The Oscar goes to: «Franco, el último caído»

La reciente concesión de los Oscar a las mejores películas del año, nos trae a la memoria el intento malogrado de realizar una película póstuma sobre la figura de Franco ¿Que mejor epílogo para una vida tan plena que el Óscar a una Vida o, cuando menos, Mejor Actor Secundario? Porque el Caudillo iba a participar en la película como lo había hecho en las dos anteriores que le dedicaron sus propagandistas. Esto es lo que pasó en noviembre de 1975.Oscar

Por propia iniciativa, el director de cine José Luis Sáenz de Heredia quiso participar a su manera en la construcción memorística de la muerte de Franco con un proyecto de película titulado «El último caído», concebida durante el mes de noviembre de 1975 mientras agonizaba el Dictador. Sáenz de Heredia, gran admirador de Franco y primo de José Antonio Primo de Rivera, había sido el director de «Raza» (1941), película de ficción basada en un relato del propio jefe del Estado, y de «Franco ese hombre» (1964), un largometraje documental sobre la biografía de Franco producido con motivo del aniversario de los «25 años de paz». La víspera del día de la muerte de Franco escribe al Director General de Cinematografía para informar de su nuevo proyecto que inscribe en la lógica de sus anteriores contribuciones propagandísticas al régimen: «me siento personal y profesionalmente obligado a realizar este nuevo y definitivo testimonio histórico de su edificante final  si, contra lo que todos deseamos, no quisiera Dios prolongar su vida».

Su idea es prolongar a través de este nuevo film su obra de apoyo al régimen y así contribuir a abrir el camino a un futuro «atado y bien atado» inscrito en la lógica del pasado. Se trata de una película testamento, no solamente porque iba a ser su último film sino también por el tema que quería tratar, «los últimos años de la vida de Francisco Franco desde 1964, fecha del estreno de la biografía «Franco ese hombre», hasta su muerte e inhumación en el Valle de los Caídos» según precisa la descripción que hace en el expediente de censura. El título elegido, «El último caído», refleja de por sí la dimensión testamentaria de la película. El proyecto, bastante avanzado, iba a desembocar en un estreno con motivo del primer aniversario de la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1976, pero una serie de obstáculos impidió que se concluyera. Su fracaso ilustra nítidamente la rapidez con la cual el discurso propagandístico de la película, en la línea de «Franco ese hombre» y del NO-DO, se hizo pronto anacrónico en una sociedad española en plena transformación y más abierta hacia el futuro.

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