Ministerio de Sanidad. El órgano superior apoyará al ministro Salvador Illa en la comunicación de las políticas sanitarias y las decisiones adoptadas.
El gobierno mas federalista del mundo mundial está comenzando a darle músculo al ministerio de Sanidad en la ya mas que posible retirada de competencias a las comunidades autónomas.
Antes de la pandemia el ministerio de sanidad era un ente dormido sin mas competencias por que las tenían las comunidades autónomas por eso hicieron ministro al señor Illa de un ministerio que no servia para nada, para premiar su trabajo en Catalunya y del que no necesitaba ningún conocimiento, Illa es filosofo y vividor de la política desde 1987. Y con estos antecedentes ya sabemos en manos de quien hemos estado durante esta pandemia …
Mas gasto que nos sobra el dinero…
Para los que creen en el bicho, en las mascarillas y en todas las películas que Bill, Soros, Kissinger, con sus amos los Rockefeller, los Rothschild nos cuentan en sus medios de manipulación, os dejo lo que vi ayer; ayer por la mañana fui a visitar a mi padre, tiene 80 años, alzheimer, parkinson y varias enfermedades complicadas, durante los últimos dos meses que me dejaron visitarlo, mascarilla y una serie de medidas muy estrictas y solo una visita por paciente a través de una mampara de cristal, ayer por la mañana seis visitas juntas, en el jardín de la residencia, las seis mesas separadas unos cuatro metros unas de otros, y sorpresa !! mi padre y los cinco pacientes que estaban siendo visitados, todos, enfermos y familiares SIN MASCARILLA !! residencia Domusvi en Rivadumia Pontevedra, estoy seguro que aun así aparecerán los cuñados de turno a pedir la vacuna y la mascarilla.
La cantante Carmen París abraza la teoría de la conspiración con el coronavirus: «Es una farsa»
https://www.marca.com/tiramillas/musica/2020/08/06/5f2bcce946163f956b8b456c.html
Ahora cualquier artista de media petaca se cree con derecho desde su ignorancia a cuestionar sin argumentos a la ciencia, una nueva era de oscurantismo debida a borricos acéfalos con IPhone.
No hace falta imaginarse cómo habría sido la gestión de la pandemia con la derecha y la ultraderecha en el poder, solo hay que ver quiénes pagaron la crisis del 2008 y cómo están gestionando esta pandemia global Trump, Bolsonaro, referentes de esta gente, o su versión doméstica, la inefable Isabel Díaz Ayuso. ¡Pobre Madrid!
A ver, que nadie se engañe. La sanidad pública españole es lo que es gracias a las personas extraordinarias que trabajan en ella. Esto no es una opinión mía. Loas hemerotecas están llenas de miles de comentarios de agradecimiento. No tengo duda de que muchas personas les deben la vida a esos héroes anónimos que las han cuidado.
Nuestros sanitarios han trabajado y han luchado mucho más allá del deber, con medios en ocasiones muy precarios. De eso no tengo ninguna duda. Y, en muchos casos, la no renovación de sus contratos (cuando pasó la primera oleada) ha sido su “premio”. Ahora ya los están llamando de nuevo.
Menos lobos, caperucita.
El coronavirus sitúa por primera vez la sanidad entre los principales problemas de Euskadi
elcorreo.com/sociedad/salud/coronavirus-situa-primera-20200530215338-nt.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F
El Tribunal Superior vasco sentencia que la sanidad autonómica (vasca) arriesgó la salud de sus trabajadores .
La Corte sostiene que la falta de equipos de protección durante la pandemia comprometió a los sanitarios de forma «grave e inminente» .
elpais.com/sociedad/2020-07-03/el-alto-tribunal-vasco-resuelve-que-el-servicio-sanitario-autonomico-arriesgo-la-salud-de-sus-trabajadores.html
Si en el País Vasco, por ejemplo, más del 80% de los casos no han desarrollado síntomas ¿No estaremos entrando en una histeria colectiva? No me creo que España sea especial, que países como Italia o Gran Bretaña no tengan la misma incidencia.
Casi todos los países Schengen recomiendan no viajar a España para poder hacer turismo interno y así compensar la caída del PIB.
Eso es lo que se esconde bajo el titular.
Desde aquí felicitar a Torra y Vergés, que en un ataque de alarmismo y amarillismo nunca visto empezaron poniendo un foco internacional estúpido sin límites sobre Catalunya, justo cuando tenían que llegar los turistas. En la región con más turismo de España, y una de las mayores de Europa y del mundo.
Diría que no se puede ser más idiota.
Elegir cómo hacinarte es también un privilegio. Suena el himno de España. Los móviles de más de cinco mil personas empiezan a grabar el momento de exaltación patria, algunos con mascarilla, otros sin ella, ninguno respeta la distancia de seguridad por decisión propia. Es una plaza de Toros en el Puerto de Santa María. Al coso acuden miembros del PP y Santiago Abascal a ver torear a Morante y Enrique Ponce. El líder de VOX se hace fotos con señoras sin taparse el boquino. Señoritos y consortes de toda Andalucía acuden a su momento de esparcimiento en el que todos gritan y dan olés. Que Viva España, grita la plaza. Pedro Sánchez sepulturero, piensan hacia adentro. Los contagios aumentan.
En la última década hemos visto como los que presumían de patriotas con pulsera en la muñeca utilizaban los gobiernos para saquearnos, debilitar lo público en favor de lo privado y ponerle las cosas fáciles a los que tributaban en paraísos fiscales.
Con una mano nos enseñaban la pulsera y con la otra nos atizaban. Para la derecha de nuestro país la patria no es más que un arma arrojadiza. Un elemento del que apropiarse y utilizar para golpear a todo aquel que piensa diferente. Alzan banderas, se dan golpes en el pecho y acusan a todo aquel que no les sigue de felón y de traidor.
Los mismos que agitan la bandera son los mismos que nos abandonan. Ocurrencias han sido poner en manos de telepizza la alimentación de los escolares, las cartillas covid, subvencionar a los toreros con el dinero que debía servir para contratar sanitarios, adjudicar el servicio de rastreo del virus a empresas privadas, servir bocadillos de calamares en actos multitudinarios en el hospital de IFEMA como hicieron Ayuso y Almeida, así como las llamadas a salir de la Organización Mundial de la Salud que hizo Abascal. Ocurrencias muy ocurrentes que siempre van encaminadas hacia el mismo horizonte: debilitar lo público y fortalecer el negocio privado. O lo que es lo mismo, reducir tus derechos mientras enriquecen a las élites privilegiadas.
Cuando la población aprenda al respecto ya podéis correr, que aquí el personal pasa del blanco al negro en un plis-plas. Y si, los sanitarios deben estar hechos polvo, hacer ecografías para subirlas a tik-tok, y bingos cansa mucho. Hospitales vacíos, la mayoría de centros de salud cerrados todavía. Y por cierto, en la mal llamada gripe española, murieron entre 50 y 100 millones de personas, compararlo con el coronatimo lo único que indica es que quieren infundir el máximo terror posible para que aceptemos todo, por muy descabezado que sea. y un bicho que ni han aislado todavía (reconocido por los chinos de donde «supuestamente» salio, y también hasta la OMS), ni cumple los protocolos de Koch, es decir, que científicamente no existe, resulta que saben cuando y como va a volver…Y que casualidad que es en la temporada de gripe… Pero que si ven que no les cuadra le hacen volver antes y punto.
La escalada de hospitalizaciones dispara la alarma entre el personal sanitario, agotado tras meses de epidemia: “Si viene la segunda ola no sé cómo aguantaremos”. Agosto ha arrancado multiplicando por diez los contagios del final del confinamiento obligatorio, con Aragón, Catalunya y Madrid como principales focos. Los últimos datos indican que los ingresos en hospitales también están elevándose.
Madrid privatiza y adjudica a dedo el servicio de rastreadores ante los rebrotes
https://www.lavanguardia.com/local/madrid/20200810/482764537891/madrid-privatiza-dedo-servicio-rastreadores-brote-coronavirus.html
Ya han llegado donde querían, al negocio de amiguetes. Los curas en los hospitales con su sueldo y resulta que no han salido voluntarios para rastreadores y ahora privatizan el servicio. ¿Y si piden voluntarios entre los curas y contratan rastreadores sin hacer negocio? (Otro más…) Ya sabéis, este es el modelo que Casado quiere para todo el país.
Ya verás qué risa cuando nos enteremos de quién o quiénes son los principales accionistas o administradores de la empresa a la que les han adjudicado el contrato.
Que vayan tomando nota los votantes del PP, creo que no hay personaje mas inútil que la Sra. Ayuso, si solo ver como se desenvuelve en publico uno ya debería darse cuenta de lo cortita que es, con 194.000€ podría haber hecho un favor a los sanitarios en paro, pero no, mejor dárselo a los pobrecitos de la Quirón….telita.
España, a la cola de Europa en ayudas a las empresas por la pandemia.
Llueve sobre mojado y a nadie debe extrañarle. No se han hecho los deberes durante los años de bonanza. Nuestra estructura empresarial es débil, de poco tamaño y muy dependiente de sectores con poco valor añadido. Cuando las cosas van mal generamos paro como el que mas. Esto no viene de hace 1 año ni siquiera 10, viene de muy lejos. El estado – por mas que cacareen los políticos de turno – se salva a si mismo y ve a contribuyentes como naranjas para exprimir (véase los superávit de los ayuntamientos). Nuestro gran problema es que vemos al estado como el salvador de ultima instancia y esto no es así de ninguna manera, lo único que hace es perpetuar una situación que camina hacia la dependencia mas absoluta.
Pensiones y subsidios para parar un tren, sanidad para todos universal y no tenemos nada con que financiarlo. Todo es a cargo de un déficit colosal. Eso es España y mientras no cambien esa estructura económica iremos de mal en peor. Pues no sé si empezar paulatinamente a privatizar algún sector sería una solución. Habría que ir pensando en ello. Si no vamos a vivir agotando calidad de vida a base de déficit hasta el fin del mundo.
No entiendo que todavía se hagan fiestas ilegales. Si vas sin cinturón, casi te lapidan en la plaza publica, y a estos jóvenes solo los identifican.
No es que España esté precisamente para tirar cohetes en el aspecto sanitario, pero es que los demás no están mucho mejor tampoco. Las noticias que llegan en las últimas dos semanas inducen a pensar si no habrá una campaña orquestada por los demás socios europeos, de carácter mucho más político que sanitario, vaya usted a saber con qué fines, aparte de los más evidentes.
Dinero, en Europa siempre se busca una oveja negra que pague el pato en cada crisis, al principio de esta fue la propia Italia, ahora nosotros.
Si algo está meridianamente claro en la crisis mundial creada por el covid-19 es que no hay continente, país, comunidad, grupo de edad, actividad profesional o posición social y económica que pueda permitir a nadie sentirse libre del contagio. Esto, que puede ser tachado de obviedad, no lo es tanto al parecer para muchas personas que siguen poniendo en cuestión, de palabra o de facto, las medidas que desde los gobiernos y las autoridades sanitarias se están implantando o se plantean implementar para intentar detener un fenómeno que tiene ya un dramático balance en cuanto a coste en vidas humanas y secuelas en las personas que han padecido el virus, y también en la situación económica individual y global. Los responsables insisten un día sí y otro también que la covid-19 ha venido para quedarse. Que los alcaldes y responsables municipales tengan que insistir un día sí y otro también en que este año «no tocan» las fiestas, o que se señale y se actúe con especial hincapié en aquellas actividades en la que se están produciendo más infecciones… tiene como correlato un movimiento de crítica, explícito o soterrado, de resistencia a la realidad. Incluso con el recurso a los tribunales para desactivar medidas adoptadas por los responsables públicos y autoridades sanitarias en defensa del bien común por encima de intereses particulares. Y en este caldo de cultivo, el virus, sin embargo, se mueve; y se mueve mucho más y antes de lo que se había previsto. Nadie está libre del contagio, va a costar mucho más de lo esperado retomar un pulso estable en la práctica totalidad de las actividades sociales, de ocio, deportivas, culturales, económicas… El esfuerzo está siendo grande, con unos muy elevados índices de pruebas PCR en España, con un seguimiento pormenorizado por parte de los rastreadores –aún insuficientes ante la dimensión del problema–, y con unos servicios asistenciales en guardia ante lo que puede, y parece que va a venir. Pero todo esto resulta inútil si cada ciudadano no se convierte (la mayoría de ellos ya lo son) en agentes activos que extreman el celo en sus respectivos día a día, que asumen la evidencia de que esto es una carrera de fondo y que son conscientes de que el sacrificio de hoy es el único camino viable.
3000 casos y 70 fallecidos con Covid positivo que no quiere decir que hayan muerto de Covid da un ratio de mortalidad actual que sigue bajando con fuerza . Ya pueden hacer todos los PCR que quieran, en todo el mundo los casos siguen aumentando porque es literalmente imposible frenar un virus con ese capacidad de contagio a menos que o se inmunice la humanidad naturalmente o artificialmente o se haga un confinamiento duro que provoca las ruinas de millones de personas y también muerte y merma de salud general.
Así que menos amarillismo y titulares que incitan al pánico y más aceptar que habrá que convivir con el virus hasta que se apruebe la vacuna si llega algún día y mientras tanto mejorar la atención a los enfermos. Cuidado con las UCIs que su abuso quizás haya matado a mucha gente que se podría haber salvado sin un tratamiento tan agresivo (inducciones al coma durante semanas y entubamiento).
El ministro de Sanidad Salvador Illa, ha comunicado las medidas adoptadas para el control del coronavirus tras la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Son 11 medidas, tres recomendaciones y una observancia. Según el Ministro, «hemos decidido adoptar por primera vez acciones coordinadas en materia de salud pública en beneficio de todas las comunidades autónomas de España. Las medidas se han adoptado por unanimidad».Estas medidas serán de aplicación en cada territorio, aunque las comunidades deberán adaptarla a su propia normativa. Entre ellas se encuentran las siguientes:
Cierre de discotecas, salas de baile y en general ocio nocturno, en todo el territorio español.
Cierre de la hostelería a la 1:00 de la madrugada. Exigencia de la necesidad de garantizar la distancia interpersonal mínima de 1,5 metros
Prohibición de beber alcohol en lugares públicos, el famoso ‘botellón’
Prohibición de fumar en todos los lugares públicos donde no se pueda mantener la distancia de seguridad
Pruebas PCR a todos los ingresos en centro sociosanitarios, en un máximo de 72 horas. También a trabajadores que se incorporen tras permisos, vacaciones o nuevas incorporaciones.
Illa, en su comparecencia, agradeció «a las personas mayores por el estricto cumplimiento que están haciendo de todas las medidas de seguridad». Y se dirigió «a los jóvenes, para remarcarles la importancia de ser disciplinados».
No sé si los palos de ciego son el único recurso en una situación como esta, pero parece claro que cuando alguien va dando esos palos de ciego, si estás cerca, el riesgo que tienes de recibir un estacazo es enorme.
¿Cuando se van a dar cuenta de que el riesgo de contagio al aire libre es mínimo y que es una barbaridad el uso de la mascarilla generalizado? y que los brotes vienen del contacto estrecho, compartir unas bravas, una comida, vivir en dimensiones reducidas, etc en qué mundo vive esta gente?
El virus mata todo el tiempo, lo que sucede que la sociedad tiene mentalidad de niño, y si no se encuentra la ley para prohibirlo no cumplen… pero lamentablemente la ley somos la gente, y la gente necesita descansar, para que gente como tu durante el día pueda ser controlada y por la noche puedan descansar…. reemplaza el ocio nocturno por cuando tu madre no te dejaba ver TV luego de la medianoche, exactamente igual, solo que ahora tienes pelos en los cojones y sigues sin aprender, pero con el pequeño detalle… que puedes matar gente adulta (como tu madre quien no te dejaba ver TV) a causa de tu irresponsabilidad.
Nadie puede ni tiene derecho a prohibir a Miguel Bosé enfermar por Covid. Pero Miguel Bosé no tiene derecho a contagiar el covid a ninguna persona que no desee ser contagiada, y si lo hace debe compensarle por los daños que le produzca a esta persona y a todas las que esta contagie sin querer.
A lo mejor en el resto se toman la pandemia en serio, en vez de como aquí, que se levanta el confinamiento y la gente actúa como si no tuviera que hacer nada al respecto. En muchos otros países la gente se ha puesto la mascarilla sin que el gobierno se lo dijera, por responsabilidad, civismo y compromiso, aquí el gobierno lo dice, y la gente se pone a argumentar que si esto, que si lo otro.. falta de foco y responsabilidad, peri si, sigamos debatiendo, que es más fácil que tomarse las cosas en serio.
Las máscaras no funcionan. No hay evidencia científica de que funcionen. Muchos expertos dicen que no funcionan. Es una falsa sensación de seguridad y control de la población. Un virus con una tasa de supervivencia del 99% y todos nos comportamos así. Es increíble. ¡Es hora de que la gente se despierte!
¿Nos puedes decir que » expertos» han dicho semejante estupidez?
¿Trump? Bolsonaro? Ayuso?
Las mascarillas no sólo funcionan (la llevan cientos de miles de sanitarios en su día a día con los pacientes), sino que está más que sobradamente demostrada su eficacia por todos los organismos sanitarios y de virología.
Supongo que te habrás quedado con el dato que hay que tener cuidado a la hora de manipular una mascarilla cuando la has usado, pues puede ser peligrosa. Y de ahí has sacado esa «curiosísima» conclusión.
Queremos la vacuna rusa que asegura dos años de inmunidad a la covid-19 y no tiene efectos secundarios. No queremos más restricciones sociales ni confinamientos ni tener que usar mascarillas anti-ecológicas todos los días. Compren la vacuna rusa.
Yo solo digo que por las prisas de ser el primero en la carrera espacial, la perra Laika murió por la ciencia. Si por el ansia de ser el primero en tomarte una vacuna que no está mínimamente testada, quieres correr el riesgo, adelante, pero la compras tú, con tu dinero, no compres para los demás que no la queremos. Como se suele decir, los experimentos, con gaseosa, no sea que te exploten en la cara
Con la COVID-19 se le puso la alfombra roja a un teletrabajo que aunque se ha demostrado fundamental para garantizar la distancia social y poder mantener la actividad de miles de empresas, no es el modelo de teletrabajo que este país y sus personas trabajadoras necesitan. Supeditado a la voluntariedad de la empresa, sin límites ni obligaciones para ella, con todos los costes para la persona teletrabajadora, sin medias que garanticen su formación y desarrollo de la carrera profesional, la prevención de riesgos laborales, la organización colectiva, la protección de datos, con jornadas interminables, etc. Por otro lado, ha quedado demostrado que teletrabajar no es sinónimo de conciliar, y que para ello sea posible, se requieren unas políticas públicas y unas medidas de conciliación y corresponsabilidad que permitan adaptar los tiempos de vida y trabajo de manera adecuada.
Si vas por la calle y respiras un poco de coronavirus no pasa nada, la carga viral es insignificante.. Si lo acumulas durante horas en una mascarilla y te lo llevas a casa la carga viral es mucho mayor y es más fácil que infectes a tu madre.
Las medidas de Trump y Bolsonaro de no acobardarse ante el virus han producido una catástrofe económica en sus países que estarían encantados de que hubiera ocurrido en China. Pero en China no ha ocurrido porque han sido cobardes y prudentes ante el virus.
Esas comuniones y bodas con hasta 100 invitados, esas reuniones y barbacoas multitudinarias, esas discotecas abiertas con cientos de personas apiñadas…. algo tendrá que ver.
Yo veo la aglomeración de gente en las terrazas, sin distancia alguna, sin pantallas entre mesas, tosiendo a todo pulmón unos sobre otros, fumando como locos. Más explicaciones no se necesitan. Cuando se viaja y se vuelve, se puede apreciar que las costumbres son muy diferentes.
No se puede explicar mejor.
No sé ustedes, pero cada vez que escucho a algún responsable político o sanitario explicarnos, con cifras muy contundentes, cómo no estamos, ni de lejos, en la situación de abril o mayo, no puede dejar de recordar que ese tipo de pensamiento reactivo nos llevó al estado de alarma y a ir siempre por detrás del virus. Tras 6 meses de pelea con el COVID-19, tras haber demostrado todos que, ni los demás eran tan incompetentes, ni ellos tan hábiles y decididos en la gestión, demasiados entre nuestros responsables y autoridades continúan empeñados en competir y señalarse, en vez de hacer lo único inteligente y que ha demostrado su eficacia: cooperar.
Se está dando mucha caña al Bosé, pero yo creo que se lo que debería hacer todo el mundo es ignorarle. Es evidente que ha perdido la cabeza, quizá por la muerte de su madre hace relativamente poco. En estos casos lo mejor es pasar de él y tratar de recordarle por como era antes y no por como es ahora.
Este acto es un delito contra la sanidad pública y los asistentes deberían ser detenidos, juzgados y encarcelados por jugar con la salud de los demás en vez de revisar su propia salud mental, esto solo puede pasar en España…
Pues a todos los manifestantes y al Boses les deberían de denegar asistencia en caso de contagio o hacérsela pagar
Hay artistas que confunden mascarillas con mordazas. El llamamiento de Bosé a participar en una concentración antimascarillas se suma a otras manifestaciones del mundo de la cultura relacionados con teorías conspiranoicas del coronavirus.
Según leo en Infolibre, los referentes de estos magufos son un profesor de yoga, un entrenador de fitness y un exdirigente de VOX. Vamos, la flor y nata. Solo faltan un furfolista, un torero y un dueño de discoteca tunda-tunda (de esas que no dañan la neurona, aunque no sea de Bill Gates, cuanto daño hizo Windows Vista coño). La presencia de Bosé tampoco me extraña mucho, y aunque sospecho que derive de algún tipo de trastorno mental, no descarto que ante el ocaso de su ondulante carrera se esté planteando la política como opción, y ya imaginamos dónde. Lo que sí me ha dolido un poco es la presencia de Ouka Leele en ese aquelarre, que menudos parientes le salieron a Jaime Gil de Biedma. Lo que estamos tardando en ver son las procesiones de santos y santones con sus curas y monaguillos invadiendo nuestras pobres calles con prerrogativas al señor, como en la edad media ante la peste y ahora mismo cuando no llueve o llueve mucho, tampoco te pases señor. Ya nos ha avisado Cañizares: la ciencia no sirve para estas cosas de la salud, que es asunto exclusivo de dios. ¡Qué cruz!
El siglo XXI nunca podrá ser considerado «el siglo de las luces». Todo lo que Internet puso en nuestras manos, un tesoro para el conocimiento, se ha tornado en estupidez a través de muchas redes sociales.
El caso que nos ocupa es preocupante por la capacidad que tienen tantos ignorantes para diseminar su estulta basura.
Me ha llamado la atención un grupo que se autodenomina «médicos por la verdad» y que son una deshonra para mi profesión. Como no que place hacer valoraciones sin datos objetivos he buscado sus nombres para ver sus publicaciones científicas. Como era de esperar, nada de nada. No me ha sorprendido en absoluto. Pero hablan con el desparpajo de premio nobel de medicina.
Lástima de dinero que gastamos en su ¿formación?
Todos estos cretinos no serian tan peligrosos, si no existieran unos medios de comunicación que los incitan, aplauden y ensalzan en aras de unos intereses inconfesables. El buenismo esta haciendo mucho daño. La gente no tiene derecho a ejercer conductas dañinas para con los demás. La gente tiene la obligación de respetar las normas sociales y, en la medida de sus posibilidades, procurar el bienestar de sus semejantes. Estos días oigo a muchos hablar de «sus derechos» mientras incumplen sistemáticamente todas las obligaciones.
Probablemente ni una sola versión oficial a lo largo de la historia ha sido cierta, ¿Por qué tengo que creer algo de lo que cuentan desde el poder?.
Los medios de comunicación cuando tratan un tema que molesta o incómoda al poder no dicen ni una verdad ni por equivocación, «están a sueldo del poder», ¿por qué ahora va a ser diferente?.
Durante el llamado «proceso catalán» cualquier persona que viviera sobre el terreno y que tuviera un mínimo de convicciones democráticas, pudo comprobar que desde los políticos, tertulianos y absolutamente todos los medios de comunicación españoles no se dijo ni una sola verdad ni por equivocación, los catalanes por querer ejercer un derecho democrático como se ha hecho en países avanzados fueron tratados de nazis, asesinos, terroristas, etarras, supremacistas, insolidarios, etc, etc, se dijo eso durante meses, se justificó el envío de 10.000 policías a apalear a gente decente, tuvimos que ver al Borbón amenazar a millones de personas.
Después esa parodia de juicio, cárcel para los políticos electos y exilio, el espectáculo bochornoso de las extradiciones y un sin fin más de despropósitos.
Después de toda esa mierda, ¿Cómo me voy a creer lo que me cuentan sobre el virus?.
¿Cómo podemos dejarlo claro de una vez? No hay un problema de colapso de la atención primaria. Hay un problema de falta de financiación de la sanidad pública para lucrar a la privada. En la CM llevan unos 25 años robándonos y contándonos que tenemos la mejor SS de España, Europa, el mundo y del Universo.
El Centro de Salud de Alpedrete no está colapsado, está cerrado.
Por favor, escribid contando en que pueblos y barrios está pasando lo mismo.
No podemos ni fiarnos de este medio que pagamos entre todos.
Tengo que hacerme unas pruebas médicas en breve. Sabéis quien me las va a hacer en un hospital público pagado por todos? En un terreno protegido? Sobre un arroyo sin respetar su policía de aguas? En un terreno protegido regalado por el partido obrerista e inaugurado por el alcalde de Collado Villalba (pendiente de juicio por corrupción urbanística) y Esperanza Aguirre (pendiente de juicio
Acerca de la pandemia, muchos son los datos que lo confirman aportados no solo por los medios de comunicación y del ámbito científico, sino sobre todo de primera mano tanto por parte de los mismos pacientes, que lo han sufrido, como de los sanitarios, quienes han estado en todo momento al pie del cañón y se han sentido desbordados por un trabajo inconmensurable, descomunal. Además, conocidos míos han sufrido la pérdida de algún familiar a consecuencia del virus. Son casos reales; en modo alguno es un asunto para tomárselo a pitorreo. Tanto las muertes como el sufrimiento vivido merecen ante todo un gesto de respeto de nuestra parte.
En las sociedades occidentales hace muchos años que hemos perdido toda noción de comunidad y de destino común y hemos dejado de comprender lo que cada uno de nosotros nos jugamos en la pervivencia de los demás.
Constato que, tras 40 años de un sistema educativo nuevo y un poco progresista, en el que la gente pasa 10 años entre la egb y la secundaria o 20 o más si llega a la universidad, en España aún exista un montón de gente terraplanista, conspiranóica, antivacuna, etc. que por toda solución al problema sanitario que mata a miles de personas se limite a negarlo o remita a soluciones mágicas como se hacía hace 3 mil años, proponiendo simplemente una mejor conexión con el cosmos, al parecer inalámbrica y no 5G, el chamanismo, los conjuros, emplastos, zumo de MMS y todo eso, pues da que pensar en el rotundo fracaso del sistema educativo. Para llorar.
Cuestionar la eficacia de la mascarilla en la prevención de una enfermedad que se transmite a través de la gotículas buconasales es como cuestionar la eficacia del preservativo en la prevención de embarazos no deseados. Por supuesto que el preservativo puede fallar y que, en el caso de la mascarilla, su eficacia es menor a la hora de impedir la salida del virus pero también es cierto que son escasas las posibilidades de entrar en la región buconasal de otras personas si estas también portan la mascarilla, si todos portamos la mascarilla. Si reducimos al máximo la salida y la entrada en la región buconasal de otras personas o la contaminación de superficies, las probabilidades de contagio serán mínimas. En este sentido la OMS ha jugado un papel más que conservador, como también a la hora de alertar a los sistemas sanitarios del mundo que el brote en Wuhan obligaba a activar todos los sistemas de vigilancia epidemiológica ante la alta movilidad geográfica de la población china y la posibilidad de que ya se hubiera diseminado por el mundo. La OMS falló estrepitosamente cuando creó una falsa confianza al anunciar machaconamente que todavía no estábamos en pandemia en lugar de promover políticas proactivas a nivel epidemiológico y concienciar a la población de los riesgos. En relación con la mascarilla, no recuerdo que la OMS desaconsejara su uso pero la evidencia de su eficacia desde la mal llamada gripe española, en una enfermedad que se transmite de persona a persona por gotículas buconasales, y, sobre todo, después de los exitosos resultados de las medidas chinas, la no inclusión de la mascarilla como medida obligatoria es una prueba relevante más, como no realizar pesquisajes activos o el rastreo y aislamiento de contactos, que el coronavirus es algo más que una pandemia, es el motor de una crisis sistémica con claros objetivos económicos al servicio del capital financiero y de cambios profundos contra lo público, el estilo de vida y la pequeña y mediana empresa. Aquí, tanto la OMS como los gobiernos neoliberales y falsimedia están jugando un papel indigno y criminal, como lo jugaron en la crisis de 2008, cambiando OMS por instituciones financieras internacionales y nacionales.
La clase política no merece ni siquiera el nombre de clase. Habría que considerarlos como una compañía de teatro en la que los actores simulan peleas en el escenario para pasar todos a cobrar en cuanto se acaba la función.
Y los espectadores sienten la obra como propia y la siguen viviendo intensamente al salir del teatro y comentar escenas con los amigos mientras que los actores cenan juntos y hablan de fútbol porque a ninguno se le ocurre llevar la pelea más allá del escenario.
Hace unos días, el Consejo General del Poder Judicial pedía respeto a los jueces como si tal respeto fuera inherente a la profesión y no hubiera que ganárselo diariamente en los juzgados.
Me gustaría pensar que los tiempos del «no sabe Ud con quien está hablando» habían pasado pero hay muchos empeñados en que no los olvidemos. Jamás se le ocurriría al propietario de un piso que tuviera que tener hacia el administrador de la comunidad de propietarios un respeto más allá del debido a cualquier persona. Es alguien que realiza su labor y cobra por ello, exactamente igual que un juez o un ministro. Valoraremos su trabajo si se gana esa valoración, pero no sería procedente caer de hinojos ante ellos cada vez que tienen un acierto.
Hace tres días y medio, el Gobierno de la nación decidía y las CCAA se quejaban de que se pisoteaban sus competencias. Ahora que se han visto las orejas del lobo, lo que se demanda es coordinación, mucha coordinación, y el Gobierno central, en cambio, se ha erigido en el mayor defensor de la autonomía de las Comunidades.
Los que hayan visto a Pajares en la película Makinavaja recordarán la escena en que los empleados de un banco frustran un atraco por el procedimiento de pasar a los asaltantes de ventanilla en ventanilla y lo relacionarán con el «vuelva Ud. mañana».
No hay solución posible mientras los ciudadanos nos sigamos peleando por un quítame allá esa ideología mientras nuestros representantes se ríen de todos, los suyos y los de los otros, y pasan a cobrar sus retribuciones, las regladas y, a veces, las otras.
Hay que priorizar la inversión en lo básico y público para garantizar mayor capacidad frente al virus e igualdad de oportunidades para todas las personas.
Teniendo en cuenta que la situación es complicada,sin nuevas contrataciones y refuerzo del profesorado, sin planes para poder adaptar espacios y edificios vacíos que existen en la mayoría de pueblos y ciudades y estudiar la posibilidad de utilizarlos como apoyo a los colegios, reducir ratios…el resultado será nefasto.
Por desgracia no veo que sea la apuesta de muchas comunidades gobernadas por la derecha.
Siento asco y vergüenza de esta apestoso Estado que hemos construido, de tanta mierda por todas partes y tanto polític@ carroñero, de tanta ignorancia ciudadana que se conforma con las migajas que les tiran l@s list@s de turno, que se han rendido y han convertido la lucha por la Democracia e Igualdad en una lucha por una miserable supervivencia. Aquí y ahora la Solidaridad y Unidad se han sustituido por rabia y odio y con estos mimbres da igual el problema , siempre perderemos !@s mism@s.
A ver si se ponen las pilas con las ratios, que es en Galicia una vergüenza, no es de recibo que en Galicia regresemos al colegio con ratios de 25 en primaria y 30 o más en secundaria. Alumnos más los profesores correspondientes (en primaria: religión, idiomas, Ed.física y los de Ed Especial y tutor ) Las burbujas más pequeñas serán de 30 alumnos!!!!
¿Los gallegos somos inmunes o tenemos caraduras en el gobierno de la comunidad?
Los grupos burbujas son una entelequia en la escuela, y las autoridades lo saben.
Datos reales a modo de ejemplo para que conozcas cómo se pincha la burbuja:
Colegio de infantil y primaria público de 18 unidades y 408 alumnos
De los 408, 86 tienen algún o algunos hermanos en el centro o son mellizos o trillizos.
Estos 86 niños repartidos en las 18 unidades hacen que en cada clase haya por lo menos 4 niños que tienen relación con niños de otras clases.
¿ Donde está la burbuja si se detecta un caso en una clase? Solo si se rastrea con prontitud los casos de los otros grupos en los que hayan hermanos se podrá evitar que el virus se expanda a través de la densa telaraña de relaciones fraternales que existen en cada colegio.
A ver…
Si tan normal es… ¿Por qué no abrimos también las puertas de los médicos de familia y de muchas instituciones que siguen trabajando a puerta cerrada?
Estamos exigiendo a los niños en los colegios si o si… cuando muchos de los adultos ni se atreven a funcionar de forma normal…
Con la incidencia por millón de habitantes de algunas CCAA es difícil que detenga el valor de abrir los colegios públicos. Solo se puede hacer epidemiología escolar para ricos a medias (concertados) o de verdad (privados). Al menos en la CCAA DE Madrid es así. Pasen y vean las pocilga de aulas en los públicos pocos metros cubico y ausencia de ventilación. A ver quién tiene el valor de abrir en estas condiciones. Y estamos en el principio de la segunda ola. A lo mejor hay suerte, llueve y esas burbujas descomunales flotan y, así los niños pueden huir. Cada CCAA es un mundo y la de Madrid, en la que no se ha invertido ni un euro, el mundo destrozado de Blade Runner. A ver si tiene valor. Consideren, además, que Madrid no rastrea y la incidencia debe ser un 20 o 30% mayor de la que dicen. Quiten sus sucias manos de los niños de los profesores de los padres y, sobre todo, de los abuelos.
Epidemiológicamente hablando algunas comunidades son la hez de Europa.
No es un problema de salud es un problema social. Un problema de cobardía de un gobierno. Si la gente tiene que elegir entre morirse o trabajar, la culpa no es del pueblo es de quién permite que exista la explotación del empleo en negro, que no haya viviendas dignas accesibles y que las ayudas se pierdan en una maraña que las hacen inaccesibles a quienes más lo necesitan y que no saben que para confinar a los que mal viven hay que darle el cobijo y la alimentación al contagiado y a la familia. Entérate gobierno el,primer problema es curar a la gente y para eso solo hace falta dinero y no lo pones en cantidades suficientes porque no quieres por razones ideológicas. La pobreza y la desigualdad existen y se arreglan con dinero de renta básica, de cubrir a los explotados por la economía negra, de tener espacios para alojar y alimentar a los contagiados y sus dependientes. Esto nadie lo dice porque ese dinero solo puede salir de los que más tienen y esos son intocables. Si Amancio Ortega pagara todos los impuestos que ha evadido desde el día que saco Inditex a Bolsa, muy probablemente estaríamos hablando de más de 20.000 millones, pero de eso no se habla.
En unos días los voxianos propondrán confinar Vallecas con un muro, si no saltas el muro no comes, no mal pagas los gastos, ese es el dilema que este gobierno no está resolviendo ni va a resolver porque ni sabe ni quiere y luego se extrañarán que en las próximas elecciones los vallecanos voten menos todavía y los que voten, lo harán en mayor proporción por Vox. Y de esa situación hay un culpable con nombre y apellidos: Pablo Iglesias encantado con los sapos que tiene que tragar para mantener su poltrona a cambio de traicionar a miles de militantes y millones de votantes.
Mira que hemos comentado cosas pero lo que dices es del todo injusto y lo dejare ahí, como puedes decir eso de este GOBIERNO, TODO EL GOBIERNO, quien hizo la ley de dependencia?? la ley mas social que se ha hecho nunca, pero claro llegan LOS FRANQUISTAS y la derogan, no estoy confundido, no, no dar el dinero suficiente es derogarla, por esa ley y la de igualdad, no te las diré porque las conoces como yo, el PSOE perdió 5 MILLONES DE VOTOS, que le dieron la mayoría absoluta a los franquistas como también conoces, uno hace cosas y cuando llegan los terroristas lo destruyen todo, Y LES ECHAS LA CULPA A ESTE GOBIERNO, muy bien, recuerdas cuando m punto rajoy se jactaba de «CERO EUR. CERO EUR. ASÍ SIEMPRE». recuerdas?? uno de loas grandes problemas, aparte de los que dices, es la incultura y analfabetismo que tiene esta sociedad, tu sabes que lo denuncio a diario, ese es un problema sin solución a corto y medio plazo, a pesar de todas esas fechorías les votan la mitad de la población y en estos barrios tan castigados igual pero nunca aprenderemos, que injusto eres, un saludo
Primero en la organización de la sanidad y ahora en la de la educación España se encuentra ante sus carencias: falta de coordinación y gestión autonómica de bajo nivel en algunos casos. La sanidad española era buena pero nadie estaba preparado para una crisis como ésta y lo mismo ocurre con la educación, que no era tan buena. Aprendemos sobre la marcha y tenemos que sacar conclusiones rápidamente sobre la forma de mejorar la gestión en un estado que no se llama federal pero debe serlo si quiere funcionar mejor.
Trabajo en la Sanidad Pública madrileña y escucho a usuarios decir frases del tipo: «¿Cómo me voy a confinar si vivimos cinco personas en un piso de dos habitaciones?» o, «no me dé la baja, doctora, que me echan del trabajo». El trabajo precario y la pobreza real y tecnológica dificultan a las familias que lo sufren la toma de las medidas responsables más adecuadas ante esta pandemia. Paradójicamente, donde personalmente he encontrado más comportamientos irresponsables ha sido en alguna que otra familia acomodada que han tenido contacto con alguien que ha dado positivo en la PCR y que no les tiembla el pulso en viajar en tren o avión sin hacerse dicha prueba. Es la mentalidad de: «yo tengo derecho a todo y los demás obligaciones conmigo», sin tener en cuenta las obligaciones que cada uno de nosotros tenemos con la sociedad. Aun así, la mayoría de las personas, independientemente de su situación, están siendo responsables y se están confinando hasta estar seguras de que no portan el virus, como esa chiquilla de 18 años que me comentó por teléfono que en cuanto que una amiga suya le dijo que no podía oler, se confinó automáticamente. Finalmente, su amiga dio positivo y ella permanecía en su habitación a la espera de que llegara la hora de acudir a la cita para hacerse la oportuna PCR en su atascado centro de salud. Eso también es juventud. Juventud responsable, como la mayoría, aunque silenciosa a los medios de comunicación.
El coronavirus inspira la tercera encíclica del Papa, escrita durante el confinamiento, sobre la fraternidad humana tras la pandemia
https://www.eldiario.es/sociedad/coronavirus-inspira-tercera-enciclica-papa-escrita-durante-confinamiento-fraternidad-humana-pandemia_1_6186709.html
Seguro que el Cardenal Cañizares va a dar lectura y cumplido comentario de esta encíclica en la misa de mañana domingo, conminando también a todos los curas que están bajo su capa a hacer lo mismo en sus respectivas parroquias.
Y no esperemos menos del resto de obispos y arzobispos de la Conferencia Episcopal Hispano-Española.
¿Pues no dicen que el Papa, cuando habla ex-cátedra, es infalible?
Veremos…
San Francisco de Asís ¿el padre de la ecología?. Lo que hay que leer.
Yendo al grano, y para dejar tranquilo al papa.
¿Cuál es el mundo que nos espera tras la primera pandemia global del tercer milenio?
Pues más o menos el mismo que antes de la pandemia.
¿Hay que cambiar las reglas de una economía que, como subrayó Francisco, «está enferma»?
Pues si, pero no se que tiene que ver esto con el Covid, y menos con una Iglesia que ha colaborado activa e intensamente con esa economía enferma.
¿Habrá vacuna para todos, o sólo para los poderosos?
En principio, para los poderosos, y luego…, si eso…, ya veremos.
¿Es posible no dejar a nadie atrás?
Una pregunta con tantas negaciones es bastante difícil de comprender y de contestar, pero en cualquier caso, está claro que se está dejando a mucha gente atrás.
¿Cuáles son las claves para una auténtica fraternidad humana en el mundo del siglo XXI?
Pues supongo que las mismas que en el siglo XX, XIX, XVIII, etc., etc.
Una encuesta internacional afirma que el 54% de los españoles cree que el gobierno ha hecho «un buen trabajo» gestionando la pandemia
https://www.eldiario.es/politica/encuesta-internacional-afirma-54-espanoles-cree-gobierno-hecho-buen-trabajo-gestionando-pandemia_1_6188301.html
Es curioso, o tal vez no tanto, que los votantes de la ultra-derecha, en nuestro caso de Vox (e incluso el sector más vociferante del PP) opinen que la pandemia ha desunido las sociedades. Si alguien se ha esforzado en desunir son esa clase de formaciones así que parece que han conseguido su objetivo.
En cuanto a la valoración del gobierno de España, me pregunto en qué medida su aprobado ajustado no se ve alterado por la dificultad de distinguir entre el gobierno de la nación los autonómicos e incluso los municipales. En nuestro complejo sistema territorial es muy difícil distinguir si tal o cual servicio, prestación o competencia corresponde a unos o a otros, complejidad que sirve a los más tramposos e incompetentes para eludir sus responsabilidades y atribuir sus errores a otros. A mi juicio uno de los mejores ejemplos de este comportamiento miserable es el de la comunidad de Madrid que jamás asume tener la competencia sobre lo que sale mal y pretende hacer creer que la culpa siempre es del gobierno. Y lo peor es que lo consigue.
La humanidad debe ser capaz de caminar junta hacia el único objetivo de protegerse de esta pandemia, subsistir a sus efectos, revisar los mecanismos económicos que nos han abocado a un riesgo cierto y conservar el único soporte que poseemos para seguir vivos: el planeta común.
Quienes no sean conscientes de que la pandemia supone, lo que se considera en términos contractuales causa de fuerza mayor, respecto a los compromisos asumidos por unos y otros tras el resultado electoral pueden terminar cuando pase todo este episodio como imbeciles históricos.
Sobre todo aquellos que están haciendo uso de la COVID-19 para conseguir lo que en circunstancias normales solo pondría en evidencia su impotencia o incapacidad política.
A quienes, desde la izquierda mantienen las posturas anteriores, con una arrogancia digna de mejores causas, se les recomienda la lectura del ensayo de Vladímir Ilich Lenin,” La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo”, que el pasado mayo cumplió 100 años, pero resulta ahora tan pertinente como lo fue en su tiempo para denunciar que ciertas formas de maximalismo pueden resultar reaccionarias para los objetivos de la izquierda real, no académica.
Precisamente por el origen académico de gran parte de la izquierda pagada de sí misma, no deber resultarles difícil encontrar ese texto en sus estanterías.
Muchos piensan que los españoles somos un rebaño de borregos que hacemos lo que nos dicen sin pensar por nosotros mismos y que la culpa de todo la tienen el pastor y el perro.
Afortunadamente eso no es así. Somos personas responsables y, por eso, la mayoría de nosotros ha salido a la calle pero con precaución, con mascarillas (incluso cuando no eran obligatorias en Madrid), manteniendo la distancia, evitando las aglomeraciones, especialmente en locales cerrados, lavándonos las manos con frecuencia… Y lo hemos hecho porque sabemos que el responsable último de mis actos soy yo.
Es cierto que ha habido algunos que se han comportado y siguen comportándose como borregos pero ni siquiera en esos casos se puede decir que lo hayan hecho siguiendo las directrices de un pastor, sino por la dinámica del rebaño, dejándose llevar.
No defiendo a Sánchez ni a ningún gobierno autonómico. Es cierto que los errores están siendo muchos. Muchos vaivenes, muchas incongruencias, mucha incompetencia… El gobierno tiene la culpa de lo que ha hecho el gobierno pero echarle la culpa al gobierno de lo que hacen los ciudadanos no cuela en el siglo XXI.
Es muy significativo que quieran cerrar los parques de noche, no porque «no va nadie» ya que sí que va alguien: los jóvenes a hacer botellón. Es una vieja tradición de la política española y ahí no se libran ni peperos, ni sociatas, ni solemnes y plúmbeos republicanos como los que pululan por este periódico. Putear a la juventud y culparla de todo es deporte nacional (o no-nacional) en España.
La gente es bastante más irresponsable y egoísta de lo que se quiere reconocer, porque estoy HARTO de ver viejos sin la puñetera máscara, señorones cincuentones de venerable presencia llevándola como si fuera un collarín y, durante el confinamiento, gente berreando porque esto era una dictadura, el gobierno se te mete en casa y no te deja irte de cañas como un ciudadano libre «y esto qué coño es y dónde están mi libertaz». Así que, sr. Maestre, leña a los políticos pero, como decía Anguita, «al pueblo también hay que decirle cuatro cositas de vez en cuando». ¿Querían sol y cañitas y hacer lo que les diese «la puta gana»? Pues ahora a apechugar con las consecuencias. Yo me he pasado el verano ENCERRADO por responsabilidad.
Este no es ese gran país que nos dicen los gobernantes, estebes un país fallido en el que se desprecia el conocimiento en aras de no se qué interés electoral y económico. Todos son epidemiólogos pero a la vez se ignoran sus recomendaciones, se toman decisiones como aquella yenka: izquierda izquierda, derecha derecha, delante atrás un dos tres. La virtud, si es que puede decirse, de estas situaciones tensas es que nos enfrenta a la realidad que tenemos en nuestro país. Sucedió con el proces catalán, que saco a flote el carácter del aparato judicial y de la cantidad de apologetas del franquismo y del ¡a por ellos! que existen todavía. Ahora sucede con ese maravilloso sistema sanitario que parecía tan bueno…
Ante una narración de lo acontecido y de lo que sigue pasando, tan precisa, no se puede poner trabas de ninguna especie. De lo que si soy partidario es de que los jueces y fiscales apliquen el Código y las leyes que existen, que las hay, para encausar a los irresponsables que deberían ser todo lo contrario, responsables, (a no ser que la inviolabilidad regia los alcance también a ellos), y también, que se enseñe en los colegios, desde la más tierna infancia, a no acatar normas injustas y totalmente perjudiciales para nuestros semejantes y para todos, incluso para los que de forma tan canallesca nos las imponen.
Yo añadiría también a algunos periodistas y “comunicadores”, como Ana Rosa Quintana, que además de bendecir un día sí y otro también a la genocida Ayuso, clamaba por la reapertura inmediata de todo en Madrid ya en mayo “porque lo importante es la economía”.
¿Y ahora qué? Pues el exministro Miguel Sebastián lo dijo el viernes con claridad: “el gobierno ha tirado la toalla, ya da igual el número de contagios o de muertos, en España entramos en el Plan Bolsonaro-2”. Todos los ratios de la pandemia que antes eran decisivos para abrir o no las escuelas se han rebasado a lo bestia, pero ya da igual, se reabre todo. Y no se contratan suficientes profesores porque salen caros. Lo mismo que el gobierno de Ayuso no contrató rastreadores por no gastar y los pidió gratis. Y tiene razón Sebastián, ese es el Plan. Bastaba con oírle el viernes al verborreico Revilla decir, resumo sus palabras: prioridad absoluta a la economía, antes muertos que confinados. No se da cuenta Revilla que los muertos no comen anchoas.
Ya era raro que el capitalismo priorizara la salud de las personas. O exigimos el pueblo el imprescindible Estado de Alarma o asumimos el Plan: cientos de miles de muertos. Sánchez ya se conforma con que la culpa se la echen a las comunidades. Y para dirigentes de comunidades como Ayuso la vida de las personas no es una prioridad: pedir el estado de alarma salvaría vidas, pero dañaría su imagen. Se lo podía pedir la oposición en Madrid ¿Gabilondo, estás ahí? O simplemente nos podemos preparar para morir o para que mueran familiares nuestros. O podríamos incendiar las redes. ¿Aguantarán los políticos como si nada cuando haya 500 muertos al día? ¿Y cuando haya 1.000? ¿Lo aguantaremos nosotros?
¿Es eso mejor que 6 meses de confinamiento y luego desescalada cautelosa hasta que llegue la vacuna? Para Revilla sí. Para mi no.
Alguna responsabilidad tenemos todos y cada uno de nosotros. Es cierto que las autoridades han sido contradictorias pero también lo es que han tenido que tomar decisiones sobre una realidad cambiante a diario y en esas circunstancias no debe ser nada sencillo adoptar decisiones que equilibren la situación sanitaria y la económica. Ahora bien de na sociedad madura se debería esperar un comportamiento maduro. Que los dirigentes autoricen la apertura de determinados establecimientos e incluso animen a recuperar actividades propias de la «antigua normalidad» no significa que nadie esté obligado a llevarlas a cabo y menos sin la prudencia necesaria. Podrán autorizar a abrir los bares, por ejemplo, pero no por ello hay que ir a diario como si nada hubiera ocurrido o esté ocurriendo, se podrá ir a las playas pero no por ello dejar de mantener distancias o usar mascarillas. En mi opinión es lamentable que no fuese suficiente con que se recomendase el uso de las mascarillas y haya habido que hacer obligatorio ese uso porque eran demasiados los que decidían no seguir la recomendación, como me parece lamentable que el ayuntamiento de Madrid se haya visto obligado a cerrar los parques por la noche para evitar los botellones o que se tenga que precisar que si usar mascarillas es obligatorio eso implica la prohibición de fumar, beber, comer o hablar por el móvil a boca descubierta. El Estado nos debe de servir y proteger pero eso no quita para esperar que cada persona independientemente sea responsable de sus actos y tenga una esfera de decisión propia sin que se precise una regulación pormenorizada de autorizaciones y prohibiciones omnicomprensiva. Es verdad que la clase política española no es como para que estemos orgulloso pero quizá, en parte, sea la que merecemos pues es la que hemos elegido y la que nos representa a todos. Cuando les vemos, en cierto modo vemos lo que nos muestra el espejo en el que nos miramos.
Un comentario de diez. Es así. El Estado de derecho no puede sustituir la conciencia particular de cada ciudadano, que con un mínimo de madurez debería ser responsable de minimizar en la medida de lo posible el peligro que para sí mismo y para sus congéneres representa esta pandemia. Y para prevenir hay que cumplir religiosamente, con todas las consecuencias, las reglas que las autoridades han establecido para evitar una propagación explosiva del covid-19. No hace falta legislar cada paso que demos los particulares, sino recomendar qué se debe hacer y confiar en la cordura de la mayoría. Es lo que hacen en Alemania, Holanda etc. Y a la minoría detestable que nos pone en riesgo a todos, sancionarla con todo el vigor y la energía. Siempre sucede igual: ciudadanía inmadura, represión; ciudadanía educada, asunción natural de las normas, cumplimiento de las mismas y, en consecuencia, mínima coacción por parte de las instituciones públicas. Cada ciudadano responsable es juez y policía de sí mismo y no precisa de una tutela permanente desde arriba como si se tratara de un menor de edad o de un retrasado mental. Pero me temo que en España falla la base: poca educación para la ciudadanía, poco sentido de lo colectivo y poco respeto hacia los demás. Es un problema educativo, en el fondo. O como decimos en Asturias: demasiada gandalla circulando suelta. Y efectivamente cada país tiene la clase política que se merece. Si la clase política española es, por decirlo diplomáticamente, bastante mejorable, es porque la sociedad española comparte totalmente sus vicios e insuficiencias. Cuando se truena contra los políticos habría que pensar si los españoles podemos tener (o nos merecemos) una clase política distinta. En mi opinión, no.
No es por quitar la parte de culpa de las autoridades y los políticos en general. No sólo presionaron los empresarios. La mayor parte de la ciudadanía también presionaba en aquellos días para volver a la normalidad. Y claro, los políticos se lo concedieron. En cualquier caso, creo recordar que siempre hubo un mantra que los sanitarios no han dejado de repetir: mascarilla, distancia social y lavado de manos. A quien ha hecho caso la población? A quienes decían lo que querían oír, por supuesto. Y sin aplicar el sentido común. Se puede estar en una terraza, pero no en una terraza abarrotada, y aquí con todo.
Yo me he pasado el verano viendo de lejos el comportamiento irresponsable de una parte importante de la población, evitando caer en lo mismo. También me he pasado el verano haciendo mis turnos y guardias en urgencias soportando las faltas de respeto en que ha derivado la pantomima de los aplausos.
La humanidad debe ser capaz de caminar junta hacia el único objetivo de protegerse de esta pandemia, sobrevivir a sus efectos, revisar los mecanismos económicos que nos han abocado a un riesgo cierto y conservar el único soporte que poseemos para seguir vivos: el planeta común.
¿Ha pedido algún juez o fiscal los certificados médicos de defunción, de cada uno de los fallecidos en las residencias? ¿Han comprobado si se hicieron de acuerdo a lo legislado o de otra manera? ¿Han comprobado los documentos farmacéuticos obligatorios para la aplicación de morfina paliativa en los casos en que se hizo o se tomaron decisiones ilegales? ¿Han comprobado los «protocolos» de cada comunidad, (los escritos y los verbales), para no derivar a los hospitales o hacerlo demasiado tarde? En Madrid más de 5000 fallecidos sin haber sido llevados a los hospitales, públicos o privados o el del Ifema (al que solo fueron 23 residentes). ¿Han tomado declaración a los «geriatras» que negaban las derivaciones? ¿Han comprobado si había todavía respiradores y sitio en las UCI y que fueron negadas a los fallecidos? ¿Han pedido declaraciones de los familiares de los fallecidos para saber hasta que fechas se estuvieron negando las derivaciones a pesar de haber bajado ya la ocupación de los hospitales públicos? ¿Han llamado a declarar a los directores/as y trabajadorxs de las residencias?
¿Por qué hay quien cree que hay que dar carpetazo al asunto sin haber hecho estas mínimas comprobaciones? ¿Es por vagancia funcionarial o porque en España «se muere muy bien» (Rubalcaba «dixit»), pero solo algunos, y a los demás se les entierra de malas formas o se les deja en cunetas, con el beneplácito de la «justicia»?
Seguimos echando pelotas fuera, por supuesto tiene que ver con nuestra idiosincrasia y praxis política concreta los resultados de la pandemia en nuestro país.
No quisiera entrar nuevamente pero debo hacerlo.
La gestión coordinada del gobierno alemán y sus land, perfectamente equiparables a las autonomías a estos efectos, dista mucho de la recentralización, suspensión de funciones, el ejército en las tribunas de prensa, y en las calles. Las llamada al miedo, que no a la responsabilidad madura y posible. …La comparativa de resultados es clamorosa en nuestra contra.
Por supuesto a ello se suma un sistemático empobrecimiento en condiciones de personal del sistema de salud y asistencial en nuestro país.
La pelea política, «conmigo o contra mi» claman desde el poder, aparece como innoble y deshonesta para los afectados de tanto error e improvisación, cuando no viene honradamente acompañada de las correspondientes autocríticas de los portavoces de turno, comenzando por los que tienen responsabilidades directas.
No aceptamos autoflagelarnos cuando quienes debieran dar ejemplo siguen con su erre que erre atribuyendo a nuestras culpas originales el castigo que venimos padeciendo. El estilo de hacer política, psoe, pp y los demás se parecen asquerosamente, no incluye nunca la reflexión serena, crítica, incluso dubitativa o reconociendo limitaciones, ignorancia… necesitaremos pronto una mujer líder con el talante de Jacinda, de Nueva Zelanda, incluso de Angela, de Alemania.
Son empáticas y razonables, no tratan con subordinados, sólo con ciudadanos.
En mi opinión, una de las medidas que mejor ejemplifican la «acción» de gobierno de Ayuso es la que se tomó en referencia al hacinamiento que se produce en el metro de Madrid —tanto en los andenes como en los vagones— por la baja frecuencia de paso de los trenes (hasta 17 minutos o más). Sencillamente se decidió no informar del tiempo de espera en los paneles luminosos hasta que solo faltaran 1 o 2 minutos para la llegada del convoy.
¿A que es genial?
El método que utiliza esta gentuza en el robo es más rastrero que el del carterista,. Normalmente el carterista profesional suele ser limpio y no causa daño físico (vamos que ni te enteras de que te han afanao).
El robo que practican estos miserables no se basa en la finura y disimulo que describía Brassens en su canción, estos bandidos no se molestan ni en disimular, sabedores de tener las espaldas cubiertas si se diera el caso de tener que ser juzgados.
En mi opinión estos fachas al robarnos son más sucios y dañinos, por poner un ejemplo musical diría que son tipo Pedro Navaja :»para robarte la cartera, puñalá trapera».
El método de Casado es muy antiguo, se lo habrá enseñado su señorito Aznar y se trata, en definitiva, de la técnica del carterista de la canción de George Brassens “La mauvaise reputación “.
Después de haber robado la cartera, para disimular, sale corriendo por la acera y gritando:
¡! Al ladrón al ladrón!!
Ayuso no está defraudando absolutamente nada de lo que ya prometía, por sus maneras, durante la campaña electoral.
Lo que les pasa a estos personajes tipo “ La tonta del bote” es que, al principio, sus chorradas resultan incluso divertidas y se le ríen mucho las gracietas. Pero esa situación impide hacer una valoración inicial de sus incapacidades para gobernar y lo que hace un año resultaba cómico ahora se ha vuelto dramático.
En estos momentos, su estupidez le lleva a conducir ese autobús en el que vamos todos, por el carril equivocado de la pandemia, en dirección contraria, quejándose de que las luces de los otros conductores le molestan de tal forma que casi no le permiten conducir, y convencida que están completamente equivocados.
Detrás, los pasajeros vamos horrorizados, y por más que gritamos la conductora ni se inmuta.
Grave también es lo de su copiloto, el Sr. Casado, que la eligió como conductora, y ahora le hecha una mano con medio cuerpo fuera de la ventanilla, gritando como un descosido a los coches que vienen de frente:
¡! Que vais mal, dad la vuelta!!
¡¡ Seguidnos que os llevaremos al buen destino!!
Me repugna esta farsa epidemiológica de dos personas con un currículo miserable (en el pueblo de mi madre dirían: «no juntan el bachillerato entre los dos») . Pero su nula formación no justifica todo. Todos hemos sabido qué CCAA tenían mayor incidencia en cada momento y como se han repetido, lógicamente, sus nombre. Madrid está en una situación epidemiológica desastrosa con centros de salud saturados, Hospitales que van camino de la saturación, observen la cronología del primer brote y sabrán que aún quedan una o dos semanas para repetir el desastre previo. Aquí no se ha restringido la movilidad en ninguna parte, no ha habido confinamientos parciales de ningún tipo, lo que sí ha sucedido en muchas CCAA. Aquí no se ha hecho nada. Díaz hace declaraciones que aterrorizan a niños, padres y abuelos. Todo esto está bien meditado. Nada dicen al azar.
Es acientífico que las restricciones en el interior de los restaurantes se reduzcan a la distancia física, cuando es sabido que el riesgo de infección y la gravedad de la enfermedad están correlacionados con la carga viral y, por tanto, con el tiempo de exposición a aerosoles en lugares cerrados y mal ventilados. Debería haber obligaciones en términos de tasa de renovación del aire.
LA SANIDAD PUBLICA SE DEFIENDE, NO SE VENDE.
Los profesionales y la población, deberíamos estar defendiéndola y defendiéndose.
Por otra parte, poco a poco el sistema sanitario se está quebrando ante la presión y la falta absoluta de personal, sumado al AGOTAMIENTO, DESMOTIVACIÓN Y ESTAR PSICOLÓGICAMENTE MUY TOCADOS. Los gestores y portavoces oficiales, no saben de esta realidad… pero se esta evidenciando en todas las ccaa. Como consecuencia del colapso en la primaria, se esta produciendo el confinamiento domiciliario sin control, lento pero progresivo. Y este hecho fue un motivo esencial de la hecatombe de marzo y abril, con graves responsabilidades política y sanitarias. IGUAL QUE AHORA.
Informes de los médicos de urgencia y ucis italianas, están insistiendo que el virus no ha disminuido agresividad en absoluto, que la edad media de los enfermos muy graves con respiradores son mas tempranas y que lo único que falta es el tsunami de la primera ola. Plantean el hacinamiento / encierro, con la carga viral como factor desencadenante, lo que produce enorme inquietud. Continuamos a fecha 6 de septiembre destacados
España 976 pac. en ucis
Francia 464
Alemania 223
Italia 121
UK 76
Belgica 58
Portugal 40
El objetivo es reventar la sanidad primaria para transformarla por completo.
El estupor de la pandemia supondrá la suficiente sofronización de los colectivos críticos y “adelantaremos décadas en la recuperación de la sanidad pública para la empresa privada, que acabará siendo nuestra pensión de jubilación cuando aquí se nos acabe el pastel”.
Pues eso. Algo dijo Anabel Alonso de hacer en la puerta del sol, si está gente desenfundaban sus principios contra el pueblo soberano y enfermo.
Recuerden a los consejeros de Sanidad de Madrid desde Esperanza Aguirre: Echániz, Lamela, Lasquetti, Güemes….
No estaría mal ver sus relaciones con las grandes empresas que capitalizan la sanidad privada. De eso hay mucho escrito.
Tiene usted razón. Es importante decir que este problema no es idéntico en todas las CCAA. Madrid y Cataluña van a la cabeza. Cataluña empezó muchos años antes y, según las cifras que todos hemos podido leer, cerca de un 25% de los fondos de la sanidad pública se desvía allí, de una u otra forma a la privada. De hecho el número de grandes hospitales privados en es CCAA es enorme. Destaca que ni siquiera con gobiernos de izquierda esa tendencia cambiase. En Madrid todo empezó con Esperanza Aguirre y hay que reconocer que lo están bordando. Creo que aquí la desviación de fondos es aproximadamente de un 12%. Reparen en la cantidad de hospitales privados construidos en los últimos años. Recuerden que se ofrece directamente a los pacientes de la sanidad pública ir a clínicas privadas para pruebas: la lista de espera que ellos crean por la falta de medios es su mejor arma. En Madrid todos los nuevos hospitales son, en cierto modo privados. Lo han clavado. Primero dijeron que los gerentes eran un desastre y que lo mejor era privatizar la gestión y así seguimos. El término «derecha» no es unívoco y a mi no me gusta usarlo en tal acepción. No haberlos votado jamás no me impide ver que entre la derecha de Merkel nada tiene que ver; ni ha destrozado su sanidad ni el tejido de protección social y, ahora mismo está haciendo planes de inversión creo que de 4.000 millones. Esto que tenemos aquí en Madrid o en Cataluña no es lo mismo ni se puede llamar lo mismo. Estos partidos están más próximos al neo liberalismo destructor que a la derecha civilizada. Nos vendrá bien llamar a cada uno por su nombre.
Y las estadísticas de los muertos de gripe, neumonía, etc del año pasado y el pasado y el anterior, abran los ojos manga de zombies, le echan la culpa a esta mentira por cualquier muerte, accidente de auto, Covid, uñas encarnadas, Covid, mal aliento, Covid!!! Despiértense gente y los medios son cómplices de esto!!!
Aún dando como válida la tasa de mortalidad que dan (0,6), en España serían 300000 muertos. Si ya con 30000 se colapsó el sistema sanitario…echa cuentas. Sobre la inmunidad de rebaño, la broma ya cansa. En los países que han intentado estrategias de inmunidad de rebaño, han tenido que echar marcha atrás, ya que por las características de este virus, no es una medida eficaz.
Pues desconocía ese dato, pues entonces van a salir positivos a punta pala si se trata de pillar dinero ya que cada comunidad hace la guerra por su cuenta, no obstante efectivamente los hospitales de momento están bien (algunos médicos alertan de que esto está fatal curiosamente en Madrid que es donde se intenta echar como sea al PP), pero no descarto con esto de la vuelta al colegio que los niños actúen como potenciales contagiadores asintomáticos y más teniendo en cuenta que gran parte de de dichos contagios son en el entorno familiar, bueno y todo esto aderezado por la cantidad de bajas no cubiertas en los centros primarios que están actuando de un modo totalmente ineficaz.
Sin duda, ya somos inmunes al pensamiento. Números que tenemos que recordar, cotejar, comparar, para poder hacer seguimiento. Es mucho 23,000? En dos días? La última noticia era de 10,000? En un día? Espera, que me lío…
Cada vez que salga una noticia así, SI ES INFORMACIÓN Y NO SÓLO DATOS, nos deberían decir la evolución, y no sólo en una gráfica.
Y cómo han variado los datos de los días anteriores con los datos que algunas comunidades aportan con retraso. Pero NO, no hay que alarmar. Y algunos todo el jodido día haciendo números, porque no informan, dan datos.
Lamentablemente, se va consiguiendo la inmunidad de rebaño, no de contagios, sino de rebaño de cerebros.
Como ya ocurrió anteriormente, el martilleo constante de números inconexos, golpeando a diario las mentes, por mucho interés que se quiera prestar, ha conseguido adormecer a la población y que un dato como el de este fin de semana ( casi 27.000 nuevos infectados) ni levante ya ampollas, ni suponga nada más que esperar a mañana que habrá más, y más y más… hasta el despeñamiento final.
La sociedad atemorizada, desconcertada, adormecida, anestesiada, prepara para cualquier apocalipsis… y nosotros aquí con estos pelos, mesándolos o tirándonos de ellos, sin saber ya a qué reaccionar ni cómo…
Mal final se anuncia para esta tragedia.
Así ha unido el coronavirus a los teóricos de la conspiración y a la extrema derecha
https://www.eldiario.es/internacional/theguardian/unido-coronavirus-teoricos-conspiracion-extrema-derecha_129_6206028.html
No metamos todo en el mismo saco. El virus existe y se ha convertido en un grave problema de salud pública. También lo fue y lo sigue siendo el sida y no se hizo nada para su prevención siendo una enfermedad incurable, devastadora y cara de combatir. Por ello, no es fácil de asimilar tantas medidas restrictivas por una pandemia con una tasa de mortalidad del 3 o 4% y sobre todo que nos quieran hacer creer que es el derecho a la salud lo que importa cuando se han cometido tantos errores en el mundo neoliberal incompatibles con el nivel de desarrollo de las ciencias de la salud como la tardanza en implantar la obligatoriedad de la mascarilla en una enfermedad que se transmite por vía buco-nasal o en hacer el rastreo de contactos de los contagiados y su aislamiento, a lo que habría que añadir el fallo clamoroso de los servicios de vigilancia epidemiológica o incluso su eliminación previa para que no existiera la menor duda de que no iban a funcionar ante un virus como este (el caso de Trump en Estados Unidos). No cabe la menor duda de que la mala gestión de la pandemia responde a su instrumentalización con otros fines, que sólo pueden ser de carácter económico y que, por el daño que están causando a la economía real, tiene que estar al servicio del capital financiero y su búsqueda desesperada de rentabilidad, además de buscar la acumulación por despojo a costa de la pequeña y mediana empresa y los intereses de la clase trabajadora o conducirnos hacia un modelo económico y social más acorde con las mayores corporaciones y fortunas (digitalización de la economía). Una cosa es protestar contra la pésima gestión e intereses espurios y otra negar la pandemia y los daños del virus. Los negacionistas, fuertemente manipulados para eclipsar las justas críticas a la mala gestión, deberían firmar para que se les negara atención sanitaria en caso de contraer la enfermedad. No hacer nada sabemos que tendría un relativo alto coste en vidas y calidad de vida.
Se podría trasplantar esa trumpiana idea del muro que separe a dos mundos enfrentados en los que se divide de manera irremediable la sociedad.
Primero, los hijos de la Ilustración que confiamos en la Ciencia como la única herramienta, imperfecta pero eficaz para enfrentarnos a los desafíos (y a los peligros) de un mundo cada vez más complejo, una sociedad en la que esos profesionales y expertos que se han dejado las cejas (y a veces casi la vida) desentrañando metódicamente durante años los problemas y vislumbrando (unas veces con mejor y otras con peor acierto) soluciones racionales, basadas siempre en datos objetivos y hechos, calibrando pros y contras de cada situación, sean escuchados en sus recomendaciones por un gobierno que actúe en consecuencia.
Y de otra, los analfabetos anticientíficos, enganchados a supercherías del pasado o recién inventadas por un avispado chamán/profeta/visionario del siglo XXI. Este mundo incluiría a todo ese conjunto de semideficientes mentales que “opinan” (sin tener por supuesto el más básico conocimiento) que la Tierra es plana, que el dios elefante está a su servicio, que las vacunas son dañinas, que los virus no existen, que las enfermedades son el resultado de una descompensación de incognoscibles fuerzas telúrico-místicas o que el agua azucarada y los pinchacitos en el codo o en el talón del pie curan las hemorroides, el autismo o ya puestos el cáncer más agresivo.
Esta salomónica separación sería por el bien de todos: los racionalistas no perderíamos el tiempo y ahorraríamos en nuestros impuestos en convencer y en muchas ocasiones, salvar la vida (contra su voluntad) de estos descerebrados que no quieren enfrentase a la realidad. Ellos por otra parte, serían felices en su ignorancia (eso sí, el poco tiempo que les concediera la pandemia de turno) en sus mundos de princesas Disneys y unicornios rosas, esos infantiles universos en donde la magia potagia reina por doquier y todo se cura con amor, zumos de frutas, meditaciones y rezos varios a las siempre esquivas deidades de la particular elección de cada uno. Y por supuesto, este mundo “alternativo” estaría dirigido por la siempre experta guía de tertulianos televisivos, toreros fascistoides, migueles boseses de naftalina vampírica, concursantes de Gran Hermano y chamanes pseudomédicos de todo pelaje: esos mismos que todo dicen saber, pero que luego en realidad nada saben.
Madrid es la prueba de que los cribados masivos mal planteados son inútiles y agotan recursos.
Los pocos positivos entre los profesores a los que se hizo PCR tras el test de anticuerpos revelan que es una estrategia mal planteada: ya pasó en la Comunidad en julio en Torrejón de Ardoz, también con unos test a partir de un contrato con Ribera Salud.
No son estrategias mal planteadas; han servido para soltarle una pasta a los laboratorios para hacer primero los test con alta tasa de falsos positivos, y luego volver a pagar por las PCRs para descartar masivamente esos positivos. Otro tema es que haya sido algo útil para enfrentarse a la COVID-19 o que haya supuesto una buena gestión de los recursos dedicados a Sanidad, pero la Comunidad de Madrid no se dedica a esas chorradas, sino a dar negocio a la empresa privada a cuenta del erario público. Y que los que gobiernan ahora nunca ocultaron que si daban los números, PP, Ciudadanos y VOX se acabarían entendiendo para que este sistema se mantuviera, así que los madrileños tenemos lo que nos merecemos (concretamente, a la community manager de un perro de Presidenta).
La respuesta a por qué se han hecho. 1) oportunidad de pagar favores a Ribera salud (de esta se hace eco todo el mundo) 2) apelar a la fibra egoísta de 90.000 personas que querían saber si HABÍAN PASADO LA ENFERMEDAD (todos/as queremos saberlo) para ganarse al profesorado de cara a un inicio inseguro en centros educativos. Una semana después, sólo 3000 profesores se han llevado la satisfacción de saber que han pasado o están pasando la enfermedad, los 87000 restantes seguimos viendo con preocupación la total falta de medidas de seguridad pero ha disminuido nuestro poder (legitimidad) de protesta porque a «al fin y al cabo nos han dado los tests que pediamos» y un montón de dinero se ha despilfarrado.
No hay ninguna constancia de que la consejería tenga un consejo asesor de epidemiólogos. Ni un residente de primer año de epidemiología cometería tales desatinos. Insisto es la única CCAA que no ha hecho ni un solo confinamiento dirigido (no pcr dirigidas). La incidencia que tenemos aquí no es producto de la casualidad. Comparen con las medidas de otras CCAA.
Si nos fijamos en las últimas dos semanas, Madrid ya lidera, con mucha diferencia, el ranking de provincias que confirman más casos por habitante. Durante los 14 días previos al 6 de septiembre ha registrado 529 casos por cada 100.000 habitantes. A bastante distancia le siguen las provincias de Euskadi: Álava, Bizkaia y Gipuzkoa. De las 3, los contagios ya se han estabilizado en las primeras dos aunque siguen subiendo en Gipuzkoa, donde los casos siguen en ascenso en la ciudad de San Sebastián.
Yo me rindo. Cada día es un dejá vu del dejá vu del día anterior. Y comentan que vamos mejorando…..
Y ahora vendrá el dejá vu de los colegios
Recuerdo ahora una frase del tránsfuga «Garrido el Breve» que, enseñando.la patitas por debajo de la puerta dijo: «Madrid es la única CCAA en la que los habitantes pueden elegir libremente entre medicina pública y privada, entre colegios públicos y privados» . Trump y Bannon movían los hilos de la marioneta.
Hablando de no relajarse y mantener precauciones, ¿de qué sirven tantas precauciones dentro de los centros si a la salida se juntan todos sin el más mínimo cuidado? Como he visto ayer en una conocida plaza del centro de Madrid al lado de un instituto. Y eso que aún no han empezado las clases. Decenas de jóvenes por la mañana, llenando la plaza sin mascarilla o llevándola debajo de la barbilla. ¿No están prohibidas las agrupaciones de más de diez personas? No había ningún control. Así no servirán de nada las clases burbujas.
Comienzo dejando claro que estoy totalmente de acuerdo en que l@s niñ@s deben volver a las clases presenciales, lo contrario genera unos perjuicios en tantos ámbitos de su vida difícilmente subsanables en el medio y largo plazo que no compensaría en absoluto. El problema es que pienso que va a ser un desastre, que estamos abocados a un destrozo considerable porque, como ha ocurrido con la sanidad, los responsables políticos de las CCAA no han puesto los medios necesarios para que la vuelta a los colegios y los institutos fuera lo más segura posible. Luego nos quejaremos y nos retorceremos pero a estos responsables, por llamarlos de algún modo, los hemos votado nosotr@s… bueno, yo no… aunque me tengo que joder igual…
Tened cuidado niños!!!
Al cole pero poned atención vosotros sois más listos que muchos adultos y no os acerquéis a los abuelos (que el coronavirus lleva nuestra foto en el ARN).
Ahora os queremos a distancia sin besos ni abrazos, sin ver pelis juntos, sin contaros cuentos.
Los que trabajan en coles e institutos se lo han currado con los pocos medios de los colegios públicos. Y, sobre todo, no hagáis caso de lo diga esa persona que manda en la Comunidad de Madrid, le gusta asustarnos. Le podéis enseñar «el dedo palabrota».
No parece que las actuaciones del Gobierno nos den motivos para el optimismo. Aquí no se conoce ningún plan para aprovechar el impulso europeo, especialmente en cambio del modelo económico, la lucha contra el cambio climático y la transición energética.
Calviño ya ha enfriado cualquier avance de calado en una nueva política fiscal, imprescindible llegar a la media europea, y qué vamos a decir de la pobreza, No hace falta que las ONG den la voz de alarma sobre el aumento de a pobreza y las «colas del hambre, vasta con salir a la calle.
El fraude en las expectativas sobre el I.M.V, que además no se ha fijado plazo para resolver las peticiones, está provocando situaciones dramáticas en nuestra sociedad, que no le va a salir gratis al Gobierno. Especialmente al socio minoritario.
Yo no tengo duda que, en cuanto haya una vacuna o un remedio para la COVID, va a haber un rebrote sobresaliente de la economía porque en este periodo ha habido mucho ahorro y el personal tiene ganas de marcha. Y con eso, las empresas volverán a los beneficios y las que hayan caído serán substituidas por las que nacerán. Pero la gente que ahora está en el arroyo no va a salir de él. Incluso los que vuelvan al trabajo no olvidemos que seguirán haciéndolo bajo el yugo de la reforma de la ley laboral del PP.
Vengan como vengan, las crisis siempre las pagan los mismos y la recuperación también ganarán los mismos y habrá un perdedor más, el Medio Ambiente. Que viendo como lo tratamos tiene explicación que se le llame «medio» y no entero.
Esta crisis como todas la pagarán los de siempre. Algunos ya hace mucho que no nos creemos mensajes como el de vamos a salir todos juntos o no se va a dejar a nadie atrás porque lo hemos oído muchas veces y nunca ha sido verdad. El fraude total del ingreso mínimo vital con la indolencia de Podemos que para algo debería estar en el gobierno es el ejemplo más claro. Nuestros políticos son una élite que solo gobierna pensando en si mismos. Los profesionales con más alta formación y más solicitados no tendrán problemas, el resto de los trabajadores especialmente los jóvenes y la gente de los barrios será quién sufra. ¿Conocéis un solo político en el parlamento que sea camarero, o obrero de la construcción, o empleado de limpieza, o trabajador de la industria, o directamente desempleado? Nuestros políticos no conocen los problemas de toda esta gente más que de oídas, por eso no les preocupan lo más mínimo.
El problema es que en este país la inspección de trabajo no funciona especialmente en la pequeña empresa y los empresarios recurren constantemente a trampas para no cumplir la ley. No conozco un solo camarero que cobre lo que le corresponde, a unos les aseguran y les pagan menos horas de las que en realidad trabajan, a otros les hacen firmar una nómina con el salario legal pero les dan en mano una cantidad inferior,etc. El ejemplo del camarero es uno más en el que al final o te adaptas a lo que diga el empresario de turno o estás fuera. La verdadera reforma laboral sería que se controlarán los horarios de trabajo en cada empresa todos los días, con la policía y la guardia civil si es preciso, y que se obligase a pagar por el banco las nominas. Los cambios de los que hablas son positivos y me alegro de que se hagan, pero en la práctica solo afectaran a grandes empresas con fuerte presencia sindical para garantizarlos.
Lo advirtieron los sindicatos y lo terminaron reconociendo los políticos: la vuelta al colegio en esta segunda ola de coronavirus, sin los recursos materiales o profesionales necesarios, elevaba las probabilidades de contagio. Y así ha ocurrido. En Pontevedra, Málaga, Palma o Madrid, las plantillas de docentes se han visto resentidas por los primeros casos positivos en COVID-19 sin que exista un plan seguro y eficiente de sustituciones. De los 53 centros afectados según el Gobierno, algunos no tienen más remedio que echar el cierre, como ha ocurrido en la provincia gallega donde siete docentes guardan cuarentena, y otros hacen malabares con el trabajo restante a costa de hacer estallar los grupos burbuja.
¿La mejor educación del mundo?. NO. Una educación como no hay otra.
¿La mejor sanidad del mundo?. NO. Una sanidad como no hay otra.
¿La mejor liga del mundo?. NO. Una liga como no hay otra.
Vaya situación. Décadas de recortes y desprecio por la educación pública nos traen estas consecuencias. Pero qué esperar de politiquillos mediocres, ignorantes e incompetentes, que lo único en lo que piensan es dónde pueden construir algo para cobrar unas comisiones. La educación y la sanidad publicas no tienen para ellos tanto glamour como las fotos ante edificios que nadie necesita o que nunca se usarán o líneas de Metro que se hundirán o levantarán según el caso. Es indignante. ¿En qué han gastado el dinero que ha transferido el Gobierno?
Mientras el gobierno no derogue la reforma laboral, ni quite los límites de déficit público, que permita contratar profesoras a todos los nivel con estabilidad, ya no digo funcionarios, si no indefinidos por lo menos, ni la educación ni la sanidad van a salir de este nivel extremo de precariedad que lleva a estos desastres. Cursos son profesores, e incapacidad de reemplazar a las sanitarias ante cualquier emergencia. Tuvieron meses para mejorar, CCAA y gobierno central, y aquí estamos otra vez en la primera casilla, vuelta a empezar.
Cómo pensar que van a contratar a profesorado extra cuando ni siquiera son capaces de asegurar, a pocos días de que comience el curso en secundaria y FP, que vaya a haber profes titulares. En varias especialidades de FP no hay profesorado de con la formación suficiente y muchas de las plazas convocadas han quedado vacantes.
Aquí se pueden ver las vacantes sin cubrir en Castilla y León https://www.educa.jcyl.es/profesorado/es/interinos/interinos-cuerpo-profesores-ensenanza-secundaria-cuerpos/interinos-pes-cuerpos-curso-2020-2021/interinos-curso-2020-2021-aisi/interinos-curso-2020-2021-pes-cuerpos-aisi-1-adjudicacion.ficheros/1425888-AISI_1_2020_Secundaria_Vacantes_9septiembre20.pdf
Especialmente preocupante es el caso de los Ciclos de FP Básica, donde acaban los alumnos con más dificultades de aprendizaje. Donde este curso aterrizarán muchos y muchas de quienes quedaron desconectados en el confinamiento. Van a comenzar el curso sin profe, como ya sucedió el curso anterior, y el anterior al anterior.
Cada año cambia el equipo educativo en el nivel en el que más importante sería que hubiera estabilidad. Ni siquiera en el curso que se intuye más difícil y complicado de toda nuestra historia la administración educativa ha sido capaz de asegurar unas mínimas condiciones para el alumnado, a diferencia de lo que pasa en los centros privados o concertados, donde por la cuenta que les trae no pueden permitirse esta desidia.
Encima les obligarán a estar en clase con el profe de guardia durante dos semanas corriendo un riesgo innecesario.
Y qué decir de la religión, única asignatura que se mantiene mezclando alumnos (en los institutos que conozco por lo menos).
Es lógico, tiene contenidos tan importantes como el niño Jesús, qué es un milagro o la Inmaculada Concepción, y adquieren destrezas tan esenciales como… hacer postalitas.
No hay mal que por bien no venga. Es la primera vez en 21 años como docente que leo en un periódico nacional la denuncia de las malas condiciones en las que se encuentra la educación pública desde siempre, pero ha sido necesaria una pandemia horrible para sacarlo a flote. Como todas las buenas intenciones durante el confinamiento, cuando esto pase nadie se acordará y todo seguirá igual. Vergüenza de país.
Ayuso asegura que los contagios en Madrid se están produciendo «entre otras cosas, por el modo de vida que tiene nuestra inmigración».
Definitivamente y desgraciadamente, esto es lo que hay y votan los ciudadanos, o sea, todo una auténtica putrefacción. España y sus ciudadanos necesitamos un reset.
¿Hasta cuándo este catálogo psico-patológico de la presidenta de la Comunidad de Madrid? ¿Cómo no se dan cuenta de que la medicación no le hace efecto? ¿Qué hace su familia? Al Partido Popular debemos sumarle su innegable propensión al sadismo al haber aceptado a esta mujer en sus listas y luego confabularse para que alcanzara el cargo que ostenta y que causa verdaderos estragos en la villa y corte. Insisto, ¿nadie se da cuenta de que esta mujer padece un grave trastorno mental?
Y no solo de los inmigrantes. La culpa es de inmigrantes, obreros y pobres en general. Seguro que ninguno se confinó en algún apart-hotel a pensión completa como ejemplarmente hizo ella aceptando ese regalo para darnos ejemplo.
A esta pobre mujer, (lo de pobre se refiere a su coeficiente intelectual), le estamos achacando todos los males que padecemos en esta comunidad y no debemos olvidar que ella no es nada más que una tonta útil, quién le prepara esos discurso, que ni siquiera es capaz de leer con una cierta soltura, un tal Miguel Ángel Rodríguez, aquel del cual la Botella, mujer del genocida, decía que era como su hijo, es el que la da cuerda como a un monito de feria
Y este siniestro personaje, nazi donde los haya, además de aficionado y empinar el codo, es uno de los miembros del núcleo duro ideológico que se mueve alrededor del genocida.
Si colocamos a todas estas piezas en el tablero, nos daremos cuenta que todo gira alrededor de la estrategia » Cuanto peor mejor» diseñada por el genocida para tumbar a González, después se aplicó a Zapatero y ahora, jugando con dos memos como esta presidenta y el descerebrado del casado, la están volviendo aplicar contra el gobierno de coalición
No nos ceguemos con estas marionetas patéticas que aparecen en este guiñol, miremos detrás de la cortina y allí veremos a los que de verdad manejan los hilos y esos son los auténticamente peligrosos y siniestros.
Confinarán a los barrios trabajadores y solo en sus horas libres??? Se ve venir.
Si nos contagiamos en el metro al ir a trabajar, «se siente».
Pocas medidas tomaron contra las caceroladas de los Borjamaris, es más, ni siquiera las criticaron, solo defendieron su derecho a manifestarse.
Les importa un bledo nuestra salud, solo que podamos ir a trabajar o consumir (que alguien me explique la diferencia entre unos amigos haciendo botellón y los que se sientan a consumir en terrazas o bares… al margen del precio claro).
Y esas medidas que se ha inventado Ayuso ¿En que se concretan?¿Cómo va a impedir que la gente se mueva de su zona sanitaria si seguro que ni ella conoce los límites de las zonas sanitarias? ¿Cuantos policías va a poner y dónde? ¿Los que salen a trabajar no llevan virus? ¿Los niños que cambian de zona al ir al colegio no llevan virus? ¿Alguien se cree lo del millón de PCRs? ¿Con que personal médico? ¿Cuantos reactivos ha comprado? ¿Cuantos rastreadores ha contratado? ¿Cuantos millones le va a regalar a su empresa favorita por NO HACER su trabajo y cargarse lo a los hospitales públicos? Maldita psicópata incompetente apoyada en dos inútiles, un tonto y un juez borracho.
MOCIÓN DE CENSURA YA.
MAÑANA por la mañana debería estar presentada. No conozco el proceso, la normativa interna, pero entiendo que si se da entrada, ya no tiene vuelta atrás. ¿y quien debe dar el paso?
Pues yo lo tengo claro: MAS MAdRID.
NO hay otra oposición. que se pierde?? no será la primera. Pero quedará patente que hay gente que se moja con hechos y no amaga con palabras.
El psoe, de la mano del PÁNFILO gabilondo, ya ha dejado bien claro que son unos HUEVONES.
Pero UNIDAS PODEMOS, mal que le pese a algunos de este foro son los que menos pintan. Son el último MONO. ASÍ LO QUISIERON LOS MADRILEÑOS. Y las declaraciones de la ISA, es decir de pablo iglesias, es pedir ¿nuevas elecciones? Hay que tener cuajo. Lo primero es darles otra oportunidad a las derechas, y además marear a los madrileños. A lo mejor pretenden que les suene la flauta, les toque la lotería y de paso ¿joder? a MAS MADRID.
Ahora es momento para coger EL TORO POR LOS CUERNOS.
ÍÑIGO ERREJÓN no debería dudarlo. Que mueva el culo el pánfilo o quede mas en evidencia.
En cuanto a los naranjitos, pues si el aguachado está en lo mismo, que le den…lo que quiera. DUDO MUCHO que los VEINTISEÍS diputados de c’s se crean que van a volver a tener trabajo en las próximas elecciones. Y si es la inesita, inés la que está jugando con los madrileños por juego de tronos, de cromos, con los presupuestos -y también con Catalunya, ojo- pues lo mismo digo.
Es el momento de un plan de choque, para ponerse a trabajar el mismo día. Y romper con esta inercia de INÚTILES. ¿Mónica García podría? pues no parece falta de energía.
MAS MADRID debe presentar la moción de censura MAÑANA POR LA MAÑANA. Los centenares de miles de madrileños, todos los progresistas -y el resto de toda España- se lo merecen. Porque si no, también parecerá que no se atreven, que se dedican a «amagar» en los platós de televisión y son calculadores.
Y no es tiempo de eso. NO solo dejarían en evidencia al psoe madrileño. Sobre todo dejarían en evidencia a C’S… y luego que la inesita venda su nuevo discurso de un partido «centrado». Que lo haga si se atreve. Que se nieguen a un cambio en Madrid, que los madrileños, catalanes y españoles en general sabrán tomar nota en las próximas elecciones.
MAS MADRID no tiene nada que perder y mucho que ganar. Pero Errejón también que ser mas resolutivo ¿a qué esperan?.
MAÑANA POR LA MAÑANA es un día tan bueno como cualquiera. Y los demás que arreen.
Hay muchos países con problemas; Francia, sin ir más lejos, tiene cifra de contagio altas (mucho menores que Madrid y que España) y ya tiene problemas en atención primaria y para realizar suficiente número de PCR. Pues lo de Madrid no tiene ni comparación; no ya por la incidencia, por la ausencia total de medidas a pesar de la incidencia. Esta situación no es comparable al primer brote en cuanto a incidencia; en esa ocasión sólo se hacia PCR a quienes acudían al hospital. La cifra que interesa para ver el futuro es la del número diario de pacientes vistos en urgencias y aumenta cada día. Las cifras de ingresos que manejan los hospitales (LAS REALES) son mucho más altas y algunos ya rozan la saturación. Y en esta situación no se ha hecho nada. Recuerden que lo que hoy ocurre se verá reflejado en los hospitales dentro de unas dos semanas; es decir, fotos que se hacen cada día y se revelan 2 semanas después. Lo que propone la CCM es absolutamente insuficiente, es una vuelta a la fase de bajada 2. No sé lo que pasará el lunes en la reunión con P. Sánchez. La CCM tiene que ser la vencedora frente a quién llaman «sepulturero» Sánchez. Pero si no se hacen confinamientos selectivos como en otras muchas CCAA como Cataluña, CLM, CYL, Asturias; es decir, todas menos esta, vamos listos.
Sin rastreadores, sin plazas cubiertas, sin camas hospitalarias abiertas, con PCR que tardan 2 semanas (1 desde la sospecha hasta la toma de muestras), con los centros de salud bloqueados, las centralitas insuficientes, la gente desesperada para conseguir cita. Estamos jodidos.
Ayuso y sus más que ineficientes secuaces ha decidido confinar a los barrios más humildes de Madrid, pero eso sí como su trabajadores son los que mantienen las fábricas abiertas, limpian en las casas de los ricos y hacen las labores más humildes, pero más necesarias pues podrán ir a trabajar a cualquier parte de Madrid, pero eso sí serán vigilados como a los judíos en la Alemania nazi o como a los negros en la Sudáfrica del apartheid.
Lo de Ayuso y sus mariachis y consejeros es de juzgado de guardia. No se aumentan rastreadores ni personal sanitario. Tampoco se aumenta el transporte publico que es el que emplean los trabajadores de las zonas confinadas. Y por ni fuera poco se «libran» del castigo zonas de derechas de toda la vida a pesar de tener más contagios que algunas de las confinadas.
Más sanidad y menos policía. Más médicos y rastreadores y menos restricciones y confinamientos. Esta vez no es como en marzo, han pasado seis meses y cada vez hay mas gente cabreada. Que no esperen la obediencia sumisa de entonces. Una parte cada vez mayor de la sociedad no vamos a permitir un nuevo confinamiento. Lo vemos cada día en un clima cada vez mayor de protestas y de desobediencias. El autoritarismo de nuestros políticos no cabe en una democracia de verdad.
Bueno, ya están poniéndose las pilas los madrileños que más sufren la incompetencia de Ayuso. Manifestarse (con las medidas de seguridad sanitarias) está bien. Echarla con su voto en las urnas, estaría mejor.
Una vez más, será la gente en la calle la que pondrá a los políticos en su sitio. Esto no ha hecho más que empezar
Ayuso, Aguado, queréis que me confine cuando regrese a casa después de haber atravesado todo Madrid en un metro atestado de gente como yo para limpiar vuestras casas, cuidar a vuestros padres, haberos entregado la puñetera pizza o lo que compráis en Amazon». Idos al infierno. Vosotros sois el virus a confinar. Y tú Sánchez, cuídate de colaborar con esta infamia, o te cavarás tu propia tumba.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha recomendado a la población que vive en la Comunidad de Madrid «restringir al máximo su movilidad» y limitarla a lo «esencial», respetar las medidas dictadas por el ejecutivo regional que encabeza Isabel Díaz Ayuso y acotar el contacto al grupo de convivientes más cercano. Un mensaje que ha repetido en la Cadena SER el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, que ha pedido que salgan «lo mínimo posible» a la calle ante la gravedad de la situación de la pandemia.
El problema es que en Madrid quieren SUPLIR la falta de medios en todos los ámbitos de las competencias que tiene con medidas restrictivas contra la población más vulnerable.
No se trata de COMPLEMENTAR el refuerzo en atención primaria, rastreo de casos, transporte público, educación etc… con medidas de confinamiento y control de la población.
Vamos de cabeza al estado de alarma en Madrid y cuanto más tardemos en aplicarlo, peor. Desde que han empezado los colegios y según lo protocolos sanitarios de contactos estrechos, la mitad de la población de Madrid ya debería estar confinada en casa…Más vale parar ya 3 semanas, que no luego 3 meses…
O sea, al día siguiente de empezar a aplicarse unas medidas, ya saben que no sirven.
Impresentable. Encima Pedro Sánchez haciendo visitas de cortesía para legitimar un gobierno incapaz y corrupto hasta la médula.
Esta nueva oleada, para mi es la prolongación de la primera, deja en entredicho a las autonomías, lo mejor para mi es que han dejado a los «presidentes» en el lugar que les corresponde, a unos mas que a otros, cuando no pasa nada y su trabajo son inaugurar un hotel o una cárcel, comidas con no se quien, un trabajo fatuo que lo puede hacer cualquiera, pero cuando ha venido un problemón se ha demostrado su incapacidad y la de sus equipos, para que queremos el estado de las autonomías??, son 17 gobiernos con la misma estructura del gobierno central, cuesta una millonada y me pregunto PARA QUE?? solo espero que hallamos entendido algo, aprendido lo que es esto para el futuro, que se pida un mínimo de conocimiento, de inteligencia, ya que nos cuesta tanto que sirvan para algo.
El que estemos otra vez igual demuestra el fracaso del primer confinamiento que tanto daño ha hecho a la economía y al empleo de tantos trabajadores. Del mismo modo si vuelven a hacer un segundo confinamiento en cuanto vuelvan abrir las medidas vendrá una tercera ola y sucesivamente. Tenemos que convivir con el virus invirtiendo lo más posible en sanidad para minimizar todo lo que sea posible la pandemia pero asumiendo que es una enfermedad que ha venido para quedarse. No podemos renunciar a nuestras libertades por el miedo.
Si a estas alturas estamos asi es única y exclusivamente gracias a todos los políticos. Son una de banda de sinvergüenzas, trileros y farsantes. Los científicos y médicos avisaban ya a primeros de verano que había que hacer y cómo prepararse para el otoño. No han contratado suficientes rastreadores, no han reforzado la atención primaria y no han contratado personal sanitario y material suficiente y ahora estamos en esta gravisima situación sanitaria.
Que puta casualidad que no enferma ningún político y sus terroríficas consecuencias las paga y sufre la sociedad.
Tenemos una clase política que se dedica y se preocupa de los ricos y hace la vida muy pero que muy difícil al resto de la ciudadanía.
Clase política que ha saqueado el erario público para dárselo a sus amigotes de la privada (sanidad, educación, hoteles) y vive rodeada de excesos, caprichos, comodidades, lujos y cobrando miles de euros todos los meses sin pegar un palo al agua.
Tenemos una clase política que legisla en beneficio de los ricos y fastidia sin parar a la clase trabajadora para crear paro, hambre, desempleo, desesperanza, sueldos y pensiones de mierda y para robarle sus pocos derechos sociales y laborales.
Tenemos una clase política muy rica y el conjunto de la sociedad sufre sus criminales, crueles, inhumanos, bestiales políticas económicas impuestas por Bruselas y por los ricos.
Hay que salir a la calle para denunciar que está clase política no va a arreglar la pandemia porque está a otra cosa, es decir, como sacar tajada de la misma a la vez que deja abandonada a su suerte a la población.
Fuera toda esta mierda de clase política ladrona, sinvergüenzas, mentirosos, ladrones, trileros, traidores, mafiosos.
Si comentamos la incidencia del coronavirus en clave política, estamos incurriendo en la misma falacia que los políticos, especialmente si lo basamos todo en las declaraciones de quienes nos gobiernan.
Yo prefiero el análisis de los hechos, a saber, el número de contagiados, el de muertos, el de nuevos contratos de sanitarios, el de la evolución del número de rastreadores y el ritmo de implementación de soluciones.
Empecemos por este último. Ante un problema acuciante en Madrid, un jueves nos anuncian que el lunes siguiente se van a reunir los presidentes del gobierno y de la C.A. La reunión es una mezcla infumable de protocolo, escenario y declaraciones pretendidamente balsámicas. Al final se anuncia que por la tarde se reunirá el grupo de trabajo. Se produce esta segunda reunión y de ella sale el calendario para próximas reuniones. ¿Se imaginan a un náufrago pidiendo auxilio al que se dice que no se preocupe, que ya están debatiendo si van a enviar una lancha o un helicóptero, aunque algunos opinan que bastaría con tirarle un salvavidas?
En cuanto a las cifras, recuerdo la tranquilidad con que Trump, al principio de la pandemia, anunciaba que se preveía alrededor de un cuarto de millón de muertos. Yo sospecho que la tranquilidad procedía de que calculaba que la mayor parte de los fallecidos habría votado, de vivir, al partido demócrata.
Aquí, en España, frente a la paralización de la economía, dato que asoma la oreja detrás de todas las decisiones, se presenta la alternativa de unos miles de muertos, la mayor parte de ellos personas improductivas que con su fallecimiento alivian el déficit de la Seguridad Social. Jamás me atrevería a afirmar nada sobre las intenciones y la motivación de otros, pero los hechos (lentitud de respuesta) y los datos (número creciente de muertos y contagiados frente al constante de sanitarios) son públicos, analizables y mucho más concretos que las vagas promesas de los políticos.
Me pregunto: qué estamos haciendo mal? ¿Por qué España tiene unas cifras de incidencia de covid-19 tan altas? No se sabe. Podemos hablar de los botellones, de la relajación en los usos sociales, las aglomeraciones en torno a establecimientos de hostelería, de la falta de responsabilidad, de las no fiestas, de la pérdida del miedo o de falta de credibilidad en quienes lanzan unas recomendaciones que cambian de un día para otro. De todo hay. Pero ¿por qué quienes han viajado al exterior reconocen que aquí las normas son más estrictas que en otros países y, sin embargo, los positivos siguen desbocados? En Francia la gente sale en masa a la orilla de la carretera a ver el Tour y ha abierto parte de los estadios de fútbol, y no hay ni tanta alarma ni tantos casos. Algo estamos haciendo mal o es que el covid se ha cebado con nosotros. Vamos al confinamiento de cabeza.
España debería aspirar a ser algo más que «una unidad de destino en lo universal», quiero decir, que bueno sería que fuera una unidad en lo referido a solventar los problemas sanitarios haciendo posible la movilidad de medios humanos y técnicos, superficies e incluso de los propios enfermos de las distintas parte del país a fin de optimizar los recursos y la mejor atención de los enfermos. Sencillo, ¿no?, pues no.
En UE, en el caso de algunos países, se producen trasvases de enfermos entre unos países y otros, siendo alemana el receptor más activo, el más generoso, por que puede ser, porque está en una situación mejor, a estos efectos y bien recibiendo enfermos tanto de Holanda como de España.
La rencillas centenarias de nuestro país producen disfunciones como esta, con lamentables resultados. El federalismo nacional ni es aceptado ni funciona como cabría esperar.
El 27 de marzo, con 19.243 contagiados y 2.757 fallecidos, la señora Ayuso, admite no tener ni idea de cómo se puede cerrar Madrid, hoy 23 de septiembre, resulta que sí sabe como ir haciéndolo, 6 MESES inflando el globo de la pandemia con el resultado de más de 200.000 contagiados y 9.200 fallecidos y sigue creciendo.
Ayuso y su equipo han apostado por la inmunidad de rebaño o inmunidad colectiva o de grupo, que se da cuando un número suficiente de individuos están protegidos frente a una determinada infección y actúan como cortafuegos impidiendo que el virus alcance a los que no están protegidos. Es la apuesta de EE.UU., de Brasil y de Suecia y han fracasado, Boris Johnson en Inglaterra también apostó por ella, pero ha rectificado.
En la anterior desescalada la doctora Yolanda Fuertes dimitió de su cargo de Directora de Salud Pública porque el equipo de Gobierno de Ayuso, antepuso la economía a la salud ante un problema sanitario.
Si en marzo se hubiesen tomado las medidas que se toman hoy el resultado sería muy diferente. Ayuso y Ruiz Escudero se han equivocado y el resultado ha sido calamitoso, deben dimitir, no por razones personales, sino porque su incompetencia y ambición han costado vidas.
Sánchez le ofrece a Ayuso: policía, guardia civil y UME para desinfectar.
Sin Exigirle : Rastreadores, abrir los centros de salud, contratación de sanitarios reforzar efectivamente los transportes públicos, etc…
Ayuso sigue con su demencia y Sánchez se lo consiente .
La derecha asquerosa culpaba injustificadamente como dicen despectivamente a «el coletas» por la situación de las residencias.
Ahora culparan a Sánchez de la catástrofe en Madrid y tendrán razón.
Hace tan solo unos días estuve en una ciudad de Galicia. Aproximadamente cada 100 metros, si fuese policía, le llamaría la atención a alguien por no llevar mascarilla, tenerla mal puesta, fumar donde no está permitido, etc. Estoy ahora en una ciudad andaluza, completamente alucinado con la cantidad de personas que van sin mascarilla, fuman echando el humo a quienes están en las proximidades y hay muchos jóvenes que se reúnen sin mantener la distancia y sin usar mascarillas.
Estos días en Lugo han cerrado varios bares que servían copas de madrugada, la fiesta en un pub acabó por desencadenar una ola de contagios; en otra ciudad gallega se disolvieron varios cientos de reuniones que sobrepasaban el límite de personas… y así podría seguir.
No, hay muchos responsables, entre los que me cuento, pero hay también un alto número de irresponsables que creen que las normas de seguridad no van con ellos, solo con los demás. Les molesta la mascarilla y no la usan, claro, como si a los demás no nos molestaran; se reúnen en grupos porque les da la gana, fuman donde quieren, etc.
Por desgracia somos un país de irresponsables, en el que lo más importante es ir al bar.
Es necesario exponer muy bien dos aspectos de lo que está sucediendo :
1.- Lo que debiera ser.
2.- Porqué no sucede.
Sin embargo es en este segundo punto donde creo que se deben matizar varias cuestiones:
1.- Para que el gobierno tome las riendas, sólo lo puede hacer con el estado de alarma.
2.- De acuerdo con nuestras (o suyas, de los políticos) leyes, para decretar el estado de alarma necesita que sea aprobado por el congreso y además debe ser ratificado su mantenimiento cada quince días.
3.- En otros países este segundo requisito no está recogido como tal.
4.- La salida del estado de alarma fue provocado por la negativa de determinadas autonomías con gobierno nacionalista y por otras ( también nacionalistas no declaradas como tal).
España es un desastre absoluto y sin remedio. Si estos «progresistas» son tan incompetentes imagínense como hubiera sido con el Partido Podrido y sus escisiones en el Gobierno.
Un país inexistente, artificial, que se sostiene por palizas, cárcel y exilio, no es más que el proyecto de la dinastía Borbón impuesta en 1700.
La situación política es altamente inflamable y el partido podrido intenta prender la chispa que haga saltar por los aires a este gobierno. Si fuésemos una democracia seria, asimilable a las del resto de Europa, este golpe de estado constitucional encubierto de los fascistas de toda la vida, sería neutralizado rápidamente. Por el contrario asistimos a lo que es un mantra en la ultraderecha española: «que se hunda España que ya la reflotaremos nosotros». Y en esa estamos con la ayuda inestimable del desnortado gobierno de coalición.
Estamos pagando el desmantelamiento de la Sanidad pública, los recortes en investigación de las derechas y la incompetencia rebelde de personajes como Ayuso, pero eso no justifica sino que subraya la lentitud y laxitud de la respuesta de Sánchez. Si nos conduce una suicida en dirección contraria, la responsabilidad de la autoridad máxima es detenerla, quitarle el coche, el carné y dar la vuelta.
La pandemia saca a la luz los fracasos de España. La mayoría de los políticos ha demostrado su mediocridad sin límites, cuando no su ineptitud: no han sabido más que echar culpas a los rivales y lo lógico sería que una nueva generación viniera a sustituirlos. ¿Pero alguien cree que eso va a ser posible?
España es un fracaso y desastre absoluto al menos desde 1700, gracias al absolutismo Borbón alternando monarcas y generales. Desde la violencia y la imposición no se construye nada que valga la pena.
Hace falta un jefe de estado hereditario con inmunidad total para poder ejercer la máxima represión en caso necesario pero por otro lado nos quejamos de que eso es carta blanca para corrupción sin límites.
Aclárense, o son una democracia o una banana. Las dos cosas a la vez no es posible.
La ineficacia del Sistema y los intereses corruptos de las oligarquías regionales-nacionales han hecho de España un país difícil -sálvese el que pueda-. Hace falta un reseteo profundo del sistema político y económico que el actual Gobierno ni se lo plantea y menos las derechas que están a por uvas -de la ira-. En Italia han hecho un referéndum para reciclar las Cámaras Parlamentarias y supongo que el sistema de privilegios. Aquí con 17+2 y dos Cámaras del Estado es jauja para los políticos y sus influencias.
No habrá políticos de genio porque los partidos políticos se han convertido en organizaciones de selección adversa. No encuadran a los mejores, ni los más honestos, ni los que han dado pruebas de capacidad y talento en su trabajo profesional y social. Sino a los que se espera fidelidad al mando orgánico, a quienes no dudarán en decir lo que haga falta, repetir impasibles los argumentarios y votar al conseguidor de turno.
Ni siquiera destacan líderes ni jefes; apenas hay dirigente con obra escrita de talento y relevancia. Su retórica suele ser elemental; imprescindible el guion escrito del equipo de asesores, a los que tramposo se les promociona por su reconocimiento profesional y social previo. El partido es la carrera y sus cargos el currículum.
Pero no son bichos raros, sino representativos del tipo de personas que está hoy produciendo la sociedad española; en todas partes. Cada vez hay más arribistas, más gente insolidaria, más sectarios y dispuestos a lo que sea. Transitan en modo carrerista, a la búsqueda de una percha influyente a la que colgarse; su bagaje emocional está penetrado por el cálculo y no creen en los valores universales.
Es lo que ha producido el continuo desencanto con lo que se ha visto y vivido en las últimas décadas. Los gobernantes acabaron enriquecidos; los empresarios a la búsqueda de los monopolios personales; los jefes religiosos encadenados a la vulgata dogmática; los medios de comunicación en el mercado ideológico y la complacencia con el poder de turno; la educación y las universidades sin pasión por el conocimiento de vanguardia ni la capacidad técnica que debiera acompañarla. Y el amor y la amistad, columnas de todo, cuarteados y sin rumbo.
No confío en el futuro, creo que empeorará. Está en la lógica del presente. Falta ese punto de bondad, en la que Machado cifraba el valor superior, que antes hacía sensibles a las personas. Y que en la vida pública implicaba disentir sin odio, prohibir la violencia y comprenderlo todo. Incluso estar dispuesto a perdonar los errores.
Y a comprometerse con riesgo, no por carrera o beneficio. Por ideales, y referencias altruistas. Había bastante gente así, y por eso fueron posibles muchas cosas impensables.
Los utópicos consecuentes siempre han sido los imprescindibles en la historia. Ahora quedan pocos.
De los aplausos en los balcones a las vejaciones: vuelven los insultos y las agresiones al personal sanitario
https://www.eldiario.es/comunitat-valenciana/sociedad/aplausos-balcones-vejaciones-vuelven-insultos-agresiones-personal-sanitario_1_6235933.html
La consejera delegada de DomusVi, «más orgullosa que nunca» pese a la muerte de más de 1.700 usuarios en sus residencias
https://www.eldiario.es/galicia/economia/consejera-delegada-domusvi-orgullosa-pese-muerte-1-700-usuarios-residencias_1_6245805.html
Las escuelas son y están siendo un foco de contagio increíble, como cualquier otra actividad donde juntas a personas durante horas en espacios cerrados. Otra cosa es que lo quieras detectar, cuando ahora mismo no se hacen ya PCR’s a los compañeros de clase de un positivo a menos que sean sintomáticos (en niños es difícil) y tampoco a los convivientes de los niños de la misma clase (padres o abuelos), que son los que van a presentar más fácilmente los síntomas. Por no hablar de lo que están tardando en hacer y notificar las PCR’s y después lo que están tardando los colegios en notificar los positivos… es imposible asignar esos casos a los colegios.
Por otro lado la educación telemática funciona bastante bien en un gran porcentaje de casos siempre que pongas medios y empeño, sobre todo si la comparas con una educación presencial ejercida de forma precaria, con la que tenemos en este inicio de curso. Eso sí, si improvisas y no planificas, te saldrá una castaña y después lo usarás para decir que no funciona…típico caso de profecía autocumplida
Yo suelo estar de acuerdo en casi todo con el «lobby» de la educación pública, pero no en esto. La educación no presencial no debe ser una amenaza para nadie… pero si lo es… estamos en una pandemia, hay que priorizar lo importante sobre lo accesorio.
El problema no es la educación… es la conciliación. En tiempos de pandemia los centros deben estar para que la gente pueda dejar los niños e ir a trabajar y la economía no se pare. Lo inteligente es que los niños de los padres que puedan teletrabajar reciban la educación en casa, como en innumerables otros países.
Esto sigue siendo una broma ¿De verdad creen que con esto basta? Como se hace en otros países hay que ir a la raíz del problema y es la de separar los más posible a la gente en cualquier ámbito intentando proteger la actividad productiva al mismo tiempo. Es la única forma de evitar el confinamiento en el domicilio general e indiscriminado.
Y esto pasa por
– Ofrecer educación telemática al máximo, para reducir los ratios en las escuelas y que asistan sólo los niños cuyos padres no puedan conciliar
– Multiplicar el transporte público para reducir aglomeraciones
– Reducir al mínimo o eliminar cualquier actividad que implique quitarse la mascarilla en interior (hostelería, básicamente)
– Eliminar cualquier reunión familiar o no familiar, deportiva o de ocio. Sólo deben reunirse los convivientes. El deporte sólo el individual y al aire libre
Y luego, evidentemente reforzar el sistema sanitario (médicos de atención primaria, rastreadores, UCI’s), pero no en abstracto, sino con ratios concretos por población (por ejemplo, obligatorio un rastreador por cada 5.000 habitantes).
Tengo serias dudas sobre el COVID de Trump. En campaña y teniendo en cuenta lo que se juega, me lo creo todo de un equipo con Trump como cara visible que es capaz de cualquier cosa para seguir desgobernado EE UU. Antes me creería lo contrario, que se contagiara de verdad y no lo hicieran público salvo caso de extrema gravedad. De esta gentuza no se puede uno fiar. Puede ser una Fake mas de campaña. Saludos.
Y es que este virus no hace diferencias entre poderosos y humildes, ricos y pobres. Más allá de algunos comentarios que se leen, que me parecen una consecuencia del tiempo que vivimos y hasta divertidos, le deseo un buen y largo paseo por el virus a ver si hace el milagro de dejarle una secuela de empatía hacia la humanidad. Aunque mucho trabajo tendría que hacer el coronavirus para despertar ese tipo de sentimientos en este individuo.
No me lo creo.
Su amo le ha llamado y le ha dicho que se meta en casa y no salga a hacer el ridículo en campaña.
Si renunciamos a la estrategia del confinamiento selectivo y voluntario de la población más vulnerable y al contagio y al aislamiento selectivos y voluntarios de la población menos vulnerable (la estrategia ideal), debemos entender que hasta que haya una vacuna no podemos someter a la población a la incertidumbre de un ‘stop and go’ permanente, hay que aplicar el inventario de medidas menos perjudicial a nivel social que permita mantener la tasa de reproducción del virus por debajo de 1 y no movernos de ahí.
En París acaban de cerrar los bares. ¿Alguien cree que un negocio puede estar abriendo y cerrando cada 2 semanas? ¿Y qué decir de las restricciones a la movilidad y el turismo? Basta de locuras y suicidios colectivos.
Pienso que no hace falta tanta historia para saber lo que ha fallado, después de tantos años de recortes sobre todo en sanidad y dependencia.
Es probable que cuando culmine el trabajo, las conclusiones de la evaluación independiente sean cuestionadas al momento por el poder político de algunos territorios (y por los palmeros periodistas y opinadores varios a su servicio) al no asumir de ningún modo culpa alguna en lo que tiene que ver con la gestión, desatención o la falta de recursos que ha caracterizado a la sanidad pública en casi todas las CCAA.
Unas asumirán los hechos, otras, por el contrario, (me temo que Madrid encabezará la lista) negarán estos hechos alegando que es el Gobierno Central el que se ha empleado a fondo en ‘orientar’ el informe final en una dirección que lleva a cuestionar el ‘gran’ trabajo realizado en Madrid por el gobierno de la Comunidad de Madrid, que ha sorteado todo tipo de trabas que se ha encargado de poner constantemente el Ejecutivo de Sánchez a través del Ministerio de Sanidad.
Espero equivocarme, pero dado el discurso de estos meses por parte del PP y de sus terminales mediáticos esa evaluación independiente les sobra y no va a hacer cambiar la realidad de quienes ya la han escrito a priori. Lo tuvieron claro en marzo y lo seguirán teniendo ahora.
El grupo de expertos, que publicó la propuesta de una evaluación independiente en The Lancet el 7 de Agosto, ya apuntaba en la misma algunos puntos básicos: «falta de preparación para gestionar la pandemia (sistemas de vigilancia débiles, baja capacidad para realizar PCR, escasez de equipos de protección para el personal sanitario y escasez de ucis), una reacción tardía de los gobiernos central y autonómicos, procesos de decisión lentos, altos niveles de movilidad de la población, pobre coordinación entre el Gobierno central y los autonómicos, baja confianza en los consejos de los científicos, una población envejecida, colectivos vulnerables que sufren la desigualdad social y sanitaria, y una falta de preparación en las residencias de ancianos». Sin olvidar que «todos estos problemas se agravaron por los efectos de una década de austeridad que ha reducido la capacidad del sistema de salud pública».
Estoy contento de que se reúnan los científicos y especialistas con los políticos para hacer examen de «conciencia» sobre el Sistema de Salud en España. Al menos da la impresión de que se hace autocrítica, otra cosa será que se corrijan los fallos clamorosos que nos han llevado hasta esta situación. Me atrevo a hacer notar algunas cosas que los ciudadanos de a pie hemos observado en este sentido: 1) Seguir dictados de ideologías NEOLIBERALES es malo, pésimo. 2) Una consecuencia de esta nefasta práctica es haber desmontado la Sanidad Pública, entiéndase, Atención Primaria, Plantas hospitalarias, despidos masivos de personal sanitario, y precarización del empleo entre los que quedan, etc.. 3) No dotar de presupuesto adecuado para potenciarla en lugar de cargársela con la pérfida intención de entregársela a empresas privadas para su enriquecimiento a costa del contribuyente. 4) Reconocer que mientras todos estos atropellos sucedían, muchos políticos juraban que esta era la mejor Sanidad Pública del mundo, pese a las reiteradas quejas y llamadas de atención de los profesionales sanitarios, engañando y haciendo grandes negocios con la salud de todos. Podríamos seguir, e incluso, poner nombres y apellidos muy significados en el «derrumbe» como actores implicados y muy necesarios para el interés de los desaprensivos.
Pues la gente es mayorcita para saber lo que debe hacer cada uno. Esto parece un patio de colegio. Aquí si no te obligan y te vigilan no hay nada que hacer. Luego se quejan de la clase política. Pues es la que nos merecemos queridos. Son como la media de nosotros. Que se den una vuelta por Berlín por ejemplo y que miren cuántos tornos de acceso hay para entrar al metro. Ninguno. Allí la gente sabe lo que tiene que hacer y el que no pague ya sabe a lo que se expone y no tiene que saltar nada. La pasta que hay que gastarse en chiqueros para la gente pase por el aro. Luego nos quejamos de los impuestos y de las tarifas. ¿Europa sigue empezando en los Pirineos? Tal vez sí mientras no podamos librarnos de nuestro comportamiento ancestral. Son centurias de picaresca y desafección. Quizá es culpa de ese Dios que todo lo ve . Nos gusta que nos vigilen y nos manden.
Madrid es muchísimo más difícil, pero si en lugar de poner más medios, dejas de hacer PCR… todavía más difícil. La lógica dice que Madrid y Barcelona por densidad de población deben ser las que peores datos tengan, pero una cosa es eso y otro cosa es justificar la gestión que están haciendo en Madrid. Se basan en mejorar los datos «trampeándolos» en lugar de intentar combatir realmente el virus. A menos pruebas, menos positivos, esa es la estrategia.
El 86% de las UCI madrileñas está ocupada por una sola patología. ¿Qué pasa con los oncológicos y otros pacientes crónicos? ¿Normalidad?
Sánchez ha tardado demasiado. Ha querido llegar a un acuerdo con esta irresponsable de Ayuso cuando estaba clarísimo que ella lo único que quería era colgarle el muerto del confinamiento de Madrid, sabía que tenía que hacerse pero ella no quería hacerlo. No se puede hablar con un loco sin un palo en la mano. En fin, supongo que los más agradecidos serán castellano-manchegos y leoneses.
A pesar de que han aumentado los contagios en Asturias, ya me gustaría a mí que en todas las Comunidad estuviéramos como allí. Está claro que la relajación aumenta los contagios pero la diferencia entre unas comunidades y otras es como se actúa, las medidas que se toman para reducirlos. Y también hay que tener en cuenta que Asturias ha tenido mejor temporada turística que la mayoría, eso también cuenta para el aumento de contagios.
Nunca entendí la conjunción astral que puso a Asturias a la cabeza de las mejores regiones; me figuro que acertamos los seis números y el complementario, es decir, por alguna razón tuvimos suerte, porque yo vi por las calles la misma desidia y dejadez que veía, por la noche, en los telediarios cuando hablaban de las peores regiones. La verdad es que sé que nunca se debe dar un argumento científico basado en la simple observación individual y subjetiva, pero….¡¡¡está tan de moda¡¡¡
Durante meses el presidente de Asturias nos vendió como un éxito suyo los mejores datos de la epidemia en España. Tuvimos que soportar a pesar de esos datos medidas más restrictivas que en otras comunidades que iban peor. Se nos vendió que con ellas nos mantendríamos a salvo del virus. Y ahora ha llegado la realidad, cualquier comunidad autónoma puede sufrir un empeoramiento y este no está necesariamente relacionado con lo restrictivas que son o no sus medidas. Si presumía de que los buenos datos eran cosa suya ahora que asuma responsabilidades cuando las cosas vienen mal dadas.
Once detenidos en Miranda de Ebro, entre ellos conocidos «negacionistas», por resistirse al desalojo de una fiesta en pleno confinamiento. La Policía tuvo que recurrir a los Bomberos para forzar la entrada de una nave en la que los detenidos se atrincheraron portando palos y palas en actitud hostil.
También se les podía haber cerrado las puertas por fuera y haberles puesto reguetón hasta hacerles negacionistas de su propia existencia.
¡Qué pena de oportunidad perdida! Si al reguetón que propone le añadimos unas marchas militares bien seleccionadas, el resultado podría ser demoledor.
Enfermedades crónicas y una salud pública debilitada se unen a la COVID-19 en una «tormenta perfecta» de letalidad. La ineficacia de los sistemas de salud pública para atajar factores como el tabaquismo o la obesidad favorecen el incremento de la diabetes, las cardiopatías o el cáncer de pulmón, patologías que multiplican el impacto del coronavirus, según un estudio publicado en ‘The Lancet’.
Solo ha faltado añadir: y una ciudadanía mayoritariamente cerril, insolidaria e indisciplinada.
Esta es la triste realidad, medio oculta tras la bruma de los insultos, de la ignorancia, de la extrema derecha, de los llamados «influencers» (horror de palabra) que nada saben, de la incultura de unos ciudadanos que tiene la oportunidad de conocerlo todo y no saben nada. Incluidos en el «exceso de mortalidad» desde que esto empezó se encuentran víctimas del virus y victimas de otras enfermedades, antes diagnosticadas y tratadas, y ahora en el olvido de la sanidad destrozada a lo largo de años. Aun nos quedan otras victimas, los portadores de cáncer cuyo diagnóstico precoz se olvidó. Mientras esto sucede, gente sin el menor sentido de la ética entretiene a los ciudadanos ignorantes con discursos de odio para conseguir el poder; un poder sin el que no saben vivir.
Por si fuera poco, algunos médicos participan en esta feria de las incidencias falsas y contravienen todos los principios que debería haber aprendido en su estúpido caminar por la ciencia sin que esta les dejara la menor huella.
No puedo entender como tanta gente es incapaz de comprender lo que, realmente, es una pandemia, un puñetero virus. No comprendo como pueden aplaudir a quienes multiplican los efectos de la pandemia. Esto lo sufrimos todos
Dmitriy Stuzhuk, un influencer negacionista de Ucrania con más de 1,1 millones de seguidores en Instagram, ha muerto por coronavirus con 33 años. «Yo era de los que pensaba que la COVID-19 no existía… hasta que enfermé. El COVID-19 no es una enfermedad de corta vida», escribió Stuzhuk, que se contagió de coronavirus en un viaje a Turquía, en Instagram antes de morir. Cuánto tonto suelto.
La mayor parte de la gente ya no sueña con la revolución, sino que la teme. ¿Dónde está la izquierda ante esta pandemia para cuestionar el impacto de normas, estrategias y dinámicas que se están reconstruyendo? ¿Dónde está esa izquierda radical, no institucional, anti sistémica por devoción, esa izquierda insumisa a los estallidos de narcisismo individual, la que se viene arriba en los barrios, en los movimientos periféricos; esa izquierda que siempre ha puesto la mentira contra las cuerdas, la que fuerza las puertas del presente? ¿Dónde?
Se echan en falta planteamientos radicales más allá de las desobediencias ciegas, las afirmaciones negacionistas, los antivacunas, los terraplanistas fobiopandémicos, y toda esa corte de iluminados y místicos que han encontrado al chivo expiatorio o al villano que nos conforte. Urge desmantelar las narrativas dominantes sí, pero desde lo común y repolitizadas. Porque esta crisis ha reducido la vida a una condición biológica y ha perdido su dimensión política. Y en esa trampa han caído muchas voces. Por eso alguien debiera hackear la pandemia. Para politizar las respuestas y también las preguntas que deberíamos hacernos más allá del manto individualista y neoliberal que revisten nuestras preocupaciones y ansiedades. Aunque solo sea para huir del telediario.
Los políticos son un problema, y ahora grave. La gran crisis del coronavirus ha llevado a nuestra clase política a uno de sus peores periodos de confrontación, insultos, descalificaciones, maniobras torticeras y falta de respeto y de consideración al rival. Penoso.
El mal comportamiento permanente de los políticos se puede solucionar con un sistema de listas abiertas donde los electos sean los responsables ante sus electores pero los partidos se niegan a estudiar esta opción.
Aunque también pueda pasar lo que está pasando políticamente en España en otros países, a mí lo que me interesa es la que pasa en España. Mi perplejidad aumenta día a día al constatar que hay el denominado trio de la Plaza de Colon, dispuesto a no dejar gobernar a toda costa, a la izquierda de este país, hasta ahora se cubrían sus falsedades y mentiras con todo tipo de máscaras o caretas como «es de interés común, en beneficio general de los españoles, hemos demostrado que podemos crear empleo, y administramos mejor que la izquierda le economía del país, porque sabemos hacer más con menos, porque defendemos a España» Y esto lo dicen después de haber arruinado a España saqueando el patrimonio nacional y privatizando los servicios públicos, llevando a la fuerza laboral a la más absoluta indigencia, al punto de tener que sobrevivir de la caridad pública (Made Rajoy). Me preocupa y mucho el cacao mental que producen entre los ciudadanos, la mayoría de los medios de comunicación ya sean por intereses particulares o los colectivos, por las preferencias informativas de las grandes empresas, que financian con sus propagandas, y las presiones de los poderes facticos, el caso es que tenemos una desinformación, de resultados muy perjudiciales para el intelecto individual, de ahí que tenga la impresión de que la opinión de más de la mitad de los españoles, no sea la de su misma personalidad, sino del esfuerzo de los medios incluidos analistas y tertulianos, cuya constancia en la repetición deja su huella maléfica. Es una gran pena que quieran meter a todos los políticos en el mismo saco y lo peor es que se lo hacen creer a los ciudadanos.
El coronavirus revela los efectos catastróficos de la privatización de servicios básicos. Relatores especiales de la ONU piden a los gobiernos que no dejen en manos privadas la sanidad, la vivienda y la educación. Justo lo opuesto a lo que piden los del PP. Por eso digo que hay que votar PP, que el mundo está llenos de rojos peligrosísimos y solo el divino Ansar y sus ministros en la tierra, Casado, Ayuso, Abascal… pueden salvarnos.
Muchos medios de comunicación machacan continuamente con la idea de que lo público es caro e ineficaz y que los funcionarios son un atajo de vagos. Así queda allanado el camino para la privatización de los servicios públicos, para el negocio y el saqueo. Y así nos va.
Si se va a producir un cambio de paradigma en el mundo, el coronavirus, aún con su capacidad destructiva nos ha mostrado de que va el NEOLIBERALISMO. Aún hay muchos que ensalzan sus «virtudes». Trump, por ejemplo, entre tantos. Estos señores NEOLIBERALES han quedado con las vergüenzas de la práctica de un sistema antisocial al aire.
Espero que no hagan otra cagada como la de tenernos confinados tres meses, y solo se puede salir a comprar o trabajar. Se demostró que era estéril, los contagios estaban en el ámbito familiar, es decir se contagiaba la familia, cuando se han levantado los confinamientos esas familias contagian a otras familias. La diferencia es que ahora ya hay evidencia que los aerosoles en sitios cerrados son unas de las causas, aunque no está ponderada, principalmente porque reconocer que autobuses, metros, trenes o aviones son la principal fuente de contagio en aglomeraciones no parece ser lo principalmente normalizado como correcto. Lo que actualmente vemos son solo consecuencias de desidias y llevamos con ellas desde febrero 2020. Y muchos seguimos tomando nota de la cantidad de políticos inútiles que tenemos en España desde Gobierno Central a Autonómicos. Dejen ya de vacilarnos con su continuo babeo de contradicciones ¿ Son ustedes idiotas o pretenden hacernos idiotas?
Nuestros países vecinos no tienen aprobada la obligación de mascarillas las 24 horas del día, solo durante el toque de queda.
Nuestros países vecinos ya han abierto corredores para vacaciones en Canarias.
Nuestros países vecinos no malgastan sus dineros en comprar millones de pcr inútiles y de falsos resultados, y esto llega en este país a situaciones de escándalo. Sí. Escándalo. Es un escándalo. Por a sabiendas que no es buena herramienta, están concluyendo torticeramente y prevaricando con todas sus conclusiones y medidas.
Somos el único país del mundo con la obligación de mascarillas en todas partes.
Y los pcr son desechados o ya lo fueron en la inmensa mayoría de nuestros países vecinos. Que se lo digan a los suecos, noruegos, finlandeses, daneses, etc, etc, etc.
Acabo de hablar una hora con una amiga en Italia. Allí hasta hace poco las mascarillas no eran obligatorias en todas partes. Sin embargo, entre adultos, la gente mantenía las distancias. Y es Italia.
Aquí no. El distanciamiento físico parece no entrarle en la cabeza a nadie, jóvenes, adultos o mayores. Posiblemente sea un fenómeno cultural.
Menos mal que están las mascarillas.
A mí no me molesta estar en casa. Desde marzo sigo en fase restringida y no he quedado para comer ni con mi familia. Los que estamos en verdadero riesgo no nos andamos con chiquitas.
Lo de los botellones (y fiestas del alcohol) se debería haber solucionado hace años. Es una tarea que sigue pendiente. En mi opinión, es uno de los focos más importantes. Del botellón (reuniones sociales) a los hogares. En cuanto al resto, cerrar bares y discotecas puede servir para que funcione todo el resto de la economía y se puedan cubrir una parte de las pérdidas de los empresarios y trabajadores del sector. La política de educar, recomendar, convencer, … en este país no sirve. Hay demasiado ciudadano irracional. Mascarilla, distancia, higiene y salidas a trabajar y poco más. Este querer vender la confusión a todas horas y descargar toda la responsabilidad sobre los políticos no sirve más que para empeorar las cosas.
Si en España hay “comportamientos irracionales”, hay que preguntarse por qué, no condenarlos de entrada.
Decía Gramsci que la crisis de la juventud expresaba falta de capacidad directiva de los mayores. También ocurre con todo tipo de grupos de edad. Porque el Poder, los Poderes, en España son de visión mediocre, pícaros y falsarios. Nadie que no disfrute de sus beneficios los apoya ni quiere.
Y tienen razón, porque siempre están defraudando a la población. Por ello experimentan una especie de satisfacción compensatoria desobedeciendo sus consejos y, a ser posible, sus normas.
Este Gobierno no previó lo que podía pasar ni tampoco fue exigente consigo mismo ante la gravedad del riesgo. Tenía todos los medios y la experiencia del SAR de hace pocos años ¿No tenía el Sistema de Salud Pública mejor del mundo? ¿Cómo no previó el alcance de la amenaza?
Los Gobiernos Autonómicos no han ido a la zaga. También son Poder. Y el Central se desprendió de sus responsabilidades y se las pasó a otros poderes, para que la DECEPCIÓN FUERA GENERAL. Y lo consiguió y ahora todos son vistos como incompetentes e irresponsables. Lo que ya pensaba la gran mayoría de la población antes de la Covid.
Se saben incompetentes para compaginar políticas sanitarias con las económicas, porque sus referencias siempre se centran en descalificar a sus adversarios de la Tabla Redonda, de la minoría del Hemiciclo parlamentario.
Hay que tener valentía y apuntar a la cabeza de quien tiene los resortes y los medios de dirigir y gobernar la sociedad. No culpar al pueblo.
Porque paga y todo lo sostiene. Son las víctimas crónicas de las élites de este país.
Si sirve para la estadística, debo decir que el pasado domingo día 18 de Octubre, después de varios días intentándolo conseguí cita para la vacunación para el 26 de Noviembre.
Así está el patio en la Comunidad de Madrid.
Grupos de gente sin mascarilla dentro de los bares, y en la casa de campo y en sitios donde se juntan para hacer botellón a escondidas y luego van a sus casas y contagian a familiares ay… Es bastante incontrolable. Eso es mas peligroso que ir al metro con mascarilla. Por cierto que en el el metro no hay gel desinfectante, eso fue una mentira mas de Almeida. Y mientras, los centros de salud saturados y sin contratar a mas médicos por parte de la Comunidad.
Una treintena de personas se manifiesta contra el toque de queda en Valladolid al grito de «libertad».
Pues nada, ¿Por qué no dar a esta gente lo que quieren. Que se les inyecta directamente el virus de Covid y se les mete en cuarentena. Así todos contentos.
Estos imbéciles de la derecha reúnen media neurona. ¿Cómo sabemos que son de la ultraderecha? Nueve hijos (Opus), libertad (en plena pandemia), broma sobre la homosexualidad de Igea, viva España y, sobre todo, un policía diciendo que «le harían un favor si se marchasen».
Está claro que la policía no tiene ni idea de lo que es neutralidad democrática, con los fachalecos tiene que ser grave para sacar la porra. Pon unos pocos jipis y verás cómo se divierten.
Bueno Igea ahí tienes tu premio por el esfuerzo de blanquear al corrupto pp de CyL y la errática manera de gobernar siempre contra el psoe -que es el que ganó las elecciones-.
Por lo demás se fue riverita y llega arrimadaditas con sus ayusadas.
Este nuevo estado de alarma está hecho bajo la inspiración de “ le hago una oferta que no podrá rechazar” de la película de “el padrino”.
De todas formas la derechita envalentonada ya ha gastado su ración de raciocinio, para el trimestre, en la moción de censura y ahora ya tocará el momento de disculpa parida para poner pegas. Veremos por donde salen.
Probablemente saldrá Ana Pastor preguntando retóricamente que donde pone lo de los seis meses. Proponiendo probablemente un mes u otro plazo del que ellos estarán libres de justificar, por supuesto.
Vamos, que todavía queda partido. Estamos empezando ahora el primer tiempo de la prórroga y este melodrama tiene pinta de durar hasta los penaltis.
El verano, ha sido la época propicia, para la dejación de la responsabilidad personal, especialmente entre la juventud, que siempre está dispuesta a desafiar las normas. Lo mas grave de esa posición, es que han proseguido con esa temeraria conducta tras el verano.
Los expertos alertan de que situar la Navidad como horizonte repite el error de la desescalada exprés del verano. Los epidemiólogos insisten en que la idea de «salvar la campaña navideña» manejada para pedir que se acorte el estado de alarma no puede guiar la gestión de la pandemia. Pensar que va a estar controlado entonces es un sueño.
Que es precisamente lo que busca la oposición, que sepamos que están ahí, como si no lo estuviéramos sufriendo bastante.
La primera ola costó mucho bajarla porque nos cogió desprevenidos.
La segunda ola la hemos fabricado nosotros y hemos superado la primera.
Con esa actitud irresponsable de los ciudadanos animada por presidentes de autonomía
¿Quién se cree que bajará en dos meses?
¡Nos importa un c… que la gente muera.
«Nosotros al bollo y el muerto al hoyo».
Esa es la SOLIDARIDAD española.
En los demás países tomas medidas con 25 casos,
Nuestros Presidentes protestan con 500 casos
Y azuzan a la gente a incumplir esas normas.
¡Somos DIEZ VECES MAS CHULOS que nadie!
¿O DIEZ VECES MAS IRRESPONSABLES?
Pero qué sabrán los epidemiólogos socialistas-comunistas-bolivarianos? Aquí los que entienden de pandemias son Ayuso y Casado, que para eso estudiaron en la Universidad China de Sal-a-man-ca. Ellos nos curarán sin falta de médicos y demás chupatintas.
Esto es un fracaso absoluto. Sin medias tintas.
Iremos de confinamiento en confinamiento cada 5 meses o así porque no hay ninguna estrategia frente al virus. Así de claro.
Después de meses encerrados y haber controlado los contagios, no se ha hecho absolutamente nada para concienciar a la población ni se han hecho rastreros ni nada de nada.
Los políticos han fiado todo a una vacuna que pensaban que llegaría en otoño – invierno. Pero las medidas de verdad ni se las plantearon porque, sencillamente, sólo valen para la propaganda, crispar a los españoles y hablar de problemas que existen en sus cabezas. Cuando llegan problemas reales, no valen para nada…
Ahora vendrán los lamentos. Y volveremos a ver cómo mueren miles de personas y como se niegan UCIs a los ancianos y a los más débiles.
Es para meterlos en la cárcel.
A la hora de valorar, recordar que lo que acontece hoy, se inicio hace más de 15 / 20 días. Eso no es secreto biológico del virus, ni de científicos, es conocer la epidemiologia del cabrón. Las ucis de 8 ccaa están al límite del colapso, y los profesionales están definiendo criterios públicos del triaje para ingresar en ellas. Los pacientes covid en ucis tiene una estancia media de 28 días, por tanto su colapso es rápido.
El retraso en la toma de decisiones drástica de aislamiento o la apertura de colegios, institutos y universidades en pleno brote pandémico tiene sus consecuencias. La culpa es del contrario y a mas si es ideológico. Los que se contagian, sufren y mueren, somos los de a pie.
No nos engañemos, cada cual pretende sacar la caña para pescar a los culpables del otro bando.
Deporte estéril donde los haya.
Claro que hay responsables en cada trinchera. Unos más que otros.
Pero todos juntos suman muy poco en relación con las causas de lo que está pasando en esto que se llama segunda ola.
No lo saben explicar bien, sencillamente porque no lo saben.
Muy poca gente en este mundo suele decir “ de esto no sé nada”. Eso entre el común de los mortales, y entre la soberbia de los científicos, no veas.
La ciencia, el método científico no garantiza conocer la verdad, puede llegar a conocer lo que no es cierto y rara vez encuentra la verdad. Si hubiera el coraje de compartir esa incertidumbre científica con el pueblo llano y hacernos partícipes que caminamos tuertos entre tinieblas a golpe de ensayo y error, todos tendríamos una mejor moral colectiva para enfrentarnos a la pandemia.
Porque no es que haya mucho negacionista o mucho irresponsable, sencillamente hay multitudes de descreídos que se han hecho agnósticos para no volverse locos
Qué difícil es que los políticos conozcan la diferencia entre un botellón de jóvenes y una fiesta de lujo. La presencia de cuatro ministros y la cúpula del PP en una fiesta organizada por un medio contrasta con la recomendación de que la gente sólo salga de casa si es estrictamente necesario.
Y menos mal que no había nadie de Podemos en ese fiestorro, porque si no, esto que ahora es pecata minuta en la mayoría de los medios pasaría a ser prácticamente una acción organizada por Pablo Iglesias y el ISIS para destruir España sin ninguna mención a Pedro Jota o Illa o Casado.
«El acto contó con las garantías, pero, después de ver la información, toca una autorreflexión por parte de todos los que tenemos que participar en actos públicos para limitar nuestra presencia física», explicó la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.
Tenía garantías, pero después de ver la información…
Podría explicar la Sra. Montera que garantías tenía?
Es que esta semana es el cumple de mi sobrina de diez años y está muy jodida por no poder celebrar su fiesta en Móstoles, barrio obrero de Madrid. Donde puedo pedir esas garantías? En una notaría? En su ministerio? En el Justicia? En el de Asuntos Sociales? O se la pido a un generalísimo en el de la Guerra?
De verdad que una ministra del reino de España tiene que «ver informaciones» para saber que está infringiendo la ley? Los demás ministros también lo necesitan? Y Casado? Y Arrimadas? Y el Generalote? Y el organizador, Pedro J. Ramírez, que todos los días da «informaciones» para que las vea?
Acto público una fiesta de El Español? Por eso se sintió obligada? No era más bien una fiesta privada para la jet, donde sabían que no les iban a disolver las FFSS del estado, mientras que estaban abriendo la cabeza en la calle a quinceañeros que bebían cerveza?
Sus niveles de irresponsabilidad, justo antes de pedir el toque de queda (última vez, Milans del Bosh el 23 de febrero de 1981, en pleno golpe de estado) por seis meses no tienen paragón desde que se murió el dictador Franco.
Ejemplar, sería mi reflexión sobre el asunto. Solo hay que ver al convocante, bocachanclas y bocarrana, y a los que de forma irreflexible y antiejemplar se sumaron al putiferio. Los jueces, ministros de las injusticias y de la guerra -vaya piezas-, el de Sanidad, que si algo había ganado lo perdió todo en el casino de Madrí. De los otros, mejor ni mentarlos porque demás mierda están echando a las instituciones y al país, o sea a España, que el otro se la echa solo, a la que dicen amar sobre todas las cosas y por la cual están dispuestos a morir siempre que los otros vayan por delante.
Francamente una vergüenza. Y por si fuera poco esa demostración de desprecio a la ciudadanía en la situación tan grave que estamos viviendo, no se trataba, ni siquiera, de una fiesta cultural, o nada parecido, se trataba de celebrar la existencia de un periódico tirando a fascista, patrocinado por un impresentable y para lectores, como poco, de derechas. No puedo explicarme qué hacía allí PARTE del gobierno. Bueno, francamente, sorprenderme, no me ha sorprendido, es lo que corresponde, el PSOE confraternizando con la derecha que es lo suyo.
Estaban «todos», menos los de PODEMOS. Ayer, en MVT, Pedro J. usando el comodín de Podemos, para desviar la atención, y Mendizábal, no sé si por convicción o porque le va en el sueldo, riendo las gracias a Pedro J.
La prensa «libre», como siempre, al servicio del amo.
Nunca entenderé por qué los políticos tienen aversión al parlamento. Es como si el albañil tuviera alergia al ladrillo. El estado de alarma es un chiste porque no ataca ninguno de los problemas reales ni se rastrea más y mejor, no se aísla al contagiado y sus contactos en lugares acondicionados y garantizando su sustento, no se establecen corredores seguros para reactivar el turismo, no se refuerza la sanidad básica, no se persigue al sociópata asesino en serie como se merece. Por eso en un mes estaremos en confinamiento total y la pobreza sin ayudas será insoportable. Y Pedro tendrá que ir a aprobar nuevas medidas que este estado de alarma no contempla. Me parece imprescindible que el petimetre vaya a explicar la evolución de la pandemia y sus efectos una vez al mes, aunque me parece bien que el estado de alarma inútil dure 6 meses o un año, en cualquier momento se puede levantar por decisión del gobierno o del parlamento por mayoría simple basta una moción, los votos suficientes y fuera. Falta imaginación y medios para hacer compatible una actividad económica casi normal con el covid. En las empresas hay pocos contagios porque no hay fiesta y se cumplen mayoritariamente las normas, los bares pueden funcionar si no se desmadran los clientes y al que se desmadre se llama al 112 se le detiene y se le interna hasta que se acabe la pandemia limpiando residencias de ancianos para compensar su irresponsabilidad y aprenda un poco de solidaridad. Gobernar es difícil no todo el mundo sirve y nos ha tocado en suerte un imbécil en el peor momento.
Toda la purria españolera mucho españolera y muy españolera lamiéndole la almorrana al repugnante Pedro Jeta…
Caspaña en estado puro ciscándose en el pueblo que se supone representa y se ufana falsamente de defender…
Y aún hay mamandurriados de tiro en la nuca y cal viva que se arrastran todavía más intentando justificar la cagada de los Illas, las Robles y las Delgados de turno…
Socialistas…??? …NO…!!!
SINVERGÜENZAS…!!!
«Los organizadores no imaginaban que acabaría siendo tan viral »
¿Qué no? Yo creo justo lo contrario. Ni Pedro J ni su equipo son ni mucho menos idiotas. Mucho me temo que han montado este show a propósito para sacar bien retratados a los ministros y con ello incendiar las redes en contra del Gobierno.
Diría que hasta el lujoso lugar fue elegido con ese fin, remarcando bien las diferencias de clase.
¿Tanto le da la burra a El Español como para pagar semejante fiestón sin más?
Esto no exime de culpa a los asistentes, pero a Pedro J le ha salido bordao.
Casado y Cia no podrán criticar pues también asistieron, pero no les hará falta. La pólvora contra Illa y demás ministrxs arderá sin su ayuda por las redes.
Flipo que hayan caído tan inocentemente en esta burda trampa.
¿Nos van a confinar? La pregunta está en el aire de las conversaciones y no sé si esconde desesperanza, miedo a volver a pasarlo peor de lo admitido, ganas de que ocurra algo novedoso de lo que hablar. En realidad, no se habla de otra cosa sí, cualquier día de estos nos encierran, si dicen que no, es que sí, en la cárcel tenían que confinar a algunos No sabemos nada. Ni los que aceptamos y aguantamos las medidas que con mejor o peor fortuna toman los gobernantes ni, me temo, quienes las toman. Todos con la confianza más o menos fundada, o remota, en que esos remedios, de eficacia no probada o dudosa, sirvan para algo. Incertidumbre total. Nos lo tomamos a risa, pero admitimos que a puerta cerrada el miedo nos puede. ¿Nos van a encerrar o no?
No sé si se han fijado en que de la nueva normalidad se dejó de hablar en cuanto apareció en escena. ¿Qué pasó? ¿Se fue de vacaciones o se confirmó que era lo de siempre, pero empeorado? La nueva normalidad trajo consigo el olvido y el despiporre, la falta de empatía social y de solidaridad activa, la incapacidad de actuar en común y un vivir suicida cotidiano que nada tiene que ver con aquel «vivir peligrosamente» del fascista D’Annunzio. Somos peor de lo que pensábamos, se dice, y el prójimo no es nuestro semejante, sino nuestro enemigo. Desconfianza, mal humor, ansiedad descontrolada y miedo al contagio son los colores de esa normalidad en la que vivimos. De los aplausos a los sanitarios no queda ni el humo y del banderoleo entre flamenco y taurino, ha quedado lo peor que podía quedar: un patriotismo de mala traza. De quedar algo, sobrevive la idea cruel de que es obligación de la gente de la Sanidad trabajar en las condiciones en las que trabajan y que a ver qué se han creído si empiezan con reclamaciones y peticiones extemporáneas siempre, sobre todo cuando denuncian el mal gobierno Mal, muy mal. Se acabaron los héroes y las heroicidades. ¿Se ha avanzado algo en la recuperación de lo público? Lo dudo. Los escándalos de hace unos meses se han venido abajo quizá por exceso de uso. La rutina lo iguala todo.
Los españoles somos una vergüenza mundial. Qué asco. De verdad que estoy indignadísimo. Una indignación que empezó el 1 de Julio y se ha ido alimentando cada día por el comportamiento de muchas personas que se empeñan en juntarse con otras como si el contagio ocurre sólo a los demás. ¡¡Que no se puede, coño!!
La responsabilidad principal de este rebrote del verano ha sido de las personas. Oigo quejas de que el gobierno (o los 17 gobiernos) nos trata/n como a niños pequeños. Sinceramente quizás debían haberlo hecho aún más. Creo que hemos fracasado como sociedad.
El tema de los datos que se manejan en esta epidemia es deprimente. Los datos que publica el ministerio a través del instituto Carlos III en https://covid19.isciii.es/ tienen la apariencia de ser creados por un escriba del siglo XIX en vez de por un experto o un responsable de algún tipo. Tienen comentarios intercalados en los datos, a veces desaparecen comunidades autónomas (como melilla que hoy no está) , o lo mejor de todo que algunas comunidades tienen datos agregados y otras diarios para el mismo concepto…. Así es imposible tener acceso a datos fiables que además estén en formato abierto para que se pueda trabajar con ellos de forma automatizada . Ese trabajo debería estar haciéndolo bien el ministerio , dando fuente fiables de información en vez de esta chapuza, teniendo a la prensa buceando el pdfs de formato diferente en cada región. Encima dice la radio que los datos sobre causa de muerte sin diagnostico por covid en el hospital llegarán del registro civil dentro de ¡¡¡3 meses!!!
Así que sabremos la verdad de la situación cuando ya no nos haga falta
En Italia se ha visto infectada el 0,231% de la población, mientras que en España los infectados suponen un 0,313%. Si miramos solo los contagiados en los últimos 14 días, se han infectado el 0,176% de los españoles, por el 0,088% de los italianos. España es ahora por ahora el país, con mayor incidencia de todo el mundo (exceptuando pequeños países). Es posible que Estados Unidos y a lo mejor Inglaterra nos alcancen, pero de momento están lejos.
Los italianos informan del número de análisis efectuados, a 08 de abril de 2020, 853.369 PCR. El 16,80% han dado positivo. Que yo sepa, no se facilita este dato en relación a España.
La región más afectada en Italia es la Lombardía con 106 habitantes. La Incidencia Acumulada es del 0,53% de la población; el 0,160% en los últimos 14 días.
En España, la CCAA más afectada es “La Rioja” con un 0,962% de la población afectada, el 0,641% en los últimos 14 días. En Madrid la Incidencia Acumulada es del 0,613%, y del 0,401% en los últimos 14 días. En Castilla La Mancha la IA es del 0,613%, y la IA14 del 0,448%, en esta última CCAA, la IA14 sigue creciendo día tras día (salvo fines de semana). Por provincias, entre las que he comprobado, la situación más grave se da en Ciudad Real, Álava y Albacete.
Es curioso que mientras en Andorra, la IA sea del 0,740%, en Cataluña sea del 0,408% y aún más baja en el Sudeste Francés. En Gibraltar la IA es del 0,341% y en Andalucía del 0,107%.
De entre los países que me he entretenido en comprobar, las tasas de incidencia más elevadas se dan en los más pequeños, en San Marino el 0,840%, en Mónaco el 0,206%, en Liechtenstein el 0,207% y en Luxemburgo el 0,494%. Supongo que se debe a que el porcentaje de personas analizadas es mucho más elevado que en el resto de países vecinos mayores.
Espero no haber estigmatizado a ninguna población, pero es evidente que no se está informando debidamente y se crean controversias totalmente artificiales.
Los contagios se desploman en los países europeos que han apostado por confinamientos y cierres estrictos en todo el territorio. Los casos están cayendo de manera significativa en Francia, República Checa, Países Bajos y Bélgica, países que sufrieron una explosión de contagios el pasado octubre y respondieron con medidas drásticas a nivel nacional.
¿Cuánto tiempo bajarán los contagios? Hasta que no se supriman las medidas que originan la bajada de los contagios. Eso no es el camino para una bajada estable de los contagios. Hay que buscar el origen de los contagios y abordarlo en profundidad. De lo contrario estaremos pendientes de la posible subida de los contagios.
La vacuna puede ser efectiva, siempre que sea una vacuna que vaya al origen del problema. De lo contrario tendremos lo mismo. Tiempo perdido y cuantiosos desembolsos de recursos económicos.
Sin salud ni economía ni pensiones ni nada. Poner parches sólo sirve para seguir en la mediocridad sanitaria y económica todo el tiempo y durante más tiempo. Medidas drásticas acompañadas por muchos test y rastreo en cantidad y densidad considerables son la única medicina, de momento. Rápidas y más breves que la actual lenta agonía son mejores para la economía, la salud y sobre todo para nuestros mayores. O acaso alguien espera que haya economía más allá de Amazon estas navidades con la situación sin controlar.
Muertos hay, por desgracia, en todos los países europeos, basta con leer la prensa. Y en esta segunda ola, España fue la primera nación en recibir con dureza los efectos, pero ahora se han desarrollado más drásticamente en otros estados de nuestro entorno, que cometieron el error de no prevenir. Ni me quiero imaginar si aquí llega a pasar lo mismo… La gente tiene que entender que la pobreza también mata y crea injusticias y desigualdades. Además, no entiende de población de riesgo, arrastra a todos. España tiene una economía débil, con un sistema productivo muy dependiente del turismo y la hostelería. Todo esto hay que tenerlo en cuenta.
Parece que está deseando la prensa que nos confinen domiciliariamente. Si todos los que lo están pidiendo, lo hacen consigo mismo, no hará falta que lo decrete el gobierno y no fastidiarán a los demás. Yo veo que países que sí han decretado confinamiento no están bajando la curva, como Reino Unido. España, que ha impuesto muchas restricciones aunque no un confinamiento estricto, está bajando la curva y sin necesidad de hundir del todo nuestra economía (y la salud mental). Lógicamente, con un cierre total la curva descendería más rápido, ¿pero a qué coste? Hay que medir todo, incluido el que nuestra economía se encuentra débil, más que en otros países por el sistema productivo.
Tenemos que asumir lo mucho que se desconoce de esta enfermedad.
No se sabe explicar suficientemente lo de Burgos o lo de Asturias, o incluso o de Madrid, en sentido contrario.
Todo son conjeturas más o menos razonables de los que actúan como expertos, pero sin los suficientes avales científicos, tal como se entiende comúnmente cuales son las reglas del método científico.
Ha faltado algo de humildad. Lo que ha permitido demasiadas preguntas sin responder que han facilitado la proliferación de tantas falsedades y fake news.
En los países del Extremo Oriente se ha actuado con más humildad. Evitando que la pandemia llegue a intensidades que requieren su explicación. Mayoritariamente han procurado intervenir de manera tajante ante cualquier brote desde su inicio.
Occidente se ha negado a aprender esa lección, argumentando la falsa dicotomía entre Salud y Enfermedad.
Allí donde se ha planteado ese dilema, la economía ha salido más perjudicada.
Y seguimos sin aprender.
Costaría meses desentrañar por qué un español medio se fía más a priori de una vacuna desarrollada por una compañía farmacéutica estadounidense que hasta hoy no ha desarrollado apenas un solo medicamento o por otra firma cuyo principal directivo vende miles de acciones de su empresa el día que se anuncia que es efectiva al 90% y en cambio se fía menos –o nada– de una vacuna creada en Rusia o China o no digamos ya Cuba. Llámenle educación cultural, política, simple desconocimiento, manías que uno mismo tiene y no sabe ni por qué. Pero es así, lo ves especialmente en las redes sociales: por norma general, todo lo que venga de Rusia y China es sospechoso, cuando no cutre, malo o directamente un producto que se habrá probado en miles de presos obligados a ello en cárceles de Siberia o de la estepa tibetana o de La Habana, mientras que todo aquello que huela a anglosajón o alemán es, de partida, al menos algo a ponderar en positivo. Por supuesto ni hablamos ya si la vacuna viene de América Latina, India o África, eso ya ni se considera. Ni siquiera Italia: esos, pizza, esculturas, vino y ligar, lo demás ni puta idea. Pero, de un plumazo, te ciscas en dos superpotencias mundiales a todos los niveles con un desarrollo científico y tecnológico bestial. Imagino que décadas de propaganda anti son más que suficientes, una propaganda que nos hemos tragado a todos los niveles vía medios, cine, literatura, etc. Los rusos y los chinos son malos, punto, no hay más que comentar. Bueno, ya veremos qué vacunas finalmente salen y si podemos elegir la que nos ponemos como quien elige espárragos de aquí o de Perú. No sé, en mi vida he preguntado de dónde es la vacuna que le ponen a mi hijo o si la que me voy a poner de la gripe es de Alpedrete o de París. Ni idea. Pero para esto parece que va a ser importante. Igual hasta se hacen camisetas: Yo me puse la vacuna china y aquí estoy.
La edad media de los fallecidos por coronavirus se sitúa en los 86 años. ¿Cuántos años de vida estamos salvando evitando una muerte por COVID y cuántos estamos perdiendo o magullando con las medidas necesarias para evitar dicha muerte? Urge una reflexión a este respecto y una evaluación cifrada de las alternativas.
Por supuesto, la capacidad del sistema sanitario supone una condición de contorno adicional, más restrictiva, del problema, pero ¿acaso estamos haciendo todo lo posible para maximizar esa capacidad?
Ha quedado claro que el efecto de las mascarillas y del gel es marginal. La comparación entre los países nórdicos (Suecia vs. los otros) y entre ellos y el resto muestra que el peso de la responsabilidad individual en términos de reducción de las interacciones sociales cuenta 10 veces más que el uso de mascarillas (y su imposición por la calle es directamente un atentado ecológico). El virus se contagia sobre todo en los encuentros privados y las comidas.
Si una pandemia como la que estamos viviendo no ha sido capaz de suscitar no ya acuerdos de Estado, sino un clima social de solidaridad, empatía, responsabilidad y empeño en encontrar soluciones, con una peste negra es probable que hubiésemos pasado al crimen generalizado, al degüello de todos contra todos, como ahora, pero navaja en mano. Este estado de cosas puede asombrar, vaso en mano, para la charleta, pero no inquieta. Se da por hecho que las cosas son así, que antes que los enfermos y los amenazados está la guerra de trincheras, la contra información, las mentiras, el azuce, el arrebatarse seguidores, el intentar socavar y tumbar al Gobierno como sea y hacerse con el poder para imponer una España siniestra. Es viejo, tanto que se ha hecho rutina y de esta manera, algo normal, como lo es que la marquesa diga que su mayor logro político ha sido insultar al vicepresidente de Gobierno llamándole hijo de terrorista. Y lo dice con el apoyo expreso, intelectual y económico, de los paladines de la libertad española, los auténticos, el cogollo de los que dictan las normas de convivencia o poco menos ¿Asombroso? No. Los insultos suben semana a semana de tono y se hacen la norma de la vida parlamentaria y social. Las redes sociales los repican como si de retransmitir las acometidas de una gallera se tratara. Lo que asombra es que todavía haya país que funciona y no se haya colapsado por contagio.
El mantra aquel de que íbamos a salir mejores del confinamiento duró lo mismo que el eco del aplauso a los sanitarios a las ocho de la tarde. Del confinamiento la mayoría de la gente salió harta, aburrida, con dolores musculares y unas ganas enormes de volver a quedar en los bares. Y así nos ha ido. Pero no quería ir por ahí. La desescalada de las medidas de confinamiento y la apertura de franjas horarios antes del verano provocó que el personal saliera de casa como una estampida de bisontes y echara a caminar para comprobar si la resistencia de sus piernas iba más allá que el ida y vuelta del pasillo de la vivienda. Caminos y senderos recibían un aluvión de paseantes; filas de personas que tratando de guardar las distancias componían una peculiar peregrinación, una cuerda de presos disfrutando de libertad provisional. De aquel hábito ha quedado en este periodo actual de restricciones un afán por las salidas domingueras al monte para llenar el tiempo de almuerzos y aperitivos no disfrutados. Y así, cuesta arriba cuesta abajo, transitan cuadrillas de jóvenes, familias, solitarios, ciclistas y perros con dueño.
Yo francamente no me creo que se vaya a vacunar ni de lejos la cantidades que se dicen. La atención primaria esta totalmente colapsada. Me cuesta muchas llamadas para lograr que un medico me entienda, por teléfono, para recetarme ibuprofeno y que llame dentro de 2 semanas. Llevo caducada algunas recetas en mi tarjeta semanas sin lograr que me lo renueven. Y quieren ahora vacunar a millones de personas. No me creo nada.
Antes del verano esperemos que se cumpla el plan del gobierno y haya una amplia mayoría de la población vacunada que nos permita recuperar la normalidad. Respecto a la prioridad para ir vacunando primero a unos u otros grupos todo parece bastante razonable aunque seria deseable mas concreción. Hay un criterio de los cuatro anunciados que chirria a la hora de definir esos grupos que es el socioeconómico. La prioridad y el orden en la vacunación debe seguir criterios estrictamente sanitarios. No es aceptable que se vacune antes a un trabajador en activo que a uno que este desempleado por ejemplo.
Con la salvedad de los hosteleros y los comerciantes, a quienes asiste el derecho a cagarse en todo ante la clausura parcial o total de sus negocios por mor de la pandemia, no puede caerse en la falsa dicotomía entre la salud pública y la pujanza económica pues sin la primera no cabe la segunda. Y, de anteponerse la economía a la salud, acaba imponiéndose la necesidad de preservar esta última, ojalá a la segunda hayamos aprendido la lección para que no nos sobrevenga una tercera ola covid con el cierre de este infausto 2020.
De ahí que la mejor manera de salvar las Navidades sea salvaguardar el mayor número de vidas, acatando la limitación de allegados que sentar a la mesa y el toque de queda que las autoridades decidan con la vista puesta en que la red sanitaria inicie la campaña de vacunación en las mejores condiciones posibles.
El mantra de «salvar la Navidad» no es algo que resuene solo en España, sino que es un eco que se ha extendido por toda Europa y ha llegado a oídos de sus instituciones. La presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, ha advertido que «relajarse demasiado rápido y en exceso es un riesgo para que ocurra una tercera ola después de Navidad». De hecho, el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) ha lanzado un informe con la proyección de lo que ocurrirá si los países anteponen la campaña navideña al control epidemiológico de la pandemia, y sus resultados no son nada halagüeños.
Alemania, por ejemplo, ha admitido que su objetivo es mantener por ahora las restricciones para poder relajarlas entre el 23 de diciembre y el 1 de enero, durante Navidad y Año Nuevo. El país decretó un «parón» de la vida pública que extenderá hasta el 20 de diciembre y ha recomendado a los alemanes que guarden una cuarentena voluntaria de varios días antes de reunirse con sus familias. Francia, por su parte, ha anunciado que empezará este sábado un plan de desescalada que pretende culminar el 15 de diciembre con el periodo navideño siempre presente. Reino Unido levantará el próximo 2 de diciembre un confinamiento que se ha alargado durante un mes y ha anunciado que se relajarán las restricciones entre el 23 y el 27 de diciembre para levantar los vetos a la movilidad y permitir los encuentros de personas de hasta tres domicilios distintos.
Cada vez que el Gobierno, el que sea, anuncia nuevas medidas en el ámbito de la pandemia del coronavirus mi confianza baja un escalón. Y lo que casi es peor, cada vez que nos anuncian el principio del fin de la pandemia –ayer lo hizo Sánchez– mi sistema de alerta pone en marcha nuevas dosis de desconfianza. Conforme han ido pasando los meses, medidas y discursos, llamamientos y órdenes, las valoraciones –del optimismo al pesimismo y viceversa– y las recomendaciones –unas y las contrarias– han ido saltando de una esquina a otra. Las contradicciones han dejado un rastro fácil en las hemerotecas. Mi convicción ciudadana de que se están tomando las mejores decisiones posibles sigue aún por encima de las evidentes disfunciones que unos mensajes y decisiones y otras han dejado en el tiempo.
La normalidad pre-COVID volverá como pronto a finales del próximo verano, siempre que la vacunación funcione. Hace falta un 70% de población inmunizada contra el virus para que los brotes disminuyan significativamente, pero casi la mitad de la población se muestra reticente a vacunarse. Una normalidad relativa, o si se prefiere, distinta a la que hemos conocido hasta ahora, eso, en el caso de que las cosas no se tuerzan.
Estos que no quieren vacunarse son los mismos que luego se pasan la vida pidiendo libertad y diciendo que vivimos en una dictadura porque les adelantan el horario de cierre del bar.
Una pregunta: si la vacuna solo evita que desarrolles los síntomas aunque no evite el contagio, ¿dará igual, no? si no puedes enfermar, da igual que lo tengas que no. Si los que no quieren vacunarse la cogen y desarrollan los síntomas, pues que se jodan. Sarna con gusto, no pica.
No soy tan optimista como el ministro Illa. No hay indicios oficiales de lo que ha producido la COVID-19 y el ministro dice «la normalidad pre COVID como pronto a mitad del verano». Usted confía en la vacuna antes de reparar el daño a la naturaleza o al medio ambiente. Siento decirle que mi cabeza no está preparada como la suya. Una de las dos esta equivocada, o posiblemente más cabezas. También mi cabeza no es experta en virus. Pero hay que no encaja en mi cabeza. ¿Con una simple vacuna va a quitar el daño al medio ambiente? Y además saldrán otros virus que hagan el daño parecido a la COVID-19, con otro nombre. Esto que ha traído la COVID-19 no es tan sencillo de reparar con una simple vacuna. ¡¡Ojalá esté equivocado!!
¿De que hablas?. La COVID la ha causado el virus y el virus se ha producido en una zoonosis. Las zoonosis se han producido en toda la historia y se van a seguir produciendo. La única manera de evitarlas seria eliminar a todos los animales del planeta o que volviéramos a épocas pre-civilización, viviendo en grupos minúsculos sin tener contactos unos con otros. La civilización con sus ciudades y grupos extendidos para los virus son como los monocultivos para las plagas. ¿Pero no querrás volver a eso? además que es imposible.
Este titular repite el error que ya hemos cometido varias veces a lo largo de la pandemia… ¡Ponerle fecha a la vuelta a la normalidad…! Todavía no sabemos con seguridad, si las vacunas son realmente eficaces, cuales de ellas estarán a nuestra disposición, cuando se podrán administrar de manera masiva, qué tipo de inmunidad producen, qué tiempo de inmunidad proporcionan, cómo se modificarán las curvas epidemiológicas, etc. Y ya tenemos fecha de vuelta a la normalidad «pre-pandemia»… Por favor, ¡menos titulares y más seriedad…!
Había que ver varias veces la película «Los santos inocentes». Está perfectamente retratada lo que piensa la derecha heredera de la dictadura, de como hay y se distribuyen las clases sociales. Imprescindible, también, la novela de Delibes.
¡TOME NOTA DE ALEMANIA Y OTROS PAÍSES DE EUROPA, SR. PRESIDENTE DEL GOBIERNO!.
¡A ver si ustedes, los políticos gobernantes que tienen en sus manos la responsabilidad de incrementar o disminuir las muertes y contagios de los ESPAÑOLES, por tomar medidas basadas en los intereses económicos de unos y de la insolidaridad criminal de muchos otros, como digo, A VER SI USTEDES HACEN LO QUE REALMENTE DEBEN HACER Y ES PROTEGER, por encima de cualquier otra consideración, A LA TOTALIDAD DE CIUDADANOS DE ESPAÑA AUNQUE MILLONES DE ELLOS, CRIMINALMENTE, NO LA ACATEN.
Si esto no sucede y el pretexto de las «Navidades»; los intereses empresariales y los millones de ciudadanos insolidarios y criminales se imponen al INTERÉS GENERAL, (¿saben señores políticos que significa interés general?) ustedes, señores/as políticos deberán ser procesados por su homicida negligencia.
El 10 de enero de 2021 comprobaremos, con datos objetivos si ustedes, los políticos que tenían la obligación de «gobernar» y proteger a la sociedad española, lo han hecho o no.
¿Encerraos? A mi quien me da asco es la gente insolidaria que va untando el virus por bares y supermercados, porque al bar puedes elegir no ir, pero una pareja de octogenarios no le queda otra que ir al supermercado y compartir espacios públicos con gente que le importa al parecer un pimiento que las cifras vayan en aumento.
¿Qué estamos en cifras tres veces menores que hace un mes? ¿Cuántos muertos se le hacen a Vd. soportables de llevar? ¿Cuántos merecen la pena morir para tomarse esa cervecita en el bar?
Más nos vale que el gobierno español logre sobrevivir, por malo que nos parezca porque la alternativa la tenemos a simple vista en Andalucía o Madrid. Del sur sabemos poco cuando las cosas van mal, de la capital del reino lo sabemos todo porque Díaz Ayuso no tiene problemas en atraer los focos. Ahora conocemos que esta comunidad autónoma corrige sus cifras de contagios hasta con nueve meses de retraso y, por supuesto, siempre al alza. Así es más fácil que salgan las cuentas: en lo que llevamos de diciembre «cada día» ha ido sumando hasta 1.761 contagios más a noviembre.
Enfrentarse a los cuñados negacionistas tiene que ser muy fácil ya, con la vacunación a punto de empezar: se trata de elegir entre quién quieres ser, una persona que confía en la ciencia y es solidaria y por eso se vacuna, o un cavernícola como Bolsonaro que «dice que la vacuna de Pfizer podría convertir a los humanos en cocodrilos». A estas alturas del año y la pandemia yo creo que podemos permitirnos decir eso de «chorradas, las justas» y parar los pies a Bolsonaro, a un familiar o a un conocido pesado que se ha dejado engañar o pretende engañar a los demás por su propia diversión.
¿A qué espera el gobierno para cerrar fronteras con el Reino Unido, al igual que han hecho otros países europeos, cuando incluso el primer ministro Boris Johnson ha reconocido que esta nueva cepa del SARS-CoV es un 70% más contagiosa que la hasta ahora conocida y, además, está fuera de control?
Para hoy mismo está prevista la llegada de más de 90 vuelos directos desde el Reino Unido a las Baleares, Canarias y la península,
¿Acaso desean que ante la catástrofe inminente les acusen de incapacidad para gobernar y, tanto la ultraderecha como otras fuerzas políticas acuse al actual gobierno de no ser apto de gestionar este tipo de cuestiones?
¿Es acaso esta la excusa que necesitan para tirar la toalla y proceder a una remodelación de las carteras ministeriales en el sentido que muchos sospechamos?
En España el sector mayoritario del gobierno anda preocupado, porque este cainita país resulta ser el destino preferente de los turistas de la pérfida Albión. Dejan mucha pasta y en estos tiempos de deuda pública a mansalva, sus dineros son más valiosos que nunca. A la parte minoritaria del gobierno no le importará, porque considera el turismo una especialización improductiva; incluso puede que fuerce una evolución estructural acelerada –por sustitución de sectores de escaso valor añadido- de la economía española.
La Unión Europea es un conjunto de Países o Estados. Es de lógica lo que está haciendo España. Esperar a tomar una decisión conjunta. La Unión Europea está compuesta por Países. Estando muy bien comunicada se puede extender el COVID-19 solo con un solo turista que esté en estado de positivo. Da lo mismo que sea español o de cualquier otro lugar de la Unión Europea. Todo lo que hace el Gobierno de Coalición se mira con lupa. Todos los Países podemos cometer errores pero en este caso no. Había que esperar a tomar una decisión conjunta.
La huelga de dos días esta semana en Canal Sur ha impactado por coincidir con el sorteo de la Lotería de Navidad y con el debate de los presupuestos en el Parlamento de Andalucía, pero no ha sido la huelga más larga, ni la primera en interrumpir informativos o momentos políticos señalados. Ni son el PP y Ciudadanos los partidos castigados por una plantilla que miraba para otro lado cuando gobernaba el PSOE, ni tampoco son los primeros que encajan dos el mismo año.
El plan del Gobierno para las pensiones: aumentar un 4% la cuantía por cada año que se retrase la jubilación y endurecer el retiro anticipado. La propuesta presentada por la Seguridad Social a los agentes sociales recoge el mantenimiento de la ‘cláusula de salvaguarda’ que concede ventajas en la jubilación de personas desempleadas de avanzada edad, que expira en unos días, este 31 de diciembre.
Una pandemia mundial nos afecta y nos responsabiliza a todos. Por eso es una pandemia. A todos: a los que mantenemos el trabajo, a los que lo pierden, a los que tienen que negociar condiciones, a los que tienen que tomar decisiones y a los que les da todo igual y solo quieren salir de fiesta. Pero creo que solo una minoría está siendo verdaderamente responsable ante la situación: «Dos de cada tres españoles reclaman medidas más duras».
Ugur Sahin, cofundador y director ejecutivo de la farmacéutica BioNTech, ha afirmado que el covid-19 se quedará con nosotros al menos durante la próxima década. El director ejecutivo de la farmacéutica expresó la esperanza de que el fármaco pueda reducir a la mitad la transmisión del virus, lo que resultaría en una «reducción drástica de los casos». Los desarrolladores ESPERAN que los pacientes que reciban la vacuna —que consta de dos dosis inyectadas en el brazo con tres semanas de diferencia— sean inmunes al coronavirus durante al menos un año. Y cito que » un pesimista es un imbécil antipático y un optimista es un imbécil simpático porque ninguno de los dos sabe lo que va a pasar.» Bertrand Russell.
¿POR QUÉ HAY NEGACIONISTAS? La respuesta es muy sencilla pero no es fácil de demostrar: el negacionismo es rentable para unos pocos que son muy hábiles en atraer la atención de muchos. En El Confidencial han puesto números a uno de estos casos: José Antonio Campoy es el director de Discovery DSalud, una revista que «ha negado la existencia del virus del sida o del ébola y ha asegurado que la quimioterapia no cura el cáncer» y cuya empresa editora facturó en 2019 casi medio millón de euros con unas pérdidas de 77.000. El patrimonio del negocio asciende a 1,2 millones. Por eso hay negacionistas. Así de simple.
La usurpación y privatización de suelos municipales de libre uso ha degradado gravemente la calidad de estos espacios, convirtiéndolos, y muy especialmente en esta época pandémica, que nos debe servir de experiencia negativa para el futuro, en zonas tóxicas. La preferente ocupación en calles y plazas por estas instalaciones cuando no chabolas, con pasos reducidos, ruidos indeseables, humo de fumadores, han transformado lo que era un espacio transitable en desfiladeros angostos entre abrevaderos. Se crean calles detestables para el ciudadano en su condición de peatón. Lamentable.
¿De cuántos metros debería ser la pegatina del Gobierno que aparece en las cajas de las vacunas para igualar al tamaño de las banderas de España que ha puesto el PP de Almeida por las calles de Madrid? ¿Que la bandera es de todos? ¿Y el Gobierno no?
¡Ah!, y también recordarles a Almeida/Ayuso el numerito de las banderas en la recepción a Sánchez en la Comunidad de Madrid. «En todas casas cuecen habas, y en las del PP a calderadas.»
A ver, señor Portacoz del PP, vamos a asumir que este Gobierno tiene la culpa de todo, salvo de algunas cosas. Se lo firmamos dónde usted quiera y, a partir de eso, ya sólo nos va diciendo aquello de lo que no tiene la culpa. Por ejemplo, la alineación de hace cinco días entre Júpiter y Saturno. ¡Un, dos, tres, responda otra vez!
El «milagro» de Madrid consistía en mantener abierta la hostelería, no hacer PCR y que Isabel Díaz Ayuso distrajese la atención a lo político constantemente. Nada define mejor lo que estaba pasando y ahora, por fin, se visibiliza, que este párrafo en La Vanguardia: «La reducción de los contagios fue innegable, como también que el número de muertos en esta segunda ola casi duplica a los fallecidos en Catalunya». Como explican en la web del periódico: Ayuso exigía al gobierno español PCR en Barajas mientras ella usaba test de antígenos en las farmacias para dar las cifras. Y ahora la pandemia se come lo político y lo sanitario.
No me gusta Neymar. Ni como futbolista ni como deportista. Si sobre el césped el regate tiene que ser el medio y no el fin, en la cabeza del deportista la competición y el cuidado de sí mismo tienen que ser la prioridad. Pero Neymar no cumple con nada de esto y si es uno de los mejor pagados en el fútbol mundial es porque es el epítome de la industria que se ha creado en torno a un deporte muy tonto para jugadores muy listos, como lo definió Jorge Valdano. La última noticia del futbolista brasileño es la indignación que ha generado en su propio país «por una fiesta navideña para 500 invitados» (El Confidencial).
El PP convierte la campaña de vacunación en un nuevo campo de batalla política. Tras meses de propaganda de Ayuso, que llegó dos horas tarde a una conferencia de presidentes para fotografiarse con material sanitario, Casado acusa ahora a Moncloa de «politizar la vacuna» por la pegatina con el logo del Gobierno en una de las cajas. Líderes autonómicos del partido han puesto en duda la estrategia de vacunación. Todo muy cuerdo.
Todos los indicadores apuntan a una posible tercera ola de la pandemia y rebajan la euforia por la vacunación. Los epidemiólogos ven con preocupación la incidencia de la COVID y la ocupación hospitalaria y de las UCI ante un previsible repunte de casos y la relajación asociada al inicio de la inmunización: «No hay ni una razón de peso para pensar que podemos descuidar las medidas de seguridad».
Los contagios siguen creciendo en los municipios donde vive el 55% de la población en medio de las fiestas de Navidad. El cambio de tendencia que se empezaba a dibujar la semana pasada se ha mantenido en la mayoría de las localidades del país. Más de 1000 ciudades y pueblos donde vive la mitad de la población española vuelven a registrar una subida de contagios. Entre ellas, grandes capitales como Madrid, Barcelona, Valencia y Murcia, en las que los casos están creciendo con fuerza.
– Argumentan que la publicación de datos por localidad podría estigmatizar a municipios pequeños con muchos contagiados.-
Valiente excusa. Lo cierto es que sin un test de contagio que abarque a toda la ciudadanía (sin excepciones) aquí no hay quien se aclare; que si la curva se aplana, que si repunta, que si la abuela fumaba, que si Italia está peor. Hemos llegado al extremo que nos estamos consolando con aquello de que hoy han muerto menos que ayer, pero sigue el recuento por centenares y la solución a años luz.
Quizás se me acuse de estigmatizar por decir algunas verdades, me da igual. Lo cierto es que el virus es alóctono y ha sido importado; viendo el mapa no hay que ser muy listo para darse cuenta de cuales han sido las puertas de entrada: urbes con nudos de comunicación a nivel internacional, centros del negocio y turismo globalizados. En esos sitios densamente poblados el contagio ha sido exponencial y peor aun desde allí se ha irradiado a toda la España olvidada. Claros ejemplos son: gente de Madrid, Barna y otras capitales, burguesía de medio y alto poder adquisitivo que viéndolas venir escaparon hacia su 2ª residencia (costera o serrana), propagando así la peste por municipios que de otra forma difícilmente se hubieran visto infectados a tenor de su alejamiento de esos centros de poder.
Va a ser que las pocas ventajas que les asisten a los habitantes de la España ignorada de nuevo van a ser pisoteados por esos que siempre se apuntan al caballo ganador. ¡Quedaos en vuestra casa joder! Y si no os acordáis de nosotros para traernos ese progreso del que vosotros disfrutáis por los menos tened la decencia de no traernos vuestra mierda.
Otra verdad que no debe ser olvidada es la cantidad de personalidades y gente de la casta que ha tenido pronto acceso a un test que a los sanitarios se les negaba, nueva demostración de los que les importa la gente a los que están sentados y siguen cobrando aún sin trabajar (incluidos gastos de representación y dietas sin salir de casa).
Creo que en una situación de pandemia global, las medidas deberían ser tomadas solamente por el Gobierno del Estado, al igual que se hace en una situación de Guerra. En estos momentos, ya no se si estamos en un estado de guerra contra el Covid-19 o contra nosotros mismos.
No puedo entender que se tolere la actitud y decisiones de la pobre marioneta de Madrid, en una situación tan grave.
Entre Aznar y Felipe González –los ex-presidentes bocas-chancla y metomentodo–, muchos estamos hasta las gónadas.
«Para seguir viviendo…». Termina el año del covid. O la primera entrega de la pandemia. Cuando caigan los últimos segundos de 2020 como los créditos de una película, al final aparecerá la palabra continuará. Cambiamos de dígito, pero mañana las cosas seguirán igual o peor. Y así durante meses; con los actos religiosos de Semana Santa ya suspendidos en ciudades de larga tradición. Todo ello a la espera de la administración y resultados de la vacuna. Ese «principio del fin» anunciado por el Gobierno, que sabemos cuándo ha comenzado pero nadie es capaz de vaticinar cuándo terminará. Todo un ejercicio de resistencia individual y colectiva.
Ya no es solo Wuhan, en Australia y Nueva Zelanda también se vive ya como en la vieja normalidad, y se van de fiesta y al día siguiente al estadio. Esto en Europa no ha pasado porque eso de cerrar fronteras antes de que hubiera un solo caso y hacer cribados masivos. Si lo hubiéramos hecho, podríamos tener ya fiesta, pero como sonaba muy facha, pues nada, la fiesta tendrá que esperar a verano cuando la vacuna ya haya hecho efecto. Hasta entonces, a disfrutar de la Europa sin fronteras.
Multa de 5 cifras a cada uno de esos despojos sin cerebro de la fiesta de Barcelona y si no pueden pagar, se les embarga lo que tengan o eso o trabajos para la comunidad, no merecen menos esos infra-seres.
Muchos son extranjeros, si no la mayoría. No creo que paguen las multas en sus países. Lo digo porque a mi me pusieron una de tráfico en Francia y no la pagué. Caduca y punto.
Los Mossos d’Esquadra han iniciado este mediodía el operativo para desalojar la nave abandonada de Llinars del Vallès donde desde el pasado jueves se celebra una fiesta ilegal de Nochevieja que ha congregado a más de 200 participantes de diversos países europeos.
Decenas de furgones de los Mossos han accedido al recinto donde se desarrolla la ‘rave’ y numerosos agentes han entrado en la nave para proceder a su desalojo.
Algunos participantes se han ido voluntariamente en las últimas horas y han sido identificados por la policía, pero en la nave quedan aún decenas de jóvenes que se niegan a abandonar las instalaciones, pese a la presencia policial.
Hay mucho que recuperar en 2021, y no solo la libertad de movimientos o la capacidad de respirar sin mascarilla: es necesario recuperarnos emocionalmente después de estar en semi-aislamiento durante meses, es necesario recuperar la economía para pagar la enorme factura del coronavirus, y es necesario recuperarnos como individuos: abuelos, hijas, hijos y personas trabajadoras. Como todo ello hemos sufrido unos niveles de estrés enormes y sostenidos en el tiempo, y desconocemos las consecuencias psíquicas de esa fricción que entre todos tenemos que reconducir y, sobre todo, aliviar.
Catalunya cierra perimetralmente todos sus municipios y clausura el comercio durante los fines de semana
https://www.eldiario.es/catalunya/epidemia-sigue-disparada-catalunya-registra-144-hospitalizados-ultimas-horas_1_6669317.html
Poner restricciones se les da muy bien. Vacunar a la gente se les da un poco peor, solo han puesto un 13 por ciento de las vacunas que les han suministrado que ya de por si son poquísimas. A este paso acabaran la vacunación para cuando llegue la siguiente epidemia.
Hala, ya la tenemos aquí, la presión hospitalaria fuera de control, y Vergé, Budó, Samper y compañía, con sus guerras intestinas sin tomar decisiones efectivas desde hace semanas, y se reunirá el Procicat para ver a quien joden de nuevo con medidas desesperadas, o todo lo contrario, y no será por que los médicos no lo hayan avisado, suplicado, etc, lo que no entiendo es como el Doctor Argimón a quien consideraba un médico capaz y serio, no manda a tomar viento a ésta pandilla. Pues nada Navidades salvadas y a ver qué hacen y hacemos ahora, y además todavía habrá energúmenos que niegan la evidencia de la pandemia y seguirán con sus actitudes estúpida, irresponsables y que deberían ser delictivas pero de verdad, no con multas que difícilmente se pagan.
En La Sexta, a mediodía, hacían, como de todo, la competición de las que más vacunaban, y Catalunya, de las más pobladas, había vacunado más que, por ejemplo, Madrid, que vacunó el 6%. Solo pongo de ejemplo Madrid, sin animosidad ni competencia, porque tiene mucha población también. Por supuesto que las comunidades pequeñas como Cantabria irán más rápido, ya me veo a Revilla dando consejos de vacunación en La Sexta Noche, my god!
A las puertas de la tercera ola, nadie puede entender que de las 718.575 dosis distribuidas de la vacuna para COVID-19 únicamente se hayan administrado 82.834, lo que supone menos del 12% del total. La falta de planificación, la pésima gestión de los recursos y los intereses mercantilistas con las privatizaciones llamando a la puerta se encuentran detrás de tamaña barbaridad, mientras el ministro de Sanidad, Salvador Illa, se limita a alabar el buen hacer de las Comunidades Autónomas (CCAA).
No hay excusas y se deben asumir responsabilidades, mirándonos en espejos como Reino Unido, que ya ha administrado un millón de dosis. Illa, cuya compaginación de responsabilidades como ministro y candidato a la Generalitat de Catalunya lastra su gestión pues no quiere favorecer la crispación y, a cambio de nuestra salud, elogia los esfuerzos de las CCAA pese a cifras de vacunación tan desastrosas. Incomprensible.
El dinero que se destine a privatizar los procesos de vacunación no cubre la dispensación de las vacunas, sino que en realidad representa una parte del coste de la ineptitud, de la desidia de nuestros gobernantes; la otra parte de ese coste es el riesgo para nuestra salud que, en muchos casos, puede traducirse en más muertes.
Estadísticamente hablando, usted tiene una alta probabilidad de ser hoy un tonto o tonta del haba. Más si prueba tanto el roscón de nata como el de crema y no digamos ya si le pega también al de trufa, pues habrá cogido todos los boletos para pagar al respetable el típico bollo de Reyes. Esa dulce tontería duraba según la interpretación original el día de autos y otorgaba a ese tonto temporal la potestad de hacer lo que quisiera hasta retomar al final de la jornada su condición intelectual previa. La pregunta en este inicio de 2021 radica en qué hacer con los tontolabas sin h que han cundido en 2020 y cuya estupidez se ha cronificado a fuerza de insistir en su cretinismo tiznado de soberbia como el mayor de los pecados capitales. El ranking de necedad lo encabezan los negacionistas de una pandemia que ha dejado un horroroso rastro de muerte a lo largo y ancho del planeta, conspiranoicos que han ido reproduciéndose como setas venenosas y en cuyas filas ha arraigado una peligrosa legión de peripatéticos antivacunas. Gente insolidaria al cubo porque operan como superpropagadores de la covid, mientras nos catalogan al resto de cobayas humanas como si tal cosa, y que rivalizan en irresponsabilidad con los desaprensivos que siguen pasándose por el mismísimo arco del triunfo hasta las restricciones más elementales, mostrando el serrín que albergan sus neuronas. En esa nómina de idiotas hay que incluir de todas todas a los listos a posteriori, a esos tertulianos de guardia a la búsqueda de quien les dé la razón por puro agotamiento una vez que la realidad ya está a la vista de cualquiera, criticones a tiempo completo de las autoridades sanitarias de toda índole cuando saben de virus exactamente nada. Ya que estamos en plena carrera comercial por las vacunas, que bienvenida sea tal competencia cuando se acompasa con los preceptivos controles sanitarios, a ver cuándo se inventa una para bobos, bocachanclas, botarates, cantamañanas, mendrugos, mentecatos, mequetrefes, tarugos, zopencos, zoquetes y demás especies caracterizadas por su insensatez. En tiempos de pandemia, la imbecilidad se ha convertido en una plaga y no cabe mirar hacia otro lado ante tanta memez. Contra la majadería, argumentos. Y cuantos más, mejor.
El enorme protagonismo de los problemas sanitarios y humanos y el de los económicos y políticos más generales que ha provocado la Covid-19 está dejando en un segundo plano un drama que se avecina en España, aunque también en otros países de nuestro entorno. Me refiero al que se cierne sobre miles de negocios, sobre todo de pequeñas y medianas empresas o de empresarios individuales, que de momento están sobreviviendo pero que van a desaparecer sin remedio cuando, antes o después, se acaben las ayudas de Estado.
Los datos estadísticos son engañosos. Según los que proporciona la Seguridad Social, a finales de noviembre pasado había 31.000 empresas menos que enero de 2020. Un número elevado, sin duda, pero muy por debajo del que se habría registrado si muchas más no siguieran funcionando por pura inercia pero sin suficiente actividad ni ingresos, solo gracias a los avales, los ERTES o a la prórroga concedida por el gobierno para presentar obligatoriamente concursos de acreedores o de extinción cuando carecen de liquidez o son insolventes.
España rompe la barrera de los 25.000 contagios desde finales de octubre. Las comunidades autónomas han notificado este viernes al Ministerio de Sanidad 25.456 casos de covid-19, de los que 12.327 han sido diagnosticados en las últimas 24 horas, frente a los 6.498 registrados el jueves, situándose la cifra global de personas infectadas por coronavirus en las 2.050.360 desde el comienzo de la pandemia.
La incidencia media actual de contagios en España en los últimos 14 días sigue incrementándose, situándose en los 350,48 casos por cada 100.000 habitantes. Este viernes la incidencia se ha incrementado casi 30 puntos en solo 24 horas en comparación con la cifra de 321 casos alcanzada este jueves.
Respecto a los fallecidos por covid-19, el departamento que dirige Salvador Illa ha notificado este viernes 199 más, de los cuales 590 se han registrado en la última semana. Esto hace que la cifra global de muertos por coronavirus en España se eleve a las 51.874 personas.
Empiezo a resignarme ante la idea de que hay mucha gente que recela de la vacuna contra el coronavirus. Creo que es mejor ser didáctico que frentista y recordar que las vacunas ya aprobadas puede que no sean tan eficaces como las venideras, pero son igual de seguras. Si no, no las habrían aprobado. Si los argumentos lógicos o los científicos no son suficientes, espero que el avance de la vacunación sin consecuencias sea definitivo, y también que ayuden noticias como esta: «Ya hay aerolíneas que no dejarán volar a los que no se hayan vacunado, y puede ser sólo el principio».
«De lejos, lo peor que he visto en mis años de profesión»: el Sistema Nacional de Salud del Reino Unido al borde del abismo. Los pacientes tienen que esperar en ambulancias durante horas y muchos hospitales reconocen que ya no pueden proporcionar una atención médica de calidad. ¿Qué pasará en las próximas semanas si la situación empeora?
Los expertos alertaron a finales de octubre de que situar la Navidad como el horizonte en el que tener controlada la pandemia implicaría repetir el error de la desescalada exprés del verano de 2020. Un mes después, en noviembre, un informe del Centro Europeo de Control de Enfermedades ratificaba que relajar las medidas para las fiestas implicaría un repunte de los contagios en enero. Ese momento ya ha llegado. La incidencia del SARS-CoV-2 alcanza en España niveles máximos: ayer se registraron 25.438 casos y 408 fallecidos, con una incidencia acumulada de 454 casos por cada 100.000 habitantes.
Los errores que nos han llevado a la tercera ola: de nuevo una rápida desescalada y priorizar la economía. Los expertos señalan los fallos que se han repetido durante la pandemia para explicar la situación actual tan grave: equivocaciones en el estudio de contactos, desaciertos en la comunicación, falta de evaluación correcta, escaso control sobre hostería y comercio, relajación ante la llegada de la vacuna, o medidas aplicadas durante un corto espacio de tiempo.
La situación se achaca a la Navidad, aunque lo cierto es que la tendencia ya había cambiado en diciembre, como muestra la curva epidémica de Sanidad. Se empezó a doblegar la curva de la segunda ola a principios de noviembre, pero las restricciones de las comunidades autónomas se empezaron a relajar y no se consiguió bajar lo que se debería la incidencia. De hecho, pasó todo lo contrario: el 10 de diciembre comenzaron a subir otra vez los contagios.
No se tendría que haber apostado por las desescaladas cuando se notaron los pequeños indicios de subida en diciembre. En ese mes, comunidades como Catalunya o Andalucía comenzaron a relajar las medidas y esto se relacionó con un aumento de casos o una disminución del descenso. Para poder haber llegado a Navidad con una situación aceptable, no en el sentido de salvar la Navidad pero sí de llegar con la incidencia más baja, se tendría que haber extendido el cierre de hostelería o un control sobre las compras navideñas.
El problema vino al levantar las restricciones y pensar que podemos tener medidas que duren 15 días cuando tendrían que durar mínimo un mes. En 15 días empezamos a ver el efecto de las medidas y, con suerte, hemos conseguido llegar al pico de la curva y empezar el descenso. Pero no podemos relajarlas antes de tiempo. Hemos criticado durante muchos meses cómo se hizo la desescalada del confinamiento de marzo porque fue rápida pero la hicimos con incidencias por debajo de 20. Ahora estamos desescalando con incidencias de 100 o más. Si comparamos nos tenemos que llevar las manos a la cabeza.
Sigo leyendo con fascinación titulares tipo La mitad de los contagios se producen en los domicilios. Intentaré explicarme: en casa somos tres. El pequeño va al cole, con mascarilla todo el día, y no se relaciona en espacios cerrados ni abiertos sin ella con nadie. Mi rival trabaja fuera y lleva la mascarilla todo el rato y, lo mismo, en espacios cerrados sin mascarilla no se relaciona con nadie. Yo trabajo en casa y no piso un sitio cerrado sin mascarilla desde marzo. Si uno de los tres por un casual, despiste, instante, etc, nos contagiamos, lo haremos fuera de casa. Y luego, claro, puede ser perfectamente plausible que si yo he sido el que me he contagiado al asomar la tocha por la mascarilla medio segundo en biblioteca, tienda, panadería, autobús y etc y soy asintomático llego a casa y contagio a mi rival y al peque pues entonces la estadística de nuestros tres casos va a quedar así: 66% contagiados en domicilio, 33% en lugar desconocido u otros. Tiene poco sentido real esto, ¿no? Porque claro que si convives con personas y con ellas vas sin mascarilla parece lo más lógico que sea el domicilio donde se produzcan más contagios, pero el contagio original se produce siempre fuera, sí o sí. Y es fuera donde tenemos que tener más cuidado y, por supuesto, en casa si convivimos con personas mayores o vulnerables o si nos juntamos con no convivientes. Pero, insisto, los focos de contagio están fuera y es fuera donde nos contagiamos y por supuesto luego el contagio entra en tu casa y lo sacas a pasear y si entras en sitios sin protegerte y proteger lo puedes extender a más gente y así en bucle, pero el domicilio no es causa de contagios, sino que es el lugar donde más horas pasas sin protección y por tanto donde el bicho tiene más opciones y menos barreras. Así que fijarnos así en él es mirar el dedo y no la Luna, que está en interiores cuando nos quitamos mascarilla.
Dice Ayuso que nadie fue capaz de detectar semejante borrasca.
En su defensa diré que lo ha dicho sin reírse.
Estar o no preparados, es preferible que esa no sea nunca más la cuestión, porque sencillamente está visto que no lo estamos, lo que estamos es buenos, que dice la retranca popular. El país no estuvo preparado para la marea negra y sus hilillos de plastilina, y no lo estaba hace ya un año para la pandemia vírica –otros países tampoco, pero allá cada cual–, ni en la primera oleada, ni en la segunda ni en la tercera ni… Ni tampoco para administrar de manera eficaz las vacunas que ahora mismo en algunos lugares penden de un hilo. Imponderables, siempre ha habido imponderables: el verano, el turismo, las navidades y con ellos la improvisación, las medidas insuficientes o la ausencia de estas. No hace falta ser un virólogo ni un profesional sanitario para ver lo que tenemos delante de las narices, sin recurrir a misterios y poderes ocultos.
Vox hace gala de su negacionismo sobre la violencia machista en la ley que protege a las víctimas durante la pandemia. Repite como un mantra que la protección prevista en esta norma, cuyas medidas entraron en vigor vía real decreto, «debe extenderse a todas las víctimas de la violencia intrafamiliar sin discriminación alguna por razón de sexo o edad».
Vox se ha saltado el minuto de silencio por las mujeres asesinadas por la violencia machista y exhibe su negacionismo. La ultraderecha, que ha sido el único partido que no ha acudido al acto de homenaje convocado en la escalinata del Congreso, insiste en negar esta lacra bajo el paraguas de la condena a «todo tipo de violencia». Malos y tontos.
Se puede decir más alto pero no más claro. Lo de ser adulto tiene esa característica; que eres responsable de tus actos.
Que sigan los energúmenos saliendo de terracitas, compras de amontonamiento, reuniones con familia, amigos y celebraciones varias.
La solución a la pandemia es muy sencilla:
Cuando se diagnostique un covid, los gastos de la atención sanitaria, de la baja laboral por el aislamiento domiciliario y del confinamiento de los contactos estrechos, los paga el contagiado, salvo que demuestre fehacientemente que el contagio ha sido manteniendo distancia y usando mascarilla.
La definición de contacto estrecho, se refiere a quien NO HA MANTENIDO LA DISTANCIA O NO HA UTILIZADO LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN.
YA VALE LO DE CARGAR A LA COMUNIDAD, LOS POLITICOS O A LA MALA SUERTE, POR LAS CONSECUENCIAS DE LOS ACTOS PROPIOS DE UNOS IRRESPONSABLES
AL IGUAL QUE UN COMPORTAMIENTO IMPRUDENTE O TEMERARIO
SI SE JUZGA NEGLIGENTE , PAGA EL INFRACTOR
NO INVENTE NADA
ES NORMATIVA QUE ESTÁ EN VIGOR PARA SITUACIONES DE EMERGENCIA Y EL PAGO DE LAS ACTUACIONES QUE SE DERIVAN DE LOS IMPRUDENTES.
¿Pensar que primero es la salud y luego la economía es bailarle el agua a la ultraderecha? No. Bailarle el agua a la ultraderecha es gestionar la pandemia pensando en que los fuertes no se alteren y evitando tomar medidas por miedo a qué dirán.
La ultraderecha te va a seguir culpando del desastre, hagas lo que hagas, porque está para eso. Y quien le baila el agua no es quien piensa como yo sino quien le ha prestado apoyo mediático y económico para auparla y llevarla al Congreso. O quien hace un discurso tan plano que, finalmente, quien recibe el mensaje no alcanza a encontrar las diferencias entre lo ultra y el progresismo, porque de izquierda ya ni hablamos, no vaya a ser que nos llamen rojos fracasados.
«El secretario general del PP, @TeoGarciaEgea, acaba de decir a preguntas de Onda Cero que «no» van a pedir la dimisión ni el cese del consejero de Salud, Manuel Villegas, por haberse vacunado junto a altos cargos y funcionarios no asistenciales.»
Olivae nucleos jaculator maximo cumple su papel. Se dirige a las almas más simples y acríticas de sus votantes. Calienta sus ánimos con cuatro eslóganes (los que toquen) aunque sean incoherentes o contradictorios. No se le conoce reflexión política (no es el único «gavioto»), ni capacidad profesional (tiene un título de la UCAM con quien está bien relacionado), ni ejercicio de oficio distinto de la política. Embiste donde le indican y va haciendo carrera. Inmune a la vergüenza y cara como de piedra. Cumple su papel en la organización. No le pidáis peras al olmo. Para pensar ya están los jefes.
«Primero se vacunan los del PSOE, después el resto» dijo Teodoro el huesero un poco antes de que una enorme bola de mierda hecha con sus propias palabras lo aplastase.
Andalucía ha registrado un nuevo récord ayer con 7.409 nuevos casos de Covid-19, que representa la mayor cifra diaria contabilizada desde el inicio de esta crisis sanitaria, según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA).
La región ha aumentado su tasa de incidencia por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días hasta 740,5, cifra que es 66,2 puntos superior a los 674,3 del miércoles y 335,4 puntos más que hace siete días. El consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha lanzado una advertencia: «Esta tercera ola es totalmente contraria a las otras, más expansiva y explosiva. Esta no es una ola, es un tsunami. Esta es una ola grande que va a durar y por ello pedimos la máxima precaución. El crecimiento de contagios está siendo muy brusco y solo podemos pararlo actuando todos de forma conjunta. Nos quedan semanas duras. Estamos viviendo un repunte muy importante aunque estemos aún por debajo de la media nacional». Aguirre atribuyó este rápido incremento de casos a la cepa británica, «ya que en la comunidad no son casos importados sino que es ya un contagio comunitario» al aumento de la movilidad y a las reuniones familiares estas pasadas fiestas navideñas. Todo por un «culillo».
En situaciones excepcionales como es esta de la pandemia del coronavirus los mensajes y las noticias son un elemento fundamental. Sobre todo, la buenas noticias que en los malos tiempos son como el maná de la comunicación para alimentar el estado de ánimo de la opinión pública. Lo malo es que las buenas noticias tienden a durar poco y es fácil que pasen a convertirse en poco tiempo en una nueva serie de dudas, incertidumbres y contradicciones y pasan a ser sin saberse muy bien por qué buenas noticias acompañadas de una serie de malas consecuencias. Y si ya entre en medio de ellas aparecen como elefante en cacharrería la polarización y la bronca política todo camina a peor y la confusión social se desata. Ha ocurrido con la llegada de las vacunas contra el coronavirus y los planes para aplicarlas de forma masiva a la población. Un paso clave para avanzar en el control de la expansión de la covid-19 deriva en un guirigay de acusaciones cruzadas, de datos y estadísticas sobre los ritmos de vacunación, de oscurantismo informativo, las expectativas se ponen en cuestión –muchas veces con escaso o nulo fundamento real–, los reproches se cruzan de un lado a otro, resurgen las legiones de opinadores de todo y sobre cualquier tema, la información basura y las mentiras asaltan las redes, los medios y el debate político y todo se va ensombreciendo poco a poco. De la esperanza se pasa en pocos días al desconcierto. Y por si fuera poco, aparecen los primeros casos de ese eterno egoísmo individualista que acompaña a los humanos como especie. Altos cargos políticos, consejeros y alcaldes, jerifaltes militares y responsables sanitarios se han pasado por el arco del triunfo los protocolos de vacunación y se han aplicado la vacuna sin formar parte de los colectivos prioritarios en esta primera fase. El daño hecho a la confianza en las instituciones y a la propia democracia es irreparable. Son de esas realidades que emponzoñan la convivencia, alimentan los discursos más duros y el escepticismo y la desconfianza ciudadanas hacia quienes asumen responsabilidades públicas. La respuesta debe ser de un nivel de ejemplaridad equivalente al despropósito que han protagonizado. Ni los cargos políticos pueden seguir en sus puestos ni los responsables institucionales en el suyo. Y lo mismo sirve para los funcionarios que hayan podido saltarse sus obligaciones de servicio público adelantándose en la cola de la vacuna tirando de privilegio y pasando por encima de los grupos de riesgo prioritario. Las situaciones críticas o las catástrofes siempre sacan lo mejor y lo peor de las personas. Es un clásico y la realidad siempre supera a la ficción. Mirar para otro lado solo hará más profundo el error. Como en el caso de la extensión de la pandemia por incumplimiento de las mínimas normas de protección y precaución de unos pocos se genera un inmenso mal para muchos –de nuevo, la hostelería y el comercio–, la irresponsabilidad política y el egoísmo personal generan un daño de consecuencias colectivas. Tengo cada vez más dudas de que aquel animoso mensaje de la pasada primavera, en las primeras semanas de la pandemia hace casi un año, de que de este reto saldríamos mejores tenga alguna posibilidad real de cumplirse.
Por lo que se ve la gente le ha cogido gusto a que le encierren, le prohíban la movilidad, la libre reunión, la libertad de expresión, el derecho a manifestarse, a divertirse…en fin, a vivir y ser feliz. Una pandemia que se sostiene cambiando el mismo término de «pandemia», llamando «asintomático» a la persona sana para así inflar las cifras y aplicar estas medidas de ruina y deshumanización y con un sistema de testeo llamado PCR que es como un rasca y gana…y tragamos con todo. Tenemos la memoria muy corta, no nos acordamos de lo que pasó inviernos anteriores y con eso juegan. Quién pide seguridad a cambio de su libertad no merece ni libertad ni seguridad. Como se que las respuestas van a ser las «estándar» que ha enseñado la tele… ni voy a contestar. Solo intentar ser más felices y si no queréis, dejarnos a los demás serlo.
Ygona Moura, ‘influencer’ negacionista brasileña, ha pasado tristemente a pertenecer al grupo de quienes se han convencido por propia y grave experiencia de la existencia y peligrosidad del virus. Se encuentra ingresada, en estado grave, en coma inducido y con respiración asistida, en la UCI en Sao Paulo, tras contagiarse de coronavirus y haber sufrido complicaciones. La joven pertenecía al grupo de quienes pedían restar importancia al virus y a las precauciones, y con frecuencia colgaba en sus redes sus imágenes saliendo de fiesta pese al virus, sin utilizar mascarilla, pese a que Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia. El presidente Jair Bolsonaro se encuentra en el grupo de presidentes más negacionistas de la enfermedad, no secundando y criticando las iniciativas de contención de los estados.
Lo que más me molesta de esta historia no es que la chica como consecuencia de sus actos esté con Covid, lo que realmente es para juzgar es que invitase a seguidores a fiestas clandestinas, es decir fomentar su estupidez con los demás y de esta manera incrementar contagios, petar los hospitales…no me da pena ninguna y que conste que no le deseo mal a nadie, pero si juegas con fuego…
Exacto, el problema de los negacionistas no es que se hagan daño a sí mismos, es el peligro que conllevan para los demás. Yo soy fumador, y sé que es malo para mi salud, pero no se lo puedo contagiar a nadie…
Un negacioncita, al igual que un aficionado a las conspiraciones, son gente que viven en mundo irreal, que suelen ser muy arrogantes, que solo tienen fantasías, se creen cualquier cosa y son muy manipulables, vamos carne de secta.
En fin. No sé qué pensará entonces de la Comunidad de Madrid, región epicentro de la pandemia, en la que su presidenta venía de ser Community Manager de un perrito. Supongo que usted preferiría quizás a Celia Villalobos, ministra de Sanidad con Aznar. Creo que ni llegó a terminar derecho como formación académica. El Ministerio de Sanidad es un ministerio prácticamente vacío desde que se transfirieron las competencias a las Comunidades. Creo que lo exigible al ministro es que gestione bien. Y para ello me vale un filósofo, un médico o una diplomada en derecho, siempre que sean buenos gestores.
Somos de los países más afectados. En cuanto a la gestión no creo que sea muy diferente a la de muchos otros países de nuestro entorno. La base del control es el control de movilidad, y ahora la vacunación. Y gestión lo más eficaz posible de los medios sanitarios, que incluyen camas y material humano, que es finito. En cuanto a movilidad y confinamiento, que es la base de todo según las recomendaciones, lo que se ha hecho ha sido a pesar de la negativa de buena parte de la oposición, aunque antes les parecía bien, y después ya no, pero ahora ya sí…En general, lo mejor y lo peor de la gestión en diferentes países ha dependido más del poder económico para ser un pirata comercial y hacer acopio a base de talonario y con lo cívica que es la población. Y en España, de civismo vamos muy muy justos.
Oxfam Intermón ha alertado de que el impacto de la covid-19 en España podría dejar a un millón de personas más por debajo de la línea de pobreza -790.000 en pobreza severa-, hasta alcanzar los 10,9 millones de personas, con lo que «el efecto de este golpe nos llevaría a niveles de pobreza inéditos».
Lo advierte en su informe anual de desigualdad que publica con motivo de la celebración del Foro de Davos, en el que subraya que con la crisis «sin precedentes» generada por la pandemia el total de personas en situación de pobreza severa (que viven con menos del equivalente a 16 euros al día), podría alcanzar los 5,1 millones.
Si, los ERTE han salvado a cientos de miles de personas de la pobreza y la desesperación ya que pueden haber evitado que más de 710.000 personas hayan caído en la pobreza, lo que ha supuesto un importante cambio respecto a la anterior crisis. Una medida esencial para limitar el incremento de la pobreza: su reducción se estima en 1,17 puntos en el índice Gini, que mide el grado de desigualdad.
La estrategia de vacunación de Israel, que empieza por pagar más por cada dosis para ser los primeros en recibirlas, está siendo un éxito: van mejor que ningún otro país. Y al mismo tiempo los datos de propagación de la epidemia siguen siendo graves. Lo que sucede en Israel es solo el tráiler de la película que veremos y viviremos aquí: la relajación de la ciudadanía (el Estado mantiene unas medidas severas) ante la perspectiva de mejora provoca que, sobre todo entre los más jóvenes, el virus siga extendiéndose, incluso con los peores números desde el principio de la pandemia. Pero su situación sigue siendo la mejor.
Las nuevas restricciones incendian a la hostelería. Cerrados hasta el 28 de enero en Castilla-La Mancha, hasta el 30 de enero en Baleares y hasta el 4 de febrero en la Comunidad Valenciana y municipios extremeños de más de 3.000 habitantes. Con el negocio a medias -solo pueden servir en las terrazas- en Castilla, Cantabria, parte de Galicia, Canarias y Navarra. Y con horarios limitados en el resto de comunidades, donde lo más tarde que encontrará usted uno abierto serán las diez de la noche. Incluso la Comunidad de Madrid decidió este viernes adelantar una hora el cierre, de diez a nueve, y que solo pueda haber cuatro clientes por mesa.
Vacunas. Lo hice sin maldad, dicen compungidos, y también es verdad. Se han limitado a seguir la dinámica a la que están acostumbrados. Como servidores públicos están para servir, sin embargo han tomado el verbo en reflexivo y utilizan el cargo para servirse. Alguien escribía en Twitter: tienen acceso a las vacunas y han metido la mano, ¿os imagináis que tuvieran acceso al dinero?
Empezar la campaña de vacunación y ponerse en marcha el Spanish Show ha sido todo una misma cosa. Políticos de todo signo dándose codazos para ponerse los primeros en la fila de la vacuna salvadora. El resto del país asomado a la tele con una mezcla a partes iguales de estupor e indignación. No damos crédito. De verdad que no. Y esta era la pandemia que nos iba a hacer mejores, decían.
No pensábamos que estuviéramos haciendo nada mal. Esta es la que más me gusta, ¿sabéis por qué? Porque me lo creo. Porque es verdad, porque no creían estar cometiendo ninguna irregularidad. Y eso es lo verdaderamente grave. Tal es la costumbre de recibir prebendas, de manejar privilegios, de tener influencias que no ven dónde está el problema de ponerse ellos en primer lugar, como hacen siempre. Ese es el liderazgo que ejercen, un liderazgo mal entendido, un servicio público que no es tal. Un buen líder no se pone delante para pillar el primero y que el que venga después que arree. Un líder honesto va detrás de su grupo y cuando todos se han servido, si queda, se sirve él. Y no, al revés como han hecho todos estos. En muchos casos sus propios partidos les han obligado a dimitir. Lo perciben como una injusticia, y es normal, no han hecho nada distinto de lo que han estado haciendo hasta ese momento.
Si yo entiendo que es una situación complicada y que todos estamos más que hartos de los confinamientos, mascarillas, toques de queda, no poder reunirte con ciertas personas por riesgo a contagiarlas… Pero es que todo esto se está yendo de las manos. Me preocupa que haya un sector tan grande de la población que de verdad piense que hay una estrategia mundial para meternos a todos en casa, acabar con derechos y libertades, implantar el comunismo… Es que toda esta gente vota, y ya sabemos todos cuál es el único partido que compra este discurso. Esto en España, en el resto del mundo supongo que será igual.
Ya estas otra vez soltando tus consignas. Voy a aclarártelo, por ultima vez. No niego el virus, existe, es real, y dado como actúa, como «aparecen» nuevas cepas al tiempo que salen vacunas y hay países que abandonan la UE, es muy obvio que es creado, y que lo van soltando, de hecho pienso que no es un solo virus, soltaron a la vez varios, con síntomas similares, pero distinta mortalidad y nivel de transmisión, eso explicaría muchas lagunas en la versión oficial. existe el virus, mata gente, soy plenamente consciente, y aun así, las medidas son incoherentes, arbitrarias, dictatoriales. Hay dos opciones con esto, si le dices a la gente k vaya a trabajar, en bus, en metro, y k vayan a clase con 30 personas mas en el aula, les dejas salir y vivir y contagiarse donde decidan. sino cierra todo.
Un cura de los salesianos, muy apocalíptico él, nos aseguraba a los chavales que teníamos mucha suerte, ya que íbamos a ser la generación que iba a presenciar en vivo y en directo el fin del mundo y la resurrección de los muertos. Hemos tenido que esperar un poco, pero no le faltaba razón al hombre. A lo mejor los números redondos no acaban de funcionar porque la Tierra no es una esfera perfecta sino achatada por los polos, según dicta la ciencia. Sin embargo, en contra de todas las evidencias científicas, cada vez más gente vuelve a creer que es plana y, para darles la razón, los polos se están derritiendo.
Todo el mundo esperaba el fin del mundo acompasado con el cambio de milenio por culpa de un desbarajuste informático y resulta que el fin del mundo se presenta ahora, con veinte años de retraso y además por medios exclusivamente analógicos. El viejo dilema entre lo digital y lo manual -ejemplificado entre los relojes Casio y los relojes de toda la vida- se ha resuelto a favor de la medida de tiempo tradicional: la manecilla, la arena, la clepsidra. No es serio imaginarse a los cuatro jinetes del Apocalipsis en moto, citándose en Tinder y compartiendo mensajes en Facebook, sino cabalgando a la antigua usanza, a uña de caballo, entre calaveras y guadañas, como una banda heavy metal de los ochenta.
El Gobierno debería cerrar Madrid, Extremadura y Balears para cumplir con la recomendación de la UE. La UE aconseja aislar todas las zonas con más de 500 casos de covid-19 por cada 100.000 habitantes. La mayoría de comunidades españolas superan el umbral señalado por la UE y, de media, España registra una incidencia acumulada de 884 casos. Sin embargo, el Gobierno se escuda en las restricciones de las comunidades autónomas para evitar posicionarse, aunque hay regiones en riesgo extremo que aún no están cerradas perimetralmente.
Solo cinco comunidades se librarían de este aislamiento: Asturias, Canarias, Cantabria, Navarra y Euskadi. Pero por encima de la cifra límite establecida por la UE, es decir, en riesgo extremo e incumpliendo además la recomendación europea de cierre perimetral, hay tres autonomías que todavía permiten cruzar sus lindes: Balears, Extremadura y la Comunidad de Madrid.
Ahora nadie se hace responsable del ‘salvar las navidades’ ahora que repunta la tercera ola. Los discursos de dirigentes autonómicos, líderes políticos y responsables gubernamentales de finales de 2020 proclamaban las navidades como un horizonte con la pandemia controlada pese a los informes de los expertos. Así nos va…
«Cuando me contagié de covid después de días trabajando 12 horas seguidas me alegré porque, por fin, podía descansar». El personal sanitario de la Atención Primaria de la Comunidad de Madrid ya no puede más. Han presentado una demanda colectiva con el objetivo de mejorar sus condiciones laborales.
https://www.publico.es/publico-tv/publico-al-dia/programa/934296/la-atencion-primaria-demanda-a-la-comunidad-de-madrid
Seis comunidades recurren a las Fuerzas Armadas para ampliar sus instalaciones sanitarias ante el riesgo de colapso. Asturias, Castilla y León, el País Valencià, la Comunidad de Madrid, Aragón y Extremadura han pedido ayuda a Defensa para enfrentar la tercera ola. Estas intervenciones, junto a las propias iniciativas de las comunidades con otros hospitales de campaña, muestran la saturación del sistema sanitario.
La misma historia de siempre: reduces los recursos para la sanidad pública y así justificas que intervenga el ejército (que está para otras cosas).
Han saltado las alarmas. No han tardado mucho. La UE ha amenazado con denunciar a las farmacéuticas AstraZeneca-Oxford y Pfizer tras sus insistentes avisos de que no van a cumplir los compromisos de suministro de viales adquiridos con Europa. Compromisos por los que las instituciones europeas han adelantado ya el pago de millones de euros. No es fácil organizar una logística así. También puede ser simple negligencia organizativa. O lo que sospecha la UE, el juego loco del mercado de la especulación neoliberal. La UE cree que los grandes laboratorios pueden estar priorizando la venta de esas vacunas a terceros a mayor precio.
Un informe europeo alerta de que las privatizaciones sanitarias han lastrado la respuesta de los Estados ante la pandemia. De acuerdo con la investigación de Corporate Europe Observatory, «las privatizaciones y externalizaciones de los servicios públicos están directamente relacionadas con decisiones políticas animadas por la Comisión Europea, a lo que se añade que el sector sanitario privado está abusando de la pandemia para presionar para recibir más dinero público a través de los fondos de recuperación». Todos nos damos cuenta del error.
El Gobierno de Ayuso lidera la ofensiva del PP contra Sánchez por una falta de vacunas que afecta a toda la UE. Varias comunidades gobernadas por el Partido Popular y Ciudadanos, con Madrid a la cabeza, piden al Ejecutivo de Pedro Sánchez que «presione» a Bruselas para conseguir más vacunas, pero es la Comisión Europea la que negocia todo el paquete.
Nueve comunidades derivan pacientes a la sanidad privada ante el riesgo de colapso sanitario. Madrid, Catalunya y Navarra derivan ya pacientes covid a los hospitales privados. Andalucía, Murcia, el País Valencià, La Rioja, Euskadi y Baleares derivan pacientes no covid ante la sobrecarga de los hospitales públicos. La banca nunca pierde.
Lo que tiene que hacer la Unión Europea es respetar a las farmacéuticas que ha elegido la gente para que nos gobiernen.
Entre eso y los políticos, curas, militares y demás listos y amigos de listos que se las están poniendo antes de tiempo, no sabemos si a nuestros abuelos les llegará algún maldito día.
Y ahora investigan si una supevisora de enfermería se llevó un vial a casa para vacunar a su marido, ex fiscal jefe de Castellón.
Pero… nadie controla esto?
Hay que ponerle nombre y nº de historia a cada ampolla de morfina que gastamos, pero las vacunas no las controla nadie?
Cuidado que están los centros de salud llenos de alcaldes que se tropiezan, se caen encima de una vacuna y se la clavan sin querer.
El PP, cómo no, no ha querido desaprovechar el momento para volver a ir a la yugular del Gobierno. Da igual que sea evidente que es un problema internacional, da igual que se les note la falta de responsabilidad de Estado y da igual las contradicciones en las que caigan, siempre habrá gente dispuesta a comprarles su discurso, sea el que sea, y lo saben.
Madrid, por cierto, ya ha anunciado a través de su vicepresidente que no quieren tomar más medidas, que a partir de ahora las tome el Gobierno. Y no lo han dicho en broma, no.
La pandemia nos desgasta como individuos y como sociedad, lo que afecta, por supuesto, a la política. Pero los políticos que utilizan la pandemia para desgastar a los gobiernos son ruines. La crítica es recomendable, pero nada justifica el azote a personas que están dándolo todo para que la Sanidad no colapse y el flujo económico que la sufraga no se detenga. Muchos, además, van de almas puras, pero poco tienen de puros y algunos nada mostraron nunca de alma. Para esos, sopas con honda: «La CEOE presionó para que Vox salvara el decreto de los fondos junto a EH Bildu».
Francia se cierra a partir de este domingo de forma casi hermética a los países exteriores a la Unión Europea (UE), porque sus datos epidémicos, aun siendo preocupantes, le permiten todavía esperar que puede evitar un tercer confinamiento, o al menos retrasarlo. Además de ese cerrojazo suplementario a las fronteras, el Gobierno preparaba este sábado una nueva vuelta de tuerca en el dispositivo para disminuir los contactos sociales con la clausura también desde mañana de las galerías de comercios no alimentarios con más de 20.000 metros cuadrados.
En mi opinión, en verano la famosa curva de contagios ya no tendría que volver a subir. Veo muy complicado que lleguen a un 70% de población vacunada pero incluso con un 30% ya se podría tener bastante controlado el tema y romper la cadena de contagio.
La inmensa mayoría de dueños de negocios de hostelería lleva décadas explotando a sus trabajadores, a camareros, cocineros, limpiadoras, con jornadas de 10 u 11 horas, pagándoles una miseria, a veces sin contrato, cotizando por media jornada. Toda esa panda de explotadores no me da ninguna pena. Pena me dan sus empleados.
La pandemia sitúa España ante una crisis más intensa y vertiginosa que la de 2008. El INE certifica el aplanamiento de la curva de la recuperación tras sufrir la actividad productiva y comercial entre marzo y diciembre un retroceso mayor que el acumulado entre 2008 y 2013 y cuya magnitud supera la mitad de la que padeció el país en el primer año de la guerra civil.
Lo de 1936 fue una devastadora guerra provocada por una sublevación militar que, además de generar elevadas pérdidas humanas y arrasar estructuras sociales, provocó la destrucción generalizada de infraestructuras, capital y maquinaria, con las escasas excepciones de algunas zonas agrarias e industriales que no llegaron a ser campo de batalla o de focos industriales en cuya protección se emplearon tanto la Segunda República como los sublevados, caso de las áreas fabriles de Catalunya y Euskadi.
No se yo si realmente será buena idea volver a establecer la «nueva normalidad» en Semana Santa… No soy experto pero tal vez sería mejor centrarse en las vacunaciones, en las ayudas a los comercios y en apoyar a la sanidad.
Pero vamos a ver! El virus seguirá su ciclo debilitándose y acabará como una gripe más. Mirad la historia!! En la gripe española el humano no tuvo influencia sobre el virus en absoluto! Vino, dejó caos y a los 2 años de fue debilitando. Pero el problema de hoy día es LA TELEVISIÓN y prensa que necesita el morbo para vender. Ellos no tienen moralidad, escrúpulos o color político sino un solo fin: vender! Y da igual a cuesta de que. A ver cuándo entienden eso (es evidente que nunca) y pueden vivir más libres de sus pánicos y fobias (al menos) y dejan de votar regímenes que solo buscan lucrarse del débil (de mente… Que tristemente represente la mayoría)
Todos tenemos derecho a vacunarnos, lo que realmente propone vox es que se vacunen primero todos los enchufados y los que tengan pasta ya que no hay vacunas para todos en principio.
Sanitarios valencianos en primera línea contra la pandemia desbocada: «Salvar la Navidad ha sido un torpedo en nuestra línea de flotación». Personal de hospitales de Castellón, Alicante y València narra cómo la tercera ola ha desbordado el sistema sanitario y les ha puesto a prueba ante situaciones que nunca hubieran imaginado: «Es muy frustrante ver cómo, a pesar de darlo todo, se te mueren siete pacientes en una guardia». No aprendemos…
Puesto que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma pandemia, el español tropieza tres, y si en julio se nos advirtió que había que salvar la temporada veraniega, en diciembre la consigna fue socorrer a Papá Noel y a los Reyes Magos a toda costa, aunque luego, al abrir los regalos, descubriéramos que nos habían traído un respirador artificial y un catéter. Pero, como no hay dos sin tres, ahora la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, anuncia que, con un poquito de suerte, la Semana Santa puede ser la fecha de reinicio de los viajes nacionales de una manera segura.
El optimismo del gobierno resulta, por decirlo con una frase hecha, inasequible al desaliento, igual que Ed Wood en la cabina de teléfonos cuando, al preguntar a un productor qué le parecía la película que le había enviado y escuchar que una puta mierda absoluta, respondía con una sonrisa: «No importa: la próxima será mejor».
Al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, le ha salido el tiro por la culata al querer agradecer el trabajo de los sanitarios en la pandemia con un tuit. El dirigente publicó un vídeo en el que se le veía hablando con varias profesionales sanitarias de un hospital que le recibieron con aplausos.
«Se están dejando el alma por cuidar de la salud de los andaluces y tienen el reconocimiento de todos por su entrega y dedicación. El aplauso es nuestro. Muchas gracias a los profesionales que estáis salvando vidas en primera línea. ¡Vuestra labor es un orgullo!», señaló Moreno. Aunque rápidamente, el mensaje se le volvió a la contra.
«Mi sueldo base de médico residente de enero se queda en 869 euros jornada completa, pero gracias al aplauso de Juanma y demás políticos seguro que los que me alquilan piso y garaje me perdonan los 600 euros más 100 al mes». Con este escueto mensaje reprendía Jaime Lluch, un médico interno residente de Cádiz al presidente de la Junta de Andalucía.
Las UCI de todas las comunidades, salvo Canarias y Navarra, están en riesgo extremo. En seis comunidades, más del 50% de las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos están ya ocupadas por pacientes covid. Los enfermos pasan una media de tres semanas ingresados en UCI, con lo que aun se esperan varias semanas de fuerte presión asistencial en los hospitales. Y queriendo «salvar» la semana santa… no aprendemos.
Ya no salimos a las ventanas porque se puede salir a la calle. Protestar en la calle requiere planteamientos adultos, una crítica adulta, una actuación adulta. Ahí está el problema y ahí el retrato.
El Partido Popular ha llegado a la conclusión, un tanto exagerada, de que los fondos europeos para la reconstrucción de un continente devastado por la pandemia pueden salvar al Gobierno de Pedro Sánchez. Es mucho dinero, evidentemente, pero la Comisión Europea ha dejado claro que debe ser utilizado para ciertas cosas. No es un fondo de libre disposición como otras partidas extraordinarias ya aprobadas. Pero el PP ha decidido que debe poner todos los obstáculos posibles en ese proceso de tramitación.
Quitemos los móviles a los enfermos para que un día despierten en el Xanadú de las pandemias. El Gobierno de Díaz Ayuso se niega a cesar a la gerente del hospital que ordenó que se confisque el teléfono a los pacientes para que sus familiares no les digan que es mejor no ser enviado al hospital Isabel Zendal.
«Una sanidad pública realmente orientada al paciente solo es posible cuando éste tiene la libertad de elegir el centro sanitario y el profesional por el que quiere ser atendido», dice un argumentario del PP de Madrid que aparece en su página web. Dejando a un lado el hecho de que la aplicación de ese modelo ha beneficiado a la sanidad privada en detrimento de la pública, la pandemia ha permitido descubrir que ese derecho vendido como irrenunciable no lo es tanto si la prioridad es salvar al hospital Isabel Zendal, ese centro sanitario de Madrid perfectamente idóneo para accidentes de aviones, como explicó Isabel Díaz Ayuso. Parafraseando lo que el androide Ash comunicó a la tripulación de la nave ‘Nostromo’, todas las demás consideraciones son secundarias y los enfermos, prescindibles.
Adía de hoy los medios seguimos cometiendo errores de bulto en la transmisión de datos. Uno de los principales y más repetidos es cuando no nos atragantamos en poner La cifra de muertos en un día se dispara hasta 724, la mayor de la 3ª ola. Cualquiera lee eso y piensa que el día anterior murieron 724 personas por covid. Y no. Lo que pasó es que Sanidad comunicó 724 fallecimientos, algunos de los cuales fueron el día anterior, otros dos días antes, otros tres y así varios días. Esto sucede desde marzo, por el retraso en la comunicación de decesos. A la hora en la que redacto esto, el día con más fallecimientos oficiales contabilizados en esta 3ª ola es el 22 de enero, con 405 fallecidos. 405 ya son muchísimos y tan importante es 1 como 724, pero no han muerto 724 personas un día, cuando sí que en marzo y abril fallecían 800 y 900 personas diarias. La 2ª y 3ª olas, en cambio, están siendo menos altas pero más largas, con lo cual el daño global puede acabar siendo similar, pero si lanzamos cifras a la población hay que lanzarlas correctamente. Cosa diferente ya es que nos creamos o dejemos de creer las cifras oficiales, pero ese es otro punto.
La pandemia ha sacado a relucir un problema que ya estaba latente pero que se ha agudizado con el confinamiento y la falta de alternativas de ocio. Hemos digitalizado el entretenimiento y mucho, por no decir que nos hemos hecho esclavos del móvil. También hay un mayor enganche a los juegos de azar on line sobre todo por parte de los jóvenes. De ahí la importancia de la nueva regulación. En ciudades donde practicamente hay, como mínimo, un local de apuestas por barrio, el cambio de normativa aunque llega tarde –cuando ya se han instalado muchos nuevos negocios– establece una distancia mínima para los nuevos locales de apuestas, bingos o casinos de 400 metros respecto a centros educativos, deportivos o sanitarios. Además, éstas tendrán que contar con autorización previa de Sanidad. Salas de apuestas y máquinas tragaperras en el interior de bares que, por cierto, siguen abiertas pese a las nuevas restricciones. ¿Actividad esencial?
Importan las vacunas que significa volver a la normalidad e iniciar la senda de la recuperación económica. Las vacunas de EEUU y GB se han ralentizado para la UE sin embargo no faltan en EEUU, GB e Israel, países que llegan antes a normalidad y la recuperación económica dejando atrás a la UE. Sin embargo la vacuna rusa mas fiable, económica y sin problemas de distribución podrían lograr que la UE Volviera a esa recuperación a la vez que China, EEUU, Rusia y GB, continuando siendo la cuarta pata de ese equilibrio geopolítico y económico que conforman EEUU, China, Rusia y la UE. Hoy Borrell y Glez Laya han defendido más el interés de EEUU que el de la UE, causando un incidente diplomático con Rusia innecesario e inconveniente para nuestros intereses.
El pasado mes de septiembre, Richard Horton publicaba en la conocida revista The Lancet un artículo cuyo título puede resultar provocativo o sospechoso: No es una pandemia. Obviamente, no se trata de que uno de los medios científicos más prestigiosos del mundo hubiese colado entre sus páginas la opinión de un negacionista. Horton no negaba la existencia de la covid-19 ni alimentaba delirios conspirativos. Basándose en un concepto forjado en 1990 por el epidemiólogo Merrill Singer, Horton sostenía que no nos enfrentamos hoy a una pandemia sino a algo más complejo y, por lo tanto, más peligroso: una “sindemia”; es decir, un cuadro epidémico en el que la enfermedad infecciosa se entrelaza con otras enfermedades, crónicas o recurrentes, asociadas a su vez a la distribución desigual de la riqueza, la jerarquía social, el mayor o menor acceso a vivienda o salud, etc., factores todos ellos atravesados por una inevitable marca de raza, de clase y de género. La sindemia es una pandemia en la que los factores biológicos, económicos y sociales se entreveran de tal modo que hacen imposible una solución parcial o especializada y menos mágica y definitiva.
Por muy descorazonador que resulte, es antropológicamente normal defenderse de la ceguera del azar y de la arbitrariedad biológica buscando un culpable concreto: los judíos, los extranjeros, los pecadores, los curas, los chinos, Bill Gates. Nada nos da tanto miedo como la contingencia, que nos vuelve al mismo tiempo vulnerables e intercambiables, y por eso, frente a ella, nos inclinamos a concebir los destinos del mundo en términos de “voluntad”, aunque sea adversa y negativa, y no de aleatoriedad.
Nueve de las once monjas de clausura que recibieron misa de un cura negacionista, contagiadas por covid-19. El episodio tuvo lugar en el Monasterio de la Santa Faz de Alacant a mediados del pasado mes de enero. El sacerdote se negó a usar la mascarilla en el tiempo que duró la misa. Me meo…
Trabajadores del Clínico denuncian que hay más de 2.000 sanitarios sin vacunar mientras sí lo está la dirección y los curas. Hace más de tres semanas que el Hospital Clínico San Carlos de Madrid vacunó irregularmente a 600 personas y ahora hay 1.000 sanitarios de primera línea y otros 1.200 trabajadores que aún no han recibido la primera dosis. El sindicato MATS lamenta que no se estén exigiendo responsabilidades a nadie, incluido el gerente: «Otros han dimitido por menos».
La vacuna contra el coronavirus causa homosexualidad: Palabra de ayatolá iraní». No te acerques a quienes se han puesto la vacuna covid. «Se han convertido en homosexuales», predicó el clérigo iraní Abbas Tabrizian.
Y la masturbación produce ceguera, no te j…
Hace unos días me quedé mirando unas fotos que alguien puso en Twitter. Eran unas fotos de un lugar abandonado, de unas pocas botellas de alcohol, algún paquete de cigarros y vasos de plástico. La noticia decía que seis jóvenes habían sido multados por realizar un botellón. Me quedé pensando en lo injusto que puede estar resultando este año para ciertos sectores de edad. Ese sector de edad, precisamente ese, el que va de los 16 a los 24-28 años, es el que más se interrelaciona, el que está descubriendo el salir, la juerga, las amistades que parecen durar para siempre, todo eso que hace de esos años los años de los que más nos acordamos cuando vamos apilando calendarios unos encima de otros a partir de los 40. Y me vino la certeza de que para muchos de esos jóvenes esta situación se suma a unos sistemas nerviosos que han soportado ya tener una infancia en crisis, puesto que llevamos en crisis desde 2008 y aunque usted y yo no lo creamos hay miles y miles y miles de familias y por tanto miles de jóvenes que llevan en crisis permanente desde hace casi 15 años, con padres y madres en paro, los dos, uno, con malos trabajos, encadenando contratos cortos, varios tajos, mucho equilibrismo para llegar al final del mes y mucha resistencia para no volverse locos. Y, delante, un panorama de estudios y un panorama laboral que tiene bien poco de halagüeño, en una sociedad, además, que día a día se empeña en mostrarles lo peor de sí misma. Por supuesto, estamos en mitad de una pandemia y todo lo que podamos evitar contagiarnos seamos quienes seamos estará redundando a priori en el bien común, pero no pude evitar pensar viendo esas botellas que no hacen daño a nadie e imaginando a esos seis chavales y chavalas que bastante bien lo están haciendo. Tenéis toda mi admiración, aunque os podáis, como todos, equivocar a veces.
El juez que ha reabierto los bares en Euskadi: «Un epidemiólogo es un médico de cabecera que ha hecho un cursillo»
https://www.publico.es/politica/euskadi-juez-reabierto-bares-euskadi-epidemiologo-medico-cabecera-hecho-cursillo.html
La Sociedad Española de Epidemiología ha exigido una rectificación al juez que preside la Sala que ha permitido la reapertura de los bares en Euskadi, Luis Ángel Garrido, por sus «ofensivas» e «inadmisibles» declaraciones sobre estos profesionales. Entre otras cosas, Garrido dijo que un epidemiólogo «es un médico de cabecera que ha hecho un cursillo», y consideró que las medidas contra la covid-19 adoptadas en España y en todos los países «no difieren mucho de las que se daban en la Edad Media».
«Supongamos que suben un 2.000 por ciento las enfermedades de transmisión sexual y llego yo, el gran epidemiólogo de la zona, y digo: muy fácil, estén ustedes dos años sin relaciones sexuales y bajará la curva, y que ahora te digan que para que el virus se reduzca tiene usted que quedarse en casa, no hablar con nadie, no ir a ningún espectáculo teatral, eso se sabía en la Edad Media», manifestó el juez.
Antes estas declaraciones, la SEE manifiesta en un comunicado su rechazo porque, además de ser «desafortunadas», son «inadmisibles» y suponen «desconocimiento y una falta de respeto» hacia una profesión que «requiere toda una vida de formación» y «hacia unos profesionales que están trabajando sin descanso, como todo el personal sanitario, para salir cuando antes de esta terrible pandemia».
Si la democracia española no tiene mecanismos para expulsar (incluso), a un juez que se erige en virólogo, epidemiólogo, y así dicta sentencia… a lo mejor es que sí que existe una deficiencia democrática.
Ya tarda Garrido en crear/liderar un grupo que se llame «Jueces por la verdad», «Jueces por la libertad» o alguna mamarrachada irresponsable de esas. Que una sola persona tenga tanto poder es peligroso porque no deja de ser un ser humano, con sus «ideas», convicciones (personales, que no profesionales) y la posibilidad de sufrir (como bien podría ser el caso) desvaríos que le lleven a creerse por encima de la experiencia de profesionales de la Sanidad y mearse en sus criterios y recomendaciones desde lo alto de su estrado, arropado con su toga.
Lo que nos faltaba, un Juez negacionista, al que no se si es peor escuchar sus chascarrillos o las resoluciones judiciales que pone, de las que dependen miles de vidas, y la salud de todos, con una ligereza digna del frutero de la esquina, aunque seguramente, ese humilde frutero tenga más sentido común que este personaje, que lo único que ha hecho para estar ahí es empollarse unos cuantos libros como un papagayo.
Si fuéramos un país serio y con una Democracia con la que se llenan la boca todos esos que la defienden, este señor no podría seguir ni un minuto más decidiendo sobre la vida de todos nosotros, pero no por las decisiones que toma, sino, por los argumentos que utiliza para tomarlas, aunque seguramente haya habido incapaces en puestos más importantes todavía.
Lo malo de esta gente es que no es una metedura de pata, es un talante, está acostumbrado a actuar así, lo llevan incrustado en su ADN, el desprecio más absoluto por todo lo que no comulgue con sus caprichos. Son los defensores de la cultura del «nosabeustéconquienhabla» la cultura del «quesejodanlosfeos» Está tan acostumbrado a tener razón siempre que ni siquiera reflexiona si va a hacer el ridículo con sus afirmaciones. Ridículo, inquietante y muy triste lo de este señor.
Gabriel Ruiz, el abogado y doctor negacionista de Palencia contra el que nada puede hacer el Colegio de Médicos
https://www.eldiario.es/castilla-y-leon/gabriel-ruiz-abogado-doctor-negacionista-palencia-colegio-medicos_1_7215996.html
Parece un chiste, de muy mal gusto, decir que la justicia no puede hacer nada en un caso que afecta a la salud de la gente. La justicia puede inventarse el artículo que le convenga a los miembros de un tribunal para ordenar cárcel para un cantautor que haga letras que a ellos no les gusten, torciendo a su gusto los artículos del código que sea preciso. Si no son de su cuerda, la cosa se decide a la brava. Con los que piensan igual la cosa cambia. Mejor dicho, los que no tienen las mismas fobias que ellos pueden tener problemas. Y mejor lo dejo ahí.
Creo que hay que diferenciar claramente entre quién ha recorrido todos los remedios de la medicina, que son muchos y muy buenos, y se siente desahuciado, porque todo tiene un límite. En estos casos se explica que se agarren a un clavo ardiente: pseudo-médicos, charlatanes, saludadores medievales y hasta viajes a Lourdes. El gran problema es el de quién rechaza desde el principio eso que llaman despectivamente » medicina oficial» y ponen su salud en manos de estos hechiceros. Por desgracia, me ha tocado un caso cercano. Yo intentaba convencerle de que algunos de estos pseudo-médicos, en su caso era un herborista, tenían parte de razón al aconsejar unos hábitos naturales, equilibrados, sin abusar del pastilleo. Pero, cuando el coche se averiaba había que ir al taller, ponerse en manos de los buenos mecánicos. Fracasé y en pocos meses se fue, de un cáncer cuyo nivel de curación actual supera el 80 %. Estos son los dramas por los que habría que meter mano a estos charlatanes!
Las colas del hambre continúan en las calles de España un año después del inicio de la pandemia, que ha agravado el problema del hambre en España. Más allá de unos Servicios Sociales no considerados esenciales durante el confinamiento, casi un año después cientos de familias continúan recurriendo a grupos de apoyo mutuo.
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La pandemia destroza la economía familiar: dos de cada tres hogares ya no llegan a fin de mes
https://www.publico.es/economia/salarios-pandemia-pandemia-destroza-economia-familiar-tres-hogares-no-llega-mes.html
Algunos hosteleros y algunos asiduos a la hostelería han proclamado aquí cerca: «Queremos una Ayuso» para que el sector y sus habituales convivan con el virus. Pues este es el resultado: «Tiene una incidencia de 489 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días frente a la media estatal de 349, un 20% de ocupación de camas hospitalarias frente a la media de 14%, un 48% de ocupación de camas de UCI frente a la media de 36% y una positividad de 9,50% frente a la media de 8,16%». Además «Madrid desconoce el origen de la mayoría de los brotes». Aún así, está dispuesta a flexibilizar las medidas.
País de camareros. Por cada dos bares, un muerto. El lugar del mundo donde más bares hay. Ni científicos, ni inventores, ni ingenieros. Aquí, cuando echan a alguien del curro, con la indemnización, ponen una cafetería. Que cierra al año, claro. Así que la gente no sabe tener el culo en casa.
Todos los días nos acostamos, con imágenes de multitudes en diferentes ámbitos, eventos políticos, deportivos, y sociales. Comercios con gente no guardando las distancias, transportes públicos llenos de gente, de nuevo en algunos sitios con las terrazas llenas, sumelé un poco de «picaresca», un poco de lo comentado anteriormente, y tenemos el caldo de cultivo perfecto, para hacerle la vida más grata a nuestro nuevo inquilino societario, el Sars Cov2. El no entiende de «educaciones» el simplemente replica el diseño que le dispuso, «Madre naturaleza». Creo sinceramente, que tarde o temprano, ella, cambiará la pirámide evolutiva. Ni lideres, ni políticas, ni armas ni la exploración de nuevos mundos. Está escrito.
Pero es que no aprendemos? Y ojo, no culpemos solo a los que quieren salvar la Semana Santa, y que también quisieron salvar la Navidad y el verano, porque antes de que llegue Semana Santa tenemos a quienes quieren celebrar el 8M.
Esto es para alucinar y no parar. Está claro que no tenemos arreglo. Respecto de la mani del 8M me parece un total y absoluto despropósito que se tenga que celebrar. El delegado del gobierno está patinando autorizando esa manifestación, aunque sea con un máximo de 500 personas. Estoy completamente de acuerdo con la ministra de Sanidad cuando dice que no ha lugar, y también y sin que sirva de precedente con to@s aquellos que desaconsejan su celebración (pienso en Villacís, que por una vez ha dicho algo sensato).
Para «salvar» la Navidad, hemos sacrificado a muchos miles de compatriotas y hemos sobrepasado la capacidad del sistema hospitalario. Sí salvamos la Semana Santa, nos cargaremos el verano, a otros cuantos miles de ciudadanos/as y al sistema sanitario. No aprendemos.
El verano pasado tenía un pase la operación «salvemos el verano» por el desconocimiento general sobre la pandemia. En Navidades ya sabíamos lo que iba a pasar y aun así «salvemos la Navidad» y sus atrayentes luces, costaron miles de muertos. Otra desescalada antes de hora con la coña de salvar la Semana Santa puede ser letal para cualquier gobierno por muy progresista que sea. Si caen en la trampa, tendrán que dar muchas explicaciones y dudo mucho del apoyo popular. Difícil decisión pero obvia si se es tienen las prioridades claras. Saludos.
La cepa de California se expande y es cada vez más peligrosa: «El diablo ya está aquí». Se propaga más fácilmente que las demás, evade los anticuerpos generados por las vacunas, y está asociada a casos graves o la muerte, según los investigadores.
En mi cuarto de baño se ha originado otra y creo que en el armario del dormitorio también…y no sabía que la humanidad tenía una inteligencia tan baja para estar tragándose mentira tras mentira con tanta facilidad.
El diablo ya está aquí !!! Jajaja me suena a Poltergeist. Sensacionalismo puro y duro. Ahora deberían actuar todos los virólogos, expertos, visionarios y eminencias que aparecen todos los días en este diario también, de Oxford, Wisconsin, etc jajá el diablo ya está aquí XD jajaja es que por favor…
Lo de Victoria Abril en los Premios Feroz es deplorable. Y merecedor de que se le retire el premio. Por respeto a los que se nos han ido. A los que han sufrido cierres de proyectos, parones en rodaje, paro… Ser un grande en lo tuyo (eso ni se duda) no justifica tanta majadería.
Señora Oltra, una de las áreas que administra usted con tanto entusiasmo progresista sigue siendo, después de un tiempo que no se puede estirar más sin que se le caiga a una la cara de vergüenza y sin que piense en dimitir y en dedicarse a una seria purga de conciencia, un desastre escalofriante que me trae a la memoria, lamentablemente, los partes de otras épocas terribles, en los que se anunciaban demasiadas defunciones; pues muchísimos dependientes fallecen hoy, y fallecerán mañana, seguro, sin haber recibido, cuando los necesitaban, los servicios que se les habían reconocido en los papeles mojados que les había enviado el Gobierno Valenciano MUCHOS (o MUCHÍSIMOS) meses antes de sus muertes. Salta a la vista que la gestión burocrática de esas prestaciones es tan catastrófica, por falta de personal, supongo (por suponer algo), que dilata hasta extremos inauditos unos procedimientos que deberían concluir en una resolución rápida y efectiva. Le propongo, pues, Sra. Vicepresidenta, que complemente el nombre de su Conselleria de Igualtat con el de la “DE LOS ÚLTIMOS SUSPIROS”. Y no se escude usted ahora en la tabarra sempiterna de la infrafinanciación del País Valencià, puesto que buscar semejante excusa, a estas alturas del siglo XXI, equivaldría a reconocer la absoluta ineptitud de su Gobierno, a pesar de lo que, y a quienes, ya hemos sufrido por estas tierras durante una eternidad.
La situación de las residencias de ancianos, en lo cercano, y la caída en los contagios y la gravedad de las afecciones, en los países donde la vacunación va más avanzada, son buenas noticias. Muy buenas noticias. Sí, las hay y a ellas tenemos que aferrarnos. Personalmente, creo que el «síndrome postpandemia» (que ya empiezan a definir quienes necesitan poner nombre a todo) va a afectarme bajando en picado mi nivel de tolerancia hacia quienes vieron venir todo y siempre supieron lo que había que hacer, y en general hacia quienes intentan colarnos estupideces con cara muy seria y grave.
Si después de convivir un año entero con la pandemia y sus consecuencias, empezando por la muerte, alguien sigue siendo negacionista, ya es hora de que empecemos a cambiarle el nombre y empezar a llamarle por el correcto: gilipollas. Ya no hay margen ni paciencia para aguantar tonterías sobre que esta pandemia no existe o que las vacunas no funcionan (y lo que te inoculan son nanobots). Llevamos un año entero conviviendo con la tragedia y sus consecuencias económicas, sociales y morales, y si el cabreo es un derecho el negacionismo tendría que ser delito. Y no importa quién lo cometa.
Victoria Abril pidió disculpas en la entrega de los Premios Feroz por sus polémicas declaraciones negacionistas sobre la pandemia del coronavirus y las vacunas: «Siento mucho y pido disculpas si en la rueda de prensa, hablando sin filtros de los vivos, he ofendido a los que han perdido a sus seres queridos. Os juro que no ha sido mi intención. Para mi, todas las vidas cuentan. Creedme, por favor». Más vale tarde que nunca.
Quién está detrás del misterioso vídeo viral, visto por 3.000.000 de personas, que pide «dignidad» a los políticos españoles. Se trata de Tatiana Ballesteros. Una escritora, criminóloga y filósofa (no graduada), que está cansada de la clase política.
Hasta aquí, muy bien. Pero lo que esta chica omite es su ideología neo-falangista, próxima a grupos neo-nazis. Por ejemplo, el hecho de haber trabajado, a los 22 años, en Radio Ya. Una emisora, fundada en 2017, por Rafael López-Diéguez, el yerno de Blas Piñar, a quien se le conoce por constituir el partido de extrema derecha Fuerza Nueva y relacionarse con el polémico grupo Guerrilleros de Cristo Rey. Radio Ya, medio de clara orientación falangista, que tiene entre sus colaboradores destacados a Pío Moa, el juez Calamita, Parra Celaya o García de Tuñon Aza. Detrás del «emotivo» viral de Ballesteros, hay una clara intención política.
En el vídeo es imposible advertir en sus palabras ninguna ideología falangista o neofalangista. De hecho, lo que dice lo compartimos millones de españoles, que absolutamente nada tenemos que ver con el neofalangismo, al margen de lo que esta palabra quiera decir. Si trabajó en un medio de comunicación de derechas, esto no la convierte ipso facto en fascista. Por lo demás, como vivimos en democracia, tiene perfecto derecho a ser lo que quiera, pues no faltaba más. A las personas hay que juzgarlas por lo que dicen y hacen y no en base a presunciones de “fascista.” Lo que dice esta chica es razonable y se puede naturalmente criticar con argumentos, no acusándola sin más de fascista, para desautorizarla moralmente por la vía rápida. Personalmente, siempre escucho con atención a las personas acusadas de “fascistas” por la jauría, porque es posible que digan cosas interesantes.
Brasil sufre su peor ola de la pandemia: «Es como si hubiera caído una bomba atómica». Este miércoles el país volvió a superar su récord de muertes diarias, con más de 1.600. Las unidades de cuidados intensivos están colapsadas. La vacunación avanza despacio mientras el presidente Bolsonaro sigue despreciando las medidas para combatir el virus.
Madrid se convierte en la única autonomía en la que se prohíben las manifestaciones del 8M. La delegación de Gobierno alega «motivos de salud pública» para no autorizar las concentraciones convocadas en la región, mientras las organizadoras aseguran que «la decisión no es de orden sanitario, sino político».
En pleno debate sobre las restricciones, cierres perimetrales y desplazamientos entre Comunidades tanto en la actualidad como, sobre todo, en la próxima Semana Santa, Madrid se ha convertido en capital vacacional de, al menos, Francia. La Comunidad, cuyo gobierno se ha manifestado en contra del cierre perimetral pero que hace no mucho hablaba del Aeropuerto de Barajas como gran punto de entrada del virus en Madrid, se ha convertido en capital del ‘turismo de diversión’ galo. Ay, Ayuso…
Es lo que pasa cuando su presidente la señorita Ayuso hace el llamamiento de abrir Madrid en semana santa y hay cientos de fiestas ilegales, que los pijos del país vecino se vienen a Madrid. Eso sí, después que el coronavirus se lo coma ella y su comunidad y no dejen salir a nadie de Madrid.
Ayuso dio la orden de que Madrid era independiente y que no cerraba, el aeropuerto lo gestiona ella, disfruten.
Las actas de las reuniones en Moncloa de los primeros días de la pandemia se hacen públicas un año después. El Gobierno ha publicado a instancias de la Oficina de Transparencia la documentación de los comités técnicos que asesoraron al presidente del Gobierno durante el confinamiento y la desescalada, y las reuniones donde se hacía el seguimiento del estado de alarma y el cambio de fases.
Igualito que el PP con el Prestige o los atentados de Atocha…
Paz Padilla dice que quiere que los presentadores de TV sean grupos prioritarios para vacunar. Y mientras algunos de nosotros, funcionarios públicos (de los que ven vergonzoso que se obligue a los negocios a cerrar), y que tenemos que visitar a diario centros con decenas de personas dentro, nos tenemos que esperar a nuestro turno por edad. Y mientras tanto, en las prisiones vacunando a los presos (mucho más prioritarios que la gente decente).
La crisis del coronavirus vuelve a meter a las mujeres en casa y hace crecer la desigualdad. Sin redes de apoyo familiar y social, con empleos más precarios y una enorme carga de cuidados a sus espaldas, las mujeres han visto cómo la pandemia las hace retroceder varios pasos en el ya lento camino hacia una igualdad real.
Así es. El primer año de pandemia ha supuesto, en la mayor parte de los casos, un retroceso para la mujer. Casa, niños, dependientes… Con el auge del teletrabajo, el peso de los cuidados ha caído sobre nuestros hombros con más fuerza que nunca. Al mismo tiempo, el hogar se ha convertido en una prisión para las víctimas de la violencia machista.
En los momentos más duros de la pandemia, con los colegios y otros centros de actividades cerrados y la falta de redes de apoyo como las abuelas y otras personas cercanas, muchas madres han tenido que hacer verdaderos malabares para responder satisfactoriamente a las demandas propias de sus empleos, de la enseñanza a distancia de sus hijos e hijas y de las tareas domésticas y de cuidados. Todo ello con el peso del sentimiento de culpa que impone convenientemente el patriarcado cuando no están disponibles al 100% a los requerimientos de la familia (esa imagen de ‘malas madres’).
Con la pandemia se podrían haber perdido 20 años en la carrera por cerrar la brecha de género en el ámbito laboral.
Lo que dejó patente esta pandemia es que las mujeres son realmente las titulares de los cuidados y que los hombres están sentados en el banquillo como suplentes.
Las mujeres salimos del espacio privado/doméstico al mercado laboral y al ámbito público a partir de los años sesenta, un proceso que ha ido creciendo a lo largo de las últimas décadas. Y, de pronto, la pandemia nos devuelve a casa. Y no nos devuelve en la misma situación que a los varones: a nosotras nos devuelve a las tareas domésticas. Si algo ha puesto de manifiesto la pandemia es la debilidad de la conciliación y de la corresponsabilidad. Creo que esta pandemia ha sido un golpe irreparable a la corresponsabilidad y ha mostrado que el trabajo doméstico y de cuidados es una tarea de las mujeres.
La pandemia ha descubierto la vulnerabilidad, fragilidad, pérdida de valores y desigualdades del sistema capitalista. Creíamos que formábamos parte de un mundo poderoso. Esperemos haber aprendido y que seamos capaces de buscar el equilibrio.
El 8M de la nueva normalidad: la revolución va por dentro pero anhela tomar de nuevo las calles. Fue una jornada extraña, entre la nostalgia, la rabia, la reivindicación, y el cansancio de la pandemia. Pero con la sensación de que lo que explotó hace tres años ha dejado un poso con efectos a largo plazo.
Es innegable que las concentraciones del 8-M podían atraer a más manifestantes que cualquier otra porque su reivindicación es de total justicia y por eso genera tantas adhesiones. Pero incluso con esa certeza es difícil de justificar que el gobierno español prohibiera las marchas en Madrid, en el mismo Madrid en el que hemos visto manifestarse a Cayetanos, juntarse a falangistas y, este mismo domingo, con la prohibición ya confirmada por la justicia, a seguidores del Atlético de Madrid sin guardar ninguna distancia y sin que la policía, allí presente, cargase para disolver la concentración por motivos sanitarios.
El bulo de los genes: así es el nuevo racismo ‘científico’
https://conversacionsobrehistoria.info/2021/02/24/el-bulo-de-los-genes-asi-es-el-nuevo-racismo-cientifico/
Estos días habrán leído noticias del estilo Detenida en varios países la vacunación con AstraZeneca por problemas de coagulación. En efecto, ocho países han detenido por ahora la administración de esta vacuna ya que se han dado entre sus receptores casos de coagulación sanguínea y eventos tromboembólicos. En concreto, hasta ayer, 30 casos entre 5 millones de receptores de la vacuna, una cifra que las diversas autoridades sanitarias consideran la habitual entre 5 millones de personas. Por ahora, no hay ningún indicio de que la causa de esos eventos sea haber recibido la vacuna y por ello en otros muchos países se sigue administrando. Por tanto, es fantástico que a la mínima sospecha de nada se pare la vacunación, faltaría más, pero de igual manera sería fantástico que no se estableciese antes de que existan pruebas una causalidad donde solo por ahora hay una cronología. Esto es: los eventos han sucedido a las horas o días de recibir una vacuna, pero no tiene que ser sí o sí la vacuna la causa de ese evento o de nada que lo desencadene. ¿Puede que tras los estudios se demuestre que sí lo era? Puede, claro, puede. De ahí que esté bien haber parado en donde han parado porque han considerado que debían hacerlo. Y de la misma manera que estará bien que lo hagan donde así se decida, por seguridad y salud pública, pero del mismo modo es igualmente salud pública no confundir a la gente con la causalidad de situaciones de las que no se sabe su causa o de las que más bien no se sabe prácticamente nada. Estamos ante una vacunación masivamente millonaria a nivel mundial en pocos meses, como jamás antes, y van a haber sucesos de toda clase que puedan ser achacados a las vacunas. Bien está analizar y parar cuando se considere y si hay que tirar por sus demostrados riesgos todas las vacunas a la basura se tiran, pero cuando llegue el momento. No sé, es mi humilde opinión.
Estamos de aniversario del inicio del gran tema de conversación, monográfico en televisiones y restos de medios y argumento casi único de los informativos, y un año también hablando y estrujándonos nosotros las meninges con esto de la covid debería computar como servicio a la comunidad, recompensado de algún modo, por lo menos con respeto en lo que se nos cuenta. Cumple un año el aumento exponencial de nuestras dosis de paciencia con los vecinos, todos metidos a todas horas en casa. Algunos llevan un año haciendo el payaso.
También cumplimos aniversario del inicio de nuestras buenas intenciones.
Se conmemora el aniversario de nuestra incredulidad, de nuestra crítica imparable –aunque ésta se va renovando–, de nuestro mosqueo y a veces desilusión.
Sin darnos cuenta, o quizás sí, nos han pasado muchas cosas nuevas en un año, y también buenas, como que seguimos en pie con los que queremos.
Estamos deseando celebrar el aniversario de que nos pusieron la vacuna, de que pasó la pandemia. También se cumplen aniversarios para los que nada esperan. Y para los que no han llegado.
Creo que podemos llegar a una conclusión como civilización bastante positiva. Se han desarrollado media docena o más de vacunas eficientes en un tiempo récord. Tenemos una perspectiva razonable si nada se tuerce de que la población mundial esté inmunizada en un periodo que sumará quizá entre 30 y 40 meses desde el inicio del brote. Esto no tiene precedentes. A nosotros, los ciudadanos occidentales, que somos tan impacientes y estamos tan poco preparados para las contingencias disruptivas, nos parecerá que todo es lento, demasiado accidentado y lleno de inconvenientes, pero creo que la política ha estado en general en el notable alto. Esto es imposible de que hoy lo asimilemos porque a todos nos destacan los errores, que evidentemente los hay, y los comportamientos más pintorescos o extravagantes de algunos mandatarios. Pero la capacidad de la política, sobre todo la democrática, para afrontar el desafío ha sido notable.
Coincido. Los científicos desde el principio dieron unos plazos que son los que estamos viviendo. Entre un año y año y medio para conseguir una vacuna eficiente y casi dos años para que se generalizara. Y también advirtieron de los rebrotes invernales. Otra cosa es que la política ha trabajado siempre sobre el corto plazo. Por ejemplo, el presidente del Gobierno español, en sus muchos discursos desde la declaración del Estado de Alarma, siempre habla de las próximas semanas, lo hacía también el ministro de Sanidad. Con una unidad de tiempo próxima para que se le haga al ciudadano asumible.
Yo llevo teletrabajando casi hace un año, estoy que me muero por largarme de viaje, y no veo a mis padres desde verano. Pero no ayuda nada que nosotros desde los medios hayan estado obligando a hablar todo el rato de salvar la Semana Santa.
Las seis víctimas económicas de la covid: PIB, turismo, impuestos, déficit, y deuda pública y privada
https://www.publico.es/economia/seis-victimas-economicas-covid-pib-turismo-impuestos-deficit-deuda-publica-privada.html
Parece que la llegada de más vacunas ha calmado las reclamaciones de ciertos colectivos y sindicatos de ser vacunados cuanto antes. Ha sido la llegada de vacunas. O que se han dado cuenta de que su exigencia sonaba igual que la de Paz Padilla: «Trabajo en sitios cerrados y sin mascarilla. «Los profesionales del medio necesitamos las vacunas». Hago a la presentadora la pregunta que he hecho varias veces a mi televisor: ¿ a quién no se la ponemos para que ella la reciba antes? ¿A los enfermos de cáncer? ¿A los celadores de los hospitales?
«El problema no son los vagos, sino los que trabajan demasiado», asegura Eduardo Manchón en El Confidencial. Y no estoy del todo de acuerdo pero tampoco estoy del todo en desacuerdo. Los vagos aumentan la carga de trabajo de los demás, eso es innegable. Pero la carga de trabajo la disparan, sin duda, quienes siempre quieren hacer más. Y que hagas más. Reconozco que he cometido el error de ser de los segundos, de los que vivían para el trabajo, y asumo las consecuencias, todas negativas, de ese empeño. Ahora solo quiero repartir el tiempo y el trabajo, y que no sea demasiado tarde.
Un año después del primer confinamiento total por la pandemia de coronavirus, la mayor parte de Italia vuelve a estar confinada desde hoy, con la prohibición de salir de casa si no es para trabajar o motivos de necesidad, y con el 80 por ciento de los estudiantes siguiendo las clases por internet. Cerca de 42 millones de italianos, habitantes de 10 regiones más la provincia de Trento, se encuentran desde hoy, y hasta el 7 de abril, en «zona roja», la de mayores restricciones, tras la aprobación de un nuevo decreto que endurece las medidas ante el aumento de los casos y, sobre todo, de la presión en los hospitales.
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…
En marzo y abril en Europa no teníamos mascarillas, trajes de protección, guantes, etc. El mundo decidió hace unas décadas que la fábrica y el almacén era Asia y durante meses cruciales de nuestra historia nuestro tejido productivo multimillonario fue incapaz de generar bienes de protección para 700 millones de ciudadanos del llamado primer mundo. Meses después, no tenemos vacunas. Mandamos naves a Marte, somos capaces de fabricar miles de millones de productos que no son necesarios, pero en el momento más importante a nivel planetario desde 1939, con cientos de miles de fallecimientos, colapso hospitalario, colapso social, colapso económico, no tenemos la capacidad de que unas vacunas que ya existen hace mucho sean producidas a una infinitamente mayor y eficaz escala. Es cuando menos contradictorio y sin duda irritante. Y esto, ahora que se oye tanto que estamos en un país comunista, es por el libre mercado, señores y señoras. El libre mercado llevado a su máxima expresión, por el cual estás en manos de fabricantes y farmacéuticas que han recibido ingentes cantidades de dinero público y con las que se podría llegar a acuerdos más audaces sin por ello tener que nacionalizarlas. Porque siempre puede haber puntos intermedios en situaciones de estas que se dan cada tantos años, acuerdos que les puedan permitir obtener beneficios por su investigación, fabricación y lo que quieran pero que al mismo tiempo se pueda fabricar y distribuir a nivel nacional o continental y surtir esto como la situación requiere. A día de ayer, Israel ya ha vacunado con al menos una dosis a toda su población –han pagado las dosis a doblón–, el Reino Unido a casi el 40%, Estados Unidos al 33%. La Unión Europea, al 11%. Es un fiasco de proporciones bíblicas y una vergüenza como ciudadanos ver que cuando pintan bastos el capitalismo extremo en su peor acepción sigue manejando el cotarro.
El problema es que los negacionistas no son escépticos en busca de pruebas destinadas a confirmar sus hipótesis. Han abrazado una fe y su dogma es totalmente refractario a cualquier argumento. Si nada puede convencerles de que las vacunas pueden ayudarnos a lidiar con los virus o de que la Tierra es redonda, cómo van a suscribir nuestra responsabilidad en ese cambio climático que nos deja sin futuro.
A los negacionistas les definen ciertos rasgos comunes. Las teorías conspiranoicas que comparten siempre atacan a su tribu particular, porque suelen caracterizarse por un chauvinismo localista que solo se cura con el cosmopolitismo reivindicado en la Ilustración y que no debe confundirse con el fenómeno de la globalización.
Este año está perdido, se haga lo que se haga. Y la pandemia tiene que alargarse lo máximo posible para que no quede al descubierto el desastre socio económico provocado por el estado de alarma, que no valió de nada, según se ve hoy.
Nadie se cree ya este tipo de mentiras. Ya nos han pedido demasiadas veces un último esfuerzo antes del siguiente último esfuerzo. Nada tiene que ver la semana santa con el verano. De un mes para otro pasamos del pico al valle de cada ola y viceversa. Tendremos el verano que nuestros políticos decidan. Uno con libertad y economía pero con virus o uno con el virus controlado a costa de la libertad y la economía. Lo único que puede cambiar es que con los mas vulnerables vacunados bajen las hospitalizaciones y las muertes. Eso debería ser mas que suficiente para que levantasen las restricciones pero no me fío de que nuestros políticos lo hagan. Ya hasta se permiten hablar de prorrogar el estado de alarma.
No tienen ni puta idea.
No saben cuánto va a durar la inmunidad, cuándo la gente ya infectada se volverá a contagiar…
Los cojones que es el «último sacrificio».
Después llegará el verano y estaremos igual, haya quien haya vacunado.
Que si último esfuerzo, que si seamos civilizados. Que si cuarta ola, que si quinta ola.
es bastante obvio leyendo artículos sobre el tema en toda clase de medios de comunicación, que los científicos están perdidos. No tienen ni idea. Y es normal, esto está lejos de acabar y algunos estamos ya hasta los cojones, de que nos confinen a todos. Viejos y personas de riesgo que se cuiden por ellos mismos, si quieren. Que actúen en consecuencia con los nietos y los hijos. Hagan sus propios planes de protección. A los demás dejadnos en paz ya, porque esto no tiene fin. Y hay que aceptarlo desde ya.
Después las restricción empezarán cuando la incidencia de caso estén por encima de 80, y tres meses después cuando estén por encima de 40. Porque, ay!! Una sola vida que salvar es importante. A tomar por culo ya. Que hay cientos de miles de personas a las que se está perjudicando, esto está creando problemas mentales, emocionales, etc. No todos somos adultos equilibrados de cuarenta a cincuenta años, con una absurda familia y dos hijos. Los que buscamos el sentido de vivir por otros caminos, necesitamos la libertad, ya!
Que se muera quien se tenga que morir, y que viva quien se lo pueda permitir.
La Xunta de Galicia estudia si 4.000 personas citadas que no acudieron a vacunarse lo hicieron por rechazo al suero de AstraZeneca. El Servizo Galego de Saúde dará una nueva cita de forma inmediata en los casos en los que hubo un fallo en el sistema y esperará a finalizar la inmunización para preguntar a quienes no quieren vacunarse si han cambiado de opinión.
Mucha picaresca, oiga.
Estamos a 24 de marzo y miles de mayores de 80 años en España no han recibido su primera dosis de una vacuna que les podría salvar la vida caso de contraer el coronavirus. Según el Instituto Carlos III en su informe de 13 de enero, 12 de cada 100 mayores de 80 años que cogieron el coronavirus en España desde mayo han fallecido. Entre los mayores de 70 hasta los 79, son 4 de cada 100. Entre los 60 y los 69, 1,1 de cada 100. Son tasas de letalidad altísimas en el caso de los mayores de 80, muy altas entre los 70 y 79 y altas desde los 60. Por debajo de los 60, la tasa es del 0,3 de 50 a 59 años, del 0,1 de los 40 a los 50 años y casi inexistente hasta los 40. Para situarnos, un mayor de 80 años tiene 120 veces más opciones de morir que un menor de 50 años, 36 veces más que uno entre 50 y 60, 12 veces más que uno entre 60 y 69 y tres veces más que uno entre 70 y 79. 120 veces más que un menor de 50. Ojo. Se han puesto miles y miles y miles de vacunas a menores de 50 o 60, no solo de AstraZeneca –ahora ya recomendada por ahora a menores de 65–, sino también de Pzifer y Moderna. Entiendo que haya colectivos como el sanitario de primera línea que por su especialísima condición tengan cierta preferencia, pero no entiendo por qué un policía, un bombero, un farmacéutico, un sanitario de segunda o tercera línea, un dentista, un fisio, quien sea, reciba antes una vacuna que una señora de 83 años, hoy, en marzo de 2021. O que uno de 78. Comprendo de sobra que todos esos colectivos defienden sus intereses y todos tendrán sus razones objetivas y nada contra ninguno, al contrario, ojalá hubiera para todos, pero no hay. Y las autoridades han priorizado esto a la señora, que lo que tiene es riesgo extremo. De muerte. Me lo podrán explicar 1.000 veces, que nunca lo entenderé, por mucho que entienda que no ha habido para todos. Pero algunos no la necesitaban tanto. Ni de lejos.
Leo que Salud el jueves urgía «a interactuar menos en Semana Santa». Comprendo estos mensajes, es su obligación lanzarlos, no sirven de nada. Amén de que para cuando llegásemos a Semana Santa igual ya habían tenido que tomar decisiones que más que urgir limitasen esa interactuación, como finalmente sucedió cerrando interiores de hostelería. Si ya estamos con 250 casos diarios, quizá lo que iba a venir hiciese necesario medidas que nadie quiere pero que parecen ser las que funcionan. O que al menos funcionaron en noviembre y en enero. España tuvo la mayor 2ª ola de todo España –al menos en cuanto a Incidencia Acumulada–, pero en esta posible cuarta estamos cogiendo ritmo de crecida bastante por encima del resto. Y lo que se ve en la calle es un porcentaje importante de personas que cumplen sus propias precauciones pero a la vez un porcentaje más que suficiente de gente que en cuanto le abren la mano se coge mano, brazo y hombro. Entre gente ya por lógica cansada de tanto corsé y gente que nació ya de por sí así hay terreno más que labrado para que un virus de estas características tenga un notable éxito propagador a nada que se le ofrezcan oportunidades. Y se le ofrecen, porque hay que seguir viviendo y que la economía no se hunda aún más, y el chaval, como es agradecido, las aprovecha. De hecho, si nos fijamos, no ha desaprovechado una sola de las veces que se le ha dado un poco de margen: es tan tenaz como certero el cabrón. Por tanto, habrá que encomendarse a que la propia pandemia en sí misma no tenga ya capacidad de generar grandes picos y de que unido a la inmunidad natural de varias decenas de miles y a las vacunas que llevan encima otros miles pues esto no se desmadre mucho. Ánimo a la hostelería.
De acuerdo al cien por cien. Avanza lento, pero una cuarta ola empieza a asomarse sin haber dado respiro a la bajada de la anterior. La incidencia acumulada a 14 días ha subido once puntos desde el lunes pasado y, ante la negativa de las comunidades a fortalecer las medidas en Semana Santa, Sanidad insiste en la recomendación de, al menos, cerrar el interior de los bares en los lugares con alta incidencia. La media nacional es de 138 casos por 100.000 habitantes, «riesgo medio» según el semáforo de indicadores, pero las hay que están por encima: Asturias, Catalunya, Madrid, Navarra y Euskadi están en «alto» y Melilla y Ceuta en «muy alto», por encima de los 250.
En el primer concierto con 5.000 personas y sin distancias: «Es brutal. Como un ‘remember’ de la vida de antes». Miles de asistentes bailan el repertorio de Love of Lesbian en un concierto piloto organizado con el permiso de las autoridades sanitarias catalanas y la supervisión de un equipo científico. Todos pasaron un test de antígenos por la mañana y tenían que llevar mascarilla FFP2. A ver si esto nos marca el camino…
Una decena de turistas europeos, la mayoría franceses, se arremolinan en la calle Espoz y Mina de Madrid, qué paradoja, gritando y bebiendo después del toque de queda de las 23:00. La fotografía de Olmo Calvo ha definido la concepción tan colonial que España tiene de sí misma para permitir que lo que está prohibido para los propios sea un derecho para los habitantes de la metrópoli. España es una zona administrativa colonial de Francia o Reino Unido en la estructura capitalista europea, por eso no hay hordas de españoles en las calles de París o Londres, porque ni siquiera nos dejarían pasar. Pero es algo más profundo, estamos en una situación de sumisión frente a ellos en la cadena de producción capitalista. España es en términos de relaciones laborales un trabajador precario sin contrato que tiene que aceptar cualquier trabajo para su subsistencia por parte de empleadores sin escrúpulos.
Ya disculparán ustedes: ¡hasta los cojones! Estoy hasta los cojones de la mascarilla en exteriores, hasta la línea de flotación de tener que llevar este trasto sí o sí en todas partes cuando tengo la estratosfera sobre mi cabeza y no tengo a nadie a menos de dos metros o no me paro con nadie y no hablo ni fumo ni canto ni resoplo. Ahora, para más inri, mientras esta mierda dure, también me la tendré que poner en playas y piscinas e imagino que también en montes, bosques, etc, etc. Hay cientos de estudios que señalan sin lugar a dudas que los exteriores son un lugar con 20 veces –mínimo– menos opción de contagio que los interiores y con una opción prácticamente nula si no te paras, hablas, te acercas, etc. Comprendo que como no todos vamos a ser sensatos, alguna normita hay que poner, pero empezamos ya todos a estar hasta los huevos de va para 13 meses de normativas que, muy bien, seguiremos, pero que, por favor, muchas de ellas son directamente idiotas, estúpidas, absurdas y atacan frontalmente nuestra salud, aguante y ánimo. Evidentemente, es mejor respirar mal con una mascarilla que no respirar por pillarse el covid, pero dejemos la demagogia por un rato e intentemos tratar a los ciudadanos con cierto respeto, especialmente a los que más respetan todo. Porque es que parece que se legisla siempre para cuidarse de un 10% de lerdos pero en la chepa del 90% restante, bastante sensato y normal, mientras, eso sí, vemos que en interiores cabe casi de todo o mientras asistimos a cómo esa misma capital de la que emanan estas leyes de mierda recibe a miles y miles de turistas que se tajan como si no hubiera un mañana mientras yo tengo que dar vueltas en mi comunidad de punta a punta con una mascarilla puesta aunque esté en la cima del Teide o en la cueva de Nerja. Hasta los cojones, completamente hasta los cojones de tanto descalabro legislativo. Disculpen el enfado.
La decisión con AstraZeneca es una muestra más del gobierno inepto que padecemos, una cagada más en su pésima gestión de la pandemia. Si no se hubiera producido la decisión de Trump de poner miles de millones en sus farmacéuticas Pfizer, Moderna, Jansen etc para tener una vacuna en un año ante la incredulidad de todos, la situación sería dantesca. USA nos ha vuelto a salvar porque si tengo claro que me pongo cualquier vacuna menos la rusa o la china cuyos ensayos clínicos son todo menos transparentes.
Una doctora de Urgencias del Mateu Orfila advierte de los posibles efectos de la vacuna de AstraZeneca.
La profesional del ‘Mateu Orfila’ afirma que 17 personas han sido atendidas y dos ingresadas.
De las 19 personas que acudieron al Hospital tras vacunarse –14 mujeres y 5 hombres–, todas tienen entre 23 y 62 años, sin antecedentes médicos de interés, y pertenecen al colectivo de docentes. Dos de ellas han precisado ingreso y una de las féminas ha sido trasladada al Hospital de Son Espases por sospechas de meningoencefalitis. La otra está en planta del hospital con cefalea importante y dolor de piernas para estudio neurológico.
La doctora Popel se muestra partidaria de detener la administración de la vacuna AstraZeneca, «es mi opinión en función de lo que estoy viendo», y así se lo ha trasladado a sus superiores.
La clínica de los vacunados con efectos es «muy heterodoxa, muy poco clara». Los pacientes han acudido con dolores de cabeza fuertes y duermen mal, algunos tienen hormigueo en las piernas, temblor en las extremidades, dificultad para caminar, mareo, síncope y vértigo.
Todos los medicamentos tienen efectos secundarios. El consenso científico es que los beneficios de esta vacuna superan con creces a los perjuicios.
Espero no volver a oír a ningún político europeo o español decir que toma las decisiones en función de lo que deciden los expertos después de suspender esta vacuna a los menores de 60 años.
Este tipo de medidas y otras similares son las que provocan que Europa vaya a la cola del mundo desarrollado en la vacunación.
No es buena noticia la nueva paralización de la vacunación con AstraZeneca, puesto que ya han recibido la primera dosis millones de menores de 60 años. No se sabe por ahora si a esas personas se les va a administrar una segunda dosis de otra vacuna –asunto no probado científicamente–, se les va a dejar solo con esa dosis –la efectividad y protección sigue siendo alta, pero no es lo indicado– o se les va a inocular la segunda si se avanza en la investigación de su relación con eventos trombóticos. Estos eventos –unos 250 en todo el mundo en 34 millones de vacunas, lo que les hace entrar en la categoría de muy raros al ser 1 entre más de 100.000– han sido los que han paralizado la vacunación en menores de 60, el tramo de edad en el que se están produciendo estos aislados pero reales casos, un efecto secundario cierto, tan cierto como otros muchos que tienen tanto vacunas como medicamentos. En dos semanas llega a la fecha de comenzar con las segundas dosis de esta vacuna, que la Agencia Europea del Medicamento sigue recomendando sin lugar a duda a pesar de estos eventos. En todo caso, es lógico que el ciudadano reciba en algunos casos con recelo la idea de que va a recibir una vacuna de esta farmacéutica, de igual modo que lo es que haya personas que tiren para adelante sin ningún complejo. Por ahora, se va a utilizar en el tramo de entre 60 y 65 años, donde no hay –por lo que se ve– riesgo mayor.
«El riesgo es el mismo para los mayores que para los menores de 60 años. El riesgo es el mismo incluso para mujeres que para hombres» pero el otro día oí a una tertuliana de A3 pedir un estudio de las vacunas con perspectiva de género. La excusa era que podía afectar el tomar la píldora anticonceptiva, vale, y también puede afectar con medicamentos anticoagulantes, o para combatir el cáncer o para los problemas de próstata, que eso sólo afectaría a los hombres. Por eso se tiene que hacer un estudio con la mayor cantidad posible de voluntarios del mayor rango de edad posible, para saber las contraindicaciones si tomas según que medicamentos, y por eso a algunos nos daba un poco de miedo la rapidez con que han sacado éstas vacunas, que no se sepa las contraindicaciones con ciertos medicamentos o con ciertas dolencias, o los efectos a largo plazo.
Parece mentira que con el ejemplo tan evidente como son las vacunas contra la gripe, la gente no piense un poco. Todos los años millones de personas se vacunan de gripe y se siguen infectando año si y año también aparte de las muertes que se siguen sucediendo. Por que? Por que el virus muta constantemente.
Nunca creí en el romanticismo clasista del confinamiento, ni en el merengue intimista del psicologismo positivista que anunció que de aquí saldríamos mejores, que de esta aprenderíamos sí o sí. Tampoco en el aprovechamiento del dolor y la crisis como revulsivos para renovarnos y toda esa filosofía de saldo.
Llevamos año y pico esperando a que la vida vuelva despacio. Pero parece como si una glaciación nos hubiera pasado por encima. Recuerdo las primeras críticas políticas ante la gestión colonial y mercantil de la pandemia, la sanitarización de la sociedad y la evidencia de las desigualdades provocadas por el virus. Hoy los ejes de análisis se han desplazado. La vacuna se ha presentado como la única posibilidad de recuperar aquel tiempo perdido. Lo suscribo. Porque todo dios necesita que el futuro le envíe postales. Además, la vacuna ha reducido un 99% las muertes en las residencias. Pero sepamos que ese tiempo es el del capital. Para seguir exprimiendo los cuerpos. Como cuando vivíamos la vida con descaro.
No tengo ni idea de vacunas más allá de lo que leo de lo mucho que se publica. Y entre los divulgadores científicos de los que me fío el consenso es bastante amplio: el número de trombos detectados entre quienes han recibido vacunas no son alarmantes. E incluso si hubiera una vinculación directa, el beneficio de la vacuna es mayor que el riesgo que plantea ¿Y si al final tanto trombo viene de que la gente lleva un año apalancada en el sofá? Levantémonos y actuemos en contra de quien nos quiera con miedo.
Todavía no vivimos en la nueva normalidad, es evidente: seguimos en la excepcionalidad de los toques de queda, las mascarillas y los datos escalofriantes de muertos y ocupación de las UCI. La nueva normalidad vendrá más adelante, puede que también acompañada de mascarillas en momentos puntuales, más alertas sanitarias, mayor distancia social, aforos más reducidos, un poco de teletrabajo (mucho menos que lo que cree la mayoría) y algunas limitaciones: el uso de los aviones tiene todas las papeletas para ser diferente. Más impuestos, menos vuelos cortos y billetes más caros.
Soy de los que creen que Jordi Évole hizo lo correcto entrevistando a Miguel Bosé y mostrando que los negacionistas son una banda de locos. El de LaSexta lo llevó a cabo con su habitual metodología: una entrevista editada (nunca ha hecho una en directo) con la que confirma su hipótesis de partida. Pero esta vez el resultado beneficia a la mayoría que cumplimos porque no ponemos en duda lo que está pasando. Y no lo ponemos en duda no porque nos lo digan, sino porque lo vemos, lo vivimos, lo sufrimos y se nos mueren, joder. Qué pena da Miguel Bosé. Pero así lo quiere él.
Estoy a favor de que los medios de comunicación den espacio a todas las personas por muy en contra que se pueda estar de sus mensajes –aunque deban evitar a gente que defienda violencia, etc, contra los demás, pederastas, etc, gente cuyo mensaje sea puro odio–, incluyendo a todo el arco político legalmente permitido y hasta las asociaciones más peregrinas existentes. También, por supuesto, a quienes desde la medicina o la ciencia ponen en cuestión buena parte de la pandemia de covid o las vacunas o lo que se considere. Pero, eso, que sean personas con conocimientos. Que no sea un cantante, un torero o un actor o un arquitecto o un plumilla. Hay quienes nos hemos quejado estos días de que se dé horas de televisión a un ser claramente pasado como Miguel Bosé y su discurso negacionista y hay quienes desde la propia profesión defienden que no hacerlo es una manera de censura. Bueno, no, insisto en la idea inicial: el periodismo debe buscar las entrevistas y fuentes que puedan hablar de un tema de una manera que quizá no nos guste pero que esté basada en conocimientos personales, experiencia, datos, argumentos y capacidad de confrontarlos con alguien que piense diferente. Meterle la cámara a Bosé no es periodismo: es lanzar cacahuetes. Y no meterla por ética periodística no es censura, es simplemente no preguntarle a un cocinero qué hacer ante la subida del nivel del mar ni a un geólogo si esferificar un huevo o no. Bosé, como otras estrellas del artisteo-famoseo que nos ha regalado este país lleno hasta los topes de ellos, elevados por los medios –sobre todo las televisiones– a la categoría de iconos, no es el problema. El problema es que su opinión es tan relevante como la mía: cero. Y sobre todo el problema es que se le dé cancha. Una cosa es recoger una boutade –la de Victoria Abril– y otra ya distinta es hacer de eso una entrevista seria.
Qué triste es todo. El pobre Bosé ahí, haciendo el ridículo sin darse cuenta. Con esa cara arrasada, ese extravío, esos ojos de alimaña cogida en un cepo. Y nadie le dice nada al desgraciado. Nadie le avisa, ¿no tiene amigos? Puede que no, claro. En fin, cuán presto se va el plazer, qué pena. Porque todo es muy rápido. Demasiado, diría yo. Un día estás que te bebes la vida, que te crees supermán, y al día siguiente ya empiezas a babear y a dar pena a mazo.
Parecía que se había emocionado con la medicación: que te meto el estoque hasta la bola, que soy torero, le decía al periodista. ¿Qué? Yo sé mucho, mucho, farfullaba luego, moviendo la cabeza arriba y abajo con un énfasis macabro. En fin, he calculado que, tirando muy por lo bajo, yo habré estado hablando del tema del virus (desde que todos empezamos a hacerlo) bastantes más de 500 horas. Eso sin contar las horas que habré dedicado a escuchar y leer lo que dicen otros (científicos, políticos o fantasmas) en periódicos, emisoras de radio y cadenas de televisión, que a menudo te las tragas aunque no quieras y que, sin duda, han sido muchas más de quinientas. De hecho, ahora que lo pienso, puede que no haya hablado de otra cosa en estos últimos quince meses. Y tengo la sensación de que, en el fondo, no sé casi nada.
La cepa británica está demostrando ser bastante peor que su comida, que ya es decir. Después de alcanzar un pico de casos diarios de unos 220 hace tres semanas, cuando en la 2ª y 3ª olas tras 21 días ya estábamos en unos 90 casos diarios, en esta 4ª estamos aún en unos 150. Y su correspondiente transformación en casi 15 ingresos diarios, lo cual es mucho ingreso, aunque por suerte las altas hospitalarias también se estén dando a buen ritmo y, pese a que sea poco, algo haya bajado la cifra de personas ingresadas por covid. Pero la sensación es ya de eternidad, ni siquiera ya de cansancio o eso que finamente se llama fatiga pandémica y que traducido es estar hasta la polla, sino de un punto más, esa mezcla entre resignación, que me vacunen ya o meto la cabeza en un pozal de virus o quiero irme de aquí. Lo bueno es que, pese a todo esto, la vacunación sí que parece funcionar y sí que parece proteger a nuestros mayores, los más afectados por la enfermedad. En el abril que hoy termina se han puesto casi las mismas dosis de vacuna que en enero, febrero y marzo juntos y hemos pasado de un 12% de la población con al menos una dosis puesta a un 26%, además con la expectativa de que en mayo y junio el volumen de vacunas que llegue sea superior al de abril, con lo cual para final de junio estaríamos hablando de más o menos un 50% de la población con al menos una dosis. El tema es que ese volumen con al menos una dosis no es un volumen con las dos dosis y que a efectos de contagios entre la población menor de 60 años el riesgo seguiría siendo casi el mismo. Queda por tanto un arreón final que nos pilla ya a todos con la reserva anímica y al mismo tiempo –se ve en la calle– con una actitud en bastantes casos de que ya es casi verano y aquí me las den todas, mientras el cabrón de bicho está echando el resto.
Los médicos discuten la vacunación en centros privados: «Madrid elige privatizar antes que invertir en la sanidad pública». Los hospitales privados han empezado a inmunizar a sus pacientes de alto riesgo, pero los colectivos de Atención Primaria consideran que la estrategia del Ejecutivo de Ayuso arrincona la vacunación accesible y de proximidad mientras que apuesta por los espacios masivos y la «oportunidad de negocio».
Todos los hospitales privados de la Comunidad de Madrid han empezado a inmunizar a sus pacientes de muy alto riesgo de forma simultánea a la de algunos públicos. Así, los pertenecientes al grupo 7 del plan autonómico de vacunación –trasplantados, enfermos de cáncer, con inmunodeficiencias primarias, infección de VIH, tratamiento de diálisis o con síndrome de Down– recibirán la primera dosis de Moderna tanto en centros de titularidad pública como privada.
Esto que he copiado literalmente, tiene mucha letra pequeña y no responde a la realidad, solo para algunos casos de los que dice ahí, porque tiene excepciones, que supongo ha puesto el gobierno de la comunidad o los propios hospitales.
En el Colegio de Médicos se vacuna hasta a gente jubilada. Es asombroso lo que pasa aquí, aunque supongo que no será el único sitio.
El 4 de mayo es cuando tenemos la oportunidad de votar a partidos progresistas que cuiden los servicios públicos en vez de derivar todo lo posible a la privada para que los amigotes hagan negocio a nuestra costa.
Es la única oportunidad que tenemos para influir y hacer que las cosas cambien. Votemos en consecuencia para que las cosas cambien y mandemos a la Ayuso a su casa.
No se de qué nos extrañamos, si esto es lo común en su hoja de ruta de la CAM desde hace años y mira que ha habido protestas y manifestaciones.
El problema va a surgir cuando todo votante pobre del PP, necesite atención médica y vaya a un hospital público saturado y no le puedan atender rápido. Si tienes dinero, vas a uno privado.
Esto ya ha pasado, y la respuesta de ese votante a mi pregunta porque no iba a uno privado fue agachar la cabeza y decir que no tenía dinero. Pero luego las fotos con la cerveza propaganda de la presidenta que no falte.
Y así nos va en la comunidad, unos viendo el peligro y avisando y otros llamándonos comunistas.
Aquí no se discute más que con el voto. Cuando dejé la sanidad pública, en 2012, no recuerdo a mis colegas votando en masa a la izquierda; más bien, lo contrario. Y no será porque el PP oculte sus planes, lo dice bien claro. Ni mareas blancas ni hostias, si queréis parar esto, ya sabéis a quienes no tenéis que votar. Y con las mareas de color blanco pasa lo mismo. No se imaginan cuántos profesores de pública llevan a sus hijos a concertados.
Al final, que cada comunidad se ocupe de lo suyo pero sin molestar al de al lado.
Y haber como lo hacemos ahora para convencer a los millones de españoles que el virus (por mucha vacuna que esté puesta, que todavía no es todo el mundo) está suelto y las UCI de Madrid, Catalunya y Euskadi a más del 40% con COVID.
Si en cada bar que paso veo a algun@ con la mascarilla en la frente… Veo complicado convencer a todo el mundo de seguir las indicaciones de los científicos y sanitarios.
Mientras, las distintas familias, variantes e incluso cepas aún no detectadas del virus se reúnen en conciliábulo para acordar una estrategia conjunta para atacar, más dañinamente si cabe, a la línea de flotación de un país dependiente del turismo y, como tal, de economía inestable, hiriendo sin el menor atisbo de compasión a sus capas poblacionales más vulnerables.
Nos vemos —eso espero— en seis meses. Salud !
¿Las vacunas curan la COVID-19? ¡¡NO!!. Mientras no se repare lo que ha producido la COVID-19 tendremos pandemia. ¿Los calmantes curan? ¡¡NO!! La vacuna es lo más parecido a los calmantes. ¿Calman los dolores que produce una enfermedad? ¡¡SI!! Pero la enfermedad no la curan ni los calmantes ni las vacunas.
Con los mayores de 60 y los grupos de riesgo vacunados, la mortalidad por Covid-19 desciende a niveles mínimos. A partir de ahora será responsabilidad de cada uno mantener distancias y llevar mascarillas, para librarse de un mal rato o unos días en el hospital.
Si prolongaban el estado de alarma, la verdad, el dolor de cabeza derivado de tener que oír a tanto «libertario cervecero» podía convertirse en una patología seria.
Eso sí, ¡mucha prudencia los demás!
Después de tanto tiempo de pandemia y restricciones, el hecho de tomarte un café en un bar hace que sea una labor complicada y, a veces, hasta con cierto riesgo de conflictividad. No a la hostelería que te cobra a precio de oro un café que estás obligado a tomar en la calle. Una subida de precios debida a las circunstancias de la pandemia. Sería deseable que estos precios volvieran a su estado original y una nueva distribución de las mesas para que quepan más comensales, eso sí, cumpliendo todos con las medidas de seguridad, pero no en mesas más pequeñas para ubicar a más número de comensales y estén todos en la terraza. Sí, hay que estar ahí afuera, pero hay que estar bien –al margen de las inclemencias del tiempo– con un servicio adecuado. No siempre se da. Hay que adaptarse a las circunstancias, comemos en la terraza y nos cobran un suplemento por estar ahí, pero es que no se ha podido estar en otro sitio. También hay que decir que a veces el trato al cliente no es el correcto. Todos estamos cansados de esta situación que vivimos por la pandemia, pero unos se quejan más que otros. Y sí, todos perdemos mucho en el aspecto económico, laboral, de ocio, etcétera, pero no vayamos de víctimas, porque otros han perdido la vida. Y qué decir de la invasión de las terrazas, que parece la conquista del Far West, la conquista del Oeste. Añoro y adoro aquellos bares que cantaba Gabinete Caligari, bares entrañables y llenos de amor. Los hay, tan solo hay que buscarlos, están a la vuelta de la esquina. Por favor, señores y señoras hosteleros/as, traten con cariño a sus clientes. Nosotros también lo haremos. Sí a esta hostelería.
El 90% de los positivos de las últimas semanas en España se estaban dando en menores de 60 años, toda vez que la vacunación de los mayores estaba logrando bajar mucho los casos de 60 hacia arriba. Vacunarse no impide contagiarse, pero los números son obvios: bajan mucho las cifras. Y por debajo de 60 años hay cientos de miles de personas sin vacunar. Más de un 60% de la población aún no ha recibido una dosis y, por debajo de los 60 años, apenas el 23% tiene una dosis de la vacuna puesta. Por tanto, es perfectamente viable que suban los casos positivos, como estamos viendo, y más si tenemos en cuenta que desde el 9 de mayo se levantaron notables restricciones. Es posible que la propia inmunidad general –natural y por la vacunación– que se va alcanzando haga que el tope de estas subidas o vaivenes no sea tan alto como otras veces e incluso que logre frenarlas, pero tampoco es descartable que mientras los grupos de edad con mayor interacción social no se vacunen podamos ir asistiendo a cifras que hace apenas una semana nos parecían ya cosa del pasado. En cualquier caso, sirven como recordatorio de que el bicho sigue dando coletazos por todas partes y que todo lo que se pueda acelerar el proceso de vacunación siempre será bienvenido. Llevamos casi 16 meses y aunque lo peor haya pasado seguimos sin respirar tranquilos: ni literal ni metafóricamente.
Si algo se debería haber aprendido de la pandemia es que lo realmente costoso es que se dispare la circulación del virus. Si hubiera nueva ola y hubiera que tomar más restricciones no vienen ni vacunados ni no vacunados (preferirían irse a destinos sin restricciones o si no tomas restricciones directamente tildan tu destino de no seguro y no permiten viajes a tu país como Gran Bretaña) y restringes el consumo interno, eso sí que sería un desastre para la economía. Sánchez será estúpido, pero parece que usted no ha aprendido nada.
P.D.: cómo se nota que duele el dato del empleo de hoy, aunque he de decir que tampoco hay que lanzar las campanas al vuelo que todavía queda mucho.
Si algo se debería haber aprendido de la pandemia es que el virus va a seguir su curso hagamos lo que hagamos, salvo imponer un confinamiento estricto. ¿Propones un confinamiento estricto hasta el fin de los tiempos? Todo lo demás (cierres, mascarillas, gel hidro-alcohólico) tiene un efecto marginal o incluso contraproducente (por ejemplo el desplazamiento de las reuniones de los restaurantes a los domicilios).
Había que vacunar a la población más vulnerable que lo deseara. Ya se ha hecho. Tarde, eso sí, porque los Gobiernos europeos (como el del PSOE y Podemos) y algunos otros han bloqueado la liberación de las patentes desde octubre.
Ahora toca levantar absolutamente todas las restricciones, recuperar todas nuestras libertades. Ya mueren menos personas por COVID que las que eran habituales por gripe común. Supere su ridícula psicosis.
PD: no me duele el dato, me duele el conformismo.
Las masivas patologías mentales tendrían curación, e incluso los graves problemas de la Humanidad solución, si fuéramos capaces de prevenir la más devastadora y perversa de las enfermedades mentales, un tipo de ludopatía que práctica sin autoconciencia del daño que causan a los demás y a sí mismos el 5% de los ciudadanos y que está basado en la desenfrenada acumulación de riqueza hasta el infinito, más virtual que real salvo en los graves efectos que produce. Por desgracia para las víctimas, no se muere de sobredosis y tiene una alta tolerancia, que obliga a buscar dosis sustancialmente cada vez mayores para experimentar satisfactorias descargas de dopamina en el cerebro. Tener conciencia del problema y observar que no se hace nada para solucionarlo me produce enorme tristeza y se hace difícil de llevar.
Muy poca gente parece darse cuenta de que se han dejado sueltos al miedo y a la codicia, los dos peores sentimientos que puede albergar el ser humano (no solo en España, sino en todo el mundo).
El verdadero poder alienta a ambos.
Moriremos de miedo y de codicia.
En este padecimiento también hay clases sociales, como recogen multitud de estudios. Doy algunos, y excluyo los de la UE, o OMS. Porque la lista es interminable.
Base de datos de salud mental de atención primaria.
ANÁLISIS DE LA DISTRIBUCIÓN TERRITORIAL DEL CONSUMO DE PSICOFÁRMACOS EN ANDALUCÍA. De la Universidad de Sevilla.
O el propio estudio, prepandémico, del Ayuntamiento de Madrid, sobre datos socioeconómicos y de salud de los habitantes de la ciudad, que, entre otros datos dice:
Las personas de clase desfavorecida presentan más frecuentemente riesgo de mala salud mental (26,2%) que las de clase media (18,4%) o las de clase favorecida (17,7%). También aquéllos que viven en distritos de bajo nivel de desarrollo (23,0%) frente a los residen en los del grupo más alto (18,3%).
Es decir que a los pobres solo nos queda la muerte para decir que al fin se acabó la desigualdad.
Aunque a nosotros nos entierren en un hoyo hecho en bancal de maíz y a ellos en un mausoleo.
Como decía Jorge Manrique (más o menos): Allegados, todos somos iguales.
Las emociones y su gestión como personas es difícil, más cuando aún hay much@s psicólog@s que insisten en aplicar terapia cognitivo-conductual en lugar de terapia emocional; en este momento es especialmente preocupante la salud mental de niñ@s y adolescentes que, en la Sanidad Pública, carecen de especialistas que los ayuden y l@s poc@s que hay llegan a tratar telefónicamente adolescentes con intentos de suicidio.
Los ansiolíticos y antidepresivos sólo son una parte del tratamiento, siempre prescritos por un/a psiquiatra, y completados con un buen tratamiento psicológico.
La inteligencia emocional es la que verdaderamente nos proporciona los recursos para gestionar nuestras emociones.
Resulta inexplicable que el sufrimiento descrito sea aprovechado por los de siempre para su interés y lucro.
La gente encerrada y desconsolada tuvo como espectáculo la guerra ultra contra un gobierno recién estrenado y lógicamente desconcertado.
El todo vale contra los y las votantes asqueadas. Porque la guerra iba y va contra la ciudadanía y sus derechos .
No son ni siquiera fascistas y ultra fascistas ideologizados, pues tan sólo son repugnantes siervos del capital y muñecos manejados por criminales.
La vacuna de la Selección y el enfrentamiento con las comunidades ponen en evidencia al Ministerio de Sanidad. La negativa de la Federación de Fútbol a admitir el fármaco de Pfizer anunciado por la ministra se une a la transformación en siete días de las restricciones «de obligado cumplimiento» para la hostelería en recomendaciones.
Las jugadoras de baloncesto de la selección ya tienen puesta la primera dosis, también van a los juegos olímpicos y el COI obliga a vacunarse a todos los participantes.
Solo hay una PEQUEÑA diferencia, la vacunación de los olímpicos lo organiza el COI y esta fuera de la estrategia española, los futbolistas se incluyen, como todos nosotros, en dicha estrategia. Y que se lo pregunten a ese alto cargo militar que tuvo que dimitir por saltarse la cola.
¿Aquí se nos ha ido la olla a todos?. Que unos señores sepan jugar a la pelota muy bien no aporta mucho al resto de la sociedad, aportan otros conocimientos como sanitarios, bomberos, empleados de comercios, transportistas, etc.
Decir que «nos representan» es igual de vergonzoso ¿a quién representan? , a mí desde luego no.
Todo esto es por la ingente cantidad de dinero que se mueve en ese ámbito, fichajes ,publicidad, etc. y claro los medios de comunicación a defender cualquier cosa que les afecte, sea lo que sea sin la mas mínima critica.
Ya hace tiempo que quiero hacer «objeción fiscal deportiva», cuánto dinero aportamos los españoles vía impuestos para esos campeonatos oficiales, no quiero ni saberlo (primas a los futbolistas, entrenador, y demás personal de «la corte» que les acompaña, etc).
Bien señores sólo decir que, como está claro, estoy completamente en contra de vacunar a la selección, que esperen su turno y si tienen miedo que no vayan.
1 de cada 4 españoles está vacunado, no inmunizado. Eso no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que, para forzar la vacunación y dar miles de millones a farmacéuticas privadas y extranjeras, a la UE le parece más seguro estar vacunado sin producir anticuerpos que tener anticuerpos tras haber pasado la enfermedad (mucho más inmunizante que la vacuna). Hay que recordar que el infecto pasaporte sanitario requiere una prueba virológica positiva de menos de 6 meses (y no una serológica) para considerar que se está inmunizado, lo cual es deliberadamente absurdo.
Liberen las patentes de una vez y dejen de acaparar vacunas inoculándolas a jóvenes sanos cuando tantos ancianos esperan en los países más pobres. Los efectos a largo plazo de una vacuna de ARN mensajero son completamente desconocidos.
El tinglado del fútbol, el lobby de los hosteleros, las eléctricas… Solo tres de los sectores que ostentan el verdadero poder e imponen sus intereses al bien general, como se ve continuamente.
Así de tremens es. Hace tiempo que ciertos deportes dejaron de serlo y ahora son una profesión muy rentable económicamente. ¿Si son una profesión que les diferencia de otras profesiones? No tienen riesgo de coger la COVID-19 pero si los sanitarios. ¿Entonces si hoy son una profesión, que les diferencia de otras profesiones? Son, la selección española, unos privilegiados de la sanidad.
Qué hartazgo con la vacuna y el fútbol. O el estado deja al equipo en cada o que los vacune. Lis vestuarios de los equipos han sido como los bares de Ayuso. Si un gobierno manda militares de misión, que los vacune (hace poco tiempo partieron sin vacunar u grupo). Si manda futbolistas, que los vacune o que se queden en casa. Ni oigo, ni leo ni veo fútbol, pero déjenos en paz ya con la vacuna.
Este es un problema previo a la pandemia y que se padece en infinidad de calles por toda España, sin distinción de credos políticos e ideologías. Que las terrazas estén abiertas sin control a la hora a la que la gente empieza su descanso nocturno es un escándalo, gobierne el PP, Vox o Bildu. Eso no pasa en ningún país civilizado, y es una de las cosas que destacan todos los extranjeros que visitan España (muy felices de ello porque al fin y al cabo están de vacaciones). En España, desgraciadamente, ese concepto de libertad que Ayuso ha propagado tan alegremente es la libertad de hacer ruido y molestar concebida como derecho. Pero confirma una idea muy extendida en toda España, sin distinción de credos políticos o ideologías: que el que protesta por el ruido es un intolerante aguafiestas y el que monta bronca sin importarle un pepino el descanso vecinal es un español que representa los valores expansivos, simpaticoides y alegres que el estereotipo que nos hemos asignado y con el que tan contentos están muchos nos asigna. De ahí el éxito de Ayuso y el contenido de muchos comentarios que con tal de que se j*d*n sus votantes les da igual que esta escandalosa situación se mantenga.
Siempre pensé, y ahora lo hago con más motivo, que a los cinco minutos de aplausos de las ocho de la tarde a los sanitarios y a los colectivos comprometidos en la lucha contra la pandemia deberían haber seguido otros diez o quince de abucheos a los que que estaban colaborando con la difusión del virus. Entre esos trabajadores del mal ha destacado por méritos propios el llamado poder judicial, especialmente en sus escalones más altos. A lo largo de este año y medio eterno, y particularmente en los momentos más graves, los Superiores de Justicia y el Supremo han venido saboteando miserablemente el esfuerzo sobrehumano de los sectores en primera línea de batalla, de las autoridades y, en la derivada final, de cada ciudadano de a pie que aportaba su granito de arena por incómodo que le resultase. Sus muy elevadísimas señorías lo hacían, para más recochineo, en nombre los derechos fundamentales que quedaban conculcados por la legislación ex-cep-cio-nal con la que se trataba de evitar las hasta seiscientas muertes diarias que llegó a haber en la fatídica primavera de 2020. Inasequibles al desaliento, los de las togas negras jamás se han rendido, como lo prueba que a iniciativa de Vox -¡Sí, malotes progres, de Vox!- el Tribunal Constitucional está a punto de declarar ilegal el primer estado de alarma. Por si no fuera suficiente con que las zarpas neofascistas prendieran la mecha, el ponente de la sentencia es Pedro González Trevijano, a la sazón, rector de la Universidad Rey Juan Carlos en el momento de los escándalos de los másteres. Lo tremendo es que el fulano se saldrá con la suya.
Que en una pandemia global donde han muerto millones de personas y aun mueren todos los días, andemos diciendo que que penita que tenemos que llevar mascarillas cuando no ha pasado ni un año y medio, dice que la sociedad está un poco ida.
La mascarilla, el símbolo de esta pandemia, va a dejar de ser parte del paisaje exterior (y siempre que la distancia respecto a otras personas lo permita). Esta es una gran noticia que nos invita a dar un paso más en el camino de la normalidad, que no es el mismo que en el de la relajación. El fin de la mascarilla también es un factor que nos igualará: ahora se distinguirá peor a los gilipollas y a los jetas, y ahora las personas que fuman mientras caminan no nos mirarán por encima del hombro a los que, fumemos o no, simplemente respetamos las normas. Solo espero que el alivio nos mejore y no sirva para amargarnos más.
El gobierno español relajó las medidas, las empresas vendieron los viajes; los aviones hicieron el trayecto; los hoteles y discotecas, los recibieron; el gobierno balear, también; ellas y ellos se comportaron con la sensación de imbatibilidad que regala la juventud; y ahora a nadie le parece bien que los jóvenes se hayan contagiado en los viajes de fin de estudios a las islas, y portavoces de casi todos los colectivos antes mencionados creen que no tenían que haberse hecho. Ya, claro. ¿La culpa es de ellas y ellos, o de sus padres? ¿O e de la presión de sectores y sindicatos, y las urgencias de algunas instituciones?
La ley anti-pandemia llega a tiempo porque no ha podido llegar antes y el coronavirus sigue entre nosotros, con la amenaza de nuevas variantes, añadida. Y sí, el anuncio de que nadie podrá usar mascarillas de rejilla llega a tiempo porque hoy no se prohíbe el uso de esta medida, sino que se regula de otra manera. En los gimnasios, en los cines y teatros, en los conciertos, en el autobús o el trabajo, no puede haber mascarillas de rejilla porque estamos en una pandemia. Puede que tocando su final, pero seguimos inmersas e inmersos en ella, para nuestra desgracia. Así que, chistes y chorradas, las justas.
Es una reacción muy común entre padres y madres. Cuando alguien comenta alguna trastada de adolescentes, un exceso en un botellón, una llegada a escondidas de madrugada…, no falta en el corrillo quien se escuda en un anestesiante «¡Mi hijo no..!». Nos ha pasado a todos, incluso cuando nosotros éramos esos hijos supuestamente ejemplares. Comento esto al hilo de las reacciones suscitadas tras el macrobrote del viaje de fin de curso en Mallorca, ese descontrol que ha multiplicado los contagios en la mitad del país. De que la muchachada es irresponsable y viva la vida ya hemos tenido sobrados ejemplos. No son todos, pero los que son meten mucho ruido, encienden las alarmas y acaban haciendo que remonte la incidencia. Pero de ahí a escuchar a progenitores indignados porque confinen a sus hijos en hoteles de la isla, denuncien al Govern balear por detención ilegal, mezclen el tocino de su ideología con la velocidad a la que se expande el virus, ese no asumir las consecuencias de un comportamiento irresponsable no admite justificación. En casa les dieron carta blanca para ir de fiesta y ahora hay que apechugar. Esto es también un toque de atención a todos aquellos que defendían como razonables, por puro cansancio del confinamiento, las reacciones de jóvenes que pedían poder salir sin horas y divertirse sin freno. No tienen más derecho que los demás que sí respetan las normas. Y cuando no es así, esto es lo que pasa.
Debe ser políticamente incorrecto controlar a los que «se mueven más» , de esta forma, los demás, los que ya estamos más educados/controlados/acojonados, debemos tolerar empáticamente, la pésima gestión de contratiempos, en el ámbito sanitario oficial.
Es decir, a un grupo al que urgía vacunar, por edad y patologías, se le pone la vacuna de mayor plazo entre dosis, durante una fase grave de la pandemia y habiendo opciones más rápidas, y ahora se va a vacunar con las de corto plazo entre dosis a aquéllos que apenas sufren la enfermedad porque «se mueven más» y, demostrado queda, carecen del menor sentido de responsabilidad individual y educación cívica. Ciencia pura. Está claro.
Una misiva de la Jefa de Estudios y Coordinación Covid19 de uno de los institutos afectados por la explosión de contagios entre los estudiantes durante los viajes a Mallorca, que ha dimitido de su cargo, se ha hecho viral por la claridad de sus palabras.
En ella, la docente achaca la responsabilidad única y exclusivamente a las personas que se han contagiado «alumnos del centro, muchos de ellos menores aún, pero con sobrada información de la capacidad de contagio y funcionamiento de este SARS», y de los familiares que se lo han permitido. Además, afirma que les alertó a cuatro de sus alumnos de los riesgos de viajar a Mallorca. «Os vais a Mallorca en busca del coronavirus después de que durante meses, en el instituto, nos hayamos dejado la vida para que no os contagiéis y no contagiéis a vuestras familias», dijo la jefa de estudios, pero los alumnos desoyeron sus palabras.
Incide en que el viaje no tiene nada que ver con el instituto, que ha sido algo ajeno al centro, y no ha sido autorizado por este. En la carta, se refiere a él como «semejante estupidez con forma de contagio masivo» y «atropello sanitario».
Además, la coordinadora Covid tuvo una discusión con algunas alumnas que le pedían que cambiara las fechas del viaje, ya que coincidía con las recuperaciones, para poder asistir. Durante la recogida de orlas, una alumna le llegó a decir «Estoy aquí por culpa vuestra porque si no llega a ser por el de Lengua yo estaría en Mallorca con los demás», a lo que la docente contestó: «Si pasa algo en Mallorca tendrás que dar gracias al magnífico profesor de Lengua con quien tú sola has suspendido».
Los alumnos se escudan en que no les obligaron a llevar mascarilla, a lo que ella también tiene una respuesta. «¿Perdón?, ¿en serio?, ¿a estas alturas hay que «obligar» a futuros universitarios a llevar mascarilla?, ¿hay que obligar a casi adultos a cumplir una norma mundial?, ¿a qué jugamos?,¿vamos a dejarnos chantajear por un argumento tan infantil usado de forma torticera por personas que han jugado a ser adultos viajando a kilómetros de sus hogares para, no nos engañemos, cogerse una cogorza detrás de otra lejos de padre/madre?, ¿en qué quedamos?, ¿adultos o niños?», son algunas de sus palabras, de enorme dureza pero certeras.
La jefa de estudios achaca el fracaso de la gestión de la pandemia al individualismo, al egoísmo y a un egocentrismo mal gestionado. Habla del duro trabajo de los docentes, que trabajaron durante el invierno a menos de 10 grados, del miedo en los ojos de sus compañeros, el único colectivo que fue lanzado contra el coronavirus sin protección de ningún tipo. Menciona también las habilidades que han adquirido, han memorizado cuatro protocolos, saben usar medidores de CO2, saben generar una ventilación cruzada.
En su centro, ha confinado a 500 alumnos, docentes, personal de limpieza y auxiliares de control. Para ella, han sido los peores 9 meses de su vida «porque ha tenido una responsabilidad que no me correspondía».
Con respecto a las felicitaciones por haber hecho su trabajo muy bien, se muestra cínica. » ¿Muy bien? Si lo hubiera hecho muy bien, la egoísta panda de mezquinos que se ha ido a Mallorca a hacer lo que les ha salido del nabo después de llevar nueve meses escuchando mis instrucciones y consejos, se habría quedado en su maldita casa».
La mujer se despide felicitando al resto de coordinadores, fundamentales en la contención de la pandemia. Afirma estar «agotada y derrotada», y que, que los estudiantes «vayan al encuentro de la muerte», no tiene un paso.
Por último, reclama una reforma efectiva del sistema educativo, que «se dejen de nimiedades que conducen a crear adultos infantilizados, egoístas y flojos». Y es que, en palabras de la coordinadora «Hace falta Pensamiento en una sociedad individualista que hace aguas por todas partes».
Más claro, agua.
Bravo por quien sea que haya escrito la carta.
Estáis tan ciegos, no entiendo tanta estupidez humana.
No veis que os manipulan, mienten. Que lastima de pueblo.
Mis aplausos a la jefa de estudios. En los centros educativos la Gestión ha sido un éxito… tal vez tenga algo que ver la responsabilidad individual… y que no había padres, ni cuñados, ni periodistas, ni oportunistas, ni negacionistas, ni empresarios del ocio… solo menores responsables y una gestión excelente
Un 10 para ella, excepto porque el colectivo de educación (muchos, no sólo ella) piensan que han sido los únicos que han tenido que estudiar normativa referente al. COVID para poder trabajar y que les lanzaron a la piscina sin agua.
Por lo demás, chapó.
La puesta en marcha esta semana del pasaporte covid en la UE, con el que se permite la libre circulación por Europa a todas las personas vacunadas, que presenten un test negativo o que hayan pasado el coronavirus en los últimos seis meses es de alguna manera el último paso en la apertura de la movilidad tras las duras restricciones impuestas en el último año en la mayoría de los países. Sin embargo, el pasaporte no arranca en el mejor momento de la pandemia, con la incidencia de nuevo al alza, por lo que hay que insistir en la necesidad de seguir manteniendo las medidas sanitarias de prevención para poner barreras al virus ante las nuevas cepas. Tras unos meses de mayo y junio con una cierta contención, la llegada del verano ha traído consigo un incremento de los contagios especialmente entre la población joven, la que todavía no está vacunada y la que más necesidad tiene de una interacción social, entendible sí, pero con límites, ya que antes y ahora es determinante en los contagios. Lo ocurrido en Mallorca no debería repetirse y muchos menos convertirse en la norma a la hora de recuperar la vida social como tampoco debería servir para de nuevo cargar contra la juventud. Pero la realidad indica que son esas edades las que ahora hacen aumentar los casos. Por eso les toca a los jóvenes, como al resto, demostrar lo aprendido en este año y medio de covid y actuar con responsabilidad y solidaridad, porque la pandemia no ha pasado, y de la suma de muchas conductas individuales poco acertadas sale a veces un pésimo resultado colectivo. Y más si a eso se suman decisiones del Gobierno cuando menos contradictorias a la hora de permitir actos que a todas luces pueden contribuir a empeorar la situación. Es triste pero real que a estas alturas la sociedad solo entiende la prohibición, no la recomendación. La OMS ya ha alertado que Europa puede vivir una nueva ola de covid-19 por las nuevas variantes y el contacto social. Por ello insisten, junto al resto de autoridades sanitarias, en que no hay que relajarse en este contexto de creciente contagio, donde por mucho que se refuercen las medidas sanitarias, test, rastreo de contactos y vacunación, nada será suficiente si falla lo esencial: la actitud individual y la responsabilidad colectiva. Porque el objetivo es disfrutar todos y todas de un buen verano, pero también el sector sanitario, que es el que más lo necesita.
La sanidad pública se desbarata en perjuicio de un amplísimo sector de la población que no podría acceder a una sanidad privada en condiciones… ¿Y? Y nada, han pisado el acelerador a fondo y no veo yo nada que les pare. Toda la política social que vaya a emprender la derecha es perjudicial para esos sectores sociales que nutren las colas del hambre, los bancos de alimentos y los comedores sociales altruistas que van cerrando porque hacen feo, dañan la imagen que estos enanos mentales quieren imponer: vivimos poco menos que en un parque de atracciones; un parque que quieren imponer a todo el territorio del Estado. Pues va a ser que no.
Nos hemos vuelto a equivocar por enésima vez. Lo hicimos hace un año, en los puentes de octubre y diciembre, en Navidad, Semana Santa… No tenemos remedio, porque no se puede dejar todo en manos de una parte de la sociedad que ignora el peligro y es ajena a la solidaridad.
Nuevamente hemos relajado medidas hasta límites casi de post pandemia, cuando la nueva variante Delta llamaba a la puerta y una quinta ola amenaza al turismo y la recuperación económica. Porque las consecuencias de estos errores afortunadamente no van a castigar a unos sanitarios ya desgastados, ni los hospitales y las UCI se van a llenar, porque afectan a los tramos de edad menos vulnerables. Pero otra vez nos meten el miedo en el cuerpo y nos llenan de interrogantes.
Lo más grave de esta nueva situación es que otra vez ha fallado la confianza en que la ciudadanía, en concreto, los más jóvenes, iban a ser responsables, que les iba a llegar la sensatez como lluvia divina y lamentablemente no ha sido así.
¿Culpa de ellos? Indudablemente sí. ¿De sus padres y madres? También. ¿De las autoridades que no han previsto que este año se iban a realizar los llamados viajes de fin de curso, que nos traerían la situación actual? Igualmente sí.
Lo ocurrido los últimos días con el macro brote de Mallorca es de traca. Las autoridades mallorquinas haciendo lo que debían, o sea, confinar a quienes estaban contagiados o habían estado en contacto, mientras los irresponsables montaban la bronca de manera impresentable, con el disgusto del resto de la sociedad y sus papás clamaban por la libertad de sus niñatos en lugar de llamarles al orden.
¿Esa es la generación que va a dirigir este país en el futuro? Pues si ahora carecemos de estadistas lo que nos viene puede ser aún peor.
Eso sí, no se te ocurra criticar su comportamiento en las redes sociales o artículos, porque te cae encima la del pulpo. Resulta que son intocables.
«¡Libertad!»: gritaban desde las terrazas con vistas al mar de un hotel de 4 estrellas. Sacrosanta palabra que desde que Ayuso la puso de moda no ha dejado de utilizarse mal y nos ha producido mucho daño. Tu libertad chaval comienza cuando empieza la de los demás.
Y la suya ha tropezado con la del resto, en el momento que incumplieron las normas con fiestones y conciertos sin guardar las debidas medidas de seguridad, poniendo en riesgo la buena situación que Baleares tenía y que le permitía abrirse al turismo y reactivar su economía.
¿A quién deberán reclamar los hosteleros, los comerciantes, bares y restaurantes si su insensatez provoca medidas del resto de países que limiten la llegada de turistas?
Malos tiempos para la lírica estos, en los que la gente que guarda las reglas debe protegerse cuando pensaba que ya lo peor había pasado.
Algún día cuando salgamos de esta pesadilla, psiquiatras y sociólogos deberían hacer sesudos estudios del comportamiento humano durante la pandemia, al menos para que quede como experiencia en situaciones similares del futuro, que no dudemos llegarán.
Toca ahora coger el paraguas y protegerse de las críticas que pueda provocar esta reflexión.
La pandemia está descontrolada y solo gracias a las vacunas esto no está siendo una masacre. Cuidado, que todavía muchos no estamos con la pauta completa, ni hemos alcanzado el pico de inmunidad, ni somos ya jóvenes, que es lo que más jode, y seguimos siendo vulnerables. Y si todo esto sucede es porque no hemos aprendido nada: la juventud sale si le dejan salir. Es decir: somos los padres quienes pagamos las juergas, los que tenemos responsabilidad, como quienes las sirven.
El ser humano es el peor virus para la Humanidad. Un depredador desaprensivo y egoísta. La actitud ante la pandemia de la COVID-19 es una evidencia. Palmaria. Del desconcierto por su aparición y rápida expansión se ha pasado en escasos dos años a un control de daños mediante la producción e inoculación de vacunas. Algunas producidas mediante procedimientos clásicos; otras, más innovadoras. Los campos de investigación en génesis del virus, mutaciones, vacunas y tratamientos terapéuticos siguen abiertos en descomunal desafío. La concentración de esfuerzos sobre esta pandemia tiene consecuencias en la atención científica, financiera y sanitaria a otras enfermedades. Ralentiza actuaciones diagnósticas y terapéuticas. Difícil compatibilidad. Los dirigentes políticos están desborda