La irrupción de Podemos en el panorama político español está planteando la posibilidad de una «revolución suave» en pleno siglo XXI ¿Es ésto posible? Cuando hace un año Byung-Chun Han debatía con Antonio Negri en Berlin sobre las críticas al capitalismo. Negri se entusiasmó con la idea de la resistencia global al empire, al sistema de dominación neoliberal. Se presentó como revolucionario comunista y se denominaba a sí mismo profesor escéptico. Con énfasis conjuraba a la multitud, la masa interconectada de protesta y revolución, a la que confiaba la tarea de derrocar al empire. Han consideraba que la posición del comunista revolucionario era muy ingenua y alejada de la realidad, por ello intentó explicar a Negri por qué las revoluciones ya no son posibles.
¿Por qué el régimen de dominación neoliberal es tan estable? ¿Por qué hay tan poca resistencia? ¿Por qué toda resistencia se desvanece tan rápido? ¿Por qué ya no es posible la revolución a pesar del creciente abismo entre ricos y pobres? Para explicar esto es necesario una comprensión adecuada de cómo funcionan hoy el poder y la dominación.
Quien pretenda establecer un sistema de dominación debe eliminar resistencias. Esto es cierto también para el sistema de dominación neoliberal. La instauración de un nuevo sistema requiere un poder que se impone con frecuencia a través de la violencia. Pero este poder no es idéntico al que estabiliza el sistema por dentro. Es sabido que Margaret Thatcher trataba a los sindicatos como “el enemigo interior” y les combatía de forma agresiva. La intervención violenta para imponer la agenda neoliberal no tiene nada que ver con el poder estabilizador del sistema.
El poder estabilizador de la sociedad disciplinaria e industrial era represivo. Los propietarios de las fábricas explotaban de forma brutal a los trabajadores industriales, lo que daba lugar a protestas y resistencias. En ese sistema represivo son visibles tanto la opresión como los opresores. Hay un oponente concreto, un enemigo visible frente al que tiene sentido la resistencia.
El sistema de dominación neoliberal está estructurado de una forma totalmente distinta. El poder estabilizador del sistema ya no es represor, sino seductor, es decir, cautivador. Ya no es tan visible como en el régimen disciplinario. No hay un oponente, un enemigo que oprime la libertad ante el que fuera posible la resistencia. El neoliberalismo convierte al trabajador oprimido en empresario, en empleador de sí mismo. Hoy cada uno es un trabajador que se explota a sí mismo en su propia empresa. Cada uno es amo y esclavo en una persona. También la lucha de clases se convierte en una lucha interna consigo mismo: el que fracasa se culpa a sí mismo y se avergüenza. Uno se cuestiona a sí mismo, no a la sociedad.
Es ineficiente el poder disciplinario que con esfuerzo encorseta a los hombres de forma violenta con sus preceptos y prohibiciones. Es esencialmente más eficiente la técnica de poder que se preocupa de que los hombres por sí mismos se sometan al entramado de dominación. Su particular eficiencia reside en que no funciona a través de la prohibición y la sustracción, sino a través del deleite y la realización. En lugar de generar hombres obedientes, pretende hacerlos dependientes. Esta lógica de la eficiencia es válida también para la vigilancia. En los años ochenta, se protestó de forma muy enérgica contra el censo demográfico. Incluso los estudiantes salieron a la calle. Desde la perspectiva actual, los datos necesarios como oficio, diploma escolar o distancia del puesto de trabajo suenan ridículos. Era una época en la que se creía tener enfrente al Estado como instancia de dominación que arrebataba información a los ciudadanos en contra de su voluntad. Hace tiempo que esta época quedó atrás. Hoy nos desnudamos de forma voluntaria. Es precisamente este sentimiento de libertad el que hace imposible cualquier protesta. La libre iluminación y el libre desnudamiento propios siguen la misma lógica de la eficiencia que la libre autoexplotación. ¿Contra qué protestar? ¿Contra uno mismo?
Es importante distinguir entre el poder que impone y el que estabiliza. El poder estabilizador adquiere hoy una forma amable, smart, y así se hace invisible e inatacable. El sujeto sometido no es ni siquiera consciente de su sometimiento. Se cree libre. Esta técnica de dominación neutraliza la resistencia de una forma muy efectiva. La dominación que somete y ataca la libertad no es estable. Por ello el régimen neoliberal es tan estable, se inmuniza contra toda resistencia porque hace uso de la libertad, en lugar de someterla. La opresión de la libertad genera de inmediato resistencia. En cambio, no sucede así con la explotación con la libertad. Después de la crisis asiática, Corea del Sur estaba paralizada. Entonces llegó el FMI y concedió crédito a los coreanos. Para ello, el Gobierno tuvo que imponer la agenda liberal con violencia contra las protestas. Hoy apenas hay resistencia en Corea del Sur. Al contrario, predomina un gran conformismo y consenso con depresiones y síndrome de Burnout. Hoy Corea del Sur tiene la tasa de suicidio más alta del mundo. Uno emplea violencia contra sí mismo, en lugar de querer cambiar la sociedad. La agresión hacia el exterior que tendría como resultado una revolución cede ante la autoagresión.
Hoy no hay ninguna multitud cooperante, interconectada, capaz de convertirse en una masa protestante y revolucionaria global. Por el contrario, la soledad del autoempleado aislado, separado, constituye el modo de producción presente. Antes, los empresarios competían entre sí. Sin embargo, dentro de la empresa era posible una solidaridad. Hoy compiten todos contra todos, también dentro de la empresa. La competencia total conlleva un enorme aumento de la productividad, pero destruye la solidaridad y el sentido de comunidad. No se forma una masa revolucionaria con individuos agotados, depresivos, aislados.
No es posible explicar el neoliberalismo de un modo marxista. En el neoliberalismo no tiene lugar ni siquiera la “enajenación” respecto del trabajo. Hoy nos volcamos con euforia en el trabajo hasta el síndrome de Burnout [fatiga crónica, ineficacia]. El primer nivel del síndrome es la euforia. Síndrome de Burnout y revolución se excluyen mutuamente. Así, es un error pensar que la multitud derroca al empire parasitario e instaura la sociedad comunista.
¿Y qué pasa hoy con el comunismo? Constantemente se evocan elsharing (compartir) y la comunidad. La economía del sharing ha de suceder a la economía de la propiedad y la posesión. Sharing is caring, [compartir es cuidar], dice la máxima de la empresa Circler en la nueva novela de Dave Eggers, The Circle. Los adoquines que conforman el camino hacia la central de la empresa Circler contienen máximas como “buscad la comunidad” o “involucraos”. Cuidar es matar, debería decir la máxima de Circler. Es un error pensar que la economía del compartir, como afirma Jeremy Rifkin en su libro más reciente La sociedad del coste marginal nulo, anuncia el fin del capitalismo, una sociedad global, con orientación comunitaria, en la que compartir tiene más valor que poseer. Todo lo contrario: la economía del compartir conduce en última instancia a la comercialización total de la vida.
El cambio, celebrado por Rifkin, que va de la posesión al “acceso” no nos libera del capitalismo. Quien no posee dinero, tampoco tiene acceso al sharing. También en la época del acceso seguimos viviendo en un dispositivo de exclusión, en el que los que no tienen dinero quedan excluidos. Airbnb, el mercado comunitario que convierte cada casa en hotel, rentabiliza incluso la hospitalidad. La ideología de la comunidad o de lo común realizado en colaboración lleva a la capitalización total de la comunidad. Ya no es posible la amabilidad desinteresada. En una sociedad de recíproca valoración también se comercializa la amabilidad. Uno se hace amable para recibir mejores valoraciones. También en la economía basada en la colaboración predomina la dura lógica del capitalismo. De forma paradójica, en este bello “compartir” nadie da nada voluntariamente. El capitalismo llega a su plenitud en el momento en que el comunismo se vende como mercancía. El comunismo como mercancía: esto es el fin de la revolución. Byung-Chun Han (filósofo)
Desde finales de los años 60 todo tiene que ser revolucionario. La palabra «revolución» se convierte en un nuevo ídolo de masas, y con el tiempo se ha banalizado ¿Qué significa hoy ser revolucionario o hacer una revolución? No, desde luego, lo que pensaron Lenin, Castro o Mao. Tengo mis dudas de que sea posible una revolución antiliberal, tal y como sostiene Han en su artículo.
El problema es tener claro por qué la revolución y para qué. Necesitamos, como en el deporte, un objetivo, un gol. Necesitamos saber que luchamos por algo mejor, que cambiará para mejor nuestras vidas, una nueva forma que nos seduzca tanto como lo hace el neoliberalismo. Y eso no creo que cambie en mucho tiempo.
Lo inevitable se vende como justo. Y para los dominados es todo… menos justo. O lo conseguimos, o como diría Pierre Bourdieu, los grupos subordinados nos las arreglaríamos para rechazar lo que Rajoy y los lobbies nos niegan, y para amar lo inevitable. O sea, que acabaríamos queriendo una reforma que nos empobrece y nos margina, y nos sentiríamos orgullosos de nuestra mansedumbre y de ser fieles cumplidores de lo que las élites disponen. Nos sentiremos orgullosos de un esfuerzo que nos denigra como personas y ciudadanos. ¿Es la revolución la salida? Quizá.
Ninguna revolución es «suave».
Cierto, Platypus, pero entiendo que lo que se entiende por revolución en 2014 no tiene nada que ver con la concepción de 1968, por no remontarnos a 1917 o a la revolución francesa. Es lo que defendería cualquier partido socialdemócrata con un poco de empuje y ganas de solucionar las cosas.
Y menos aún en España. No, hoy en dia no. Por varios motivos entre ellos la nula concienciación de la clase obrera y el todavía colchón del llamado estado del bienestar (en descomposición acelerada), ausencia de un partido de vanguardia aglutinador, etc., veremos esta crisis sistémica del capitalismo hacia donde nos lleva. Es por eso por lo que creo que las próximas elecciones, esta masa aborregada que tenemos hoy por sociedad dará la victoria al PP y este hará lo mejor que sabe hacer, ¡recortar derechos sociales a diestro y siniestro!
No es demagogia ni política ficción confirmar que la conjunción de intereses entre los mercados financieros y los partidos conservadores están cambiando las reglas de juego del partido, que es la historia, a mitad de camino, cuando los países democráticos creían que los hitos alcanzados eran irreversibles. Se trata de convocar a la rebeldía, de matar el pesimismo con propuestas de recambio y de demostrar mediante la movilización que nada está perdido salvo que la rendición sea sin condiciones. Hace falta liderazgos generosos, coaliciones amplias que agrupen a los ciudadanos desorientados y una gran honestidad en los planteamientos que se formulen.
No creo que hoy en día se posible una revolución en España, los españoles siguen aletargados y pensando en comprarse el nuevo «Audi», desde la llegada de esta preciosísima democracia, se han cometido verdaderas aberraciones, y ahora se indignan algunos, falta conciencia y educación.
Todavía se venera a Franco y nos siguen gobernando los mismos perros con distinta correa, aun así, debemos aguardar nuestro momento, hemos visto como miles de personas salen a las calles a manifestarse, nos recortan nuestros derechos, nos tratan como vulgar mercancía, debemos guiar a la masa hacia una futura revolución, trabajando lo lograremos.
Gandhi y Luther King no consiguieron un gran cambio en realidad, pero algo hicieron. Tanto en las cosas objetivas como en las subjetivas: los negros ya tenían a alguien en quién mirarse, un sabio negro, que defendía los derechos y anima a otros negros para hacerlo. Nadie se equivoca más que el que no hizo nada solo porque podía hacer poco. Si bien es verdad que el capitalismo es bastante difícil de derribar pacíficamente, si lo intentas y no puedes ya tienes escusa, ya estás legitimado. Los ojos hay que mantenerlos siempre bien abiertos: si hoy hubiera una revolución de ese tipo muchos pensarían «son violentos dictadores» y la burguesía difundiría las imágenes por televisión y todo se iría al garete.
Luther King era un reformista, a diferencia de Malcomn X. Por fortuna predominó el primero. Gandhi, sería un revolucionario anti-colonial; pero la descolonización de la India es un proceso mucho más complejo. Desde luego el modelo indio económico o político no es para tirar cohetes. Políticamente hay que reconocer que ha existido un pluripartidismo en lo económico ha sido un modelo semi-socialista totalmente ineficientes, aunque se empiece a liberalizar. Sobre el concepto de revolución social, nada de interés ha traído. Solo me interesa la revolución democrática y si es una reforma tanto mejor.
Platypus, a Gandhi y a Martin L. King les llamarían ahora anti-sistema y perro-flautas, o lindeces parecidas. El modelo indio sirvió en su momento, luego obviamente ya no se podía hacer demasiado con él. Creo que fue un inicio de revolución social pero sin continuidad. O nos creemos que es posible la revolución social (y yo sí creo que puede ser suave) o seguiremos como corderos en la fila del matadero neoliberal. Saludos.
Es curioso recordar discusiones políticas con esta gente. Yo siempre decía que en España no hay democracia, ellos que había plena democracia porque votamos… lo que cosa según ellos era que siempre votamos a los mismos. Hoy observo a esas mismas personas gritar que España es una dictadura. Seguro que a más de uno de vosotros os ha pasado esto. Pero lo que hay que hacer es alegrarse, pues a mi por lo menos para nada me interesa ser «el listo que lo dijo primero». La cosa es: ¿si la corriente vuelve a cambiar se llevará con ella su opinión?
Hay que reconocer algo, como la ciudadanía es principalmente inactiva, inerte, indolente entonces los que logran resultados son los pocos que hacen algo. Y también es cierto que los cambios se logran con revoluciones salvo honrosas excepciones. Así es el sistema, por lo tanto sólo nos queda aceptarlo.
Vayan mirando y anotando. El hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra. La palabra «Revolución» ya ha regresado. Nunca hay que decir «Para que nunca mas» ya que hay historias que se repiten.
Esta es la «compra» de siempre de los de siempre a la gente que piensa en cambios de fondo para este país. Los saca de su miseria económica, les da cancha y luego desactiva el cambio que se quería generar y desarticula el movimiento, ya sea político o social. Con diputados y senadores se hace lo mismo, sólo que aquí los sueldos y el bienestar futuro está plenamente garantizado en cuanto a reelecciones que los tipos simplemente olvidan su rol y hacen vista gorda de las brutalidades que debe vivir el ciudadano corriente. Esto es corrupción.
Todos sabemos que la historia se va utilizando por el gobierno dominante en beneficio propio, forjando mitos y leyendas, oficializando falsos acontecimientos, manipulando fechas y sucesos. Pero la historia se puede resumir siempre en la lucha del oprimido contra el opresor; de esa cuerda que se va tensando hasta romperse, y de esta lucha van surgiendo movimientos transformadores de la sociedad y ya sean violentos o pacíficos, su desenlace final no siempre es el esperado por sus iniciadores, ya que una confluencia de intereses económicos, sobre todo, irá marcando el camino por el que vaya avanzando la sociedad. Hasta en la revolución francesa, como en tantas otras fases de la historia, hay más de mito que de realidad liberadora.
Diaskora, la Revolución francesa, cuando empiezas a tener realmente curiosidad por conocerla, es mucho más complicada de lo que te cuenta cualquier manual. Ni siquiera en la universidad, los que más saben del tema, se ponen de acuerdo, ni en cómo empieza, ni en su desarrollo, ni mucho menos, en cómo y cuándo acaba.
Conforme con María: la etapa inaugurada con el aldabonazo de 1789 sigue abierta. Durante la revolución francesa, la revolución por antonomasia, se pusieron encima de la mesa todos los factores que actualmente definen la vida social y política: la noción de soberanía nacional derivada de la voluntad general de Rousseau, los problemas de la representación política y de la participación del ciudadano en las tareas colectivas (¿democracia directa asamblearia?, ¿democracia liberal restringida?, ¿dictadura plebiscitaria?), el nacionalismo de estado y sus cultos seglares contra los particularismos regionales y la religión tradicional, la sociedad capialista de clases y el ascenso de la burguesía a la dirección del estado, la irrupción de las masas en la política, guerras civiles o entre naciones de matiz ideológico, grandes palabras movilizadoras de pasiones («libertad, igualdad y fraternidad», «derechos del hombre»), las primeras agrupaciones feministas de tipo político, el bonapartismo como la primera dictadura moderna interclasista y plebiscitaria, los primeros escarceos del socialismo revolucionario y la aparición de una extrema derecha anti-1789 que hoy sigue disfrutando de buena salud (sobre todo, paradójicamente, en Francia). Seguimos siendo los contemporáneos de 1789 y de todos sus «mitos.»
Sabino, una está harta de oír la historia de la toma de la Bastilla y luego, cuando se mete en harina, va y descubre que la toma de la Bastilla no es nada, una anécdota más entre las miles de anécdotas del momento. Pero había que crear un mito, y tener una fecha que celebrar, y en eso vino un señor muy espabilado llamado Víctor Hugo y dijo, «¿Oye, tú, y el 14 de julio no es un buen día para una fiesta nacional?», y los burgueses que estaban en el poder en ese momento, esto es casi un siglo después de la toma de la Bastilla, pensaron: «Pues sí, esa fecha conmemora algo intrascendente, y por tanto no inconveniente, hace creer que el pueblo era el impulsor de la revolución, pero oculta todas las demás fechas importantes, conclusión: nos vale». Y así empezó el mito: el pueblo se alza en armas cansado de abusos y destruye la cárcel que es símbolo de esa opresión. Todo muy bonito y muy falso, como convenía al poder.
La revolución francesa tuvo sus momentos de protagonismo popular, pero rápidamente fueron asfixiados por una burguesía que quería hacer negocios, no aventuras. Los nuevos amos se inventaron una legitimidad que sustituyera al derecho divino de los reyes: la sacrosanta democracia o soberanía nacional que ya sabemos en qué consiste: primero que voten unos pocos, luego que voten algunos más, más tarde que voten todos los que quieran; da igual, porque siempre mandan los mismos. Les damos algo de libertad (relativa y sobre todo económica), muy poca igualdad (ante la ley y gracias) y mucha fraternidad, que sale gratis. Aquí lo que importa es la propiedad y mantener a raya a un cuarto estado que quiso ascender autónomamente en 1917 siguiendo el ejemplo burgués. Tampoco en esta ocasión salió bien la aventura y la burocracia se quedó con el santo y la limosna. Los revolucionarios de hoy serán los conservadores del mañana, que serán destronados por los nuevos revolucionarios y vuelta a empezar. Cuando las aguas vuelven a su cauce todo ha cambiado menos las ganas de volver a cambiar. El progreso existe.
En este momento la sociedad padece un terrible cáncer, el capitalismo, la última de muchas enfermedades que han plagado a la humanidad a lo largo de la historia. Para vencerlo, la sociedad necesita una cirugía radical y rehabilitación, es decir, necesita conquistar el poder y transformar el mundo.
Para los que plantean establecer de golpe una sociedad en que ningún grupo domine a otros y hacerlo sin líderes, la gran ironía es que ese programa y orientación llevará precisamente a lo contrario de lo que proponen. Llevará precisamente a que un grupo domine y explote a los demás, y otra ironía es que ellos mismos, o gente igualita a ellos, integrarán ese grupo, porque tienen la preparación necesaria para organizar y administrar la sociedad, mientras otros han sido excluidos de esos conocimientos.
Cuatro años de crisis, tres de programas de austeridad y recortes sociales parecen bastantes. El actual mando de la política económica europea (el Banco Central, la Comisión, las Merkel y los Sarkozy) no nos ha conducido a nada que se asemeje a la esperada recuperación. Antes al contrario, su obcecada pleitesía a los intereses de los acreedores (léase: grandes bancos) sólo ha servido para animar y bendecir la mayor operación de socialización de deuda privada de la historia europea (léase: crisis de la deuda soberana y previsible quiebra de los llamados estados periféricos).
El antídoto ha venido de la mano de los movimientos ciudadanos que hoy se extienden por casi toda la geografía continental. Se trata del 15M, del movimiento de las plazas griegas, de los huelguistas franceses y de los indignados de un número creciente de países. Es en este work in progress de reinvención política, donde se puede hallar la salida social a la crisis, además del rescate de lo único que realmente importa: la democracia y la sociedad europea.
Qué tiempos aquellos. En los años sesenta aparecieron movimientos culturales que pretendían cambiar el mundo. Querían más libertad sexual, el fin del consumismo capitalista y un reencuentro con la naturaleza. Sus proclamas aparecían en la televisión con música pop de fondo, y parecían en verdad el inicio de una revolución. Sin embargo, esas formas de vestir y hablar extravagantes, esa música estridente y esa rebeldía vital no sólo no acabaron con el capitalismo, sino que pasaron a formar parte del sistema y a ser asumidas por la publicidad de las grandes empresas y la propaganda política.
Vivimos en una situación excepcional, en la que la putrefacción del régimen se nos muestra cada día más a las claras y eso requiere una organización en la que agrupar fuerzas, dar cauce a todas las voces y empoderar a la ciudadanía para que tome la iniciativa por sí misma. Si Podemos ha puesto tan nerviosos a los insensatos privilegiados usurpadores de la democracia, el grito de «podemos» ha de ser el el todas las personas de bien, porque es la puerta de ese cambio ansiado por la mayoría.
¿Has visto a alguien del PP presumiendo por ahí de ser de derechas? Pocas veces. Así es como han conseguido que les voten incluso gente de una izquierda moderada. A mí al principio también me chirriaba esa «ocultación» de la ideología pero, siendo realistas, es la única manera de llegar a algo importante. La gente normal es más de izquierdas de lo que cree pero, debido a la desinformación y a la manipulación, muchos odian todo lo que huela a izquierda. Podemos es hoy por hoy la única posibilidad de intentar cambiar algo y, si defraudan, ya habrá tiempo de revoluciones.
A democratic revolution would be good or bad depending on whether ordinary people are fit to rule society. We are told in a million ways that working people are not fit to rule: they are violent, racist, unintelligent, selfish, and we are better off leaving our fate in the hands of the corporate and government elite. We believe, however, that ordinary people would make a far better world than the elite.
For example, most people believe that children should have a special, protected place in society. Organized workers and others fought for many years for child labor laws and universal free education. Ordinary people everywhere make great sacrifices to provide for their children and give them a safe future.
Revolution is possible because most people in their everyday lives already struggle to shape the world with values that contradict the dog-eat-dog values of capitalism. Every supportive human relationship, every positive element in society, is a product of ordinary people’s struggle against a brutal system to create a more human world. This struggle to humanize the world drives history and social change. Without it the world would be savage and unlivable.
Making revolution requires leadership; it requires an organization with a sweeping vision, a scientific method to analyze reality and how to go about changing it, and serious discipline. An organization that can awaken and unleash the revolutionary potential of the masses of people, direct their outrage against the real enemy, and loft their sights to the emancipation of all humanity. An organization that can chart the path through the difficult twists and turns of the revolutionary process. That organization is the revolutionary vanguard party.
Para pensar que una revolución socialista en Estados Unidos no es posible, habría que creer no solo que las familias dominantes de los países imperialistas y sus brujos económicos han encontrado la forma de ‘manejar’ el capitalismo. Habría que cerrar también los ojos a las guerras imperialistas, guerras civiles y crisis económicas, financieras y sociales que se propagan a nuestro alrededor.
A lot of people would join in a revolution if it ever got started but no one wants to be the one to start it as it would mean sure death.
Edurne, there was a revolution and Obama won it. So get over it. He was elected by the people according to the constitution and if you don’t like him then you obviously don’t like democracy. Maybe you should try living in Red China for a while where there is no freedom and no democracy, and where you can be thrown in jail for waiving the wrong flag or saying the wrong thing. Maybe then you’ll appreciate what a good thing you have going with Obama.
En el caso actual español, creo que la necesidad de un cambio democrático profundo es casi un clamor generalizado en la sociedad, que quiere unas cotas mayores de democracia, eliminación de la corrupción e involucrarse totalmente en el control de las instituciones, como ya sucede en algunos países avanzados.
Existen únicamente tres formas de llevar a cabo una revolución política en cualquier sociedad humana, esto es: 1.Desde dentro del Sistema. 2.Desde fuera del Sistema. 3.Desde dentro y fuera del Sistema a la vez. La segunda forma es la única forma que no funcionaría en España, por la idiosincrasia de sus ciudadanos. Si deseamos cambiar el Sistema, hay que hacerlo basándonos en los puntos uno y tres.
¿Cómo hacer una revolución pacífica (me da igual si desde dentro, desde fuera o desde ambos lados a la vez), cuando toda nuestra participación se reduce a votar (o no) cada cuatro años?
No hay revoluciones pacíficas. Todas las revoluciones implican una inevitable convulsión contrarrevolucionaria y la guerra civil. Así sucedió, por poner tres ejemplos clásicos, en Francia desde 1789 a 1799, en Rusia entre 1917-1921 y en la Alemania de 1918 a 1921. Curiosamente, en España la secuencia revolución primero-contrarrevolución después está invertida: aquí fue el parcial fracaso de la contrarrevolución preventiva lo que desencadenó la revolución. Los que hablan con tanta alegría sobre «revoluciones» me pregunto si piensan en algún momento en las consecuencias reales que acarrea cualquier proceso revolucionario.
Sabino, creo que es un error igualar revolución y violencia. Cuando afirmamos que la España de hoy necesita una revolución, una vuelta a sus esencias democráticas, y pedimos cambios radicales en los partidos políticos, nadie entiende que eso sea una llamada a levantar barricadas. Las revoluciones del siglo XXI, al menos en países como el nuestro, no tienen por qué ser así. Yo sí creo que puede haber «revoluciones tranquilas». Saludos.
Saludos cordiales Baros45. Si se trata de sanear la vida política española esclerotizada y corrompida después de 30 años y de blindar lo que queda del estado del bienestar de las amenazas de Espe, Güemes, Rosell o los neoliberales-fascistas de Libertad Digital que cuenten conmigo. Más que de una revolución, se trataría de una conservación de la democracia frente a sus enemigos declarados o no. Esta labor de limpieza y conservación cuenta con el apoyo del 90% de los españoles. Ahora bien, si lo que buscan los coletas es emprender cambios radicales e irreversibles (una revolución, sí) en la línea del populismo latinoamericano avasallando a más de media España, eso es otra cosa. Yo lo que quiero es democracia real (sin reyes, a ser posible) y bienestar social en un contexto de estado de derecho. Ni populismos verbeneros, ni comunismo, ni antipolítica siempre autoritaria, ni comités populares, ni volantazos en política internacional, ni disparates económicos, ni anticlericalismos sacados de 1900. Los españoles somos europeos occidentales, no venezolanos, argentinos o iraníes.
Oliver Stone adopted a rather frosty tone in sizing up the undelivered promises of America, described mostly as a failure to qualify as a genuine revolution. He wrote that only “a transfer of power from one social class (or even a layer) to another that leads to fundamental change” could qualify as a revolution. Now, of course, there was a time in which Stone would have been more generous with movements that were so lacking, including many of the national liberation movements he embraced as a young radical.
Using his yardstick, Vietnam had no revolution when it drove out the American imperialists. Just look at the millionaires in Vietnam today, profiting off of sweatshops. But that is no argument for not protesting against B-52 bombing raids and Operation Phoenix. If Stone was referring to the classical socialist revolution that have been far and few between since 1917, rarer in some ways than the Ivory-Billed Woodpecker that was supposedly last spotted in Arkansas back in 2005, he certainly has a point ¿Or not?
The harsh logic of capitalism prevails in the so-called sharing economy, where, paradoxically, nobody is actually giving anything away voluntarily. Capitalism comes full circle when it sells communism as the next piece of merchandise. Yes, communism as merchandise spells the end of revolution.
The modern revolutions tell us three things: 1) Revolution is possible in a consumerist society. 2) To be successful the revolution will need organisations to push it forward, otherwise it may just weither or be diverted into reformism. 3) The existing left whatever its size may not be capable of turning the potential into revolution. For a variety of reasons it may fail to intersect the revolutionary movement and so become a passive spectator.
Even if we make mistakes at least they will be our own mistakes and not the mistakes of a ruling class for which we suffer. They will be the collectively shared mistakes of millions. We may fall occasionally but we can cooperate to pick ourselves back up. In the first stage of the revolution we would have to democratically decide how to take the wealth from the rich. Day one of the revolution they’d still be sitting there. We would have to pass some kind of laws on maximum wealth and income and make sure there were means by which we can lift up the poorest. We would have to centralise the banking system and put it under direct public control and scrutiny. All secrets would be published. The wealthy would have to line up and show us their bank accounts. We would nationalise the biggest companies and put them under democratic workers control. The smaller shops we would leave at first maybe passing laws to end exploitation and to guarantee workers a share of the profits. A lot of these things will be debated at our own council meetings. We can’t give exact blueprints because all these things would have to be openly and freely debated by people themselves. What would you suggest? It’s your world!
Surveillance is normal in the Age of Regression – as Edward Snowden revealed. Ubiquitous cameras are normal. Subverted freedoms are normal. Effective public dissent is now controlled by police, whose intimidation is normal.
Los que no aprenden de la historia son siempre los que pretender ser sus amos y suspender el tiempo. Los dictadores Franco, Trujillo, Papa Doc, hablo de los que pudieron persistir. No sólo lo han hecho bajo violentas represiones sino mediante favores y concesiones a los allegados al poder que les servía de muro de contención. Eventualmente ante una transición democrática sus peones están colocados para defender los privilegios adquiridos. Se comportan como una casta de Brahmanes que siguen repartiendo beneficios y ocupando mediante parientes o amigos todos los órganos de poder del estado. La maquinaria para producir constituciones y leyes es suya. La capacidad de encontrar lacayos, seguidores entre el pueblo también, la pasta es suya.
Es falsa la creencia de que el capitalismo lo tiene todo controlado. Ni siquiera se puede controlar a sí mismo y las crisis, que no son más que errores graves del sistema son la prueba de que es así. Realmente es un tigre de papel como dijera Mao, un sistema mucho más expuesto al desorden de lo que la gente en general cree y muy especialmente en los periodos de crisis que son como un melón, que una vez abiertos puede surgir un pepino.
Hoy día no es posible una revolución si una inmensa mayoría de la población no lo quiere. El capitalismo hoy día no es solamente el estado son múltiples barreras o casamatas de tipo ideológico, organizativo, económicos y militar de un sistema que es mundial. No hay revolución sin reforma ni reforma sin revolución. Llenar la cabeza de viento a la gente con una revolución que haga caer el sistema es de ciegos. Lo que ha de hacer la izquierda es crear paso a paso su hegemonía con sus organizaciones sociales y culturales. La izquierda parte de una situación de derrota en parte por lo que el autor denomina izquierda. La socialdemocracia de derechas no es izquierda y llamarla así es contribuir a la confusión. Cuando dice que el independentismo ha ganado en Catalunya un espacio donde pensar el futuro…Creo que más bien la cuestión es saber si la izquierda que esta jugando al independentismo conseguirá ser hegemónica dentro de este movimiento o será Sala i Martín.
El sistema está caduco. Las instituciones no representan a la gente. Las desigualdades están alcanzando límites ya insostenibles, por el aumento del enriquecimiento y los inmensos recortes se los gastos sociales. Los abusos de la corrupción claman al cielo. Las causas para una revolución están ahí, latentes.
La única revolución posible es la del conocimiento. Alguna vez leí esta frase…y realmente entendí que no hay otro camino…sólo el conocimiento nos hace libres. El conocimiento es una herramienta para aprehender la realidad y transformarla. Porque de eso se trata, de hacer propia esta realidad, de entenderla en sus múltiples dimensiones.
El libro de referencia en este tema es El Estado y la revolución, escrito por Lenin en 1917, mientras se encontraba en la clandestinidad en Finlandia. Es un texto fundamental, en la medida en que fue redactado entre la primera etapa (febrero) y la segunda etapa (octubre) de la revolución rusa de 1917. Por eso se ha considerado que esta obra, junto con otras del mismo período, proporciona claves para comprender la idea que tenía Lenin de lo que iba a ser y de lo que debía ser dicha revolución.
Revolt, not talk, that’s how we save the nation. Rewriting the Constitution seems to be coming from different sides of the political spectrum with different ideas about what that looks like. It might seem like a good idea at first glance (kind of like secession a couple of months back.) But the devil is always in the details. Whereas, I might look forward to some hopes, I would also dread some possibilities.
The larger government gets, the more the people find it a threat. So do people vote for politicians that want a smaller government, doesn’t seem like it.
Of course, it’s possible. And it is a revolution with deep and profound consequences for our society and our governmental institutions.
Si estamos de acuerdo en que el capitalismo ha hecho crisis, entonces debemos aceptar la necesidad de una revolución para dar paso a otra cosa, aunque sea una versión revisada del capitalismo, como la keynesiana que surgió tras el crack del 29. Lo que es insoportable es la dictadura de los capitales financieros globales.
Al concepto de transición se opone el de ruptura, que se caracteriza por suprimir de modo tajante el primer modelo –la dictadura- y erigir de forma libre y autónoma el segundo –la democracia-, sin elementos perturbadores. El problema que se plantea es obvio ¿se puede realmente superar una dictadura con una transición y no con una ruptura? ¿A alguien se le ocurre un proceso semejante en Alemania, un periodo de transición donde ilustres políticos nazis colaborarían en la puesta en marcha de un sistema democrático?
El problema es que en Alemania (y Japón) ilustres políticos fascistas se reciclaron a la democracia sin demasiados problemas; y en Francia e Italia, pese a las purgas de primera hora, también. Con la guerra fría los nuevos enemigos eran los rojos, no los fascistas derrotados. A Mussolini y su banda los colgaron por los pies, pero en 1946 ya funcionaba en Italia con cierto éxito el partido neofascista MSI. En Francia el criminal de guerra Maurice Papon fue responsable de deportaciones de judíos (niños incluidos) durante la etapa de Vichy. Tras la liberación de Francia el hombre siguió prestando sus servicios a la República democrática etc sin que nadie le pidiera cuentas. Fue uno de los responsables de la guerra sucia en Argelia y como prefecto de París dirigió el asesinato de centenares de manifestantes argelinos el 17 de noviembre de 1961. Los cuerpos fueron arrojados al Sena. Dulce Francia. No lo encarcelaron hasta que era nonagenario y murió en su casa con 97 años. Gran tipo. Cuando Franco hizo ejecutar a cinco terroristas probados en septiembre de 1975 las calles de París hervían de indignación contra la siniestra e inquisitorial España. A lo mejor entre los manifestantes estaba el buen Papon. Es un ejemplo, nada más.
Desgraciadamente, eso que llamamos pueblo no desea la revolución ni la libertad con mayúsculas. Se conforma con que los políticos no mientan ni roben demasiado, con un trabajo alienado que permita disfrutar de un auto, de una hipoteca, de una familia, etc.
Podemos no es una revolución, es una (posible) salida light al descontento popular, y si quiere ganar unas elecciones, tendrá que moderar su discurso y convertirse en el nuevo PSOE 2.0
Los amigos de Podemos critican la casta ajena, pero no la propia. Caso Errejón: contrato con la Universidad de Málaga por 1825 euros brutos (unos 1600 netos) para una investigación sobre vivienda de la Consejería andaluza de Fomento (IU). El contrato establecía 40 horas presenciales de lunes a viernes en Málaga pero con la posibilidad de hacer las tareas desde otro lugar «sin que por ello se desvirtúe la naturaleza del presente contrato.» Errejón admite que no trabajó en la UAM porque el director del proyecto, Alberto Montero, miembro de la dirección de Podemos, le autorizó verbalmente a quedarse en casita. Lo más curioso es que Errejón accedió a la plaza a través de un concurso público al que únicamente se presentó él, aunque el profesor Montero declara que informó del mismo a «amigos y conocidos que están en paro.» Esfuerzo baldío: el único que compitió fue Errejón y nadie más que Errejón. Sin embargo, en septiembre avisó que dejaba el proyecto porque estaba «cansado» y pretendía dedicarse en exclusiva a la política. Y la convocatoria de la plaza vacante, que salió el 8 de octubre, está actualmente desierta. ¿Ilegalidades? Ninguna. ¿Favoritismos? Parece que todos los del mundo. A mí me da la impresión de un nombramiento «ad hoc» del amigo de turno. Como la vida misma. Por cierto, que el padre de Errejón, don José Antonio, es casta burocrática pata negra: lleva toda la vida en los altos estratos de la Administración publica (con UCD, PSOE y PP) y su cargo actual es «director de la división de Políticas Ambientales en el departamento de Evaluación y Calidad (Aeval) adscrita al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.» Este departamento lo creo ZP en 2006 y a Errejón padre lo nombraron su director, por libre designación (dedo), en 2008. No está nada mal.
Hombre, Sabino, algún pecadillo tienen que tener, no son ángeles (aunque Errejón lo parezca). Además, se ha explicado hoy con claridad y no es para tanto. Nada de 40 horas presenciales, es un proyecto que tiene Montero y que permite trabajar con flexibilidad, y el hecho de que nadie se haya presentado a la renovación es signo de que no se trata de una bicoca. De todos modos, los de Podemos tienen que ser como la mujer del César que no solo debe ser buena sino parecerlo. A ver si aprenden. Saludos.
Sabino Arana 2013, se llama juego sucio, el de la derecha de toda la vida. Vamos a hablar de lo importante, del paro, de los salarios de miseria, de los desahucios, de la sanidad y la educación, del gasto en armamento, de las subvenciones a la iglesia. Porque estas cortinas de humo de la derecha es para que no se hable de lo suyo.
De lo suyo y de lo de los demás pitiusa2000. Yo vivo en una zona políticamente de izquierda y te puedo asegurar que por estos pagos las corruptelas y abusos de los autoproclamados «progresistas» no tienen nada que envidiar en absoluto a los de la derecha. Me refiero al líder histórico del SOMA-FIA-UGT José Ángel Fernández Villa (gran cacique asturiano durante décadas) y a otros de su misma cuerda que ya se han caído del pedestal entre el regocijo del respetable y la ingenuidad cínica de los que «no sabían nada.» El panorama de las cuencas mineras asturianas es desde hace muchos años el siguiente: fracaso patético de la reindustrialización, prejubilados con 40 años, despoblamiento, enchufismo, la demagogia más repulsiva y el saqueo de los fondos mineros por unos «compañeros» indocumentados que no saben hacer la O con un canuto salvo robar y criar barriga. Esto no me lo cuenta nadie porque lo veo todos los días con estos ojitos que se han de comer la tierra. Hay que estar en contra de los latrocinios y de los sinvergüenzas sean de derechas, de izquierdas o mediopensionistas. Y sI los de Podemos han hecho de la regeneración de la vida política el leitmotiv de su campaña se les debe exigir un comportamiento ejemplar al respecto aunque sólo sea por el alto concepto que tienen de sí mismos como redentores. La corrupción es terrible; pero si a la corrupción se le une la buena conciencia, la hipocresía y el moralismo habituales entre la izquierda entonces es completamente asquerosa además de terrible.
En eso tienes razón, Sabino, Podemos solo puede predicar si antes da trigo, porque otra cosa es hacer juegos de salón, de ingeniería universitaria. Algunas reacciones destempladas de sus líderes me están preocupando. Insisto en que son cortinas de humo del PPSOE para que el humo ciegue los ojos a todos. Lo cual no quita para que Errejón debía haber dimitido o dado explicaciones claras (cosa que no ha hecho). De momento, está perdido en combate, lo que no me gusta nada. Saludos.
What evidence is there that social revolutions in the pre-Internet era suffered from a lack of cutting-edge communications and organizational tools? In other words, did social media solve a problem that actually needed solving? Some recent protests have used the tools of social media. But it is necessary to convince readers that in the absence of social media, those uprisings would not have been possible.
I have never voted. Like most people I am utterly disenchanted by politics. Like most people I regard politicians as frauds and liars and the current political system as nothing more than a bureaucratic means for furthering the augmentation and advantages of economic elites. Someone Connolly said: “Don’t vote, it encourages them,” and, “The desire to be a politician should bar you for life from ever being one.”
I don’t vote because to me it seems like a tacit act of compliance; I know, I know my grandparents fought in two world wars so that I’d have the right to vote. Well, they were conned. As far as I’m concerned there is nothing to vote for. I feel it is a far more potent political act to completely renounce the current paradigm than to participate in even the most trivial and tokenistic manner, by obediently X-ing a little box.
De una entrevista con Tvetan Todorov publicada hoy en «El País»: «Nuestra democracia liberal ha dejado que la economía no dependa de ningún poder, que se dirija solo por las leyes de mercado, sin restricción a la acción de los individuos y por ello la comunidad sufre. La economía se ha hecho independiente e insumisa a todo poder político, y la libertad que adquieren los más poderosos se ha convertido en falta de libertad para los menos poderosos. El bien común ya no está defendido, ni protegido, ni exigido al nivel mínimo indispensable para la comunidad. Y el zorro libre en el gallinero quita libertad a las gallinas (…) Cuando no puedes encontrar medios para tratar tu enfermedad, cuando no puedes vivir en la casa que tenías porque ya no la puedes pagar, ya no eres libre. La libertad no la puedes ejercer si no tienes poder y entonces se convierte solo en una palabra escrita en un papel (…) Si no se puede cumplir, un contrato social no es gran cosa (…) Ese peligro de excesiva libertad de unos pocos es el que impide la igualdad de todos (…) La idea de resistencia me parece fundamental en la vida democrática.» En realidad, lo fundamental en la vida democrática es la participación ciudadana en los asuntos públicos, pero se entiende el razonamiento de este magnífico pensador en el sentido de que actualmente la democracia brilla por su ausencia porque ha desaparecido toda idea de fraternidad, o sea de acción colectiva en defensa de los intereses de todos. El liberalismo no es por definición democrático: es una doctrina enraizada en el optimismo progresista del siglo XVIII que pensaba que limitando el poder del soberano (monarca constitucional) y con una representación restringida a los propietarios (sufragio censitario) la «mano invisible» equilibraría los intereses de la sociedad. Mercado sin restricciones y parlamento oligárquico como remedio de todos los males. Hoy sabemos que el estado gendarme no es solución (porque lo sufrimos día a día) y que cuanto más débiles son los poderes públicos más grandes son los abusos de los dueños de la caja fuerte. Ser liberal en el sigo XVIII o XIX estaba bien, porque había que conseguir primero la libertad política y acabar con el absolutismo; pero ser «liberal» en el siglo XXI es dar carta blanca a los tiburones para que se merienden a las sardinillas. En nuestros días el liberalismo no será pecado pero sí que es una indecencia. Al margen de que no es verdadero liberalismo, sino conservadurismo antidemocrático de libre mercado, algo que los mejores liberales de principios del siglo XX ya rechazaban como trasnochado y abusivo.
Revolución la del PSOE, que ya no sabe ni dónde tiene la mano derecha:

The change from ownership to “access” celebrated by Jeremy Rifkin doesn’t free us from capitalism. Anyone without money doesn’t have access to sharing. Even in the age of access, people without money remain shut out. Airbnb, the community marketplace that turns homes into hotels, even saves on hospitality. The ideology of community or collaborative commons leads to total capitalization of the community. Aimless friendship is no longer possible. In a society of reciprocal evaluation, friendliness is also commercialized. One is friendly to get a better ranking online.
Revolution? Revolution against what? Capitalism? «Capitalism» like «Communism» is a word so overused, that like «awesome», it has become nearly meaningless.
En este país hay miedo a la revolución y a la democracia ¿Causas? Muchas: Ignorancia, aculturación, ausencia de información objetiva y veraz en los «mass media» de mayor circulación y presencia social, carencia de espíritu crítico como consecuencia de la desinformación, cuando no de la distorsión o intoxicación propagandística, y, por fin, esa enfermedad tan extendida que «descansa» sobre la pereza mental, el egoísmo y la falta de compromiso y solidaridad, bien reflejada por las tópicas, manidas frases, todo un tratado de filosofía conductual: «Esto no hay quién lo arregle», «siempre ha sido así», «siempre hubo ricos y pobres», o «siempre el pez grande se comió al chico».
Quisiera saber que es más democracia. Todo el mundo dice eso de más democracia pero nadie explica como se hace. Más democracia para mí es más participación en la cosa común, en la sociedad, en la vida municipal, en la cultura, en la ayuda a los demás…. Más democracia es eso, ser cada día mayor ciudadano, pienso yo modestamente.
Todo se resumen en pocas palabras: a más incultura, más facilidad para manipular. Nada nuevo bajo el sol.
No hay que tener tanto miedo, solo hay que cambiar las cosas, desde abajo desde la decisiones de todos nosotros, pase lo que pase porque con estos gobiernos cada vez mas estamos sin poder comprar coches sin casa millones de caridad sin trabajo ni prestaciones sociales, si seguimos no tendremos sanidad, (vamos camino de eso) solo lo tendrán los de pago el resto en la indigencia como están en los EEUU, o se cambia o no creo que estemos mucho peor que si salen PODEMOS.
La democracia ha sido un poco secuestrada –lo digo con reservas- por el sistema financiero, grandes empresarios y políticos que han mirado por sus propios intereses y no por el bien común. Pero en realidad la democracia ha sido abolida.
Lamentablemente creo que las parodias políticas de José Mota de esta noche pasada son lo más crítico con el PP que ha pasado por TVE este año. También fue curioso que dedicara más tiempo a Pablo Iglesias que la 1 en todo el año. Cosas de la democracia.
Grecia puede ser un primer paso para la revolución democrática en Europa.
Evidentemente en unas únicas elecciones no se va a resolver una revolución democrática que es un ciclo mucho más amplio, pero es un momento de esperanza y simbólico e importante para empezar a articular esos procesos que se están dando en el sur de Europa y que deberían dar impulso para democratizar. No sólo el sur de Europa sino toda Europa. Puede ser el primer paso para que se produzca una revolución democrática en Europa.
Es una visión interesada que no reconoce la ilusión que está despertando en los barrios, en muchísima gente. Y eso es lo que pide la gente en la calle. Paran a Tsipras cada día en la calle y le dicen: «¿Pero vais a ir juntos, verdad? ¿Verdad que vais a ir juntos? Hacedlo como queráis, pero, ¿vais a ir juntos, no? Porque estamos hartos de encontrarnos esa fragmentación que acaba derivando en impotencia». Y en España pasa lo mismo.
La francesa y bolchevique fueron reformas ciudadanas. Dicho así queda mejor.
Que le pregunten a Soraya que prefiere reformas y no revoluciones. Aunque para esas reformas que nos ha traído no hacía falta mucha inteligencia. Lo que no queremos los ciudadanos son gobiernos corruptos y déspotas… todo lo demás son palabras suyas que con el tiempo serán un mal recuerdo.
No, Sor Aya. Lo que muchos españoles queremos es daros una gran patada en las posaderas y enviaros tan lejos que no podáis hacer más daño a los ciudadanos de este país. Id a servir a vuestros amos con vuestro propio esfuerzo. Esa sí que sería una buena revolución.
Pero como no hacéis una reforma ni atados, al final vendrá la revolución, y no habrá más culpables que tú y la momia egipcia que tienes por jefe, a ver si te enteras de una vez.
Lo que queremos los ciudadanos son gobiernos que no nos roben, que no usen la mentira por defecto, que no nos tomen por idiotas, que no traicionen a sus votantes, que cumplan los programas, que si hay que hacer esfuerzos por una crisis lo hagan también ellos y no que sigan pegándose la vidorra padre y despilfarrando con alegría mientras hay familias españolas pasando hambre y necesidad. Que no regale el dinero a bancos y que les obligue a devolverlo si tienen que hacerle un préstamo de urgencia, que resulta muy gracioso oír a de Guindos decir que Grecia debe pagar su deuda mientras en su país es incapaz de decirle a sus amigos banqueros que devuelvan el que, según él, era un «préstamo que debían devolver». En definitiva señora, los españoles queremos un gobierno que ustedes han demostrado con creces que son incapaces de ofrecer a este país al que sigo queriendo y en el que sigo creyendo muy a pesar de ustedes. Y revoluciones, las justas.
Traducido: para Santamaría «los ciudadanos quieren reformas [RECORTES] y no revoluciones [ACABAR CON LA CORRUPCIÓN]».
Exacto, Soraya. Entre estas reformas que queremos, aquí te pongo unas cuantas: político corrupto, destitución e imputación inmediatas, presidente gobierno que incumpla promesas, destitución e imputación inmediatas y elecciones anticipadas, vicepresidenta que no desmienta a quien le acusa de encargar gestiones a Nicolases, investigación inmediata, banquero que estafa, prisión preventiva inmediata (te suenan un tal Blesa y un tal Rato?, referéndum por la república, eliminación blindaje penal del jefe del Estado, prohibición de que juicios por corrupción de políticos duren más de 3 meses (ahora tienen una media de 7 años), admisión Manos Limpias o cualquier otra acusación ciudadana que impida el chanchullo de la doctrina Botín, destitución inmediata de fiscales que difamen públicamente a sufridos jueces como el señor Castro, etc.
Es esquizofrenia lo que le esta pasando al PP. Saben lo que hay que hacer, se lo han dicho desde Europa: que la crisis en España es ESTRUCTURAL, que hay que reformar LA ESTRUCTURA 17 sanidades, 17 educaciones y 17 justicias que nos están llevando a la bancarrota ¿y que habéis hecho? No reformar nada, mantener todo igual, mantener a vuestros barones y todo en base a deuda publica a pagar en una generación y le habéis pasado la factura a los españoles: recortes salvajes a los mas necesitados y arruinar a la clase media y baja.Todo para mantener todo igual, para no reformar la estructura monstruosa que nos ha llevado a la crisis. El pp parece que solo gobierna para el pp, que se ha olvidado de España y de los españoles. Es muy triste oír ahora que «los españoles quieren reformas» de un gobierno que ha arruinado a un país para no hacer reformas, que no ha hecho ninguna reforma estructural porque no quiere perder sus privilegios.
Litz, esta sra. no se entera. Lo que queremos los ciudadanos es que alguien venga a hacer limpieza de tanta corrupción que ha llevado a esta país a la ruina y a muchas familias a no tener nada con que sobrevivir si no es con ayuda de alguien. Estamos hartos de que encubran a tanta corrupción. Hay muchísima gente que lo está pasando realmente mal a causa de ese daño hecho a las arcas públicas.
Dice la señora Soraya Sáenz de Santamaría, «los ciudadanos quieren reformas y no revoluciones». Sí, hagan mas reformas laborales, despido libre, desempleo quitado, la sanidad privada, la enseñanza privada, seguir dándole vuelo a las grandes empresas, eléctricas telefonía, bancos, etc. Mejorar las expectativas y esperanzas de empleo. Sobre todo seguir con esperanza, porque pa mitad del empleo creado es basura, contratos de 4 horas, trabajas 10 horas, cobras 5 horas, a 5 euros la hora. Esa gente tiene puesta la esperanza en Podemos, aunque después la realidad sea otra
Sra vicepresidenta, son precisamente las reformas llevadas a cabo por su gobierno las que hacen que sea necesaria una revolución que pueda devolver a los ciudadanos un mínimo de dignidad!
Señora Santamaria, son personas como ustedes los que impiden la evolución y harán inevitable la revolución. Así que no se quejen, asuman las consecuencias de sus actos.
Santamaría, lo que quieren los ciudadanos es trabajo, pan y techo, que se acabe la corrupción y que os vayáis porque ya habéis hecho demasiado daño, mintiendo tanto que ya no caben las mentiras en ningún sitio. El programa con el que ganasteis las elecciones es un timo, un fraude, una estafa, no se ha cumplido nada. Eso es lo que quieren y piensan los ciudadanos y lo van a decir claro y alto en las elecciones.
Sometida la política a la economía, el Imperio neoliberal ha hecho su política con su economía. Aquí, el ppsoeismo, que ha sido su rostro visible, trasladó el poder del Estado a las empresas, de la política a las finanzas. La clase política se rindió en bloque y el poder se concentró en la economía. Desde entonces, ellos, los economicistas tienen la palabra.
Entiéndase como reforma: abaratar el despido, recortar en sanidad, en educación, bajar los salarios, quitar ayudas sociales, desamparar a los mas necesitados, y, entre reforma y reforma dejar un panorama desolador. Si, pequeñaja, a la gente de este país no nos cabe mas agradecimiento.
La «niña» tiene razón al decir que los ciudadanos no quieren revoluciones, también en que lo que precisan son reformas. Reformas si, pero reformas que devuelva al pueblo sus derechos, que la libertad de expresión no sea reprimida, y que lleven ante jueces no corruptos a todos los que se beneficiaron de su cargo para enriquecerse de forma ilícita, y en definitiva, que la justicia deje de retrasar los casos, actuando de forma contundente contra la corrupción, obligando la devolución de lo defraudado, y en caso contrario, no ser beneficiarios de ningún beneficio penitenciario, teniendo que cumplir integra la condena, y los bancos que fueron rescatados con dinero publico, no puedan embargar a aquellos que perdieron su trabajo por la nefasta política del desgobierno.
Con actitudes como la del presidente de Repsol, desde luego dan ganas de hacer la revolución. Se están forrando a costa de los españoles con unos carburantes de precio abusivo, y ahora carga contra Competencia ¿Quién se cree que es Repsol para recusar a quién le puede sancionar? Ya han salido de mala manera de Bolivia y Argentina por creer que eran más poderosos que sus respectivos gobiernos. »Aquí» parece que tienen vara alta con el ministro del ramo, un tal Soria que el diablo confunda, que parece que está más para favorecer a las petroleras que para conseguir que la energía que se produce en España sea todo lo barata que nuestro »Sunny Spain» y los vientos que recorren la piel de toro gratis todos los días del año nos podrían proporcionar. Mucha gente cobra comisiones de los de la OPEP y similares para que siga consumiéndose petróleo y se abandonen las energías renovables. Mister X, Aznar y alguno más que han pasado por los ministerios correspondientes.
Repsol se defiende como puede. Ahora veremos hasta dónde llegan los tentáculos de la multinacional petrolera en el «independiente» organismo de la competencia. Precisamente esta empresa, y alguna que otra más no es de las que más se puede quejar y menos teniendo a tanta basura de vividores de los ¿gobiernos? anteriores en su nómina, por no hablar de los candidatos que ya tienen.
El lobo enseña los dientes. Recuerdan ustedes cuando Repsol se vestía de caperucita y apelaba a la comprensión y el apoyo de los ciudadanos cuando el gobierno argentino le expropió en mayo de 2012, sin entrar a dilucidar el motivo o el procedimiento aplicado por los argentinos. Tuvimos hasta llamadas al patriotismo. Vergonzoso. Ahora que, un organismo público les atiza por pasarse de listos, ahora enseñan su verdadera marca.
Es muy fácil caer en la crítica a las empresas por el puro hecho de ser grandes y multinacionales, lo que ya les hace sospechosas. Yo me enfrenté en el pasado a expedientes sancionadores de competencia y esos funcionarios piensan más en quedar bien ante la opinión pública que hacer un trabajo realmente objetivo. Dan asco, porque están totalmente contaminados por sus prejuicios y su prepotencia. Con ello no quiero decir que Repsol tenga razón, o toda la razón, pero con frecuencia los de competencia me han demostrado carecer de fundamentos jurídicos, y menos aún económicos, cuando toman sus decisiones. Por cierto, al menos las multinacionales pagan salarios decentes, cumplen la normativa laboral y no abusan de sus trabajadores como hacen otros. En fin, demasiada demagogia
¿Revolución? El espíritu democrático, consiste en acatar la decisión de la mayoría sea la que sea, pero cuando ésta decisión está tomada por personas que ni piensan, ni saben lo que hacen y de éste modo obligan a someterse al mandato de algo impresentable, sostener ese espíritu democrático se convierte en una pesadilla. No sé si éstas incomprensibles actitudes forman parte de una estudiada idiotización: programas como SÁLVAME con cuatro horas diarias de máxima audiencia, media España mandando SMS para que Belén Esteban gane un concurso, Paquirrín grabando discos y vendiéndolos…, si los que quieren Rajoys, y a Aguirres etc, para que trabajen a su favor en detrimento de los puteados, para que estos puteados les voten, no cabe duda de que han hecho un gran trabajo. ¿Revolución? No aquí, desde luego.
Fanny, haz cuentas. La fragmentación de la izquierda, la falta de alternativas claras, el discurso ambiguo que Podemos ha hecho aceptable, abriendo la puerta a C´s, un discurso clásico de la derecha, incorporado por la izquierda con éxito efímero, ese discurso ambiguo siempre favorece a la derecha. El guirigay montado por IUCM ante la presión de Podemos y el afán de este de destrucción de la izquierda organizada.
Ante todo esto ¿de verdad hay una alternativa brillante, clara, CONVINCENTE?. Pues no.
No es un caso aislado, sino, fíjate, por mostrar un ejemplo, en Rita, que sigue empujando las encuestas después de veinticuatro años con la vara. ¿Se puede hacer peor? ¡Ya verás que sí… No ves que el pueblo está abotargado, sale más gente a la calle para celebrar una copa de lo que sea, aunque si es de fútbol, ya ni hablemos. Nada importan los desmanes de quienes nos administran, ni los recortes en lo prioritario para D. Mariano, que dice que es algo así de educación… Hemos vuelto al cortijo y lo que diga el señorito, pero con circo, por favor.
El derecho a huelga se consiguió haciendo huelgas. Esta afirmación, que escuché por primera vez a Marcelino Camacho, contiene toda una forma de entender la política y los derechos sociales. Una fórmula de total vigencia. Quien no lucha, no gana. Y quien se muestra indiferente ante lo que sucede a su alrededor, sólo puede perder. El derecho a huelga siempre ha estado amenazado, especialmente por parte de las élites económicas y políticas que prefieren recursos humanos a trabajadores con dignidad. Hoy más de 300 sindicalistas tienen procesos administrativos o penales abiertos contra ellos. Por participar en huelgas generales o manifestaciones. Están así por defender nuestros derechos conquistados. A esa situación se suma la ley Mordaza y el nuevo código penal aprobado por PP y PSOE. Terribles ataques contra la libertad, pero claros intentos de evitar que protestemos ante la imposición de una suerte de neofeudalismo. Hay que echarles.
Somos un país muy peculiar, será cuestión del crisol de culturas que decían los eruditos, pero lo cierto es que yo no apostaría por el continuismo, esta vez no. Son muchas patadas en el cielo de la boca, muchas sandeces día tras día como para que esto siga igual.
Lo cierto es que se me está haciendo eterno e insufrible este estado de propaganda electoral permanente. No hay un solo día en el que no descubramos un nuevo corrupto del PP. Ya se que a la mayoría de la gente se la suda el tema, total ellos harían lo mismo si pudiesen, pero, hay otra gran mayoría que no soporta más tanta altanería y tanta desfachatez, y eso se paga, eso lo pagarán en los tribunales unos, en las urnas otros.
El miedo va dejando paso a la osadía de encarar el futuro con otra visión diáfana y clara. Ya no se trata de ver brotes verdes donde solo hay fango, ahora podremos empezar a caminar erguidos sin tropezarnos con el lodo y la basura con la que han embarrado este país. Un país que empieza a despertar de su letargo, que empieza a querer ser los protagonistas de su futuro, un futuro decidido por todos y para todos, un futuro donde la arrogancia, la prepotencia y el ninguneo, no tengan cabida. Donde las escuelas sirvan para enseñar, no para adoctrinar, donde la sanidad sea un derecho inalienable, tengas la enfermedad que tengas, donde los dependientes sean considerados como seres humanos y no como centiles, donde nuestros jóvenes puedan labrarse un porvenir con un sueldo digno y derechos intocables.
Todos sabemos que a partir de ahora cualquier tropiezo sera amplificado y restregado hasta el hartazgo por el PP y los medios que tanto alababan babosamente a Albert Rivera. Hemos de estar vacunados contra la manipulación sin perder la ilusión de crear un sistema mas justo.
Me quedo con tu frase «Grecia no esta sola». Define muy bien este momento. Ayer Barcelona amaneció mas guapa.
La vieja guardia de IU, ahora ya no les quedará mucha mamandurria institucional que defender y, si tuvieran algo de decencia, se irían a casa. Pero ¿Qué van a hacer unos tipos que siempre han vivido de lo mismo, sin pegar golpe y de puta madre.? Que se aparten y dejen a Alberto Garzón solo que se las apaña muy bien y además tiene cerca de él al maestro Anguita que lo ha visto todo antes que nadie, y mucho se le critico cuando lanzó la iniciativa de izquierdas.
Quería comentar lo llamativo que resulta la ABSOLUTA ausencia de autocrítica de los dinosaurios peperos calcinados por su propia piromanía. No han entendido nada de nada, están tan asombrosamente lejos del pueblo, de los ciudadanos, no digamos ya de los que sufren, que sólo lamentan haber perdido «la partida»; es evidente que para ellos la política es una especie de juego de salón emocionante, un pasatiempo, como mucho un mal necesario para salvaguardar sus privilegios de siempre que consideran innegociables. Me cuesta entender que haya este tipo de personas tan deshumanizadas, tan endiosadas que son incapaces de entender ni siquiera un poquito que otras personas lo pasan mal (por su culpa) o que su nefasta gestión se puede volver incluso un boomerang contra sus propios y egoístas fines. Es extraño que no teman, conociendo de primera mano, mejor que nadie, a los grandes tiburones internacionales, a los depredadores neocon de la UE y demás alimañas, que también van a por ellos, con la misma codicia.
Empresarios catalanes presionan para que Ada Colau no sea alcaldesa. Presionan para acuerdos entre los partidos tradicionales tras el ascenso de Colau. Trias afirma a la probable alcaldesa que «poderes económicos» le prefieren. ¿Alguien sigue con dudas respecto a quién gobierna de verdad en este país? Razón de más para apoyar a Colau. Nos han mentido estos poderes económicos y ahora quieren seguir engordando sus cuentas bancarias en Suiza. Lamentable y vergonzoso.
Vaya argumento más estúpido de Trías. Los poderes económicos prefieren siempre al más dócil, al más manejable, al que se pliega a sus órdenes, al más tonto. Trías se retrata cuando hace semejante afirmación: es el tonto útil de las multinacionales para seguir engordando la cuenta de beneficios. Me temo que el programa de Colau de preocuparse por la gente y sus problemas no les gusta tanto a los «poderes económicos» (= Mafia)
Que suerte que el voto del empresario solo cuenta por uno…
Debemos ser conscientes que los poderes económicos ante el cambio necesario proyectado intentarán que fracase este, utilizando para ello todo tipo de medios y chantajes.
En esto también tenemos que tener claro quienes son los políticos directamente encargados de que esto sea así, y allí nos encontraremos no solo con políticos de la derecha nueva y vieja de todas las nacionalices y regiones, sino también con algunos viejos y nuevos políticos de «izquierda» como el señor Felipe González, el señor Bono y muchos mas mariachis.
El pavor de los poderosos, el miedo a perder tajada, las frustraciones que se pueden producir en pelotazos apalabrados, en recalificaciones urbanísticas, en concesiones millonarias, en privatizaciones ruinosas para lo público, y los aliados políticos y mediáticos de los poderosos no cejarán en su empeño de hacer descarrilar los nuevos gobiernos municipales surgidos de las candidaturas de unidad popular. Saben que estos quieren cambiar la agenda pública, cambiar los programas políticos que se implementan, defender el interés público por encima de los espurios intereses privados. Las mayorías escasas de Ahora Madrid y Barcelona en Comú necesitarán de mucho apoyo popular. La mejor manera de conseguirlo será ser consecuente en la acción de gobierno con las propuestas con las que se gestaron estas iniciativas.
Ya empiezan: estoy viendo en la televisión como acusan (sin contraparte) a Ada y Manuela de quitarles las casas a la gente de bien impidiendo que los pobres y honrados propietarios recuperen sus viviendas. Debaten, sin debatir, sobre propuestas inventadas de entregar las viviendas alquiladas gratis a los inquilinos, sin mencionar ni una sola vez las auténticas propuestas relacionadas con sacar al mercado de alquiler los miles de pisos vacíos que tienen los bancos y entidades financieras.
No es una cuestión ideológica, por mucho que quieran disfrazarla de patrioterismo, sino económica. Saben que sus contratos con la administración peligran y con ello sus suculentos negocios. A los que ya estaban tantos años al frente de los ayuntamientos y gobiernos autonómicos ya los tenían controlados y contentos con las generosas mordidas. No hay mas escuchar las grabaciones de los corruptos para darse cuenta de la seguridad que sentían respecto de su negocio. Solo con que se acabe eso y como bien dices, se empiecen a hacer las cosas mirando por el interés común, ya habrá merecido la pena.
La culpa de que ella este en la alcaldía es de estos mismos empresarios que mientras chupaban todo iba bien, verdad? La falta de responsabilidad cívica ha de pagarse de alguna forma. Y a esto lo llaman «democracia». Ole! Marca España?
Esta actitud de los empresarios seria gravemente perseguida por la justicia en los EEUU. Imaginen que cuando Obama gano las elecciones, algunos empresarios hubieran hecho presión para no darle la presidencia. Es inimaginable! Esto es de un país bananero y que me perdonen los países bananeros porque están a mejor altura que esto.
Los ciudadanos votan a esta señora como alcaldesa y Ciu se empeña en que no sea alcaldesa. En términos nacionalistas, no parece que estén respetando la voluntad de los catalanes. Ah, que respetar la voluntad de los catalanes, es siempre que digan lo que algunos quieren oír. Por cierto, no parece que los barceloneses puedan sentirse muy respetados por la Generalitat. Como se nota que algunos se han erigido en portavoces de su pueblos sin serlo.
Yo recomendaría a los empresarios que sean demócratas. A veces la democracia funciona a las mil maravillas. En 2011 Bildu se hizo con la alcaldía de San Sebastian. Tras 4 años de legislatura no se ha producido ninguna revolución política, la gestión ha sido pobre y los ciudadanos han votado la PNV. En el ayuntamiento se hace política, claro, pero poca. Ada Colau va a gestionar un presupuesto anual de 2000 M y veremos a ver qué tal lo hace.
¿Porqué no presionaron a los gobiernos de PSOE o CIU para que acabasen con la corrupción y gestionasen bien? Porque a ellos les iba bien con sus adjudicaciones y comisiones. No olvidemos que la llegada de «los nuevos» es consecuencia de lo mal que lo han hecho «los viejos»
Ada Colau es el máximo exponente de la persistencia. Una señora que ha bajado a las cloacas de la sociedad y sabe bien los problemas reales del día a día, creo que es la persona ideal para gobernar un ayuntamiento, una comunidad o un país. Nos han gobernado megalómanos y tiranos que no le importaba nada la vida de los ciudadanos, y la sociedad haciendo de «snobs», proyectan en ellos como los triunfadores de la vida, aunque dejen tirados a la gente desfavorecida por el camino. Es la hora del cambio y por mucho miedo que nos intenten meter, es imparable, solo para gente con cabeza y sobre todo con corazón!
Ante la probabilidad de que pueda acabarse con el «capitalismo de amiguetes» y el control por parte de «los de toda la vida», la oligarquía va tomando posiciones ¡Y luego dicen que no hay clases! Cataluña y el resto de España, desgraciadamente siguen siendo muy clasistas.
Madrid es una de las “capitales de la pobreza en Europa”: 117.000 familias ingresan menos de 340 euros al mes; el 9% de madrileños no puede calentar su vivienda en invierno; y el 3% no puede permitirse una comida de carne o pescado al menos cada dos días. Los datos son incontestables.
Todo esto que dice Carmena que va a dar no es competencia municipal, es como si se compromete a fletar un barco para salvar las ballenas, como si fuese greenpeace. Por otro lado, si Madrid tiene una deuda excesiva, según ella, y no quiere subir los impuestos,¿Cómo lo va a pagar? Y para terminar, aparte de hacer de Papá Noel, ¿Piensa gestionar la ciudad, en lo que se supone que la función de un ayuntamiento?
ESE NO ES EL CAMINO. Eso solo es más dinero de los contribuyentes, para los ladrones de las renovables, de los bancos y los especuladores inmobiliarios, el camino es suprimir las ilegales primas a las renovables con lo que el precio de la electricidad bajaría a menos de la mitad, y sacar a subasta pública todos los pisos del SAREB, para que no siguiera, con nuestro dinero, manteniendo artificialmente los altísimos precios de la vivienda que solo benefician a los especuladores y nos privan a los españoles del constitucional derecho a la vivienda.
Este país necesita simplemente gente nueva que no robe y no tenga una red de clientelismo a todos los niveles, cambiar la ley electoral, perseguir el fraude,… Estas medidas que anuncian deberían ser casos estudiados, minoría. No pueden ser punta de lanza de la promesa política. España está mal, sí, pero esto no es Ruanda. Hay que conseguir que la gente tenga un empleo y sufragar gastos en casos determinados, pero no hacer una norma al tun tun. El español medio no es como un europeo del norte. Si no controlas exhaustivamente muchos vivirán del Estado sin más. No sé la viabilidad de esto sin exprimir más a la clase media. Ya decían los de podemos que querían aumentar impuestos a los de rentas de mas de 50000 (brutos) es decir una persona que ya paga cerca de un 30% de irfp, cuyo sueldo sea poco mas de 2000, con una familia, se le considera renta alta. Esto no es pensar que los que cobran mas deberían cobrar más, sino empobrecer a la clase media como si fuesen burgueses.
Lo que dice Carmena es viable y simple. Quiere destinar 79 millones a los más desfavorecidos y eso se consigue de varias maneras, y entre ellas reducir el número de funcionarios que no son necesarios; reduciendo el sueldo a otros (empezando por ella misma) gastos innecesarios y así sucesivamente. No es un milagro, es una buena administración que nunca ha hecho ni el PP ni el PSOE en sus etapas.
Aquí los únicos que viven del Estado son los políticos y los enchufados de los políticos; y da igual que sean de una partido político u otro. El funcionario de carrera, que demuestra su capacidad y méritos en un concurso oposición, no se puede comparar con la recua de mangantes que simulan trabajar en las administraciones públicas. A los enchufados habría que largarlos inmediatamente de las administraciones porque son un gasto superfluo; pero aunque no sirven al ciudadano, que paga, sí sirven al político, que de esta forma dispone de un voto cautivo de muchos miles de personas (enchufados, familiares y aspirantes); en definitiva, son un nuevo caciquismo; resulta dudoso que estas clientelas desaparezcan; es cierto que con la debacle pepera desaparecerán muchas, pero serán sustituidas por otras al servicio de los nuevos gobernantes que controlarán el aparato caciquil en ayuntamientos, empresas municipales, chiringuitos autonómicos, becas y prebendas etc etc. Nuevos amos, nuevos clientes: basta con pensar en las novelas decimonónicas de Pérez Galdós y en la figura del cesante. No es un problema de personal político; es que este sistema resulta cómodo y lucrativo para cualquier político al margen de su etiqueta ideológica. De hecho, conozco personalmente a algunos podemitas que piden a voz en grito la «regeneración y el fin de la casta» sin caer en la cuenta de que ellos mismos trabajan gracias a un enchufe político y son, por lo tanto, tan casta como aquellos a quienes critican. ¿Estupidez, cinismo, oportunismo? De todo hay, ciertamente. Con este panorama resulta difícil soñar con un cambio en profundidad de métodos, de sistema, aunque cambien las personas. Y en cuanto a los «emprendedores» que emprenden cualquier chanchullo con dinero público y luego, tras embolsarse la pasta, cierran el tenderete, ¿qué decir de ellos? ¿Y qué decir también de los sicofantes neoliberales que son profesores de economía en una Universidad pública o políticos profesionales o parásitos de la función pública? «No quieras para los demás lo que no quieres para ti» decía Kant. Nuestra casta es antikantiana: «Quiere para los demás lo que no quieres para ti.»
Patria : Es un sitio que defienden muchos para que unos pocos vivan a sus anchas y que están registrados en paraísos fiscales.
Para el electorado que decide, ese que se ubica en ese espacio de centro, o de derecha que no dice su nombre, la expectativa de cambio da miedo. En una sociedad envejecida como la española vamos hacia una hegemonía de la derecha de largo alcance. La falta de consecuencias de la corrupción es todo un síntoma. La izquierda debe trabajar más fuera del foco mediático. Recuperar viejas tradiciones que actualizadas podrían recuperar a esos sectores pauperizados y despolitizados. Lo que el movimiento obrero clásico supo hacer con los ateneos libertarios y las casas del pueblo alfabetizando y politizando al proletariado. Ahora hace falta una nueva politización y pensar menos en los cargos, ¿pero quien está dispuesto a esa renuncia? Esa sería la verdadera expectativa de cambio.
Pobres argentinos. Macri entrega Argentina a los ‘neocon’. Con un gabinete compuesto por ejecutivos de multinacionales, las medidas económicas del nuevo Gobierno argentino pasan por obtener créditos externos y restablecer vínculos con EEUU. La mayoría de los argentinos entregó el patrimonio de mano besada a quien los va a hacer arrepentirse el haber nacido: Eligieron el MAL MAYOR… Curioso!
Argentina recupera su época mas oscura. Antes había golpes de estado impuestos a sangre y ahora son incruentos pero el fondo es el mismo. Siempre hay una oligarquía vende-patrias. El liberalismo sigue su hoja de ruta allí y aquí con la complacencia e ignorancia de los que sufren sus consecuencias.
Argentina arrastra una tara política desde 1945 aproximadamente que se llama peronismo. Esta doctrina populachera y demagógica ha hecho un daño terrible a la sociedad e instituciones argentinas, inoculándolas de sectarismo, violencia y corrupción. Consiguió incorporar, eso sí, a la clase obrera a la política argentina, pero ésta perdió sus anterior identidad socialista o ácrata y se convirtió en la claque de Perón, Evita y una cúpula sindical mafiosa. En el fondo, el peronismo es un movimiento originariamente relacionado con la tercera vía autoritaria y corporativa que en Europa representaron los movimientos fascistas; el coronel Juan Domingo Perón conocía bien y admiraba la dictadura fascista de Mussolini y mantuvo durante unos años buenas relaciones con Franco. Cuando lo destronaron los militares en 1955 Perón acabó recalando en España; vivía en un chalet en Puerta de Hierro, una de los barrios más ricos de Madrid, en compañía de su tercera mujer Isabelita y de su mayordomo, el siniestro José López Rega (a) «El Brujo». Desde esta mansión dirigía el movimiento peronista, semiclandestino en la Argentina de la democracia «tutelada» por los militares. A finales de los 60 y primeros 70 la aportación del peronismo a la convivencia argentina, ya quebrada por el progresivo deterioro económico, fue memorable, apareciendo peronistas de izquierdas revolucionarios, los célebres montoneros (que venían del catolicismo conservador del grupo Tacuará); y en reacción a la «subversión zurda» surgieron también varios grupos terroristas de peronistas de derechas, el más conocido la Triple A, responsable de 2000 asesinatos entre 1973-1976. la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) estaba financiada por López Rega, ministro de bienestar social, y por la cúpula sindical de la CGT. Su jefe era el comisario de la policía federal bonaerense y peronista de toda la vida Alberto Villar. La Triple A era, a la vez, terrorismo parapolicial y el brazo armado de la derecha peronista. En total, esta guerra civil entre peronistas de izquierda y derecha arrojó un saldo de 3000 muertos. En 1976 regresaron los militares; ya sabemos qué hicieron. En 1989 ganó, ya con la democracia, un peronista que se llamaba Carlos Saúl Menem y que arruinó Argentina. Y luego llegó el clan Kirchner. Ahora le toca a Mauricio Macrí, que no es peronista y a quien le harán los mafiosos peronistas la vida imposible (como se la hicieron a Alfonsín y a De la Rúa). No llores por mí Argentina.
No existe evidencia alguna que permita sostener que la gestión privada mejora la gestión pública. Solo disponemos de evidencias parciales y sectoriales. Depende de qué, cuándo y cómo. Si no me creen ahí está, por ejemplo, el Informe del Tribunal de Cuentas sobre gestión municipal en España (2011) demostrando, no solo que la gestión privada no sale más barata que la pública en los ayuntamientos, sino que la gestión pública mejora la calidad y el precio de servicios básicos como aguas o limpieza.
La batalla tenemos que librarla una y otra vez en el terreno de la información. El relato que estos delincuentes de cuello blanco han construido de su «buena gestión», de su «sentido común», etc, es poderosísimo, obviamente con la ayuda y colaboración «desinteresada» de la mayoría de medios, periodistas y estómagos agradecidos de todo pelaje.
De ahí la cantidad enrome de votos que obtienen que les permiten, si no gobernar, mantener unas cotas de poder que siguen retro-alimentando el monstruo. Modificando la educación para evitar dotar a los niños de espíritu crítico, privatizando servicios que funcionan estupendamente, manipulando grotescamente la realidad desde los foros públicos a los que acceden sus votantes menos críticos (jubilados en su mayoría) y vuelta a empezar.
Hay que romper ese círculo vicioso, y la única manera es ir modificando el relato. Es complicado cuando la mayoría de las empresas y grandes fortunas están en contra, pero tenemos a favor la voluntad, la gente y la flecha del tiempo (que también acabó con los dinosaurios). Se han conseguido mejoras que hace 100 años hubieran sido inimaginables incluso en el espíritu más utópico de su tiempo.
La película «Sufragistas» habla de todo esto. Paciencia, Voluntad y Determinación son esenciales para cambiar las cosas. Y las cambian. Es posible la Revolución.
El capitalismo ha conseguido (supongo que sin querer), que las personas se hayan hartado de sus «administradores» en España (PP-PSOE). El voto del malestar generalizado se ha disgregado y ni siquiera unas nuevas elecciones conseguirán desbloquear la situación política. Los efectos secundarios de la crisis del capital son gravísimas. La crisis no se ha solucionado, ni tampoco estamos en «otra» crisis. Sigue siendo LA MISMA que se inició en 2008 en USA (subprime). En el caso español, por la famosa burbuja inmobiliaria. El sistema está agotado, nos agota y nos envía al mismísimo infierno. China, el petróleo, la UE, etc. e incluso en la boca del lobo del capitalismo (USA), los cálculos más optimistas, calculan que el 40% de trabajadores perderán su empleo, antes de 2030… Revolution is possible.
Al final el objetivo
Siempre es el mismo
Mantener y acrecentar ese gran rebaño español
Plagado de seres
Incapaces de pensar por su propia cuenta
Papanatas, incautos, vasallos de las ideas ajenas
Borreguitos incultos
Carnaza fácil
Para el enriquecimiento de los de siempre
En relación con la revolución cubana, el famoso episodio Lojendio con Castro, entre otras cosas en el artículo «Luis María de Lojendio, portavoz de la política exterior española en la guerra fría. Un viaje personal desde el primer al último franquismo» de Juan Manuel Fernández Fernández-Cuesta, en Hispania Nova:
http://e-revistas.uc3m.es/index.php/HISPNOV/article/view/2972
La otra parte de la realidad es simple: Obtener el poder. Algo posible en Democracia, aunque sea con una ley de partidos injusta, que se cambiaría. Luego a por Europa y se echa a la troika a pacer hierba.
Cómo, pues como lo está haciendo Podemos, con la participación del pueblo.
Yo quiero que se pongan inmediatamente a solucionar los problemas de los ciudadanos, que es lo urgente, y luego con todos los corruptos a la cárcel y devolución de lo robado. Impuestos a los ricos, a los bancos, a las grandes empresas y a la iglesia, y se consigue dinero muy de sobra para pagar la deuda-basura y se acabaría con el déficit. Entretanto se crean empresas públicas, privadas y cooperativas para luchar de verdad contra el desempleo. Se refrendan normas para regular la educación, sanidad, etc. haciendo leyes democráticas, sensatas, de progreso y evolución positiva. A continuación, preparar una buena Constitución debatida y elegidos sus contenidos por el pueblo via online, refrendarla y ponerla en marcha. Lo mejor es que se podría hacer en una sola legislatura todo esto. Después, incluso podríamos abandonar Europa, si conviene, la de los rufianes tal y como está ahora, y no pasaría nada malo. Lo que pasaría es que seríamos libres. Aunque también podemos seguir la lucha y cambiar Europa, haciendo la Democrática realmente, que fue la idea original. Hasta podríamos enviar al paro al Felipe de Bourbon. Hasta podríamos……..
Si duda, este es el reto que tendrá el gobierno que salga. Veremos como harán frente al reto que Bruselas tiene preparado para recortar aun mas los salarios y las pensiones. a los españoles. El PSOE está perdiendo un tiempo precioso al negarse a pactar con la izquierda , coqueteando con el PP y Ciudadanos, con lo fácil que lo tiene y no se quieren enterar que sin duda, seria la mejor solución, porque es la izquierda europea la única que puede ser capaz de reestructurar la economía en toda Europa y sacarnos de una crisis ya demasiados años prolongada acumulando mas, y mas riqueza de los bancos y prestamistas usureros, que no tienen sentimientos llevando mas y mas a la pobreza a los pueblos, mientras engordan sus cuentas en los paraísos fiscales.Venga Sánchez planta cara ya de una vez. y ponte en tu sitio. Para acabar con las enormes desigualdades, hace falta una huelga general en toda Europa, fortalecer a los sindicatos porque es la única arma que tenemos los trabajadores. y sin embargo, nos los han prácticamente eliminados, por los sindicatos han dado la vida millares de ciudadanos obreros par conseguir lo poco que ya nos queda, porque poco a poco, nos lo están arrebatando.
La democracia nunca ha sido un valor central del neoliberalismo: las libertades republicanas plenas suelen resultar incompatibles con la «economía de mercado libre». Cuando las mayorías sociales interfieren sobre los «derechos incondicionales», que cualquier agente económico tiene de disponer a su antojo de sus propiedades, riquezas, e ingresos, incluso negando los atributos ciudadanos de los grupos menos «pudientes», aflora el NEOFASCISMO.
Seguramente los chicago’s boys de ppsoec`s, como lo hicieron sus maestros Friedman y von Hayek, admiran la experiencia pinochetista chilena, sin sucumbir a una incoherencia teórica, ni comprometer sus sagrados principios economicistas.
Ladran, luego cabalgamos. Como no tienen argumentos que oponer se dedican a lo único que saben hacer bien: el matonaje de patio de colegio. El insulto, el fango, el acoso y el derribo. Sin embargo las fuerzas del cambio cada vez están más fuertes en las encuestas (CIS último por ejemplo). Por el contrario, el PP y sus voceros, se están retratando aún un poco más, si cabe y lo único que consiguen es que la gente vea, cada vez más, su verdadero rostro: antidemocrático, autoritario, hipócrita en grado máximo y fascistoide. Ellos solos se están echando por tierra y las fuerzas del cambio, con todo, subiendo.
Sin duda un historiador del futuro incluiría lo ocurrido estos días en su relato para explicar bien esta época actual que estamos viviendo. La vieja guardia se aferra desesperada al inmovilismo y para ello no duda en aplicar severos castigos a participantes de una huelga (ocho años de cárcel por estar en un piquete), en meter en prisión a dos artistas por una obra de ficción o en introducir más leña en el fuego de cierta prensa parcial y propensa a los linchamientos.
Entre los políticos, sus ideas y los ciudadanos existe un muro de contención, como una enorme presa. Ese muro de contención se llama sistema de partidos.
Los partidos son como los canales de televisión, unos dicen una cosa, otros otra, compiten entre si, y no escuchan a los ciudadanos, son islas-cortijos y canales de una sola vía, del canal al ciudadano, no hay comunicación en 2 sentidos.
Si te gusta lo que dice el cortijo X, apoyas a ese cortijo, hasta ahí es simple. Pero la realidad no es simple. Ya que no son canales ni cortijos. Sino que se supone que cualquiera de ellos debe ser capaz de gobernar un país, representando a todo el mundo.
En este maravilloso espacio geográfico virtual que es Europa, los peones tienen la posibilidad de imaginar que el tablero es de ellos mientras el rey y la reina simulan mirar hacia otro lado. Esa situación se produce todos los años en algún Parlamento, Congreso o convocatoria vecinal para protestar por el aumento de la tarifa del gas o la invasión de turistas en pisos clandestinos que orinan contra las paredes el residuo de sus borracheras estivales. Los peones se colocan delante de los micrófonos y recitan, con pasión incluso, discursos plagados de citas, números, acusaciones, referencias históricas, verdades distorsionadas y tendenciosas y mentiras sonrojantes. El escenario político tiene el tamaño de twitter y la acústica de facebook y la vida en general se ha reducido a los caracteres que caben en una micropantalla. «Dejemos jugar un rato a los chicos para que no se aburran» parece ser el mensaje de los que nunca se ensucian las manos mientras las playas del Egeo se llenan de cadáveres y se siguen construyendo alambradas y muros y fronteras para que podamos seguir conservando esta ficción de libertad, igualdad y fraternidad. Es probable que se celebren nuevas elecciones en junio pero solo será una leve alteración en el calendario de los dueños del tablero.
No sé por qué, hoy me vienen a la memoria varias frases del comandante….
«Seamos la pesadilla de quienes pretenden arrebatarnos los sueños»
«Siempre adelante, ni un paso atrás y lo que ha de ser, que sea»
«Seamos realistas y hagamos lo imposible»
«Solo los que viven de rodillas ven a sus enemigos como gigantes»
«Prefiero morir de pie a vivir arrodillado»
«Que culpa tengo yo de tener la sangre roja y el corazón a la izquierda»
«La única lucha que se pierde es la que se abandona» … y muchas más.
Ernesto «Che» Guevara
Tanto el stalinismo como el imperialismo han coincidido en presentar a la revolución húngara de 1956 como un intento de volver al capitalismo, ocultando el verdadero carácter de esta gran revolución. En ella los obreros (especialmente la juventud) con la ayuda de los estudiantes e intelectuales, organizaron consejos obreros para liberarse no sólo de la opresión nacional que les imponía la burocracia soviética y una mayor democracia en las decisiones políticas sino para volver a poner la economía al servicio de una verdadera planificación socialista.
Testigos directos de los acontecimientos como el periodista Peter Fryer, Balasz Nagy (ex comunistas y oposicionistas que terminaron adhiriendo a las ideas del trotskismo) o el historiador Pierre Broué, nos relatan con gran emotividad los eventos, demostrando que lo que verdaderamente ocurrió fue una revolución obrera contra el stalinismo. Su derrota, lamentablemente, fue una de las que abrió paso al avance de la restauración capitalista en los llamados países del «socialismo real».
Desokupa: la empresa dedicada a desalojar investigada por amenazas y coacciones. Entidades como la PAH denuncian sus prácticas, tildándolas de «matonismo» y «extorsión», y alertan del peligro que suponen para los «derechos de las personas». La empresa destaca que su actividad es legal y que «ofrece un servicio», por lo que no ve motivos para la investigación judicial por un desahucio. Desokupa practica 20 desalojos semanales, se les vincula con la extrema derecha y abrirá este año hasta ocho nuevas franquicias en toda España.
Basta ver la pinta de los «trabajadores» de Desocupa, para darse cuenta de que son porteros de discoteca reciclados para soltar estopa

John Merriman. Masacre vida y muerte en la Comuna de París de 1871.
La Comuna de 1871, uno de los capítulos más dramáticos en la historia de la Europa del siglo XIX, fue un experimento revolucionario ecléctico que disputó el poder en París a través de ocho semanas entre el 18 de marzo y 28 de mayo. Su breve gobierno terminó en Semana Sangrienta la masacre brutal de 15.000 parisinos, quizá más, que perecieron a manos de las fuerzas del gobierno provisional. Se quemó gran parte de las calles de la ciudad habían sido incendiadas y se derribaron muchos de sus monumentos. Se investigó a más de 40.000 parisinos, quienes fueron encarcelados o forzados al exilio, una purga de la sociedad parisina realizada por un gobierno nacional conservador más preocupados por la pila de escombros que se acumulaban en las calles que de las numerosas muertes de los resistentes.
En este relato, John Merriman explora las raíces radicales y revolucionarias de la Comuna, esboza vívidos retratos de los comuneros, los trabajadores, artistas famosos y mujeres que, como la Libertad guiando al pueblo, invitaban a la batalla y su vida cotidiana detrás de las barricadas y el análisis de las consecuencias que entrañó la Comuna para la configuración del Estado y la construcción de la soberanía en Francia y la Europa moderna. Apasionante, evocador y profundamente conmovedora, esta narración ofrece una visión completa de un momento decisivo en la evolución del terrorismo de Estado y la resistencia popular.
«El problema de los ciclistas.
Parece ser que a raíz de las muertes de los ciclistas de Oliva a manos de una conductora borracha y drogada, Tráfico se plantea endurecer las penas para los conductores reincidentes.
Estamos equivocados si los ciclistas pensamos, y vosotros pensáis, que nuestro problema es el que una borracha coja un coche después de una noche de drogas y alcohol. Ese problema no es de los ciclistas, ese problema es de todos. La tipa invadió el carril contrario llevándoselos por delante. Si en vez de en bici, hubieran ido en coche, también los hubiera matado. Te voy a decir el problema que tenemos los ciclistas.
El problema que tenemos los ciclistas eres tú, cuando pretendes incorporarte a una vía y ves que vengo, pero piensas que como tú vas en coche y yo en bici te dará tiempo y sales, haciendo que me estampe contra ti.
El problema que tenemos los ciclistas eres tú, cuando no te sabes las normas de circulación y girando en una rotonda te encuentras que parte de un grupo ya ha entrado pero tu te crees en posesión de la ley y de la preferencia e intentas pasarme por encima.
El problema que tenemos los ciclistas eres tú, porque me ves en la carretera, y por no esperar un minuto para adelantarme en condiciones de seguridad, decides, a pesar de todas mis indicaciones para que no lo hagas, hacerlo sin visibilidad, con la mala fortuna (la ley de Murphy) que en ese momento viene otro coche de frente (yo si lo he visto, por eso te estaba diciendo que no me adelantases, todavía) y tienes que dar un volantazo a la derecha para no matarte tú, matándome a mi.
El problema que tenemos los ciclistas eres tú, porque hace 10 minutos has visto a un ciclista saltarse un semáforo (algo que no debería haber hecho y que está castigado por ley, como debe ser), y ahora que te has encontrado conmigo decides, porque como yo también soy ciclista, darme una lección, una lección por algo que ha hecho otra persona, y decides adelantarme pasándome a 10 cm llevándome por delante. Curioso que no hagas lo mismo con los peatones. Ves decenas saltarse los semáforos a diario y no decides aleccionar al resto subiéndote en la acera para asustarlos.
El problema que tenemos los ciclistas eres tú, cuando te piensas que adelantar dejando metro y medio es una estupidez y me adelantas sin respetarlo con la mala fortuna (sí, la ley de Murphy de nuevo) que hay un bache en la carretera que hace que me vaya al suelo, debajo de tus ruedas. Si me hubieras adelantado con ese metro y medio, me habría caído igual, si, pero no me hubieras matado.
El problema que tenemos los ciclistas eres tú, porque como estas trabajando con tu coche, te crees con mas derecho que yo, que estoy en mi tiempo libre. Pero recuerda, mi tiempo libre me lo he ganado trabajando, y seguramente no querrás que cuando tú vayas a la playa con tus hijos, el camionero de turno, te mate a ti y a tus hijos porque el está trabajando y tú te vas de vacaciones.
El problema que tenemos los ciclistas eres tú, porque decides adelantar al coche que tienes delante a pesar de que yo vengo en sentido contrario. Sí, me has visto pero como voy en bici te piensas que no ocupo espacio, pero te das cuenta de tu error tarde, cuando rompo tu parabrisas.
Estás muy equivocado si piensas que tú no puedes matarme porque no conduces borracho ni drogado»
Copiado de Asier López Arbizu.
De la Guerra Civil al 15M: los ecos de la Comuna de París que llegaron a España
https://www.publico.es/culturas/guerra-civil-15m-ecos-comuna-paris-llegaron-espana.html