Tierno Galván: una historia inventada

Uno de los opositores al franquismo que goza de mejor cartel es, sin duda, Enrique Tierno Galván (1918-1986). Catedrático en Salamanca, europeísta, fundador del PSP que acabaría integrado en el PSOE, alcalde de Madrid (1979-1986), alentador de lo que se ha llamado la «movida madrileña», hombre tremendamente popular y admirado.Tierno Galvan

Pero esta imagen del Viejo Profesor ha sufrido en los últimos años un notable descrédito tras demostrarse que Don Enrique se inventó una gran parte de su biografía: su infancia y juventud, su papel en la Guerra Civil y en la inmediata posguerra. Tierno Galván se fabricó una biografía heroica donde se presenta como voluntario del Socorro Rojo, y acompañante de Hemingway y Dos Passos en sus andanzas por los campos de batalla. Todo falso, como ha demostrado César Alonso de los Ríos en el libro  «La máscara de Tierno Galván» que recomiendo vivamente leer.  Me permito reproducir un resumen del cúmulo de falsedades que Tierno Galván se inventó para forjarse una biografía acorde con su papel de socialista y liberal.

Las primeras sospechas sobre la figura mítica de Enrique Tierno venían de unas largas entrevistas en las que me habían inquietado ciertos silencios y algunas contradicciones que yo quise achacar a reservas políticas. Pero fueron mis viajes a los lugares en los que, según él, había pasado su infancia y algunos periodos en la posguerra, cuando tuve las primeras pruebas de sus invenciones. En cuanto comencé a contrastar testimonios personales y a frecuentar archivos se me vino abajo el falso edificio construido por el Profesor: desde el hermoso escenario rural con casas labradoras a los pisos de mediana burguesía ilustrada, una vez trasterrada la familia a la capital. Más duro me resultó aceptar la verdad de Tierno en guerra. Se desplomaba la ficción del joven libertario que trabajó en el Socorro Rojo, que acompañó a Hemingway y a Dos Passos por los frentes de Madrid y que, con 20 años, trató a un desnortado Besteiro, a un derrumbado Azaña, a todos los jefes republicanos. Si las fantasías familiares podían haber tenido cierto interés literario, las invenciones de la guerra y la del imaginario campo de concentración eran de un oportunismo político muy duro de asimilar. El archivo de Alcalá no deja títere con cabeza del antifranquismo precoz del Profesor ni los hechos reales permiten la tesis de un Tierno Galván enfrentado a la dictadura nada menos que en una sesión solemne como es la inauguración de un curso en el Instituto de Estudios Políticos con la presencia de jerarcas y figuras como Moscardó y Pilar Primo de Rivera.

El primer documento oficial, relacionado con la vida del Profesor, fue el acta de nacimiento. En medio de tantas dudas fue un consuelo tener en la mano un dato cierto: la fecha del acta -8 de febrero de 1918- coincidía con la que aparecía en las biografías. No dejaba de ser curioso que el único dato cierto hubiera sido precisamente el que siempre se había puesto en duda en los propios medios tiernistas. La razón era el prematuro envejecimiento del Profesor. Cuando llegó a la cátedra de Salamanca con 35 años parecía que tenía 50. Por eso Raúl Morodo, el primero de sus colaboradores, lo llamó Viejo Profesor ¿Cómo fue posible que el Profesor pudiera ocultar su pasado? Hay dos razones: su carácter hermético unido a la distancia insalvable que había, en aquella época, entre catedrático y alumnos. En segundo lugar, el pasado era un tema tabú en la posguerra. Sigue leyendo

Los (inaccesibles) archivos sobre el franquismo

Las fuentes documentales que permiten el estudio del franquismo parecen afectadas de una crónica precariedad y de una errática política de acceso por parte de nuestras autoridades, que dificultan gravemente el estudio de este periodo de nuestra historia. Aún recordamos el tan mal llevado asunto de los «papeles de Salamanca», principal archivo sobre la guerra civil. Ahora se ha sumado el cierre de los archivos de Asuntos Exteriores, alojados en el Palacio de Santa Cruz, y los de Defensa. Archivera

Reproducimos el comunicado de H-SPAIN dirigido al Gobierno y a los distintos grupos parlamentarios de España:

«Haciéndonos eco del profundo malestar producido entre historiadores, archiveros, periodistas y otros grupos sociales por el cierre indefinido e injustificable del acceso a documentos históricos del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y del Ministerio de Defensa de España, desde H-SPAIN solicitamos a las autoridades competentes la inmediata reapertura de dichos fondos y la garantía de su accesibilidad para todos los investigadores en el plazo más breve posible.

Consideramos que de ninguna manera cabe justificar las trabas que se está imponiendo al acceso a dicha documentación histórica por medio de argumentos inverosímiles sobre el riesgo que su difusión entrañaría para la defensa y la seguridad del Estado o para las relaciones de España con terceros países. 10.000 documentos de Defensa de los años 1936 a 1968 estaban listos para su desclasificación, tras el preceptivo examen, antes de que el Ministerio cancelara su publicación en mayo de 2012 en una decisión que cabe considerar, como mínimo, de arbitraria. Menos se comprende aún que el Ministerio de Asuntos Exteriores haya declarado “secreta” o “reservada” la práctica totalidad de su documentación, incluyendo los fondos históricos de su archivo –compuestos por papeles diplomáticos del siglo XV al XX- que habían sido consultados hasta entonces sin mayores impedimentos por parte de historiadores de todo el mundo.

Que la respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores a las denuncias de esta situación haya sido cerrar a los investigadores el acceso a su Archivo General, en septiembre de 2012, y dispersar sus fondos entre el Archivo Histórico Nacional y el Archivo General de la Administración sin comunicar si esos fondos serán algún día consultables de nuevo, y en su caso cuándo y en qué condiciones -lo que hace temer nuevos obstáculos y demoras que sumar a las que sufrimos desde hace casi dos años-, no hace más que ahondar en la enorme preocupación que genera la actual situación.

El acceso y libre disposición de estos fondos históricos, dentro de los plazos y límites marcados por la actual normativa, no solamente constituye un derecho de los españoles, sino también un deber moral del ejecutivo. No se trata tan sólo del enorme perjuicio que se está causando a innumerables proyectos de investigación histórica tanto en España como en el extranjero, sino también del daño a la imagen y el prestigio del país más allá de nuestras fronteras, así como de la degradación de la calidad de la democracia española que se derivan de unas decisiones que nos alejan de los estándares europeos e internacionales de protección de derechos democráticos básicos como el de libertad de información e investigación, el acceso al patrimonio y la cultura, y el control y rendición de cuentas por parte del gobierno y la administración pública.

En este sentido, instamos a nuestros gobernantes a que, rectificando su actual política, cumplan con los instrumentos internacionales que España ha suscrito en materia archivística y de documentación, como son la Recomendación Nº R (2000) 13 del Comité de Ministros del Consejo de Europa sobre una Política Europea en Materia de Comunicación de Archivos, y el Convenio del Consejo de Europa sobre el Acceso a los Documentos Públicos (Tromsø, 18 de junio de 2009).

No se trata de una petición de unos pocos para unos pocos. Si bien este llamamiento parte del mundo académico, es a la sociedad en su conjunto a la que se está negando el derecho a conocer por sí misma, al margen de interpretaciones oficiales e interesadas, su propio pasado. No puede haber auténtica democracia allí donde no se garantiza a los ciudadanos el derecho a generar una visión crítica del propio desarrollo histórico basado en el acceso al patrimonio documental común.

Firmando esta solicitud, pedimos al Gobierno que adopte cuantas medidas sean precisas para garantizar el acceso de los investigadores, profesionales o no, a los fondos documentales de estos archivos y en el plazo más breve posible. Solicitamos asimismo a los distintos grupos parlamentarios que exijan y respalden estas medidas, así como que controlen su cumplimiento. Instamos también a toda la sociedad que apoye esta petición, para que pueda hacer del conocimiento crítico de su pasado la mejor guía para una construcción consciente de su futuro.

Todos aquellos que deseen adherirse deben enviar a h-spain@h-net.msu.edu los siguientes datos: nombre y apellidos, institución académica de pertenencia (o «investigador independiente» en su defecto) y número de DNI o pasaporte (el cual no se hará público). En el caso de tratarse de un organismo, se deberá enviar el nombre de dicha institución y el de la persona que la represente, con su número de DNI o pasaporte.

En nombre del Consejo Asesor de H-SPAIN, suscriben el presente escrito: Carlos Sanz Díaz (Universidad Complutense de Madrid); David Jorge (Wesleyan University, Connecticut); Ángel Viñas (Universidad Complutense de Madrid); Helen Graham (Royal Holloway, University of London); Florentino Rodao (Universidad Complutense de Madrid); Sebastiaan Faber (Oberlin College, Ohio)»